Parte 1
- Sé lo que pasó, me pasó a mí imbécil no a ti y si digo que no quiero ningún estúpido lame suelas es NO ¿entiendes?
- Yoongi, no te estoy preguntando es un hecho, tendrás un guardaespaldas que te cuidara, vigilará y seguirá a cualquier parte que vayas de ahora en adelante. -el rubio bufo molesto y rodó sus ojos- Te dispararon. No puedes seguir así.
- Mi vida. Mis decisiones. Me dispararon a mi no a ti, que no se te olvide eso. -tomó sus llaves ignorando los comentarios de su mánager. Si decía que no, es no, algo tan simple que un estúpido que trabajaba para él no podía entender y eso le fastidiaba.
Su mánager le había citado hace un momento para hablar de ese estúpido tema, Yoongi no quería tener una persona detrás de él que lo vigilará constantemente las 24 horas de los 7 días de la semana. Él amaba la soledad, esa en la cual no se escuchaba ningún sonido, chillido. Nada de palabras alentándolo a seguir o insultos hacia su música y persona. Insultos que sabía que no eran más que envidia a su exitosa melodía, pistas y canciones creadas por el mismo.
No pensó que llegaría tan lejos con su música, no pensó que eso le traería tantas cosas buenas como malas, tan buenas como el dinero, lujos, fans que lo querían y regalos. Malos como intento contra su persona, aunque esas personas que lo odiaban tanto pero aun así estaban pendiente de todo lo que hacía y decía cosa que le causaba mucha gracia, aquellas personas no habían ido más allá de acoso psicológico y de vez en cuando algo físico pero esta vez se pasaron.
Hace una semana luego de salir de un lujoso hotel, después de haber echado un buen polvo con el famoso actor Kim Seokjin, uno de sus tantos contactos, le habían lastimado con un arma de fuego, aunque afortunadamente la bala no había dañado algún órgano importante más que solo un rose en la pierna izquierda, todo se había vuelto en un gran problema.
Yoongi admitía que tenía una personalidad de mierda, que podía llegar a ser bastante odioso, rencoroso, obsesivo, egoísta, impaciente, frívolo y dominante. Además del mal humor con el cual nació y siempre tiene. Pero ellos lo hicieron así y la mayoría de sus fans lo querían por esa personalidad tan fría.
Entrando a su casa se detiene al ver un chico de traje sentado en su sofá, dentro de su casa.
«Genial, otro loco acosador»
Sentándose frente al chico, lo observó fijamente sin decir nada.
Bien, el chico tenía rostro lindo pero esa sonrisa le molestaba. Suspirando mostró su malhumor sin intentar esconderlo.
- ¿Quién eres? ¿Y como entraste?
- Soy Jimin su guardaespaldas y entre gracias a esto -le muestra las llaves- cortesía de su mánager.
- Largo. -se acerca a su mini bar y se sirve un vaso de whisky, a la espera de escuchar como la puerta se abría señal de que se había largado.
Jimin se levantó con elegancia y se acercó a Yoongi tomando aquel vaso y bebiéndoselo bajo la fría mirada del rubio.
- Me tome la molestia de revisar la casa mientras no estuvo y de señalar mi habitación. Mañana instalare cámaras de seguridad en ciertas partes que deberían haber y sensores de seguridad en la entrada. -explicó quitándole la botella de whisky volviendo a guardarla- Su mánager me dijo que estaba con medicamentos así que no puede tomar ninguna clase de alcohol.
Yoongi lo miró alzando una ceja incrédulo. Nunca había permitido que nadie le diga que hacer y menos un desconocido. Quitándole la botella de whisky la llevó cerca de sus labios, un minuto antes de que la pudiera tocar, con un simple pero rápido movimiento, Jimin logró quitarle la botella y volver a guardarla.
- Mira lame suelas, te me vas a ir de aquí en este mismo instante si no quieres morir. No eres nadie para decirme que hacer y no hacer, no te quiero en mi casa. -se cruza de brazos.
- Lo siento pero yo no respondo a usted, me contrataron para ser su guardaespaldas no un lame botas, sabe la diferencia ¿cierto? -preguntó divertido cruzando sus brazos también.
- Lame botas, guardaespaldas, sombras, putas. Son la misma mierda. -irritado se acerca un paso tratando de intimidarlo con su porte al ser unos centímetros más alto- Como no te contrate, no puedes invadir una propiedad privada.
Sin dejarse intimidar, Jimin elevó su pecho llenando de aire sus pulmones.
- Guardaespaldas es aquel que te cuida y te protege las 24 horas de los 7 días a la semana, nada más. -elevó su cabeza- No invadí su propiedad, en mi contrato explica claramente que tengo que hacer y donde tengo que vivir, si gusta puede verlo. -estiró su mano mostrándole el contrato.
Yoongi se lo arrebató de un manotazo y lo leyó, efectivamente, el tipo tenía que vivir con él y cuidarlo todo el puto tiempo, también estipulaba claramente que el tipejo podía tomar decisiones por él cuando la situación lo requería o él pensara que era peligroso para su vida. Tenía todos sus horarios y direcciones.
Sacó su encendedor y le prendió fuego en la punta, pronto la hoja se consumió por las llamas no quedando más que cenizas.
Sonriendo sin mostrar sus dientes le habla- Creo que no hay contrato ahora.
Jimin alzó ambas cejas sin mostrarse en realidad sorprendido.
- Su mánager pensó que usted podría hacer algo así, así que el verdadero contrato lo tiene su jefe. Ahora, si me disculpa tengo que ordenar mis cosas y por favor no tome alcohol, ya es mayor de edad como para tener un ojo pegado a usted por su salud. - dijo regalándole una sonrisa donde sus ojos se perdían, alejándose se perdió por las escaleras.
Respirando bruscamente tiró al suelo las copas que estaban en el mesón, el estúpido le había dejado con la palabra en la boca y nadie le dejaba con la palabra en la boca. El tipo se las pagaría, si no puede liberar del solo tenia que hacer su vida un infierno, como hacía con todos los demás.
Resoplando llamó a Jungkook, ese niño tenía un cuerpo sexy y lo satisfacía mejor que Jin, tenía que echar un buen polvo para quitarse ese malhumor y follar era una de sus actividades favoritas.
(***)
Jimin ordenaba su ropa mientras tenía unos audífonos puestos, tal vez no haya sido buena idea escoger la habitación que estaba frente a la de Yoongi pero lo mejor era estar cerca por si ocurría algún problema.
El problema ahora era que hace un rato Yoongi se había encerrado en su habitación con el famoso modelo Jeon Jungkook, aquel al que consideran tan inocente en este mismo instante estaba gimiendo y gritando en la habitación del frente.
¿Qué si le molestaba? Por supuesto que no, lo que le molestaba era que Yoongi se lo estaba follando contra la puerta. ¿Cómo estaba tan seguro? Pues en este mismo instante veía como la puerta temblaba y los gritos del chico se escuchaban más fuerte.
Jimin no estaría ahí, parado frente a la puerta sino fuera porque vio algo extraño a través de la ventana. Acomodo su pistola en su pantalón y bajó las escaleras lentamente, nadie sabía que él era su guardaespaldas o siquiera que tuviera uno, lo cual era una ventaja.
Agudizando sus sentido escucho un ruido afuera de la casa, siguiendo sus instintos volvió a subir las escaleras y abrió la puerta de la habitación de Yoongi.
El rubio embestía agresivo al chico contra su cama, jalándole los cabellos. Sin parar sus estocadas miró fríamente al pelinegro que miraba con cuidado toda su habitación. Jungkook al notar la presencia de otra persona intentó alejarse de Yoongi pero este le jalo del cabello y aceleró sus movimientos pélvicos sin cuidado, consiguiendo que el castaño volviera a gemir como la zorra que Yoongi le decía que era.
Antes de que pudiera hablar, Jimin se abalanzó encima de Yoongi apresándolo contra la cama. Se escuchó un disparo y como el vidrio de la ventana se rompía.
Jimin cubría con su cuerpo a Yoongi pero al ver como el castaño intentaba levantarse de la cama asustado, lo agarró del brazo y sin delicadeza lo apresó al lado de Yoongi, quien se mantenía en silencio.
Cuando los disparos pararon un momento Jimin se levantó rápidamente sacando su pistola, se paró frente a la ventana rota en posición, cerró un ojo mientras apuntaba y apretó el gatillo. Afuera se escucho un grito de dolor.
Yoongi miraba sin decir nada a Jimin, su corazón latía acelerado al igual que su respiración.
Jimin se acercó a Yoongi y le revisó sin importarle la desnudez, suspiro aliviado cuando vio que no tenía nada.
- Quédate aquí. -ordenó caminando devuelta a la ventana, viendo como el tipo al que le había disparado se alejaba. Se volvió a mirar al rubio el cual parecía estar en shock- Cuida de tu amante. -aconsejó y se lanzó por la ventana.
Yoongi se ahogó con su propia saliva y se levantó, con cuidado de no pisar los vidrios rotos se acercó a la ventana y vio como Jimin se lanzaba contra un tipo. Respiro aliviado, sin saber que todo ese tiempo había estado reteniendo el aire. Se dio vuelta y vio al castaño llorando en la cama mientras abrazaba sus piernas.
«Genial» pensó acercándose, le tocó el hombro y éste alzó la vista mostrando sus ojos llorosos, se lanzó a los brazos de Yoongi tratando de calmar su llanto antes de que el rubio lo echará de su casa.
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