1.7 "Problemas terribles"
Joder.
¿Y ahora que podía hacer?
¿Cómo podría arruinar la felicidad de dos padres?
¿Cómo decirles a los Carrington que su hija en realidad estaba muerta?
¿Cómo decirles a los McGraw que su hija estaba viva pero con la familia equivocada?
¿Sería bueno terminar con el sufrimiento de una familia y comenzar el sufrimiento en otra por un simple cambio de papeles?
Me la pasé formulándome preguntas todo el día.
Estaba nerviosa.
Seguro me corrían.
Adiós carrera de medicina.
Hayley Johnson debes de tranquilizarte.
Corrí hacia el escritorio de Hanna. Seguro ella sabía que hacer porque esto también la incluía a ella por haberme dado el nombre incorrecto.
Bajé las escaleras como pude porque no dejaba de temblar de lo nerviosa que estaba.
Vuelta a la izquierda, recto, al fondo a la derecha y me vi a lo lejos a la rubia.
Me dirige a toda prisa hacia ella.
-Hanna, estamos en problemas.
Dije con toda la calma que pude y susurrando para que nadie más lo escuchara.
-¿A qué te refieres? Yo no he hecho nada, querida. Así que no me metas en tus cosas.
-Oh, sí que lo has hecho. Tú me diste el nombre incorrecto de la bebé que había fallecido. Me confié y ahora ¡he entregado a la bebé incorrecta!
-¿Que has hecho qué? ¿Para qué me crees? No te estaba prestando atención. Aparte tu tienes los registros en las carpetas, ¡debiste de haber llevado un control!
-Lo había llevado. Sólo que un chico iba corriendo por los pasillos y me tiró todos los papeles, por lo que quedaron revueltos.
Mentí. No quería que me echaran la culpa de todo. Suficiente era saber que había destruido una familia y dado esperanzas a otra.
-¿Qué vamos a hacer?
Pregunté muy angustiada.
-Dirás, ¿qué vas a hacer tú?
-Aah no, tu estas conmigo en esto Hanna.- recordé algo, puse mi cara pícara y levanté una ceja- ¿O acaso quieres que se entere la doctora Smith de tu aventura con su esposo?
Sí, a veces podía ser una maldita.
Me quedó viendo con cara de odio y estoy segura que dijo unas palabras, nada buenas, tan bajo que no las alcancé a oír del todo.
-Bien. Tienes razón. También fue culpa mía.
-Ahora sí, ¿qué haremos?
-Lo mejor sería guardarnos el secreto.
Lo estuve meditando por unos segundos, cuando por fin tomé una decisión.
-No, creo que lo mejor será que lo digamos. Pase lo que nos pase.
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Hanna en multimedia.
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