Parte 8
Jimin observaba fijamente la foto entre sus manos, la cual había sacado del departamento de Yoongi. Esa foto bastante inquietante le había revelado algo importante y gracias a ella cierto pelirosa le debía una explicación ahora.
La guardó entre sus cosas por la mínima posibilidad de que Yoongi el cual desde hace algunas horas estaba follando en el primer piso, se le ocurriera entrar en algún momento por "X" razón -lo cual era muy poco probable por los gemidos que lograba escuchar aún que tratara de ignorarlos-.
- Estas muerto... -murmura entre dientes mandando un mensaje.
Dejando su móvil de lado, decidió de que ya era hora de seguir con la investigación. Tomó la caja y la dio vuelta sobre su cama. Fotos de Yoongi en cualquier momento y lugar con dos fechas marcadas, cuando la saco y cuando la recibió, quiso suponer. También había pétalos blancos de rosas ya marchitos.
Ordeno por fecha cerca de cincuenta imágenes sobre su cama tratando de encontrar alguna diferencia. Saco las tres cartas y la foto dejándola delante de él. Observó su cama cruzando sus brazos y juntando sus cejas, pensativo.
¿Qué era lo diferente? ¿Qué estaba mal? Lugares, ropa, actividades, personas con quienes está rodeado, ¿personas con quien está rodeado? Rápidamente marcó con un punto las que más se repetían. Observó rápidamente las fechas.
Yoongi le dijo que recibía esas fotos hace algunos meses y que luego dejaron de enviarse y empezaron con los animales muertos y amenazas.
Revisó las fotos en las que salía solo. Solo había frases cortas donde alababan sobre su belleza, las dejo de lado tomando nota que esas habían empezado en mayo. Dio vueltas en las que salía con personas, algunas no tenían frases y las que si solo tenían la palabra "Él". Volvió a dar vueltas las fotos mostrando esta vez más interés en las fechas.
Las fotos empezaron a llegar en mayo y siguió normal hasta mitad de junio donde empezaron en las que salía con personas hasta finales de agosto donde ya están las cartas de amenazas y la última fue en septiembre, un día antes de que se mudara por lo que parece. Luego de eso empezaron las cajas con animales muertos y cartas de amenazas. Apartó las fotos que había marcado y las miró fijamente. Como si un foco se prendiera sobre su cabeza las volvió apartar esta vez en las personas que más se repetían.
Jin, Hoseok y Jungkook. Eso... Necesitaba información.
Tomó rápidamente su móvil y marcó a la única persona que podría saber lo que necesitaba.
- ¿Chimchim?
- ¡Ey Taetae!
- ¿Ya terminaste? ¿Ya volverás? -pregunta emocionado.
- Aún no pequeño. -suspira- Necesito que me contestes algo importante.
- ¿De vida o muerte? -ríe tratando de no mostrarle al pelinegro que estaba decepcionado.
- ... Algo así... Te gusta Agust'D ¿Cierto?
- ¡Sabes que si! ¡Lo amo! -gritó emocionado sacándole una sonrisa a Jimin.
- ¡Calma tigre! Dime cuando empezaron los rumores de que salía con Jin y Hoseok.
- A finales de julio o a comienzos, por ahí. -contesta seguro- ¿Por que? -sale a flote su curiosidad.
- Trabajo. Bien hecho Taetae, te quiero, cuídate y te veré pronto. -cuelga antes de que el pequeño monstruo insista más. La curiosidad de ese pequeño era un pozo sin fondo.
Vuelve a ordenar las fotos, a finales de julio era justo donde se concentraba más fotos de esos dos chicos con Yoongi y a finales de agosto donde está con Jungkook.
Una parte del cubo estaba de un solo color pero aún le faltan piezas para poder reunir los otros colores en un solo lado. Lo que era seguro es que las amenazas comenzaron cuando se dio a conocer al mundo la probabilidad de que Yoongi tenía dos amantes muy famosos en sus respectivas carreras. Los celos movían a esa persona a realizar movimientos.
«Pronto» pensó.
Tomó las fotografías y las ordeno en una pared del mismo modo que las tenía en su cama. Distraído tomó su móvil el cual vibraba, maldijo en voz alta y agarró su saco mientras enviaba una respuesta. Lo mataría, mataría a ese mocoso una vez que lo viera. Llegó al primer piso buscando al rubio con la mirada.
- Yoongi, saldré un momento. Por favor no salgas y llámame cualquier cosa. -le habló al rubio que le mostraba su espalda desnuda, relamió sus labios ante la blanca piel. Inevitablemente sus ojos recorrieron desde la espalda, glúteos y muslos.
- ¿Adonde vas? -gruñó moviendo sus caderas.
- Volveré enseguida lo prometo. -fue lo último que dijo antes de salir por la puerta y activar las alarmas y sensores. Sacudió su cabeza tratando de alejar cualquier pensamiento sucio que podría provocarle una erección, en este momento había cosas más importantes.
Una camioneta negra lo esperaba fuera de la casa, un hombre joven de traje bajó y le sostuvo la puerta abierta.
- Quédate aquí para vigilarlo. -ordenó subiéndose. El joven asintió con la cabeza y se fue a la puerta de la casa vigilando a su alrededor.
Cerro la puerta, se colocó el cinturón y soltó otra maldición cuando vio quien era el conductor. ¿Que hiciste ahora Taetae?.
- ¿Tan malo es? -preguntó abrumado, pasando sus manos en su cabello negro desordenandolo.
- Yo no diría malo... O al menos no tanto... -suspiro- Lo verás cuando llegues ahí.
- No me mientas. Si tú estás aquí Namjoon, es por que es malo. -se quejo- Y tu me debes una explicación.
- ¿Lo dices por tu mensaje? Por que yo también quiero una explicación acerca de eso. -mueve sus dedos sobre el volante.
- El movimiento de tus manos te delata Namjoon, puedes mentir a otras personas pero no a mí.
- Eso no vale, ¡nadie te puede mentir a ti! -lloriqueo- te lo diré después de que arregles tu problema.
- Se supone que eres mayor que yo y aun así eres más llorón. -se burló
- ¡No soy llorón! Y solo nos llevamos por tres años.
- Cuatro.
- ¡Lo que sea! Ya llegamos. -ambos se bajaron de la camioneta.
Inhalando profundamente Jimin se adentro a aquel lugar que conocía como si fuera su propia casa. El movimiento rápido de las personas entrando y saliendo, llamando refuerzos lo alertó. Siguió a las demás personas de uniforme corriendo. Abrió sus ojos con temor al ver a su hermano golpeando a todos, sus puños sangraban y en la sala destrozada, había mínimo 5 personas desmayadas y sus rostros ensangrentados.
- ¡MIERDA! ¿¡QUE LE HICIERON!? -gritó al pelirosa que miraba igual de angustiado la escena.
- ¡NO LO SÉ, ORDENE ESTRICTAMENTE QUE NO SE ACERCARAN A ÉL! -gritó mirando frío a su alrededor. Muchos bajaron la cabeza avergonzados, tratando de disculparse.
- ¡BAJEN LAS PUTAS ARMAS, NO ES UN ASESINO! ¡DÉJEME SOLO CON ÉL! -ordenó Jimin con una mirada que dejó sin aliento a muchos. Rápidamente los que estaban adentro salieron dejando solo a un alterado castaño claro.
Jimin entró a la sala esquivando a los cuerpos inertes, Taehyung miraba a todos lados desesperado, sus ojos negros, volvía a desorden la sala y golpear la pared. Intento acercarse pero el castaño claro se lo impidió lanzando puños voraces. Hace tiempo que no entraba en crisis y al recaer en una después de tanto tiempo, lo hacía más fuerte.
Si intentaba detener sus puños ahora solo empeoraría al pensar que sería igual a esas estúpidas personas. Relajando todos sus músculos se acercó lentamente esquivando cada golpe hasta poder abrazarlo. El cuerpo contrario se removía brusco bajo sus brazos intentando alejarlo.
- Ey... Soy yo Peque... Taetae estás bien... Estamos bien pequeño... Te quiero hermano... -murmuraba suavemente besando el cuello del contrario. Pronto los movimientos bruscos disminuyeron y luego sus rodillas cedieron chocando contra el suelo arrastrando a Jimin con él.
Minutos más tardes Taehyung rompió a llorar en los brazos de su hermano quien lo acurrucaba en su pecho mientras seguía murmurando palabras amorosas. Namjoon soltó un suspiro relajando su tenso cuerpo, miro a los hermanos por última vez antes de ir a buscar al responsable. Tenía que hacerse cargo de aquella persona antes de que Jimin lo matase, por que el pelinegro si era capaz de hacer eso por su hermano.
- Estas... Aquí... -pronunciaba entre llantos aferrándose al cuerpo de su hermano.
- Si pequeño... Estoy aquí, perdón por tardar tanto. -beso tiernamente la cabeza de su hermano, esperando a que los sollozos y temblores pararan.
- Yo... Lo siento... Lo siento...
- ¡Ey! No debes disculparte, esos estúpidos empezaron, el grandote pelirosa se ocupará de ellos. -habló cariñoso.
- Pero... ¿Y si no lo hace?
- Pues tu súper hermano mayor lo hará. -Taehyung soltó una pequeña risa dejando de llorar y sollozar- ¿Me puedes contar por qué estás aquí?
- ... Cuando me llamaste... Yo estaba en una tienda, quería comprarte algo... -sus ojos comienzan aguarse-... Te juro que no se como, pero uno de los productos estaba en mi mochila cuando salí... Trate de explicarles que no sabía cómo había llegado ahí pero no me creyó y tiró todas las cosas que tenía adentro mientras me insultaba... -respira profundo- Yo me estaba comenzando a alterar, tenía miedo... Entonces vio la navaja que me regalaste y comenzó a decir que intentaba asaltarlo y matarlo. La seguridad llegó y trate de explicarles pero no me creyeron, les dije que era tu hermano pero se rieron en mi cara... Mis ojos se comenzaron a poner negros y el dueño comenzó a gritar que era un fenómeno... Lo golpee pero me golpearon, luego me llevaron a la estación y rosita estaba ahí, me trajo hasta aquí ya que no me querían soltar y dijo que te iba a ir a buscar... Cuando no estaba entro otro tipo... Comenzó a decir cosas feas y me trato como un ladrón... Lo siento... Ya no pude aguantar más... -llora.
- Está bien pequeño, no hiciste nada malo, hiciste bien solo te defendiste. -acomodó a su hermano entre sus brazos- No le dijiste a Namjoon rositas, ¿cierto? -bromeó tratando de calmarlo.
- ... Bueno... Tal vez... -se río contagiando a Jimin.
- ¿Mejor?
- Sip. Me gusta que me abraces, siempre me tranquiliza. -Jimin sonrió levantándose y levantando a su hermano.
- Vamos a arreglar este problema. -tomando su mano salió de la sala buscando a Namjoon. Lo encontró en otra sala frente a un hombre golpeado.
- Ya lo arregle Jimin, Taehyung. -habló acercándose a ellos.
- ¿Fue el Taehyung? -preguntó mirando a su hermano.
- Si. -contestó escondiéndose detrás de su espalda.
- Bien, ¿Qué responsabilidad tiene este hombre? -le preguntó al pelirosa soltando la mano de su hermano y acercándose al hombre que miraba con odio al castaño claro.
- Es el encargado de los interrogatorios y comprobar las pistas además de guardar las pruebas. -responde leyendo un archivo.
- ¿Y qué castigo le diste? -obstruye la vista del hombre, este se quedó sin aliento al ver la mirada del pelinegro pero más al ver aquella sonrisa que le provocó escalofríos.
- Además de los golpes que alcanzó a recibir de él alíen, le di algunos más y baje su posición para que trabaje en una estación como patrullero. -Taehyung golpeó al pelirosa luego de escuchar su sobrenombre, sabiendo que solo era para molestarlo.
- ¡No pueden hacer eso! -gritó absorto en los ojos café de Jimin.
- Claro que podemos, bueno yo no. Pero el jefe si. -argumentó Namjoon.
- ¡El nunca permitirá esto!
- ¿Por qué? -preguntó Jimin curioso por su respuesta.
- El no permitirá esta estupidez, ¡soy uno de sus mejores hombres! ¡Y ese chico es un ladrón inútil y fenómeno! -Namjoon negó con la cabeza al escuchar aquella respuesta y abrazo por los hombros a Taehyung.
El castaño claro apretó sus labios conteniendo una sonrisa al igual que Namjoon.
- ¿Así que eres uno de sus mejores hombres?
- Si.
- ¿Y lo conoces en persona?
- Si.
- Interesante. -se volvió a Namjoon- Saca a las demás personas. -rápidamente la sala quedó con ellos cuatro y dos que sabían la verdad- Así que, ¿conoces al jefe en persona?
- Ya te dije que sí, imbécil. -habló manteniendo su postura altanera. Las personas dentro de la sala sonrieron.
- ¿Podrías decirme su nombre?
- Park Jimin. -contestó orgulloso.
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