Epilogo


Yoongi movió nerviosamente sus dedos sobre el reposa brazos, observó hacía su izquierda donde su, ahora esposo desde hace una hora exactamente, le había estado ignorando apenas se subieron al avión, obviamente en la parte vip donde solamente estaban ellos dos y una azafata que esperaba pacientemente que lo llamaran para atender sus necesidades.

Aún recordaba perfectamente la felicidad, los nervios y el miedo que le había invadido esa mañana al despertar al lado de Jimin, rodeando su cintura mientras este recargaba su cabeza en su desnudo pecho pálido.

No había tocado a su pelinegro desde entonces, y todo por culpa de que SeokJin había leído que era mala suerte para los novios verse antes de casarse.

Obviamente le dijo que le importaba una mierda aquella tradición, pero mientras él discutía lo tonto y estúpido que era, el pequeño traidor de Taehyung y su ahora novio desde hace casi dos años, Jungkook, secuestraron a su pareja llevándoselo lejos por el resto del puto día. Solo le permitieron verle una hora antes de casarse, y no fue precisamente así.

Sonríe al recordar cómo había despistado a sus dos guardaespaldas, Namjoon y Hoseok por petición de Jin, para ir a verlo.

Cuando abrió aquella puerta, estaba seguro de que su saliva se estaba deslizando de su boca al ver a Jimin vestido de blanco.

- Se supone que no debes de estar aquí. -dijo alzando una ceja, observándolo a través del espejo mientras terminaba de abrocharse la camisa blanca.

- Se supone, pero también se supone que me importaba una mierda lo que decía Jin y aun así te llevó lejos de mí. -se quejó acercándose lentamente a su presa.

Jimin rió y sonrió ladino, cuando su rubio estuvo frente a él, dio media vuelta y le observo de frente.

- Te extrañe. -confesó en un gemido cuando Yoongi apretó su cuerpo contra el suyo, juntando sus labios en un ardiente y lento beso.

- Tengo tantas ganas de estrenar este hermoso traje blanco que estás usando. -gruño aún sin superar la imagen de Jimin en un traje blanco.

Se había acostumbrado a verlo en un traje negro, por que le ayudaba a ser discreto en su trabajo, y Yoongi no estaba tan seguro de eso. Por que Jimin era tan malditamente apuesto que siempre llamaba la atención. Aunque debía admitir que Jimin sabía cómo usarlo a su favor.

- Nada te detiene. -jadeo Jimin sobre sus labios, alzando sus brazos para rodear su cuello.

Jimin entendió la señal cuando su rubio lo agarró de los muslos, con un pequeño salto el pelinegro rodeó con sus piernas la cintura de Yoongi.

Ahogó un gemido cuando las manos de Yoongi fueron hacia su trasero, masajeando sus glúteos.

- Me encanta tu idea. -murmura antes de comenzar a besarle el cuello.

- Espera. -gimió arqueando su espalda- La puerta.

Yoongi gruño sobre el cuello de Jimin, corriendo los objetos sobre el escritorio.

- Le coloque seguro apenas te vi en este traje.

- Por qué no me sorprende. -preguntó con una sonrisa, acomodándose en el escritorio, mordiendo su labio inferior- Esto probablemente no sea buena idea, pero mierda si no te quiero adentro. -pronunció antes de mover rápidamente sus manos a la chaqueta negra del traje, quitándosela.

Yoongi se dejaba desvestir por las manos de su pareja, su cuerpo vibraba ansioso al igual que su miembro. En un momento Jimin se detuvo y Yoongi le observó desesperado.

- Que. -le preguntó acercándose más entre esos apetitoso muslos abiertos para él.

- Nos demoraremos más si nos quitamos la ropa y luego nos la colocamos. -explicó terminando de desabrochar su camisa y abrir el botón de sus pantalones, bajando la cremallera.

- Duro y rápido. -pregunto conteniendo su respiración, expectante a la respuesta de Jimin.

- Duro y rápido. -confirmó empujándolo para bajarse del escritorio, bajando rápidamente sus pantalones y ropa interior. Apoyó sus manos en el escritorio, inclinándose hacia adelante mientras alzaba su trasero separando sus dos piernas, lo máximo que le permitían sus pantalones más abajo de sus rodillas.

- Me encanta esa idea. -pronunció relamiendo sus labios, sus rodillas tocaron el suelo mientras acerca su rostro a los glúteos, separándolos con sus manos para ver aquella arrugada entrada- Pero eso no significa que te voy a lastimar.

- No te preocupes por eso. -jadeo Jimin al sentir aquella lengua rodear su entrada sin penetrar- Tuve la esperanza de que esto podría pasar antes de casarnos... -traga- Así que usé un dildo pequeño en mi trasero, me lo saque poco antes de que entraras. Tal vez no sea lo mismo, pero servirá ahora que no tenemos tanto tiempo.

Yoongi alzó ambas cejas sorprendido, y para comprobar que lo que le decía su pareja era verdad, ingreso su lengua gimiendo al ver que las paredes le recibían más que gustosas, extrayendo su lengua, deseando más.

- Oh, bebé. -gimió Yoongi, mordiendo su glúteo derecho antes de levantarse y sacar su duro miembro de su bóxer.

Con una de su mano afirmó la cadera del pelinegro, Jimin suspiro entrecortado mientras se recostaba completamente en el escritorio, echándose un poco más hacia atrás mientras con sus dos manos abría sus glúteos, exponiendo su pequeña y ansiosa entrada.

Gimiendo en voz alta Yoongi tomó su miembro y lo dirigió al punto que se extraía ansioso. La cabeza de su miembro desprendía pre semen mientras ingresaba lentamente.

- Yoongi... -gimió Jimin, soltando uno de sus glúteos para tomar su erecto y adolorido miembro.

- Jimin... -respondió en un jadeo contenido, comenzando a penetrarlo profundo, duro y rápido.

Sus dos manos apresaron la cadera de Jimin, impulsándolo hacia atrás cada vez que impulsaba sus propias caderas hacia adelante.

El sonido morboso de sus cuerpos chocando, el escritorio rechinando más los gemidos retenidos de Jimin, era lo único que invadía la habitación en la que estaban.

Sus respiraciones erráticas, mientras se seguían moviendo.

Jimin no pudo evitar gritar su nombre cuando encontró su punto dulce.

- Minnie... Si si-sigues gritando a-asi... Entrarán... -pronunció entre respiraciones desiguales.

- N-no... Puedo... E-evita-tarlo... -jadeo moviendo su mano más rápido, masturbándose.

Deteniendo sus estocadas, Yoongi dio vuelta a su pareja y lo sacó del escritorio. Observó la pared a su lado y arrastró a Jimin a ella, el pelinegro se movió encantado, dejando que su espalda chocara contra la pared mientras Yoongi alzaba ansioso su pierna y lo volvía a llenar en su interior.

Rodeó con sus brazos el cuello del rubio, acercando su rostro para gemir y jadear su nombre en el oído de Yoongi.

- Dios... T-tan... Bueno... -balbuceaba recibiendo gustoso las estocadas en su interior.

- Tan... A-apretado... T-an... Exquisito... -respondía Yoongi, penetrándolo cada vez más profundo.

- N-no puedo... Más... -gimoteo Jimin.

- Córrete. -ordenó Yoongi antes de besarle con fuerza.

Jimin suspiro de alivio cuando su miembro disparó su esperma en su camisa. Con unas estocadas más, Yoongi salió de su interior, soltando su pierna mientras comenzaba a masajear su miembro, gimiendo el nombre de Jimin mientras se venía en su mano y parte de la camisa de Jimin también.

Con la respiración aún agitada, recargo su frente en la de su pareja.

- Mejor. -pregunto observándolo con una ternura que conmovió a Jimin.

- Mejor. -aseguró, sus nervios se habían ido apenas las manos de Yoongi estuvieron sobre su cuerpo- Pero mi camisa está arruinada.

Yoongi rió y asintió con su cabeza.

Un golpeteo en la puerta les interrumpió.

- ¡Aquí les tengo un traje de repuesto a los dos! -la reconocible voz de Jin gritó al otro lado de la puerta.

- ¡Jódete! -grito Yoongi abrazando sin importar a Jimin ahora que sabía que había más trajes.

- ¡Yo me encargo! -grito Namjoon divertido.

- ¡Namjoon! -fue el grito indignado de Jin, luego se escucho sus pasos enojados mientras se iba.

Jimin y Yoongi rieron y luego se besaron.

* *   

El pantalón de Yoongi comenzó a apretar su miembro luego de recordar aquello. Incómodo trato de acomodar su pantalón y volvió a observar a Jimin.

El pelinegro seguía recargando su rostro en su mano izquierda, observando por la ventana.

- ¿Sigues enojado? -pregunto tratando de lo nervioso que estaba.

Jimin le dedicó una mirada fría y le volvió a ignorar observando a través de la ventana.

Yoongi volvió a suspirar viendo a Jimin en el otro extremo del avión, realmente le estaba demostrando que estaba enojado con él.

Cuando el piloto de avión dio aviso que ya era seguro quitarse el cinturón de Seguridad, Jimin sabía que era cuestión de minutos antes de que Yoongi estuviera a su lado.

Y sip, Yoongi desapareció unos minutos antes de volver y sentarse a su lado, intentando tomar su mano.

Jimin gruño y la removió hasta dejarla sobre su cintura, abrazándose a sí mismo.

- Minnie... Perdóname... ¿Si? -su tono era bajo y lleno de culpa.

Jimin sabía que no era su culpa, pero aun así no podía evitar estar enojado por lo que sucedió.

Quien iba a pensar que después de dar el sí y estar oficialmente casados, una fila de famosos compuesto por cinco chicos aparecieran anunciando querer despedirse de una de los mejores amantes del mundo.

Ardió en celos al escuchar aquello, sabía que Yoongi se había acostado con varios antes de conocerse... Pero aun así...

- Te juro que no se como se enteraron del lugar donde nos íbamos a casar, te juro que yo nos los invite, joder ni siquiera recuerdo sus nombres o sus rostros. -se quejó.

Jimin suspiro y dejó de observar por la ventana para observar a su esposo.

Esposo.

Suprimió su sonrisa ante el pensamiento. Yoongi ahora era oficialmente suyo, ya nadie podía cuestionar eso y realmente le importaba una mierda si lo hacían.

Yoongi era de él y él era de Yoongi, punto.

- Periodista. -pronunció Jimin, pudo ver el alivio en los felinos ojos de su esposo cuando finalmente le habló.

- Sí, probablemente fue por culpa de ellos. -Dios, realmente amaba la mente inteligente de Jimin. 

Aunque aún estaba sorprendido cuando descubrió que Jimin era el dueño de una compañía de Seguridad y que estaba aliado con la policía gracias a su padrastro, pero que prefirió mantenerse en el anonimato, sorprendente, ¿no?

- ¿Me perdonas?

Jimin suspiro y negó con su cabeza. A Yoongi le dio un ataque el pensar que pasaría su semana de Luna de miel con Jimin enojado con él. Él había planeado muchas cosas para esa semana, y muchas de ellas incluía sexo para estrenar la cabaña que alquiló para ellos dos a la orilla de la playa.

- Sé que no es tu culpa, Yoongi. -pronunció observándolo- Pero no puedo negar la rabia de verlos interrumpir en nuestra boda y los celos que sentí al escuchar sus palabras. -expresó arrugando su nariz mientras atrapaba sus cabeza entre sus manos.

Viendo la oportunidad, el rubio se deslizó hacia abajo, enfrente de Jimin. Con suavidad retiró sus manos y atrapó el tierno y varonil rostro de su esposo.

- Solo eres tú, y nadie más. -le aseguró- Deseo borrar mi pasado pero eso es algo que no puedo hacer. -se quejó.

Jimin sonrió ladino, por fin dejando los malos sentimientos atrás y lo beso.

- Esta bien, no hay nada que podamos hacer y uno no puede cambiar el pasado, el pasado nos hace quienes somos hoy en día. -Yoongi le observó fijamente antes de sonreír.

- Sabes... Recordé esa conversación que tuvimos cuando comenzamos a fingir que salíamos antes de que comenzaremos de verdad.

- ¿Cual? -pregunto curioso.

- En la que decías que la perfección no existe, que solo existe en los libros. -le recordó sonriendo- Pues te equivocas, por que tu eres mi perfecto y definitivamente no eres un libro o saliste a través de uno.

- Amo cuando te pones todo cursi. -se burló Jimin antes de besarle.

- Si bueno, mientras otros sacan la mierda de mí, tu sacas mi lado cursi. -Yoongi le observo con ternura, sonriendo- Al final... tener un lame suelas si fue una buena idea. -se burlo con cariño.

- Es un guardaespaldas, ¿Si sabes la diferencia, cierto? -le siguió el juego, divertido.

Jimin rió y volvió a besar su pareja, dispuesto a disfrutar su semana de Luna de miel.

Durante el resto del viaje, se dedicaron a dormir... Bueno, tal vez tuvieron un rapidito en el baño pero nada más.

Al llegar a la casa que Yoongi había alquilado solo para ellos dos, se dedicaron a dormir para recuperar energías.

Los días iban pasando en citas alrededor de Hawaii, un tour, nadar y llegar a la cabaña para hacer el amor. Todo era felicidad entre ellos dos, más de uno reconocía a Yoongi en sus citas pero eran considerados y les daban su espacio. Jimin estaba felizmente acostumbrado y eso hacia enormemente feliz a Yoongi, pero si le dieran a escoger entre la felicidad de su matrimonio y su carrera... Escogería a Jimin, sin pensarlo. Es lo mejor que le pudo haber pasado en esta maldita vida.

 Fue un día antes de que su Luna de miel terminara que Jimin recibió una llamada en la noche.

Con cuidado removió el brazo que rodeaba su desnuda cintura y se deslizó fuera de la cama. Se colocó su bóxer, tomó su móvil y salió afuera para contestar la llamada.

- ¿Si? -pregunto apreciando la hermosa vista del mar y la Luna.

- Minnie.

- ¿Tae? -pregunto algo preocupado.

- ¿Cómo estas? ¿Cómo va tu Luna de miel, Minnie? -juntó sus cejas extrañado, algo estaba mal.

- Bien, ya mañana en la noche volveremos. -su hermano suspiro en lo que podía reconocer como alivio- ¿Sucede algo?

- ¿Te acuerdas eso que te había mencionado? -Jimin lo pensó unos segundos y luego alzó ambas cejas, sorprendido.

- ¿Estás seguro? ¿Y Jungkook? ¿Qué pasará con el? -Taehyung se quedó en silencio unos segundos.

- Esto es por él y por mí. -le aseguró.

- No creo que esa sea la solución. -regaño suavemente, sabía que su hermano estaba teniendo un momento difícil.

- No puedo más, Minnie. Necesito hacerlo por él y por mí, ya lo decidí.

- ¿Ocurrió algo? -preguntó suspicaz, Taehyung suspiro del otro lado, sabía que nunca la iba a poder ocultar cosas a su hermano a pesar de que ya tuviera dieciocho años y tuviera una pareja desde hace casi dos años.

- Yo... Explote mientras acompañaba a kook a una firma de autógrafos... Casi golpeé a uno de sus fans, Minnie. -susurro derrotado- No viste su rostro, estaba dividido entre su fans y yo. Fue doloroso haberlo puesto en esa situación.

Jimin suspiró comprendiendo, no se sorprendió al sentir unos brazos rodear su cintura y un peso sobre su hombro.

- Esta bien, Tae. Lo hablaremos cuando esté allá, arreglarme todo asique no te preocupes.

- Gracias.

- Pero tienes que hablar con Kook y explicarle. Tienes que hacerlo. -incito al ver que su hermano se quedaba en silencio.

- Lo intentaré. -dijo antes de cortarle la llamada.

- ¿Tae? -pregunto Yoongi besando su desnudo cuello.

- Sí, parece que al final si se irá.

- Tal vez sea para mejor. -susurro Yoongi.

- Eso espero. -murmura dándose vuelta observar a su desnudo esposo- Por favor, esposo mío, abstente de salir desnudo por ahí.

Yoongi sonrió ladinamente antes de volver a besarlo.

- Todo esto, es tuyo, esposo mío. -aseguró antes de tomarle de la mano y comenzar a arrastrarlo de vuelta a la habitación- Ahora, vamos. Necesito estar dentro tuyo una vez más esta noche.

- Pero yo quería estar dentro tuyo. -se quejó Jimin solo por molestarlo.

- Ah-ah. -negó el rubio- Ayer fue tu turno, hoy es el mío.

Con esas palabras lo lanzó a la cama y se ubico sobre él, mientras separaba sus piernas e ingresaba en el, como no hace mucho había estado en su interior, este rápidamente lo tomó de vuelta, sus paredes dándole la bienvenida.

- Te amo. -dijo antes de comenzar a moverse.

- Te amo. -respondió en un suspiro satisfecho al sentir su interior lleno.

Esa noche, Yoongi le volvió a hacer el amor, y estaba ansioso por todas las noches que quedaban por delante, juntos.




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Listo, este es el final. 💖❤💕😭😭

Disculpen si hay algún error, estar con un sobrino de tres años mientras se corrige... no es buena idea.

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