14.- Mapa

Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.

Palabras: 971.


14.- Mapa

Juleka no dejaba de mirar la hora en su teléfono móvil. Estaba impaciente por descubrir si su plan había sido un éxito fulgurante o un fracaso estrepitoso. Luka, a su lado, tocaba la guitarra relajado como si no existiera nada en el mundo que pudiera alterarle. A veces, Juleka, quería sacarle el tema de Marinette, pero nunca llegaba a atreverse porque su hermano era demasiado bueno ocultando cómo se sentía cuando no quería hablar de algo. Tenía que estar triste y dolido, al menos eso sería lo lógico, ella se pasaría el día llorando si estuviera en su lugar, pero Luka no era como ella.

—¿Por qué me miras tanto?

Juleka dio un saltito sorprendida, sacudió la cabeza.

—Pensaba en papá.

—¿Te preocupa que no haya ido bien?

Se encogió de hombros con suavidad.

—Sí. No sé si se ha dado cuenta de que la quiere.

—Creo que Pierre tiene razón y prefiere no tener que admitirlo. —Juleka le miró con atención deseando que dijese algo más—. Es atento con ella, procura que se sienta cómoda y se asegura de que no se quede atrás.

—¿Qué quieres decir?

—Durante la visita a su barrio se esforzó para que Penny participase en la conversación, incluyéndola al mencionar alguna vivencia común. Ha estado intentando que nosotros también nos sintamos a gusto con ella.

—Pero es porque es como si fuera su canguro.

Luka sonrió, Juleka en ese sentido, seguía siendo bastante infantil. Su hermana se fijaba menos en los pequeños detalles y pasaba por alto muchas cosas al no darles la importancia que tenían.

—Aunque fuese por ese motivo, que no lo creo, es obvio que para él es lo suficientemente importante como para querer que podamos relacionarnos con ella cómodamente.

»Si sólo fuese alguien con quien trabaja le bastaría con que existiera una relación cordial, no necesitaría incluirla.

Le sonó coherente, pero sólo eran un puñado de palabras. Ella se fijaba más en otras cosas que, de momento, no había llegado a ver.

—¿Vamos a buscarles para comer?

Luka asintió, le sorprendía que hubiese aguantado tanto rato sin proponerlo y salir de dudas sobre su plan. Juleka saltó de la cama, tomó la chaqueta y corrió, él le siguió sin prisas, se reunió con ella frente a puerta un par de segundos antes de que Penny les abriera.

Lo primero que vieron fue a Jagged tirado en el sofá, boca abajo, como si fuera un trapo olvidado, y con la cara enterrada en un cojín.

—No os preocupéis —musitó Penny sonriéndoles—. Es sólo una crisis existencial de las pequeñas.

—¿Por qué?

—El Capitolio —farfulló sin despegar la cara del cojín.

—¿Qué?

—Sólo ha traído ropa que recuerda a la Torre Eiffel —les explicó Penny cerrando la puerta cuando ambos estuvieron dentro—. Y ahora necesita cosas que se parezcan al Capitolio.

Ambos adolescentes la miraron como si se hubiera vuelto loca, pero la mirada de ella estaba clavada en su padre.

—Te conseguiré la ropa, ya te lo he dicho —declaró con una media sonrisa en los labios—. La tendrás a punto para la actuación del viernes.

—No habrá nada lo suficientemente perfecto, Penny.

—Sólo es ropa —murmuró Juleka.

—Sólo ropa —repitió Jagged levantándose del sofá como si acabase de recibir una descarga eléctrica—. Sólo ropa, ¿has oído eso, Penny?

—Aquí vamos de nuevo —murmuró Penny poniendo los ojos en blanco, a ella ya le había soltado aquel discurso el tercer día de trabajo a su lado.

El músico hizo algunos gestos con las manos frente a su hija, como si con ellas tratase de sacar las palabras correctas de su cerebro.

—La imagen es importante —soltó sosteniendo sus hombros con afecto, no quería ser brusco con ella, así que iba a refrenarse—. Si vas vestido de Torre Eiffel cuando tú estado de ánimo es el Capitolio, acabarás tocando como Central Park, ¿lo entiendes?

—No.

Los ojos de Jagged buscaron a Penny en busca de ayuda para explicarle a aquella muchacha que aún no estaba acostumbrada a él lo que quería decir.

—Se refiere a que la imagen y el estado anímico deben coincidir, eso le ayuda a sentirse más cómodo y a mantenerse concentrado durante la actuación.

—Pero ¿y lo de los edificios? —preguntó esta vez Luka.

—Las formas —continuó Penny, que seguía viéndolo como un modo retorcido de expresar lo que quería—, los colores... —Su móvil sonó interrumpiéndola—. Es Bob, tengo que contestar.

—Prefiero que la llame Alec —farfulló observando cómo se alejaba.

—¿Te fue bien en la tele?

Jagged asintió, los rodeó a ambos con los brazos y los dirigió hacia el sofá para que se sentaran.

—Estuvo bien. Siempre que vengo me invitan a participar —explicó con naturalidad—. Penny y yo estuvimos hablando anoche.

Los ojos de Juleka se iluminaron esperando que les dijeran que a partir de ahora estaría juntos.

—Y ha tenido una idea genial, ha traído un mapa de la ciudad para que marquéis los sitios que os gustaría visitar y conocer —continuó rompiendo las ilusiones de su hija—. Como conozco bien la ciudad os puedo hacer de guía y, bueno, creo que es una idea genial para que nos conozcamos mejor y compartamos intereses.

—Me parece una buena idea —le apoyó Luka.

—Penny siempre tiene unas ideas geniales.

—¿También visitaremos sitios que le interesen a ella?

Miró a Juleka con las cejas enarcadas, se encogió de hombros. Si no se había equivocado y lo de la cena había sido cosa de ellos, suponía que estaba buscando otro modo de juntarlos.

—¿Te molestaría?

—No. Ella es también de la familia, ¿no?

Jagged sonrió, había sido muy directa, ni le había temblado la voz al soltar aquello.

—Penny es la jefa en realidad.

Iba a pasárselo la mar de bien con aquel jueguecito con sus dos hijos.

Continuará

Notas de la autora:
¡Hola! De vuelta a los capítulos cortitos porque ha sido un viernes infernal y estoy agotada.
Nos leemos mañana.


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