Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.

Palabras: 912.

01.- Consejo

—Penny.

Ella, tranquila, alzó la mirada de la pantalla de la tablet en la que organizaba de manera eficiente la agenda de Jagged. Una sonrisa afloró en sus labios al ver a aquella superestrella en pijama, sin maquillaje, despeinado y con una expresión de estar a punto de tener una crisis existencial. Se sentía afortunada por poder ver al Jagged Stone que no existía para nadie más que Fang y ella.

—¿Sí, Jagged?

Él sonrió porque cuando estaban a solas siempre era Jagged y no el señor Stone, no existía la respetuosa distancia que parecía un abismo y le molestaba.

—Necesito un consejo mágico de esos tuyos —murmuró y señaló el sofá.

Penny entendiendo el gesto bloqueó la tablet, se puso en pie y caminó con él hasta el lugar preferido de Fang para echar la siesta. Se sentó a su lado esperando a que Jagged encontrase las palabras correctas para expresarse. Se preguntaba sobre qué necesitaba consejo teniendo en cuenta que Bob llevaba un tiempo sin empujarle hacia ideas absurdas y desastrosas. Cuando la cosa se movía fuera de lo laboral siempre tenía la sensación de caminar por arenas movedizas en zapatos de tacón.

—Penny... —Suspiró. Clavó en ella aquellos brillantes ojos azules que parecían un par de gemas preciosas—. ¿Crees que debería intentar volver con Anarka?

Se quedó inmóvil, con los ojos muy abiertos, esa no se la esperaba. No sabía que expresión tenía, pero él le acarició el hombro con suavidad como si tratase de darle algún tipo de consuelo.

—Por los niños, ya me entiendes. Tenemos dos hijos ¿no debería hacerlo por ellos? ¿Sus padres no deberían estar juntos?

—¿La quieres?

—¿A Nanarki? —inquirió y ella asintió—. Claro, era mi compañera, creábamos una música increíble.

—Me refiero a si estás enamorado de ella —puntualizó considerando su respuesta demasiado infantil y vaga.

—No.

La respuesta fue tan rotunda que la hizo sonreír pese a no querer hacerlo.

—Entonces, ¿de qué iba a servir que estuvieseis juntos?

—Para que los niños tuvieran un hogar en condiciones. Una familia completa. Una madre y un padre.

—Jagged, seré totalmente sincera contigo. Que estés con ella o no, no va a arreglar nada, que no estéis juntos no lo convierte en un mal hogar —explicó procurando ser lo más clara y neutra posible—. Un hogar sin amor es un mal hogar. Un hogar en el que sólo hay discusiones es un mal hogar.

»Si no estáis enamorados no importa que estéis juntos, porque será un hogar sin amor. Está bien que tengáis relación, que seáis respetuosos el uno con la otra, pero volver a estar juntos sólo les dará una imagen quebrada y errónea sobre lo que es una familia y les empujará a repetir ese modelo.

»Han crecido sin ti en sus vidas, están hechos a la situación. Lo que necesitan ahora es que estes con y para ellos cuando te necesiten, no que compartas cama o techo con Anarka.

—Supongo que tienes razón. —La besó en la sien y sonrió—. Sí, gracias. Eres la mejor.

Parecía aliviado como si hubiera quitado una tonelada de peso de los hombros, como si en realidad la idea de volver con Anarka le pareciera terrible y asfixiante.

—¿En qué estabas trabajando? Te he interrumpido, ¿cierto?

—Me dijiste que querías hacer un par de conciertos en Washington y visitar tu antigua escuela.

Jagged asintió con interés, lo había comentado de pasada en el ascensor, hacía un par de meses, después de un concierto. Penny estaba mirando el móvil en aquel momento, pensaba que ni le había oído, pero al parecer sí que lo había hecho y se lo había tomado en serio.

—Estaba cuadrando la agenda para organizarlo. He hecho algunas llamadas y estarán encantados de que actúes allí —explicó viendo como su rostro se iluminaba—. El director de tu antigua escuela dice que sería genial que les dieses una charla motivacional a los chicos, que será un placer contar con tu presencia, así que, si sigues queriendo hacerlo sólo hay que cerrar las fechas.

—¿He dicho ya que eres la mejor?

Ella rió divertida, se podía contar con los dedos de una mano las veces que Jagged declaraba que alguien era "el mejor", era demasiado perfeccionista y difícil de complacer. Por eso, cuando lo hacía, era muy valioso e importante.

—Y ni siquiera es mi cumpleaños.

—Deja que mire el calendario y te daré fechas, pero déjalo todo apalabrado, me muero de ganas de hacerlo.

—De acuerdo, me pongo a ello.

—Ah, Penny, cuando acabes con eso tómate el resto del día libre —musitó levantándose del sofá—. He quedado con los chicos en el Liberty para comer

—De acuerdo, Jagged.

La observó mientras regresaba a la mesa y se enfrascaba de nuevo en el trabajo. Sonrió, era una mujer tan hermosa, inteligente e imprescindible en su vida que le daba vértigo. Ojalá que Penny no decidiera jamás dejarle para trabajar con otro, no sobreviviría sin ella y no era sólo por su carrera, en lo personal tampoco lo lograría. Penny era como el faro de su vida.

Sacudió la cabeza, tenía que espabilarse y vestirse si no quería llegar tarde a esa comida, empezar la reunión con una monumental bronca con Anarka no le apetecía en absoluto. Además, Penny le había dicho que discutir de aquel modo era perjudicial para los chicos. No había sido un buen padre hasta entonces, pero lo sería a partir de ese mismo instante.

Continuará

Notas de la autora:
¡Hola! Arrancamos con el Fictober y, sí, de nuevo con Penny y Jagged porque se han convertido en mis personajes de confort.
Nos leemos mañana.