04.- Radio

Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.

Palabras: 997.


04.- Radio

Los días de clase parecían interminables, cuanto más se acercaba el día de viajar con Jagged más parecían alargarse las horas, sin embargo, el jueves acabó llegando y en el Liberty se acumularon las prendas de ropa recién planchada y las maletas vacías permanecían abiertas.

Anarka miraba a sus dos hijos con preocupación mientras elegían qué ropa iban a llevar. Sabía que al menos, Penny, era una adulta responsable, pero sobre Jagged... Seguro que les dejaba comer cualquier cosa que se les antojase y acabarían enfermando.

La radio emitió las primeras notas del último single que había lanzado con Jagged, su ceño se frunció y su humor empeoró. Maldito Jagged Stone. Anarka suspiró. Culpaba a Jagged, aunque la culpable era ella. Tal vez si le hubiera explicado a Luka que él era su padre ahora no estarían así, pero no había querido hacerlo. Siempre había pensado que preguntaba por simple curiosidad, no comprendía que tenía una profunda necesidad de saberlo. La única culpable era ella.

Podría haber hecho las cosas de otra manera. Igual si Jagged hubiera estado en sus vidas, aunque fuera de manera intermitente, su hijo se habría sentido mejor. Juleka no le preocupaba tanto, no en ese sentido, a pesar de que también sentía curiosidad por su padre, un padre que no era Jagged, al menos no biológicamente hablando.

—Mamá.

—¿Qué?

—Estás en las nubes —musitó Juleka—. ¿Crees que hará frío?

—No lo sé, cariño, lleva manga larga y una chaqueta por si acaso.

—Mamá, ¿estás bien? —preguntó Luka.

—Sí, estoy bien, cariño.

—Antes de que te des cuenta volveremos a estar aquí.

Le sonrió a su hijo, agradeciendo aquel puñado de palabras de consuelo. Se le iba a hacer eterno. Nunca se habían separado. Aquellos dos niños eran toda su vida.

—¿Os ha dicho a qué hora sale el vuelo?

—Mañana a las diez y media de la noche —contestó Juleka—. Vendrá a buscarnos a las nueve.

Evitó resoplar, hacerlos esperar hasta última hora para pasar a recogerlos, menudo idiota. Podría aprovechar la tarde para explicarles su plan o, simplemente, hablar.

«Idiota irresponsable»

º º º

La cama de Jagged parecía un campo de batalla en el que ha estallado una bomba. La ropa se acumulaba por todas partes en montones de colorines desordenados. Penny llamó a la puerta del dormitorio que permanecía abierta.

—Entra —soltó sin girarse a mirarla—. Estoy decidiendo qué me llevo.

Tenía una cantidad ridícula de ropa y la mayoría no se la había puesto ni una vez.

—Sólo va a ser una semana, no tienes que llevarte medio vestuario.

—Lo sé, pero ¿y si me despierto en modo Estatua de la Libertad? Imagina que sólo tengo Torre Eiffel y cosas que recuerdan a Francia.

El drama de los edificios. Ya no se esforzaba por entender su hilo de pensamiento en lo que al vestuario se refería.

—Allí hay tiendas —le recordó con suavidad—. Además, supongo que mientras no estés trabajando irás vestido como una persona normal y corriente.

La miró con las cejas enarcadas, casi como si quisiera decirle que él vestía siempre divino y que cualquier otra cosa sería una ofensa.

—Si te paran cada cuatro pasos para hacerte fotos y pedirte autógrafos ¿cómo vas a prestarle atención a Juleka y Luka?

Frunció el ceño y su mirada se desvió hacia el montón de ropa, Penny, supo que no había pensado en ello. Le vio escoger algunos tejanos y camisetas sencillas, el tipo de ropa que sólo llevaba cuando quería pasar desapercibido estando de vacaciones.

—Tienes razón.

—Si necesitas algo para actuar yo misma me encargaré de conseguírtelo.

—Sí, claro. Gracias Penny, no sé qué sería de mí sin ti.

Aún se sentía en modo Torre Eiffel, así que eligió ropa acorde a ello y la soltó junto a lo que llevaría.

—¿Ya has preparado tu equipaje?

—Sí, lo tengo todo preparado.

—Fantástico, ¿puedes encargarte del equipaje de Fang?

—En seguida.

—Penny, gracias otra vez.

—De nada, es mi trabajo.

No, no lo era. Su trabajo consistía en organizar su agenda y asistirle, no en hacer de canguro para él y su cocodrilo, ni en preparar maletas o comprarle cosas. Penny lo hacía por iniciativa propia sin quejarse, aunque era mucho trabajo. La adoraba.

Se me metió en su cuarto de aseo para sacar su kit de maquillaje de viaje, el pequeño, con ese tendría suficiente. Buscó la plancha de pelo para los viajes, el secador, el gel fijador en bote transparente para que no le parasen en el control de pasajeros, el cepillo de dientes, la pasta de dientes, seis tipos de peine diferente y los embutió dentro de su neceser de viaje que era casi como un maletín.

Regresó al desastre que era su cama, lo metió todo dentro de sus dos maletas y frunció el ceño sintiendo que se le olvidaba algo importante, aunque no sabía el qué.

—¡Penny!

Ella se asomó con un par de los collares de Fang en las manos.

—¿Sí?

—Me olvido de algo, pero no sé el qué...

—Cosas de aseo personal, maquillaje, la plancha, el secador, peine y gel fijador. La medicación, los antihistamínicos, la pomada para la urticaria —enumeró empezando por lo que acostumbraba a olvidar—. Ropa, zapatos, pijama, ropa interior, el antifaz.

—El antifaz, gracias.

—De nada.

En realidad, también se había olvidado de la ropa interior, pero no pensaba admitirlo en voz alta. Menudo desastre no haber pensado en algo tan imprescindible, pasarse toda una semana con los mismos calcetines y calzoncillos sería asqueroso.

Volvió a pensar en Penny, en lo imprescindible que era en su vida y supo que tenía que hacer algo especial por ella, tal vez regalarle algo bonito, algo que no fuera una joya porque lo consideraba demasiado personal. No sabía qué regalarle, necesitaba consejo, uno que no podía pedirle a ella, evidentemente tampoco a Vivicia y mucho menos a Anarka. Marinette, quizás ella tendría alguna buena idea para él, lo probaría, no perdía nada haciéndolo.

Continuará

Notas de la autora:
¡Hola! Para hoy tenemos una de preparativos para el viaje. Ese maravilloso momento de repasar mentalmente lo que tienes que llevar, revisarlo todo veinte veces, para llegar a destino y descubrir que se te ha olvidado algo.
Nos leemos mañana.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top