18.-

La fiesta iba genial, nunca me lo había pasado tan bien. Estaba bailando con Jack Johnson, el cual me caía muy bien. Desde el otro día nos llevamos genial.

La canción cambió y empezó una de Justin Bieber. Todos vitorearon y se giraron hacia un chico rubio. Di un saltito para poder ver por encima de la multitud y me quedé petrificada.

Qué fuerte, era verdad, está aquí.

Estoy en la misma fiesta que Justin Bieber.

El rubio hizo un pequeño baile y luego todos siguieron a lo suyo. Jack y yo seguimos hablando, la canción volvió a cambiar, la copa vacía de mi mano fue sustituida por otra llena hasta arriba y la fiesta no paraba por nada ni por nadie.

No sabría decir cuánto tiempo había pasado. Una canción de tres minutos podía pasarse en un suspiro y una charla de diez podía sentirse como hablar durante una hora.

Hasta que sucedió.

Escuchamos un grito.

No un grito de miedo, ni de sorpresa. Un grito muy característico y que todos los presentes conocíamos muy bien.

La fiesta pareció quedar en silencio, a pesar de que la música seguía sonando alta. Todas las conversaciones se cortaron al instante y noté un nudo en el estómago.

Era un grito de fan. De unas cuantas. El grito se repitió, y esta vez todos nos giramos hacia el grupo de adolescentes -chicos incluídos- que estaban a un lado del salón, cerca de la puerta.

Esto no puede estar pasando.

En un abrir y cerrar de ojos todos empezaron a correr. La gran mayoría eran conocidos, pero había mucha gente que como Kate y yo que prefería seguir en el anonimato. Más de la que cualquiera pueda imaginar.

Empezamos a sentir flashes. Al girarme vi que también había cámaras, paparazzis. Jack me empujó hacia una puerta que había en el jardín. Una vez fuera, nos encontramos con muchísima más gente que gritaba al ver a sus ídolos.

Dios mío, nos van a aplastar. No quiero morir aplastada, tiene que ser muy doloroso.

Me giré buscando por todos lados a Cam, a lo lejos vi que Kate corría hacia los coches. Todo pasaba como a cámara lenta.

Jack seguía empujándome.

—No tengo coche, no te puedo sacar de aquí. —murmuró. Alguien chocó conmigo, haciendo que por poco caiga.

—¡Brook! —exclamó Matt. Sonreí aliviada. A lo mejor Cam estaba con él. Cuando miré detrás de él mi alivio se esfumó; sólo había desconocidos corriendo.— ¿Has visto a Kate? Tengo que sacarla de aquí ahora. —dijo nervioso, estirándose para ver por encima de la gente.

—Creo que iba al coche, seguro que te espera, pero apura. —dije rápido.

Seguimos avanzando entre empujones hasta que alguien tiró de mi brazo. Me quedé en frente de una niña de unos quince años que no había visto en mi vida.

—¿Estás saliendo con Jack Johnson? ¿O eres amante de Jack Gilinsky? ¿Quieres romper Jadison, acaso? —me quedé petrificada. ¿Quién era esa niña y qué narices quería?

Jack volvió a por mí y me alejó de esa chica, pero escuché que gritaba ''Jack Johnson tiene novia''.

Si no estuviésemos en esta situación me giraría y le diría cuatro cosas.

Ya casi estábamos en la zona de los coches, donde salían a toda leche. Jack chocó con un chico y le miró esperanzado.

—Llévatela antes de que le saquen alguna foto. Voy a ver si encuentro a Gilinsky. —dijo tan rápido que parecía que estaba rapeando.— Vamos, corred.

El chico me tomó de la mano y empezó a correr rapidísimo. Casi no le podía seguir el ritmo con los tacones y maldije a Cam por haberme picado, consiguiendo que dejase mis vaqueros y mis cómodas zapatillas en casa. Me abrió la puerta de un Jeep negro con cristales polarizados -muy parecido al de Cam- y entró de un salto en el asiento del copiloto. Arrancó tan rápido que pegué un bote en el asiento.

Me pasé las manos por la cara y me di cuenta de lo rápido que estaba respirando. Traté de tranquilizarme antes de que me diese un ataque de asma. Raramente tengo uno, solo cuando hago demasiado deporte o cuando me pongo realmente nerviosa.

Cuando ya estaba más tranquila quité las manos de mi cara y miré al chico por primera vez a la cara.

—Gracias. —susurré.— Por sacarme de allí.

—No ha sido nada. Nunca había pasado nada así, al menos en las fiestas que yo he estado.

Y justo tenía que pasar en la tercera a la que voy con Cam.

Miré por la ventanilla intentando no pensar en nada. Tenía puesto un disco de Drake y me acordé de Cam. ¿Dónde estaría? Intenté mandarle un mensaje, pero mi móvil había muerto.

—¿Hace mucho que conoces a Jack? —preguntó el chico para rellenar el vacío. Hice cuentas, no hacía ni una semana.

—Unos días, en realidad. ¿Tú? —abrió los ojos como si le impresionase mi respuesta.

—Unos años. —sonrió. Qué sonrisa más bonita. La verdad es que era bastante guapo, aunque no conseguía verle los ojos bien, ya que iba mirando la carretera concentrado y el coche estaba a oscuras.— ¿No eres de Los Ángeles, no? No me suenas.

Estábamos volviendo a la ciudad por la carretera general y conducía más rápido de lo que el límite marcaba. No me impresionaba, Cody conduce mucho más rápido.

—De cerca. Estoy aquí por la Universidad.

Me quité los tacones y recogí mis piernas en el asiento, abrazándolas. Tenía ganas de echarme a llorar por la impotencia que sentía en ese momento, pero, precisamente, no era el momento de hacer una escena delante de un desconocido.

—¿Qué estudias? —por su tono de voz me dio la impresión de que realmente le interesaba.

—Empezaré Educación Infantil.

Por el rabillo del ojo noté que me miró un segundo.

—Me encantan los niños. —murmuró.

En ese momento mi móvil emitió una vibración y lo tiré a la parte delantera del coche enfadada. ¿Qué narices pasaba ahora? Luego recordé que podía ser Cam pero al cogerlo de nuevo para comprobarlo el móvil no hizo nada.

Muerto.

Me había olvidado de cargarlo y ahora no podría llamar a Cam hasta llegar a casa. Y él no podría llamarme a mí sí pasaba algo.

—Mierda. —susurré. Me llevé las manos a la cara. Tenía ganas de gritar por ser tan idiota, pero ya no había marcha atrás.

Miré por la ventanilla y vi que ya estábamos en la calle general. Desde aquí podría ir andando.

—Puedes dejarme aquí mismo, iré andando el resto del camino. —dije con la voz algo rota. No sabía cuando, pero se me había formado un desagradable nudo en la garganta.

—Puedo llevarte a casa, no me cuesta nada. —dijo... seguía sin saber cómo se llama, y tampoco tenía ánimo de preguntárselo. Si todo esto no hubiese sido todo tan repentino ni loca me hubiera subido al coche de un desconocido, aunque este sea amigo de Jack.

—No, gracias, necesito aire. —sonreí, o lo intenté. No me podía creer que todo se hubiese ido a la mierda sólo un mes después de haberme ido.

Vamos, Brook, todavía no sabes si te sacaron fotos. Sé positiva por una vez en la vida.

Di un largo suspiro mientras el chico aparcaba en doble fila para dejarme bajar. Estaba respirando, pero mis pulmones exigían más y más oxígeno. Puede que necesitase el ventolín, al fin y al cabo.

Pero ya me daba igual.

—Gracias otra vez. —miré al chico, que esta vez si me miraba. Por alguna razón desconocida que quedé mirándole a los ojos Eran una mezcla de colores realmente bonita, o eso creía. Seguía estando muy oscuro para decirlo con seguridad.

—No me quedo tranquilo, la verdad. —frunció el ceño y le examiné la cara lentamente. Yo a este chico le conozco de algo.

Estoy segurísima. Quizás sea alguno de los amigos de mi hermano que me presentó una vez, pero no parece tan mayor.

—Perdona, pero, ¿nos conocemos? —pregunté extrañada. Cuanto más le miraba más me sonaba.

—Créeme, si te hubiese visto alguna vez, no me olvidaría de ti. —sonrió y la sangre subió rápidamente a mis mejillas. Agradecí que sólo las farolas y unas pocas luces del coche iluminasen la escena.




Wattpad me odia, es un hecho.

He intentado subir cuatro veces Wedics, ahora creo que ya me va. Ni si quiera me entraba en la historia, o no me guardaba el cap.

Estoy cruzando los dedos

Espero que os guste, votad y comentad quien creéis que es y dónde se ha metido Cam

Hasta pronto Koalas :*

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