SEIS: YOU'RE SO STRONG, TAE
Estaban a un par de pasos de la mesa, a unos metros del baño. Y por primera vez observó a TaeHyung hablando con tranquilidad, sin tartamudeos ni sonrojos.
Se veía sereno y relajado, incluso las tenues luces frívolas y alocadas del club le hacían contrastar su natural encanto masculino, realzando la belleza de sus duras facciones, pero al mismo tiempo viéndose tan tierno y dulce como siempre.
Lo estaba volviendo loco. Debía relajarse. Quizá esa chica siquiera significaba algo para él... pero JungKook no podía evitar querer ir hasta ella y abofetearla por meterse con lo que le pertenecía aunque realmente no le perteneciera. Pero él le había echado el ojo primero, así que contaba.
Tomó el trago que Kai dejó en sus manos y se lo bebió en dos sorbos, llamando la atención de YoonGi.
—Koo, no bebas demasiado. JiSoo se enojará si llegas demasiado ebrio a casa —le recordó.
Un infantil quejido salió de los labios de JungKook.
—JiSoo no me quiere en casa porque irá la pesada de su novia —explicó, tomando el solitario trago que se encontraba en la mesa para empezar a bebérselo.
—¿Y dónde planeas quedarte, genio? —cuestionó, palmeándole la espalda.
—Con SeokJin...
—SeokJin y NamJoon se irán a la casa de playa de los Kim después de que salgamos de aquí. Dudo que ellos quieran acompañante y dudo mucho que quieras escuchar lo que sea que harán allá todo el fin de semana —aclaró.
—Entonces con JiMin.
—Lo siento, hombre. Me llevaré a Jiminie a Daegu, mi abuela quiere verlo —se excusó apenado.
JungKook supo que en parte no lo lamentaba tanto como decía. YoonGi era un hombre de familia y sabía lo feliz que le ponía que su abuela y su novio se llevaran bien.
—Con... con HyunJin —sugirió, dirigiéndose a su amigo.
—Me quedaré en casa de Félix esta noche.
—¿Dónde mierda dormiré esta noche? Bastardos, malagradecidos —lloriqueó.
—¿De qué hablan? —preguntó TaeHyung, quien recién llegaba a la mesa.
—De nada —bufó.
—Kookie no tiene donde dormir esta noche —soltó HyunJin con la intención de burlarse del menor.
—Si quieres...
—No importa, conseguiré un lugar —interrumpió al moreno. Levantándose de su asiento con rapidez—. Iré por uno más de estos —dijo con la voz entrecortada, tambaleándose hasta salir de la mesa y perderse entre la multitud.
JungKook no tenía idea de con cuantas personas diferentes había bailado después de su quinto trago. Recordó vagamente estar entre los brazos de un chico que le susurró en el oído su nombre; HoSeok. Después se les unieron Kai y KyungSoo, quienes se encontraban con JiMin, YoonGi, HyunJin y Félix.
Había bailado un par de canciones con ellos, sin embargo después se apartó del grupo y los perdió de vista. Hasta ese momento.
Justo ahora no bailaba con nadie, pero estaba demasiado ebrio como para preocuparse por ello. La música le ensordecía, sin embargo se sentía bien, porque a su alrededor no flotaban preocupaciones, sólo notas musicales y distintos aromas de las personas a sus costados, quienes bailaban en estados iguales o peores al suyo.
Divisó a lo lejos a NamJoon dirigiéndose a él, así que sonrió y comenzó a correr para escapar.
—¡Mierda, JungKook! ¡Vuelve aquí!
Le escuchó gritar pero no se detuvo. O al menos no hasta que chocó de frente con una pared y cayó al piso de trasero.
—Koo, ¿te encuentras bien? —le preguntó la pared.
«Un momento... la voz de la pared se parece a la de TaeHyung», pensó en medio de sus desvaríos de ebrio. Soltó una risa estúpida y miró hacia arriba y se encontró unos adorables ojos almendrados tras unos lentes redondos.
—Eres una pared. —Su hipido le interrumpió—, una pared extraña —murmuró, arrastrando las palabras.
—¡NamJoon hyung, lo tengo!
Escuchó gritar a TaeHyung, quien lo sostenía entre sus musculosos brazos.
JungKook pasó sus dedos por los músculos de aquellos brazos, sonriendo embobado. El cuerpo de TaeHyung tembló bajo su toque, pero JungKook estaba demasiado perdido para comprender que lo estaba asustando.
—Eres tan fuerte... eso me pone caliente —gruñó, enterrando sus uñas en los brazos del moreno.
—Kookie, quédate quieto —pidió TaeHyung ante la pataleta que empezó a hacer el castaño de repente.
—¡Déjame ir! ¡Déjame ir! ¡Déjame ir! —gritó, intentando vanamente golpear al chico que lo sostenía—. Debo encontrar a HoSeok...
—¿HoSeok? —preguntó extrañado—. ¿Conoces a mi hermano?
—No, qué tonterías dices. —Empezó a reír histéricamente.
En ese momento, JungKook sintió como su cuerpo fue entregado a otros brazos, lo cual lo hizo enfadar.
—Gracias, Tae —dijo NamJoon, sosteniendo a JungKook al hombro—. Suele ser un poco fastidioso cuando bebe de más.
—Está bien, no hay problema —aseguró, sonriendo.
—¿Seguro que quieres llevarlo a tu casa? —preguntó, realmente preocupado.
—¿Ves eso, Nam hyung? —preguntó JungKook, riendo—. Es tu novio... ¡Hola, Jin hyung! ¡Te ves bien! ¡Pero el rosa se ve mejor en mí!
—Sí, no quiero le pase algo malo en ese estado —admitió TaeHyung, sonrojándose levemente.
—Bien, te acompañaré a tu auto para dejarlo ahí.
—Déjeme buscar a mi hermano primero, debo preguntarle algo —pidió el pelinegro, señalando a sus espaldas.
NamJoon asintió y empezó a caminar con JungKook en su espalda, quien no paraba de cantar entre balbuceos la canción que la gente bailaba en la pista.
—¿Tu sabías que HoSeok es el hermano de TaeHyung? —preguntó NamJoon a su pareja en cuanto se acercó lo suficiente para que su voz se escuchara por encima de la alta música.
—Si, amor. Nos lo dijo cuando lo conocimos. —Sonrió, dándole un pequeño beso en los labios a su novio.
—Iugh, ustedes son asquerosos —se quejó JungKook. Seguido hizo un pequeño silencio donde comenzó a sorber por la nariz—, pero también son tan lindos.
—¿Estás llorando, Kookie? —preguntó SeokJin con preocupación.
NamJoon bajó con cuidado el cuerpo del castaño, colocándole en el piso junto a su novio.
—No —mintió, cubriéndose el rostro con ambas manos—. ¿Crees que Tae tenga novia? —cuestionó con tono de voz lastimero.
—Claro que no, Jungkookie. Él nos lo hubiese dicho.
—¿Lo prometes? —JungKook hizo un puchero, estirando su dedo meñique.
—Lo prometo —aseguró SeokJin, enganchando su dedo con el de su mejor amigo.
—Ya estoy de vuelta —anunció TaeHyung, observando a los tres presentes.
JungKook de inmediato se lanzó a abrazarlo, haciendo que el mayor se sonrojase.
—Vámonos —dijo SeokJin, tomando la mano de su novio.
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