Bitch
-Todavía me parece increíble que tengas auto y yo no. – confiesa Jungwoo, haciendo un puchero. Lucas suelta una risita.
-Algún día tendrás un auto, hyung.
-Ese es el apoyo que necesito. – Exclama Jungwoo, riéndose solo.- Mis padres y Seulgi creen que no soy lo suficientemente responsable para tener un auto...- murmura Jungwoo, frunciendo el ceño.
-Deberías darles razones para que te consideren una persona responsable entonces, hyung.
-Supongo. – murmura Jungwoo, observando detalladamente el masculino perfil de Lucas. Cómo de sencillas serían las cosas si el chico no fuera la cosa más virginal que Jungwoo había conocido en su vida. Debía admitir que, con el tiempo, se fue dando cuenta de que Lucas realmente era una persona muy bella. No solamente tenía un gran atributo allí abajo, sino que también tenía una linda sonrisa y unos ojos encantadores. Jungwoo podía admitir sin temores que le gustaba... pero el chico probablemente moriría de la vergüenza si se lo decía, y ni hablar de darse un beso o algo parecido.
Así que las cosas eran más complicadas de lo que se veía a simple vista.
Incluso había hablado con Mark acerca de su reciente y nuevo gusto por Wong, pero su hyung siempre le decía que no perdía nada con intentar confesarse.
Al parecer sus padres tenían razón, pues Jungwoo no era fanático de cargar con responsabilidades demasiado pesadas, y salir con Lucas implicaba darle tiempo de acostumbrarse a la situación y hacerle entender que no debía cohibirse por cualquier cosa... y Jungwoo no contaba con paciencia suficiente para esta en una situación en la que Lucas fuese su novio y no poder tocarle o hacer con él lo que en sus fantasías se presentaba con tanta frecuencia.
A pesar de que, el comienzo de aquella amistad, las disculpas, la amabilidad; fue todo por un enfermizo deseo de obtener la polla del menor, Jungwoo estaba empezando a darse cuenta de que su plan no tenía fundamentos y, mucho menos, una razón válida de existir. Se podría decir que estaba empezando a considerar la idea de rendirse, pero era de esas cosas en las que no quería profundizar, pues tampoco era que desease alejarse de Lucas. Quizá... debería empezar a considerar la idea de que "sólo amigos" no era tan malo después de todo.
-¿Es aquí, hyung? – la voz del dueño de sus maraña mental interrumpió el flujo de sus pensamientos con aquella pregunta, y Jungwoo tuvo que mirar a su alrededor para ver en donde se encontraban, pues se había perdido del todo.
-Eh... sí. – murmuró Jungwoo, observando el nombre del club al que Jisung les había invitado aquella noche.
Lucas se dirigió hasta donde se podía observar una hilera de autos estacionados y se detuvo en el final, donde apagó el motor.
Jungwoo estuvo a punto de salir, hasta que se percató de que el menor no se movía. Así que le miró.
-¿Te pasa algo? – preguntó Jungwoo, acercando su mano hasta el cabello del castaño y revolviéndolo levemente.
-N-nunca había salido... a lugares como estos...- confesó Lucas. Jungwoo sonrió, pues ya se lo esperaba.
-No te preocupes bebé, nosotros estaremos pendientes de ti todo el tiempo, no te pasará nada. – lo tranquilizó, acariciando su mejilla. Lucas le dirigió una mirada avergonzada, con un brillo de temor.
-¿Prometes que no te irás de mi lado, hyung? – Jungwoo tembló bajo el efecto que esas palabras le provocaron en el estómago. Aunque sabía que Lucas se refería a esa noche en el club, Jungwoo no pudo evitar ponerlas en más de un contexto... y se sintió estúpido por ello.
-C-claro...
El menor sonrió ampliamente, haciendo al corazón de Jungwoo entrar en grandes problemas. Ahora el mayor temía que Lucas pudiese escuchar su insistente palpitar, pues estaba golpeteando demasiado fuerte contra su pecho.
Ambos salieron del auto y Jungwoo de inmediato sacó su teléfono para llamar a Chenle.
-Hola, amor mío. – saludó el castaño del otro lado de la línea. Jungwoo rodó los ojos.
- Ya estamos aquí, ¿Podrías salir para que nos dejen entrar? – pidió Jungwoo, caminando con Lucas a su lado hasta llegar a la entrada del club, donde un pequeño grupo de persona se aglomeraba alrededor.
-Mm, ya era hora de que llegaran. Es decir, ya todos estamos aquí, solo faltaban ustedes. – empezó a decir su mejor amigo, mientras los sonidos tras su voz variaban constantemente, lo que le daba a entender que su amigo se estaba moviendo, probablemente caminando hacia la entrada.- Ya todos pensábamos que no vendrían por quedarse haciendo otro tipo de cosas, Woonie...
Jungwoo suspiró. Él daría lo que sea porque algo como eso le pasara, pero debía ser realista. Si Lucas y él quedaban encerrados en una habitación, solos, por más de cinco minutos, el menor empezaba a incomodarse notablemente. Jungwoo sabía que era porque, probablemente, se acordaba de su estúpida pregunta en las duchas la primera vez que hablaron.
-No seas idiota. – gruñe el castaño, deteniéndose a mirar un poco a los alrededores.- No parece haber demasiada gente.
-Es porque es un club exclusivo, cariño, no cualquiera puede entrar. – le dice su amigo.- Ya estoy por llegar, te veo en unos segundos. Adiós.
Jungwoo cuelga y guarda su teléfono en el bolsillo trasero de su pantalón.
-¿Qué te dijo, hyung? – pregunta Lucas, acercándose más a él.
-Que estaba por...
-¡Hola, chicos! – interrumpe el protagonista de la conversación.- Se ven bien.
-Tú también, lele. – murmura Lucas, sonriendo levemente.
-Ya lo sé, síganme. – pide Chenle, ingresando en el club y susurrándole un par de cosas a los hombres de seguridad.
Una vez dentro y, después de que los hombres le pidiesen su identificación a Jungwoo, los tres ingresan en el interior del club. Chenle riéndose como si la situación realmente lo ameritara y Lucas disimulando sus tímidas carcajadas, además de Jungwoo fulminándolos con la mirada.
-Te juro que no es la primera vez que se la piden. – suelta Zhong, palmeando la espalda de Wong.- No puedo creer que después de dos años de hacerte mayor de edad aún te pidan tu identificación para entrar a estos lugares.
-Cállate, imbécil. – gruñe Jungwoo, adelantándose un par de muchos pasos. A veces realmente no soportaba a Chenle. Era muy pesado.
Jungwoo esquivó a un par de borrachos, parejas e idiotas intentando manosearlo, hasta por fin llegar a la mesa donde sus amigos estaban sentados conversando, riendo y gritando.
-¡Woonie! – exclamó Jisung, lanzándose para apretarlo en un cálido y efusivo abrazo.
-Hola, Jisung. – saluda Jungwoo, olvidando su rabia repentina a Chenle.- Hola a todos.
-Hola. – saluda Mark,, haciéndole un espacio a Jungwoo entre su cuerpo y el de Jisung. Jungwoo se sienta y de inmediato le es ofrecida una copa de algo que no estaba seguro de saber qué era.
-¿Dónde está Lucas? – pregunta Johnny, después de haberle saludado con una adorable sonrisa.
-Se quedó atrás riendo con Mark. – murmura Jungwoo haciendo una mueca casi imperceptible.
-Oh, ahí están. – menciona Ten, la cita de su amigo Taeyong.
No pasó demasiado antes de que la escandalosa risa de su mejor amigo se oyera a centímetros de la mesa. Sin embargo, cuando sus ojos se encontraron con los de Lucas, el menor le miraba con un grado de decepción y tristeza que le quitaron la tranquilidad a Jungwoo en cuestión de segundos. Quiso acercarse un poco para preguntarle si todo estaba bien, pero Chenle se sentó junto a su novio, apretándolo contra Mark y Lucas en frente de él, junto a Taeyong, dejándolos bastante distanciados.
El ambiente se puso divertido en menos de un minuto; todos bebían, charlaban y se reían te tonterías, incluso Chenle, Jisung, Mark y Ten habían decidido ir a bailar con Yuta y Sicheng, la pareja de este, a quienes el primero se había encontrado de camino al baño.
Durante el transcurso de la noche, Jungwoo intentó no mirar demasiado a Lucas... pero joder, el chico se veía tan bien aquella noche que era imposible apartar tus ojos de su persona. Más de una chica, e incluso un par de chicos, se había animado a acercarse a su mesa para pedirle bailar al menor, sin embargo, este siempre rechazaba cortésmente las invitaciones. Y Jungwoo le agradecía mentalmente por ello.
Llegó un momento en que Lucas se levantó para ir al baño y Jungwoo le perdió el rastro en el momento en que otro cuerpo se atravesó en su campo de visión.
-Hola. – saludó Yuta, sentándose junto a Jungwoo.
-Hola, Nakamoto. – saludó Johnny, chocando su puño con el de Yuta.
-¿Se están divirtiendo? – inquirió Yuta, pasando un brazo por los hombros de Jungwoo.
-Sí, ¿qué tal tú? – respondió Jungwoo con una sonrisa.
-La estoy pasando increíble. Deberías ir a bailar con nosotros, Kim.
-Estoy bien.
-Oh, vamos, no seas amargado. – se queja el mayor, sacudiendo levemente el cuerpo de Jungwoo.- Eso te pasa por pasar tanto tiempo con Taeyong.
-Vete a la mierda. – murmura el mencionado, desde el otro lado de la mesa.
Yuta se encoge de hombros y llama la atención de una camarera que va pasando por allí cerca. Le pide un trago en específico que a Jungwoo no le interesa averiguar... al menos no hasta que el chico a su lado se lo tiende.
-Si no me dices qué tiene, olvídate que pasará por mis labios. – le advierte Jungwoo, mirándolo amenazante.
-¿No confías en mí? – pregunta el japones, haciendo un puchero.
-No. – dicen Jungwoo sin rodeos.
-Yo definitivamente no lo haría si fuera tú, Woonie. – se mete Johnny.
-Nadie te pidió que hablaras. – Se queja Yuta hacia el Seo.- Vamos, Jungwoo. No está adulterado o algo parecido, simplemente es un poco más fuerte que los demás. Pero te juro que te gustará.
Jungwoo lo piensa un par de segundos.
-Yuta. – lo llama Sicheng desde la pista de baile, le hace una seña para que se acerque después de regalarle una cálida sonrisa a Jungwoo y el chico junto a él se levanta de inmediato para ir a los brazos de su novio. Ojalá Sicheng nunca se enterara de las sucias intensiones que tenía en mente Jungwoo con Yuta antes de que él apareciese, pues el chico le caía realmente bien.
Una vez pierde a Yuta de vista, toma la debida entre sus manos, mirándola fijamente. Estaba más inclinado a negarse y regalarla a cualquiera que la quisiese, pero, en ese momento, la imagen de Lucas siendo abrazado y besado en la mejilla efusivamente por una chica, le congela las articulaciones.
¿Quién. Demonios.Era. Esa. Perra?
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