EXTRA

—Oye, Riddle.

—¿Mhm?

Yūka se acercó un poco a Riddle, recostando su cabeza en el pecho contrario y alzando la mirada.

La chica se fijó en el rostro calmado de su novio, quien tenía los ojos cerrados. Se fijó en sus largas pestañas con tonos rojizos, que revoloteaban de vez en cuando, señal de que Riddle estaba a medio camino entre estar despierto y estar dormido. Se fijó en las sonrosadas mejillas del chico, que adquirían ese peculiar color cada vez que se encontraba con ella. Y se fijó en los labios finos carmesí que tantas veces había besado con anterioridad.

—Nada, no ocurre nada—respondió Yūka mientras apartaba la mirada, mirando la habitación del rector de Heartslabyul.

Era una tarde de viernes, y dado que ambos habían acabado ya sus deberes para el fin de semana, se habían tumbado un rato en la cama del rector para descansar antes de ponerse a estudiar, habiendo dejado a un lado sus chaquetas del uniforme y los zapatos. Yūka exhaló por la nariz y se abrazó a Riddle.

Riddle, por su parte, entreabrió los ojos y miró a su novia, que parecía estar inmersa en sus pensamientos.

—Te ocurre algo, ¿cierto? Normalmente no estás tan callada—dijo el rector en un susurro.

—No es nada, es una estupidez.

—Cielo, estupideces son las cosas que salen de la boca de Ace y Deuce. ¿En qué piensas?

Yūka hizo una mueca antes de contestar:

—Estaba pensando en si es malo que, siendo una pareja, aún no hayamos llegado a la parte de las relaciones físicas.

Riddle se sonrojó a pesar de haber abierto bien los ojos. El chico frunció el ceño y preguntó:

—Es por lo de hace una semana, ¿no es así? ¿Es porque tuvimos que decirle al resto que no habíamos hecho nada nunca y ese hecho te da más vergüenza que el tener que decirlo?

—Puede ser. Sé que acordaste que lo haríamos cuando estuviéramos listos, pero me he estado preguntando si eso no nos hará dar pena o vergüenza por no querer pasar a esa base. No sé, la gente generaliza tanto que tienes que hacerlo cuando tienes pareja que a veces me da vergüenza no haberlo hecho.

—Bueno...—Riddle sonrió antes de abrazar a Yūka y decir—: Si tú aún no te sientes preparada para ello, entonces, que te importe muy poco lo que la gente hace o deja de hacer, ¿sí? Ya te dije que cuando tú estuvieras preparada, pasaríamos a esa base, que depende de ti porque yo no tengo ningún problema. Así que tú tranquila, y cuando llegue el momento, ya lo haremos.

—¿De verdad piensas así?

—¡Pues claro! Yo quiero que tú te sientas cómoda con todo esto—Riddle besó la frente de Yūka

Yūka miró a Riddle, que le ofrecía una mirada tierna y llena de cariño. La chica sonrió antes de ocultar el rostro en el cuello de su novio, rodar sobre él con cuidado y apoyar los brazos a ambos lados de su cuerpo.

—Ahora.

—¿Qué?

—Tú. Yo. En esta cama. Ahora—repitió la chica mientras se separaba y lo miraba a los ojos.

—No creo que estés cachonda ahora mismo.

—Para conducir un coche primero hay que arrancarlo y calentar motores, ¿no? Ese es el proceso, así que sólo hay que calentar el motor ahora mismo.

—¿De verdad quieres hacerlo o has sido influenciada por la conversación que acabamos de tener?—preguntó Riddle.

—¡De verdad que quiero! ¡La conversación que acabamos de tener ha sido sólo lo que necesitaba para confirmar que de verdad quiero hacer esto!—Yūka sonrió mientras se acercaba más a su novio—. Quiero hacer esto contigo.

Antes de que Yūka pudiera decir o hacer nada más, el ruido de una alarma en el móvil de Riddle hizo que ambos jóvenes mirarán el aparato electrónico.

—Es la alarma para ponernos a estudiar—dijo Riddle mientras Yūka se apartaba y dejaba que su novio tomara el teléfono y desactivara la alarma.

Yūka hizo una mueca y cruzó los brazos sobre el pecho, algo molesta.

—Está bien, vamos a estudiar—contestó mientras se disponía a ponerse en pie.

Sin embargo, no se esperaba que Riddle pusiera el teléfono en modo silencio, lo dejara sobre la mesilla de noche y se abalanzara sobre ella, posicionándose encima de su novia.

—Hoy haré una excepción—susurró el chico mientras aflojaba la corbata con una sola mano, causando que Yūka se sonrojara.

—¿Qué...?

—Si estás lista ya, yo también lo estoy: experimentemos qué se siente—respondió Riddle antes de lanzar la corbata a un lado, sobre el suelo—. Mi habitación está insonorizada desde hace un tiempo, y ahora mismo, tú y yo somos los únicos que estamos en el dormitorio. Aprovechemos que nadie nos puede molestar.

Yūka sonrió antes de tomar las mejillas de su novio y besarlo en los labios.

—¿Entonces, lo hacemos?—preguntó.

—Como mande la reina—respondió Riddle antes de besar de nuevo a Yūka.

-MGGBBRAE

Y después mojaron :] Dejo a imaginación del lector cómo fue, qué pasó durante y después, y si volvieron a hacerlo o no, aunque en mi cabeza, comenzaron a hablar de la experiencia y en lo nervioso que estaba Riddle.

805 palabras frente a las 3.000 y pico del otro shot. Bueno, es lo que tiene que sea un extra.

Espero que también os guste <3

(Kagayaki--Hikari-Nyx)

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