twenty six centimeters.
—A-ah... uf, mierda, TaeHyung... —JiMin suspira, entrecortado, apretando la sábana bajo su cuerpo entre sus dedos. TaeHyung lo mira, atento, hambriento, deleitándose con la excitada expresión que poseía Park en su rostro. Por su frente descendían gruesas gotas de sudor, sus ojos estaban entreabiertos, más oscuros de lo usual, sus labios se encontraban muy húmedos y con porciones rojizas por las mordidas que él mismo se proporcionaba. Estaba hecho un auténtico y hermoso desastre, y él era el causante y eso le encantaba.
Acuna en el interior de su boca los testículos de JiMin, succionando intensamente fuerte y haciéndole apretar la expresión de su rostro, soltando una maldición al aire, bastante fuerte.
Los lamió un poco antes de arrastrar su lengua por la larga extensión del miembro hasta llegar a la punta y mimarla con devoción, dándole pequeños besos calientes y un par de succiones que hicieron levantar a JiMin las caderas del colchón.
—Trágatela toda... —demanda JiMin, llevando sus manos al cabello de Tae. Este sonríe levemente e ingresa solo una pequeña parte en el interior de su boca, haciendo sisear al mayor—. Sé que puedes meterla más profundo, vamos.
TaeHyung gime alrededor del grueso falo en su cavidad bucal, aumentando la profundidad con la que lo succiona. Los sonidos húmedos hacen que, para JiMin, todo sea casi demasiado. Sumerge el gran miembro hinchado del mayor en su boca, hasta donde más puede, y, con las dos manos, abarca lo que no alcanza a entrar, masajeando con esmero y buscando hacer acabar al mayor en su boca lo más pronto posible.
Se moría por sentir el orgasmo del mayor en su boca, viajando por su garganta e inundando sus papilas gustativas con el amargo sabor de su esencia. Quería sentir esa caliente semilla derramándose a lo largo de su lengua y quería que fuese abundante.
La sensación de ahogo y mareo al no poder respirar correctamente por las furiosas y nada complacientes embestidas de JiMin a su garganta lo hacían sentir como si fuese una puta, pues sólo se excitaba mucho más.
Intentó llevar una de sus manos a su propia erección, buscando un poco de alivio, sin embargo, al notar aquel detalle, el mayor gruñó, mirando a TaeHyung con los ojos líquidos en lascivia y muy enojados.
—Si quieres correrte, hazme correr primero. —le advierte, con la voz ronca como el infierno. TaeHyung gimió en desaprobación, pero aquello le hizo querer hacerle terminar mucho más rápido, así que, tomando aire profundamente, logró meter un poco más de la mitad en su boca, sintiendo arcadas. La saliva se acumulaba en abundancia en sus manos, las cuales masturbaban a JiMin efusivamente.
Siguió chupando más fuerte y empalando su boca en la gran dureza del mayor hasta que este movió abusivamente las caderas, dejándose caer del todo en la cama. TaeHyung pensó, entonces, que se correría, pero Park se sentó de repente y le empujó de los hombros, apartándolo por completo de su erección.
TaeHyung le miró confundido. JiMin se limitó a besarle en los labios con necesidad. Una vez logró juntar suficiente fuerza de voluntad para apartarse de la boca de TaeHyung, Park le obligó a ponerse de espaldas.
—Ponte en cuatro. —ordenó, con la voz grave. TaeHyung obedeció, un poco aturdido. El mayor se ubicó debajo de su cuerpo, completamente acostado con su cabeza en la almohada y dejando el culo empinado de este justo en su rostro. Kim entendió lo que el menor pretendía hacer cuando este empujó su erección contra su boca, indicándole silenciosamente que siguiese chupándolo.
Y estuvo a punto de hacerlo, pero en ese momento, JiMin ahondó en su entrada con su lengua de repente, como en la madrugada, y TaeHyung se retorció, arqueando la espalda.
—¡A-ah, JiMin! —grita, pues el mayor no sólo le prepara con su lengua, moviéndola expertamente en su apretado interior, sino que también acerca sus pequeñas y talentosas manos a su erección, atendiéndola.
TaeHyung intenta seguir con la felación que estaba llevando a cabo anteriormente, volviendo a meter el pene de JiMin en su boca y embistiendo su propia garganta mientras juega traviesa y escuetamente con los calientes y cargados testículos de Park.
En ese momento, ambos escuchan como la puerta principal se abre y un par de voces ingresan, riéndose, a la casa. TaeHyung frena en seco, de inmediato, intentando ponerse de pie. JiMin, al darse cuenta de aquello, masturba más rápido y mete uno de sus dedos en la entrada del menor.
—¡J-JiMin! Ah... m-mierda... —reclama el menor, con temblorosos gemidos saliendo de su garganta—. ¿E-es tu… o-oh, demonios… t-tu hermano?
—Supongo. —murmura el mayor, concentrado en su trabajo. A TaeHyung le tiemblan los brazos y los muslos, quiere detener todo, temiendo que su hermano y sus acompañantes les escuchen, pero no puede.
JiMin sabe más que a la perfección donde tocarle para que su clímax se expanda por todo el cuerpo, haciéndole erizar cada vello y que después se vaya, pero lo vuelve a llevar allí tan fácilmente. Y lo peor, era que Park se estaba esforzando cada vez más por hacerle gritar.
—¡JiMin… m-me… me van a oír! —suplica, aferrándose desesperadamente a los muslos del mayor y empujando contra el rostro de este inconscientemente.
—No sabes lo mucho que eso me pone...
TaeHyung tira la cabeza hacia adelante, buscando respirar con más tranquilidad.
—P-pervertido... —murmura el mayor, apretando los ojos y soltando jadeos desesperados—. Rápido... m-más rápido...
—¿Te gusta que te oigan? —le pregunta el mayor, esbozando una maléfica sonrisa, dejando caer duramente su palma abierta en una de las nalgas de TaeHyung—. Te encanta la posibilidad de que ellos te oigan mientras te hago correr.
—N-no… no es verdad... —miente el menor, su voz se perdía por momentos, debido a que debía respirar para no ahogarse.
—Mentiroso. JiMin murmura y vuelve a nalguearlo. TaeHyung pierde la fuerza en sus brazos y cae, al tiempo que su estómago se revuelve y su cuerpo se relaja, pues el orgasmo le toma desprevenido y se corre en la cara del mayor, gimiendo su nombre.
JiMin suelta un gemido ahogado y TaeHyung se da cuenta que lo ha provocado él, pues está acostado sobre su erección, aplastando su miembro contra su pecho.
El mayor sonríe y gatea de modo que su culo queda sobre la gran hombría erecta de Park y se deja caer sobre ella, embistiéndose.
—Te juro que nunca me cansaré de sentirte entrar, JiMin... —confiesa, cerrando los ojos. Park hubiese contestado de no ser porque se encontraba completamente consumido en la sensación de estar dentro de TaeHyung nuevamente.
Se tomó la libertad de apretar entre sus dedos las nalgas de TaeHyung, separándolas para observar el preciso momento en que ese exigente y exquisito culo se tragaba enteramente su enorme miembro, calentándose más de lo humanamente posible con la imagen.
La voz de su hermano y sus acompañantes seguía rondando por la casa, solo que ya no era tan fuerte y podía entenderlo; ¿quién demonios se concentraría en otra cosa que no fuese Kim TaeHyung si en esos precisos momentos lo tenía saltando fervientemente sobre su polla?
Palmeó la piel de TaeHyung un par de veces más, divirtiéndose de sobremanera ante la forma en que el menor se estremecía por la fuerza de sus golpes, pero aquello le incitaba a saltar más fuerte, empalarse más rápido. JiMin estuvo más que a punto de agradecer a quien quiera que le hubiese dado tanta resistencia a TaeHyung en las piernas, pues le estaba cabalgando como si tuviese toda la energía del mundo.
—¡JiMin! ¡Ah, mmh!
—Muévete más rápido, TaeHyung, vamos… muéstrame todo lo que tienes.
TaeHyung se detuvo con el pene de JiMin completamente adentro, meneando sus caderas lenta y cautivadoramente, sin sacarlo ni un poco, dejando a Park sentir con detalle su apretado interior, dejándole inundarse de ese distintivo y exquisito calor que envolvía por completo su polla y le tenía a punto de correrse.
Sin embargo, TaeHyung tenía otros planes y, aunque le gustase demasiado la idea de tener goteando el semen del menor en su interior, justo en ese momento, anhelaba exprimirlo con sus labios hasta la última gota.
Salta un par de veces más sobre la poderosa erección, sintiendo como se estremece en el interior de su culo, lo que le indica que no está a demasiado de correrse. Así que, sin dudarlo, se levanta del empalme de JiMin y se aleja, haciéndole gruñir.
TaeHyung se apresura a apresar el pene de JiMin entre sus labios para que este no tenga forma de tomarlo y obligarlo a montarle de nuevo y simplemente se rinda a sus caprichos y se venga en su boca.
Kim succiona fuertemente, haciendo a Park arquearse por completo. Lame el glande húmedo y con sabor a pre-semen por dentro de su boca, acariciándolo delicadamente con su lengua, como si mereciese mucho cuidado. Y, de este modo, consigue hacer que el orgasmo de JiMin se dispare y chorree por toda su cara en su descuido. Se lo mete a la boca y lo succiona, como si de leche tibia se tratase. Siente el calor que emana la semilla del mayor y gime alrededor de la extensión cuando la polla palpita contra su lengua y suelta todo lo que había estado aguantando.
TaeHyung lo traga con una mueca de satisfacción que JiMin no observa al tener los ojos cerrados, intentando recuperarse del orgasmo.
—Tan abundante, JiMinie... —ronronea, limpiando sus mejillas con el semen caliente y llevándolo a su boca, chupando sus dedos—. Joder, he querido tragarme tu semen desde la primera vez que vi tu polla.
JiMin suelta una risita ronca.
—Eso me quedó claro desde la primera vez que hablamos. —murmura, aún con los ojos cerrados. Siente a TaeHyung sentarse sobre su abdomen y agarrar sus manos para posarlas en su pecho. JiMin abre los ojos y comienza a acariciarlo por su cuenta, llegando a su erección y masturbando rápidamente.
—A-ah… mmh… Oh, JiMin, me encanta como me tocas... —gime moviendo sus caderas contra la mano de Park.
El mayor empuja el culo de TaeHyung, incitándole a acercarse a su boca y, una vez su pene está acariciándose contra los labios del mayor, se sujeta del cabecero de la cama, viniéndose en el rostro de JiMin.
Park no tiene la oportunidad de beber más que un poco, pues la mayoría se esparció por el resto de su rostro.
—Agh, demonios, está caliente. —se queja Park, pasándose una mano por el rostro para limpiarse. TaeHyung ríe flojamente ante la queja de JiMin y le ayuda a quitarse el semen de la cara con los dedos, llevándolos después a la boca del mayor y haciéndole succionarlos.
Ambos se besan una vez se han recuperado de la euforia del orgasmo, tirándose en la cama y abrazándose como una pareja.
TaeHyung se aparta del acalorado beso, dejando pequeños piquitos en los labios de JiMin y haciéndole esbozar una bobalicona sonrisa.
—TaeHyung, quiero salir contigo. —suelta JiMin de repente, acariciando la cintura desnuda de TaeHyung con sus dedos.
—Eso debiste pedírmelo antes de estar revolcándonos en tu cama y la encimera de tu cocina. —se burla el menor, pellizcando la mejilla del otro.
—¿Eso es un no? —pregunta el mayor, desilusionado.
—Eso es un: "si sigues dándome orgasmos como los cuatro últimos, me caso contigo".
JiMin ríe y besa la punta de la nariz de TaeHyung.
—¡Park JiMin! —grita alguien desde afuera. Unos pasos apresurados se oyen a la distancia y TaeHyung y JiMin se apresuran a cubrir sus cuerpos con un par de sábanas.
—Es tu hermano, mierda... qué vergüenza. —murmura TaeHyung, metiéndose bajo las cobijas, con las mejillas completamente rojas.
—Relájate, JiHyun ya está acostumbrado. —le tranquiliza JiMin, haciendo un ademán con la mano para restarle importancia. Tae se indigna profundamente.
—¡¿Quién demonios crees que soy?! ¡¿Otra de tus putas?! ¿Eh? ¿Eso crees? ¿Así me ves? —empezó a gritar el menor, saliendo de debajo de las sábanas para golpear a JiMin con la almohada en el rostro—. ¿Y cómo infiernos es eso de que está acostumbrado? ¿Haces esto cada fin de semana? ¡Me usaste!
—¡Claro que no, TaeHyung! —exclama Park, deteniendo los almohadazos—. Me refería al hecho de oír gemidos y eso. Pero no por mi parte. Te recuerdo que hace más de dos años que no tenía sexo con nadie...
TaeHyung está a punto de hablar, pero la puerta es abierta abruptamente.
—¡Park JiMin! ¿Qué demonios..? —JiHyun se detiene de golpe al ver el rostro familiar—. ¿Kim TaeHyung?
—Hola, JiHyun... —saluda TaeHyung con la mano, sonriendo de forma incómoda.
—Oh, vaya. No sabía que tú y mi hermano...
—Es reciente. —le interrumpe JiMin, acariciando la espalda desnuda de TaeHyung con una de sus manos.
—Oh… eh, vale. Está bien, creo. —articula el mayor, rascándose la nuca—. Oh, por cierto, SeungMin y MinHo han salido volando al escuchar su pequeño espectáculo.
La cara de TaeHyung se pone roja por completo.
—Demonios, lo siento mucho... ¡todo es culpa de JiMin! —acusa Tae, señalando al mayor.
—Sí, lo sé, lo conozco. —JiHyun rueda los ojos—. Bien, como sea, no me molesta nada de esto... pero, si van a seguir, les pido que me avisen para poder irme.
—Oh, no. Yo ya me...
Las palabras de TaeHyung son interrumpidas por la mano de JiMin, quien ha tapado su boca.
—Busca donde quedarte esta noche, hermanito. —JiMin sonríe ampliamente al decir aquello, haciendo a JiHyun y TaeHyung abrir los ojos desmesuradamente.
—Es… bueno saberlo. Bien, suerte, TaeHyung. Adiós, hermanito. —JiHyun se despide rápidamente y, segundos después de que ha cerrado la puerta de la habitación de Park, se oye como se cierra la puerta principal.
—¿Qué pensará de mí tu hermano ahora? —se queja TaeHyung, dándole la espalda al castaño. Este sonríe y le abraza por la espalda, besando sus hombros.
—¿Qué importa lo que JiHyun piense?
—Es importante para mí porque ahora salimos. —farfulla el menor.
—Le caes bien.
—No sé qué pensaría yo si lo primero que oyese salir de la boca de la pareja de mi hermano menor fuese: "Oh, sí, más fuerte". —exclama, tapándose hasta la cabeza con la sábana, nuevamente. JiMin suspira.
—¿Que tu hermano menor es bueno en la cama y por lo tanto hará feliz a su pareja? —articula Park, encogiéndose de hombros. TaeHyung le golpea en la cabeza.
—Mejor deja de hablar.
JiMin sonríe.
—Sí... mejor hagamos otras cosas. —ronronea el mayor en el oído de Kim, apretando una de sus nalgas.
—Relaja el pene un momento, amigo, te recuerdo que no eres tú el que recibe. —le frena TaeHyung, poniéndose cara a cara con el mayor para evitar que este haga algo indecente con su trasero mientras está distraído—. Oh, por cierto, tengo curiosidad… ¿cuánto mide?
—¿A qué te refieres? —inquiere el mayor, enarcando una ceja.
—A este amigo de aquí. —murmura TaeHyung, dándole un caluroso apretón a la polla del mayor.
—Veintiséis. —gruñe JiMin, a mitad de un gemido.
—Santo infierno… qué delicia, JiMinie. —canturrea el menor, acariciando con más vehemencia.
—Ah, TaeHyungie… a-acabas de decir que esperara p-porque no soy yo quien recibe… p-pero estás...
—Shh, bebé...hay más de una manera de correrse. —murmura el menor, dirigiendo su pulgar al glande y dándole prolongadas caricias—. Demos por finalizada oficialmente tu ridícula abstinencia. —TaeHyung se sube a horcajadas sobre el estómago del mayor—. Dile hola al sexo nuevamente, Minnie.
Esa noche JiMin tuvo que cambiar las sábanas de su cama y TaeHyung no logró caminar correctamente hasta tres días después.
¡gracias por leer! ♥︎
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