22.- Torre

Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.

Palabras: 1001.


22.- Torre

Juleka permaneció desanimada y cabizbaja durante todo el desayuno. No hizo ninguna pregunta ni comentario que derivase la conversación hacia su misión de Cupido. A Jagged no le pasó por alto, aunque no dijo nada pensando que sería la incomodidad de que aquella noticia hubiera saltado a la prensa, al fin y al cabo, era una niña en una etapa de la vida en la que todo parecía tener una importancia exagerada.

—¿Qué os apetece hacer hoy? ¿Otro parque? ¿Algún museo? Penny, ¿por qué no sacas el mapa y elegimos?

La chica le lanzó una mirada a Penny con la que le suplicaba ayuda.

—Antes de eso Juleka y yo queremos hablar contigo.

—Os escucho.

—En un lugar más privado —continuó Penny.

—Bien, volvamos a la suite.

—Yo os esperaré aquí —musitó Luka.

Su hermana le había explicado lo ocurrido, sabía que necesitaba hacer aquello por sí misma y que estar en medio le entorpecería la labor. Le hacía feliz ver que estaba confiando en Penny y buscaba su apoyo. Si estaba tan interesada en que se establecieran como pareja lo mínimo era que confiase en ella.

Se metieron en el ascensor, Penny tomó la delantera y abrió la puerta de la suite doble, la mantuvo abierta para que ambos pudieran entrar y se quedó en pie dejándole todo el sofá a ellos. Aunque estaba allí para apoyar a Juleka y se alegrara de que hubiese confiado en ella, no iba a irrumpir en su dinámica familiar.

—Papá, lo siento mucho...

—¿El qué, cariño?

—Ha sido culpa mía.

Las siguientes palabras surgieron de entre sus labios convertidas en un batiburrillo de sonidos susurrado e indefinidos. Se parecía a Juleka que no era capaz de hablar con él, como si hubiesen vuelto atrás en el tiempo. Miró a Penny como si esperase que, como Anarka, estuviera dotada de un poder especial con el que entender lo que decía.

—Cariño, no he entendido una palabra de lo que acabas de decir.

Ella también miró a Penny con agonía, suplicándole ayuda. El miedo al rechazo la estaba asfixiando y empujando a aquel rincón oscuro del que creía que había logrado escapar durante el vuelo.

—Juleka publicó por error una foto vuestra en su cuenta pública en vez de en la privada —intervino decidida a evitar que aquella situación tan incómoda para ambos se alargase de manera innecesaria—. La borró cuando se dio cuenta, pero no llegó a tiempo de evitar que alguien la viera y lo filtrase.

—Las malditas redes sociales —farfulló Jagged.

—Lo siento. Perdón. No quería hacerlo. Yo...

La refugió en un abrazo estrecho, frotó su espalda con cariño para tranquilizarla. Era una buena chica, tenía muy claro que no lo había hecho a propósito, por eso no iba a enfadarse con ella. La salvaguardaría.

—No te disculpes, no pasa nada.

—Ahora que sabemos de dónde han sacado la información tenemos medios para pararlo —musitó Penny buscando darle un poco más de tranquilidad.

—Cariño, no te preocupes más, Penny lo arreglará. Me quedo mucho más tranquilo sabiendo que has sido tú y que ha sido un accidente.

—Pero papá...

—Me preocupaba mucho que hubiese alguien dispuesto a vender nuestras vidas, ahora que sé que no es así me quedo tranquilo.

»Juleka, cariño, todo está bien. Todos nos equivocamos, no te haces una idea de las veces que la he cagado publicando algo que no debía. Cálmate, disfrutemos de los días que nos quedan.

Se estaba comportando con una madurez abrumadora. Demostraba ser mejor padre de lo que él mismo creía ser, sólo quedaba que Juleka lograse calmarse y no se culpase más por un error absurdo.

—Voy a contarte un secreto —continuó sin dejar de abrazarla—. La fama es como escalar una torre sin equipo, siempre estás a un paso de despeñarte, estás constantemente bajo un foco de atención y eso te lleva a equivocarte muchas veces.

»Lo más importante es ser capaz de seguir adelante. Te equivocarás muchas veces, la manera en la que te repongas de ese error será la que marcará la diferencia.

»Deja de preocuparte por esto. Es cierto que tanto vuestra madre como yo preferíamos que no se hiciera público hasta que no fuerais mayores de edad, pero ya no importa.

—Moveré algunos hilos y contendré el alcance de la noticia, todo se arreglará —añadió Penny.

—Vamos, anímate. Visitaremos uno de esos museos que te interesaban.

Las arrastró a ambas fuera de la suite, ya se preocuparían de las consecuencias de la noticia y planearía cómo parar el golpe. Ahora lo único que importaba era hacer que Juleka volviera a sentirse bien. Mientras se metían en el coche le envió un mensaje a Anarka para ponerla al corriente sobre de dónde había salido la información y pedirle que no le dijera nada que pudiera hacerla sentir mal, que ya lo solucionarían.

No hubo ningún intento de juntarlos, ni risitas divertidas, ni miradas emocionadas. A pesar de los esfuerzos de Luka para devolverle el buen humor nada parecía funcionar. Así que Jagged dio el paso que consideró que, al menos, la animaría un poco. Se acercó a Penny, rodeó su cintura y le besó en la comisura de los labios. A Juleka le centellearon los ojos como si el mundo hubiese recuperado todo el sentido de repente.

—Estás muy guapa hoy, Penny.

Ella le miró con el ceño fruncido confundida, pero vio el cambio anímico de Juleka y lo comprendió, se relajó.

—Tú tampoco estás mal, Jagged.

—¡Bien! ¿Qué os parece si cuando acabemos aquí vemos un poco de música en directo?

—¿Un concierto? —preguntó Luka evitando pronunciarse sobre lo que acababa de ocurrir.

—Algo así, músicos callejeros.

—¡Sí! Vamos.

Penny le retuvo un instante, no parecía enfadada, pero podría estarlo, ella siempre era prudente.

—¿A qué ha venido eso?

—Es la verdad —susurró en respuesta— y creo que Juleka merecía una dosis de salirse con la suya. Mírala, vuelve a sonreír. ¿Enfadada?

Se encogió de hombros.

—Te lo diré esta noche cuando estemos a solas.

Continuará

Notas de la autora:
¡Hola! Y con esto nos asomamos al final. Creo que mañana podré ponerme al día al fin.
Mañana más.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top