Capítulo 2
Escucha su alarma y se despierta rápidamente, ve el reloj y se levanta para tener todo listo para cuando su alfa despierte.
Entra al baño y se ve al espejo, no dejo marcas visibles, excepto las de su cuello, pero se remueve su pijama y ve los moretones, algunos ya eran viejos. Aun así, era época de invierno y de salir no tenía excusa para no cubrirse.
Sale y baja a preparar el desayuno, su alfa baja a los minutos y solo toma una taza de café.
—Debo salir antes.
Bakugou asiente y su alfa se aproxima a él, lo abraza por la cintura y besa en la cien.
—Lo siento, ayer estaba estresado.
Suena sincero, eso se dice, acepta su beso y se lo devuelve en los labios para despedirlo.
Ya que se marchó sube rápidamente por su cachorro, entra y se aproxima a él, ve sus mejillas con lágrimas secas y ojos hinchados, se siente culpable.
El pequeño despierta y rápidamente se abalanza a su madre.
—Me portare bien, así papá no se enojará conmigo ni con mamá.
—Tú te portas muy bien, papá no está enojado, solo estaba cansado anoche.
Le dice eso mientras lo abraza, alza a Katsuo en brazos y baja con él para desayunar.
Es medio día y deben hacer las compras, abriga bien a su cachorro y ambos salen, están en el mercado y cómo siempre recibe elogios para su cachorro.
—Es tan lindo, es idéntico a usted.
Una amable mujer le dice eso, si, su cachorro era idéntico a él, solo que con los ojos oscuros de Shindo, aunque recuerda que a este no le gustó mucho que se pareciera más al omega.
Salen y el pequeño va dando brincos mientras canta a una canción contando, Bakugou lo ve y eso es lo mejor de su día, ver a su cachorro reír.
El pequeño corre y el omega lo sigue en pánico por la repentina acción, se detiene y este estaba cortando unas flores.
—Para ti.
—Gracias enano.
Dice eso alzándolo y aceptando su regalo, le da un resonante beso en la mejilla y el pequeño ríe.
Al llegar pone las flores en un pequeño jarrón, el pequeño las ve y sonríe por ello, Katsuki prepara la comida para ambos y ve su móvil vibrar.
—Sali antes, espero que la comida esté lista cuando llegue.
—Si, fui de compras y ya la estoy preparando.
Su alfa cuelga y se apresura, al terminar le indica a su pequeño lavarse las manos para estar listo cuando llegue su padre.
Shindo entra y va camino al comedor, Bakugou lo ve y con ello nota el ramo de flores que trae para él, lo ve y sonríe un tanto entusiasmado.
Pero de la nada las azota contra el suelo con rabia, Bakugou da un respingo asustado pero su alfa estaba muy molesto.
—¿Quién te las dio? ¿Acaso andas de ofrecido con otros alfas?
Lo toma del cuello y azota contra la pared, Bakugou trata de alejarlo, pero es inútil.
—No, claro que no, son...
—No mientas, por eso querías salir.
Aprieta el agarre y lo golpea en el estómago, Bakugou gime por el dolor.
—¡Mamá!
Su cachorro entra y trata de ir con su madre omega, pero el alfa se gira a él y con desprecio lo empuja.
—¡No te metas!
Grita usando su voz de alfa y el pequeño tiembla aterrado, Bakugou con todas sus fuerzas logra disminuir el agarre.
—¡No lastimes a mi cachorro!
Dice eso y Shindo lo suelta, comienza a toser y el alfa lo ve rabioso.
—¡De rodillas!
Le ordena eso y su cuerpo en automático lo hace, su cachorro ve aterrado la escena, quiere ayudar a su madre omega, pero no sabe cómo, entonces ve las flores y entiende.
—¡Yo le di las flores a mamá, yo!
Se aproxima a su padre desesperado y este lo ve molesto, toma las flores y nota que son simples y mal cortadas, creíble, bufa y simplemente las tira junto con las que él mismo trajo.
—Simplemente trato de ser buen esposo y tú solo te interesas por el engendro que tuvimos, debería matarlo y asunto resuelto.
—¡Cállate, Katsuo no es...!
Trata de defender a su cachorro, lo abraza y esconde del alfa, lo cubre con su cuerpo por miedo a que este lo dañe, pero Shindo no le importa y patea a Katsuki en el suelo, el pequeño llora con ello y el alfa parecía aburrido después de unos segundos.
—Me largo, no me esperes.
Dice eso marchándose por fin, no era la primera vez que lo hacía, Katsuki era consiente que el alfa muy probablemente le era infiel, pero, por su cachorro trataba de aguantar todo.
Pero ese día cruzo un límite, no había pasado a mayores de solo gritarle, pero amenazó con dañarlo, y aunque no lo hizo, no significaba que no lo haría después.
Se levanta quejándose por el dolor y abraza a su hijo para consolarlo, no quería que los viera en esa situación.
Aunque teoriza que Katsuo probablemente ha escuchado sus peleas o golpes, el pequeño lo abraza llorando, Katsuki sube las escaleras y busca una maleta pequeña.
Mete lo esencial, lo poco que quepa, sabe que no tiene oportunidad alguna solo, un omega sin carrera, con un cachorro y marcado por otro era prácticamente tener la vida arruinada sin esperanza u oportunidades.
Pero no podía seguir más ahí, le indica a su cachorro esperarlo en su habitación mientras él hace algunas cosas, busca en su cajón y encuentra un sobre dónde estuvo guardando algo de dinero que le sobraba de las compras.
Vuelve con el pequeño y lo viste mientras guarda algunas cosas suyas.
—Mamá ¿Papá me va a lastimar?
—No, jamás, nos iremos lejos.
Dice eso saliendo con el pequeño camino a la estación, solo tiene una opción, pero no sabe si realmente está ahí para él.
Sus padres, no hablaba con ellos desde que se casó, no estaban de acuerdo con ese matrimonio después de todo era apresurado y por un cachorro.
Sugirieron que abortara y continuara sus estudios, pero Shindo le juro cuidar de ambos, pero su madre se negó a ello y después de casarse el alfa mismo se hizo cargo de alejarlo de ellos.
No podía dejar al alfa, aun cuando comenzó a tratarlo mal o a hablarle de forma horrible, incluso después del primer golpe o cuando uso su voz en él por primera vez, sabía que no tenía nada, todo estaba a su nombre y Katsuo tendría carencias, pero, ya llegó a su límite.
Ahora debía ir y pedirles perdón, estaba dispuesto a ello, admitía su error, de ser un omega fuerte y seguro de sí mismo, ahora temblaba cada que su alfa que se le acercaba.
Pero, no sabe si están dispuestos a perdonarlo o si quiera ayudarlo, existe la posibilidad que lo hagan sin su cachorro en el acuerdo, pero ahí está su límite.
Su pequeño era lo único que lo mantenía cuerdo.
Lo único por lo quien soportaría lo que sea, con tal de verlo feliz.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top