Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.

Palabras: 993.

03.- Horizonte

El sonido de la cerradura de su suite la sorprendió. No acostumbraba a hacerlo, pero de vez en cuando se quedaba allí a dormir, cuando había mucho trabajo, se encontraba mal o estaba demasiado cansada como para conducir. Jagged tenía llave de su suite igual que ella tenía la de la de él. Primero asomó la cabeza para comprobar si estaba allí, al verla entró seguido de Fang.

Tener planes interesantes en el horizonte era algo que ponía de un humor excelente a Jagged. Penny había abandonado su tarea de cuadrar la agenda cuando lo escuchó silbar su canción favorita, con discreción le observó mientras bailaba frente al sofá como una bailarina con una sobredosis de cafeína. Toda aquella alegría apuntaba a que había conseguido tener una reunión familiar decente, se alegraba por él. Jagged era un buen hombre, aunque la imagen que la mayoría tenía de él era muy diferente.

Fang, arrastrado por tanta energía positiva caminó en círculos a su alrededor, compartiendo la danza de la felicidad de su amo. Eran un dúo adorable. Penny sonrió y volvió a concentrarse en la pantalla.

Cuando Jagged acabó de celebrar su pequeña gran victoria se acercó a ella, le puso la mano sobre el hombro para llamar su atención.

—Ya tengo esas fechas, ¿te parece que lo cerremos todo ahora?

—Por supuesto.

Lo agradecía, porque intentar gestionar una agenda como la de Jagged Stone en base a una fecha fantasma que no podía ubicar era complicado. Él se sentó a su lado con una sonrisa de oreja a oreja.

—Dentro de un mes —pronunció tomando la tablet y señalando la semana exacta que quería—. He conseguido que Anarka me dejé llevar a los niños conmigo.

—De acuerdo, —siseó comprendiendo toda aquella felicidad— ¿contrato una o dos suites extras?

Jagged disintió.

—Hay un hotel genial que ofrece suites dobles, son dos habitaciones unidas por una sala de estar. Con dos tenemos más que suficiente. Una para ti y la otra para los niños y yo. Bueno... puede que tengas que compartir la tuya con Fang, no sé si se sentirán seguros teniéndole suelto por el sofá.

Ella miró al cocodrilo que, a pesar de ser un depredador, se comportaba como una cachorrito alegre e inofensivo. Era un aminal extraño que no entrañaba peligro alguno siempre que no le quitases su comida o tratases de hacerle daño a Jagged. Claro que entendía perfectamente que la gente se sintiera amenazada por él.

—No tengo problema alguno con eso.

—Iría a darle de comer, al fin y al cabo es mi responsabilidad.

—De acuerdo, ¿tiene nombre ese hotel?

—Starry night.

Lo buscó en internet, curioseó la disponibilidad y los precios para las fechas que Jagged quería, descubrió que no había problema. Reservó antes de que alguien pudiera quitarles las suites contiguas, porque si se metía un extraño entre ambos al músico le daría un infarto.

—Cerraré el tema de los conciertos y la charla.

—Que sean tres como máximo, quiero aprovechar el tiempo con ellos.

—Entendido.

—No te molesta, ¿verdad? —Ella le miró sin comprender a qué se refería—. Que nos acompañen mis hijos. ¿Te molesta?

—Oh, no, no. Me parece muy bien. Estoy segura de que os irá muy bien a los tres. Podrán conocer al hombre real.

—Yo también lo creo.

Iba a ser fantástico, en su horizonte sólo había cosas extraordinarias. Era feliz, sus hijos querían pasar tiempo con él, Anarka había cedido y a Penny le parecía bien que viajasen con ellos. En realidad, le preocupaba mucho la opinión de Penny, al fin y al cabo, pasaban casi el día entero juntos.

º º º

Juleka se acurrucó bajo el brazo de su hermano en el sofá. Siempre que estaban con Jagged pasaba de la euforia al desánimo más absoluto, eso hacía enfadar a Anarka, por ello se esforzaba en que no lo notase y dejaba aquella situación en secreto con su hermano.

—¿Te estás arrepintiendo de querer pasar una semana con él?

—No. Sí. Un poco.

—Todo va a ir bien, Juls, no tienes de qué preocuparte.

Era fácil decirlo. Luka y ella no podían ser más diferentes. Era evidente que entre ellos se relacionaban con una facilidad pasmosa, mientras que ella se quedaba atrapada en aquel nubarrón de inseguridad asfixiante. Seguramente el sentirse tan insegura era lo que le impedía relacionarse con la misma naturalidad que poseía su hermano.

—Pensará que soy una estúpida.

—Claro que no.

—Si no fuera...

Luka le pellizcó la mejilla, cortando de raíz la frase y arrancándole un quejido, aunque no había empleado demasiada fuerza.

—Si no vinieras se pondría triste y perderías una buena oportunidad para relacionarte con él.

»Sólo necesitas ganar confianza con él, cuando lo logres todo será mucho más fácil.

—Pero...

—Nada de peros. Iremos, lo pasaremos genial y recuperaremos el tiempo perdido.

Ahí estaba Luka con su positivismo, en contraste directo con su derrotismo. La noche y el día.

—Mamá está enfadada.

—Creo que le preocupa que nos apartemos de ella porque le consideremos a él más divertido.

Juleka soltó una risita ligera. Luka tenía razón, seguro que era por eso. Cuando descubrieron que Jagged era su padre se había formado una monumental bronca porque nunca se lo había explicado. Luka lo había preguntado varias veces de forma abierta y directa, ella en cambio, se había limitado a mirar a su madre a la espera de una respuesta que jamás llegaba. A Luka siempre le había importado la identidad de su padre, a ella no tanto, al menos no más allá de la curiosidad infantil.

—¿Crees que nos quiere? —inquirió Juleka.

—¿Papá? —Asintió contra su costado—. Sí. Se está acostumbrando a nosotros igual que nosotros nos estamos acostumbrando a él.

—Prométeme que no me dejarás sola.

—No lo haré, lo prometo.

Con gesto infantil le tendió el dedo meñique a su hermano, él enredó el suyo y rió. No hacían una promesa de meñique desde los nueve años.

Continuará

Notas de la autora:
¡Hola! Tercer capítulo, hoy tenemos a Jagged haciendo la danza de la felicidad por un lado y, por el otro, a los dos hermanos hablando sobre su futuro viaje.
Nos leemos mañana.