Parte 14


Yoongi por primera vez desde que conoció a Jimin que lo había visto y escuchado tan débil. Aceptó el pedido y queriendo ayudarlo tomó entre sus brazos al castaño claro quien tenía sus manos curadas y dormía tranquilamente.

Los cuatro hombres comenzaron a recuperar la conciencia, tan solo ver a Jimin les hizo temblar de miedo. El pelinegro les observó unos segundos hasta que por fin pudo reconocer a las tres basuras. Infundado de rabia se acercó propinándoles un buen y duro golpe a cada uno que los volvió a dejar inconsciente.

- Basuras. -murmuró con odio volviendo al lado de Yoongi. Este alzó una ceja pero no dijo nada, mantuvo su boca cerrada. Antes de llegar afuera Yoongi paso a Taehyung a los brazos de su hermano y se sacó la chaqueta.

- ¿Qué haces? -le preguntó Jimin al ver cómo cubría su rostro y el de su hermano.

- Hay cámaras allí afuera, no quiero que tengan problemas por mi culpa. -respondió abrazándolo por los hombros mientras lo dirigía hacia su auto. Los flash de las cámaras no se hicieron esperar al igual que las preguntas.

Yoongi ignoro a cada uno, ayudó a Jimin a subir a su auto a la parte trasera y luego se subió rápidamente de piloto. Las llantas rechinaron en el pavimento ante la acelerada que hizo. A cada minuto miraba a los hermanos por el retrovisor. Jimin acariciaba suavemente el rostro relajado de su hermano con sus regordetes dedos, solo observándole a él.

Yoongi volvió a quitar de los brazos de Jimin a Taehyung y subió las escaleras, suavemente lo recostó en la cama de Jimin. Cerrando lentamente la puerta bajó las escaleras buscando al pelinegro con la mirada. Jimin miraba un punto fijo en el suelo sin decir nada. Incómodo se acercó sentándose a su lado, sin saber qué hacer en casos así sólo atinó a rodearlo con sus brazos.

Eso fue todo lo que necesito Jimin para empezar a llorar silenciosamente mientras recargaba su cabeza en el pecho del rubio.

- ¡Dios! No debí dejarlo solo... -pronunció limpiando sus lágrimas.

- No es tu culpa Jimin. -consoló Yoongi limpiando las lágrimas que seguían cayendo.

- Por supuesto que sí, sabía que algo así podría pasar... Por eso no me gusta que esté solo. -Yoongi se mantenía en silencio mirando fijamente la mesa que estaba detrás de Jimin, recargando su mentón en la cabeza negra- Ahora debes entender lo que decía en el hospital y el por que Taehyung te idolatra tanto.

- Esta bien si no quieres hablar Jimin -susurro suave, masajeando su espalda como el pelinegro hacia con él.

- Esta bien. -sorbe su nariz- Taetae sabía que tú tenías lo mismo que él, ataques de ira ligados a la ansiedad, eso no significa que están enfermos, es completamente normal por que ustedes son completamente normales. El primer día que te vio en un video, -sonríe- él vio a través de tus ojos tu mirada oscura, y sabía que ambos eran igual, sintió que tú podrías sentir lo mismo que siente él. Cada vez que escuchaba y escucha tu música sonríe diciendo que se siente tan identificado con cada una de tus palabras. -se separa para poder verlo a los ojos- Gracias a ti que Taehyung decidió que debía empezar a controlarse, que no debía dejarse llevar por los instintos e insultos de la gente. -suspira- Sabes... Lo que viste no es nada comparado a cuando era más pequeño, por eso quería ayudarte. Por eso no quería que mi hermano te viera, él piensa que ya controlas ese lado tuyo, tu eres su inspiración. Los dos solo son personas normales con pequeños... Tal vez no, episodios o crisis.

- Por eso sabias que hacer cuando entraba en crisis. -respondió con una ligera sonrisa- Por eso no me tenias miedo y me aceptaste.

- Si, tu eres igual a Taetae, igual a mi e igual a cualquier otra persona. Y no quería que te vieran débil por que sé que eso te dolerá más de lo que aparentas, además sus formas de crisis son diferentes.

- ¿Como?

- Mientras tu buscas follar y gritar sin querer golpear realmente, te puedes controlar. Pero Taehyung estalla como una bomba hiriendo a todos a su alrededor e hiriéndose a sí mismo. Taetae puede aguantar cosas y guardarlas para sí mismo pero cuando estalla, lo hace a lo grande.

- Ahora puedo entender tantas cosas... -murmura suavemente- ¿Sabes por que me dejó Suran?

- ... Según los medios fue porque encontró alguien más rico y famoso... Pero uno nunca sabe del todo... -se acomoda más en el pecho del rubio volviendo esconder su cabeza. Inhalando profundamente el aroma de Yoongi y disfrutando de aquellos brazos rodeando su cuerpo.

- Pues no, por parte no fue por eso, fue por esto mismo, por mis crisis... Dijo que me amaba y podía soportarlo pero la fama llegó y dijo que ya no podía estar con una persona anormal como yo. Me dolió tanto que lo único que hice fue concentrarme en mi carrera, tan solo y dolido. Buscaba despecho en mi música pero luego las crisis volvieron peor. Mi estúpido mánager me exigía y exigía cada vez más, hasta que simplemente no aguante y comencé a cometer errores... Y mis crisis empeoraron hasta el punto en que solo follar era lo que me quitaba todas mis energías.

- Suran y tu mánager son unos estúpidos. -concluye Jimin sacándole una risotada a Yoongi.

- Eres la primera persona con la que me siento así, cómodo, sé que puedo confiar en ti hasta mi vida... Y eso me asusta pero me agrada... Eres raro. -sincera Yoongi. El pelinegro deja escapar una ligera risa que deja en su cuerpo una sensación muy agradable- Creo que ya lo dije antes... Pero gracias, por lo de mi mánager.

- Entonces si lo escuchaste. -intenta enderezarse pero Yoongi se lo impide y lo vuelve abrazar contra su cuerpo.

- Si. Sabía que estaba muy tranquilo después de lo que pasó ese día, siempre busca una excusa para internarme y cuando vio que no actuaba contigo como lo hago con los demás quiso aprovecharse de eso.

- ¿En verdad no actúas conmigo como lo haces con los demás? -preguntó curioso.

- Jimin. Todos se han dado cuenta de eso, incluso mis contactos. Razón por la cual se creían que yo era su hombre y que nadie más se debía acercar a mí, tú los ponías nerviosos.

- No me esperaba eso, pero aún queda Hoseok ¿no?. -aunque dijo eso, un amargor quedó en su boca.

- No quiero follar con él ni otro por el momento. -Jimin le mira incrédulo, una especie de alivio en su interior- ¿Qué? No es como si follara todo el tiempo con ellos Jimin, solo cuando estoy en crisis pero desde que llegaste aquí esas disminuyeron. -se encoge de hombros. Jimin se separa un poco para mirar los ojos de Yoongi, no mentía y eso le alegraba.

- Ahora tu eres el raro. -se burla con una tierna sonrisa.

Yoongi sonríe y contempla cómo los ojos pequeños de Jimin se pierden al sonreír, como ambos rostros están a solo unos centímetros de distancia, aquellos gruesos belfos y tiernas mejillas. Su gran y huesuda mano viaja a una de ellas, tan suave y tierna como se veía. Él se reflejaba en aquellos ojos café y Jimin se reflejaba en los mieles de él. Jimin podía respirar el aliento de Yoongi pero no se alejaba, tal vez esperaba con todas sus ansias que continuará o tal vez no. Era complicado para Jimin sentir todo lo que sentía cuando observaba a Yoongi, pero de una cosa estaba seguro... Los delgados y rosados labios del pálido eran tan suaves y sabrosos que solo atinó a cerrar sus ojos como el contrario.

Era un beso que Yoongi nunca había dado, uno tierno, lento y suave que no era más que un contacto sin moverse. Solo dos labios tocándose. Pero eso despertaba muchas cosas en él que ni sus amantes ni Suran habían logrado despertar. Sobre los labios de Jimin relamió sus propios labios, ambos jadearon cuando su lengua tocó los gruesos labios contrarios. Suspirando Jimin llevó ambas manos detrás de la rubia cabellera enroscando sus dedos. Sin separarse Yoongi lo agarro de la cadera y lo alzó hasta su regazo, movió sus manos hasta su cintura y las dejó ahí, sin hacer nada más.

Jimin fue el primero en dar un paso al comenzar a morder suavemente el labio superior de Yoongi, entre suspiros el rubio le siguió mordiendo, succionando y tirando del labio inferior. Un beso tan diferente al que se dieron cuando había personas alrededor, un beso tan suave y dulce como el algodón de azúcar. El primero en aventurarse esta vez fue Yoongi, casi tímido introdujo su lengua saboreando en todo su esplendor el interior del pelinegro. Gimió. Gimió cuando su lengua entró en contacto con la de Jimin, tan húmeda y juguetona, ambas danzantes, casi tímidas ante el contacto del otro. No querían separarse pero sus pulmones se lo exigían a gritos, era como si ambos habían olvidado como respirar, casi obligados se alejaron solo lo suficiente como para respirar. Respirando uniformemente recargaron sus frentes, robándole el aliento al otro al estar tan cerca aún.

- Esto... -balbucea Jimin abriendo sus ojos al mismo tiempo que Yoongi, aún estaba ahí, aún se reflejaba en aquellos brillantes ojos gatunos.

- Si... -responde sin aliento volviendo su vista a los labios gruesos y brillantes, el labio inferior de Jimin estaba un poco hinchado de tanto que mordió, succión y jaló de él.

Pero aun así no se separaban, alternaban sus miradas de los ojos a los labios contrarios hasta que ambos se volvieron a unir casi sin aliento.


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