The Real Wong Yukhei
-¡Y lele me dijo que las hormigas se volverían gigantes si las metíamos en la piscina! Pero me mintió...- bufó Jungwoo, cruzándose de brazos. Lucas rió.
-Seguro lele tampoco tenía idea de que las hormigas no iban a crecer si se arrojaban a la piscina. - articuló Lucas, con la vista fija en la carretera.
-Chenle siempre me miente... pero lo amo... es mi mejor amigo...- empezó a balbucear el castaño, soltando pequeñas risas.- Pero Lucas... no te pongas celoso. Yo también te amo a ti.
Lucas no dijo nada, pues su vergüenza no le dejaba.
-Es ahora cuando me dices que tú también me amas, Lucas. - le recordó Jungwoo, sonriendo ampliamente, pero sin mostrar sus dientes. Ante aquella mirada de cachorro, Lucas simplemente no pudo negarse.
-También te amo, hyung. - murmuró, sonriendo, ruborizado.
Jungwoo se calló en ese momento y los que siguieron después y Lucas lo agradecía, pues no quería tener que morir de la vergüenza por otras cosas que se le pudiesen salir a Jungwoo en ese estado de ebriedad, donde parecía no tener filtro alguno a la hora de hablar.
Un par de minutos después, ambos estaban frente a la casa de Lucas, quien hace tan solo un par de meses vivía solo con su hermano mayor, Taeil, quien le había recibido con los brazos abiertos cuando volvió del intercambio estudiantil en China.
Salió del auto, pensando que tendría que abrirle la puerta a Jungwoo y llevarlo él mismo hasta el interior de la casa, pero se sorprendió en cuanto el mayor abrió la puerta y salió por su cuenta, caminando entre tropezones hasta la entrada.
Lucas le siguió rápidamente, posicionándose a su lado.
-¡SEULGI! - gritó Jungwoo, deteniéndose unos metros antes de llegar a la puerta.
-Hyung, Seulgi noona no se encuentra aquí, esta es mi casa. - le hizo saber Lucas, parándose frente a Jungwoo, quien le miró con el ceño fruncido.
-¿Por qué me trajiste a tu casa, Lucas? - preguntó Jungwoo, enarcando una ceja.
-No tenías donde dormir, hyung. Yo me ofrecí a darte hospitalidad porque sé que mi hermano no pasará aquí la noche, además, a él no le molestará. - le explicó Lucas, esperando que Jungwoo le entendiese.
Ese sonrió.
-Si quería que durmiera contigo no tenías que inventar una excusa...- Jungwoo hipó.- Yo hubiese venido... si era contigo... sin importar nada...
Lucas sintió calientes sus orejas.
-No, hyung... yo... y-yo...
Jungwoo abrazó a Lucas acercando en demasía su rostro al del menor.
-Silencio, Lucas. Despertarás a Seulgi...- susurró Jungwoo, mirando fijamente a los labios de Lucas, quien empezó a entrar en pánico de inmediato. ¿Y si Jungwoo lo besaba? ¿Qué se supone que debería hacer si Jungwoo lo besa? ¿Apartarlo? ¿Y si se sentía rechazado?
Pero no tuvo tiempo de pensar mucho más, pues Jungwoo le besó en la nariz y se apartó, tambaleándose hasta la puerta, donde empezó a golpear aparatosamente, sin cuidado alguno. Lucas tuvo que respirar más de tres veces, contando hasta diez.
Lucas caminó hasta él y lo apartó levemente de la puerta, dándole tiempo para mirarlo con una sonrisa boba y abrazarlo por la espalda, trepándose en su cuerpo como un pequeño koala.
El menor sonrió y abrió la puerta, luchando por no caer hacia atrás y herir a Jungwoo. Cerró la puerta de su hogar una vez ambos estuvieron dentro. Jungwoo enredó sus brazos en el cuello de Lucas y apoyó su mejilla en el hombro del menor, suspirando pesadamente.
-¿Estás cansado, hyung? - preguntó Lucas, caminando hacia la cocina por unas aspirinas y un poco de agua, estaba seguro de que Jungwoo las necesitaría.
-Estoy... enamoraaaaado... Yukhei...- balbuceó el mayor, con la voz adormilada. El corazón de Lucas se agitó.
-¿D-de quien estás enamorado hyung? - preguntó el castaño, deteniendo sus movimientos para escuchar atentamente cada palabra de Jungwoo.
-De... de...- Jungwoo rio tontamente.- tu graaan amigo...
Lucas frunció el ceño.
-¿Gran amigo? - inquirió, con confusión.
-Realmente graaande, Lucas...- volvió a reír.
-¿Johnny?
Jungwoo estalló en carcajadas. Se removió tras la espalda de Lucas, hasta que consiguió bajarse de su espalda.
-¿S-sabes lo que me haría Mark si... me acerco a el? - preguntó Jungwoo, enarcando una ceja.
Lucas rio.
-Me hago una idea.
Jungwoo asintió.
-Creo que... tu amigo es... más grande que el de Johnny...- confiesa Jungwoo, mordiéndose el labio inferior y dedicándole una mirada demasiado sensual, de modo que el cuerpo entero de Lucas tembló.
-E-eh... eh... hyung, y-yo... a-ah...
-¡Yukhei! - exclama Jungwoo, tornando su cara en una mueca aterrada.- ¡Tienes algo en la boca!
-¿Qué? ¿Qué tengo? - pregunta Lucas, espantado. Jungwoo camina hasta él y rodea su cuello con los brazos.
-La mía.
Seguidamente, planta sus labios pasionalmente sobre los del menor, gimiendo en aprobación ante el dulce y mentolado sabor de los delicados belfos de Wong.
Jungwoo movió sus labios lenta, pero profunda y sensualmente. No esperaba que Lucas le correspondiera, pero no quería morir sin antes catar el delicioso sabor de ese par de hermosas carnosidades. No importaba si Lucas se traumaba de por vida después de aquél momento, pues Jungwoo lo estaba disfrutando tanto, que podría jurar que estaba más que absorbido por el momento.
Su lengua rozó con la de Lucasny sintió su entrepierna empezar a endurecer. Demonios, quería seguir hasta la última fase, pero no podía permitirse tal cosa. Así que, recaudando el poco autocontrol que le quedaba, fue preparándose para separarse... sin embargo, su espalda baja chocó contra el mesón de la cocina y los dientes de Lucas se enterraron con fuerza en su labio inferior. Un gruñido se oyó. No era suyo en lo absoluto.
Quiso abrir los ojos, ver qué diablos sucedía... pero, joder, el sinhueso que creía inexperto, se metió en su boca sin aviso alguno, invitando al propio a una irresistible danza de delirante lujuria, que abundaba en cada movimiento de su lengua contra la de Lucas. Y entonces, no pudo resistirse.
La fuerte cadera de Lucas empujó contra la suya. Y Jungwoo gimió de nuevo. Ahí estaba. Esa enorme y deliciosa polla. Estaba rozándose descaradamente contra la suya.
El beso pasó de ser apasionado a salvaje, había mordidas por doquier, sus dientes chocaban y sus lenguas parecían conocerse más que a la perfección.
Jungwoo sintió que todas las sesiones de sexo que tuvo en el transcurso de su vida se fueron a la mierda cuando las grandes y masculinas manos de Lucas apretaron su trasero con tal necesidad, que Jungwoo pensó que Lucas le arrancaría el pantalón con ese simple agarre. No era una mala idea, en realidad.
Jungwoo se sentó sobre la encimera, abriendo más sus piernas y haciendo serpentear sus manos por el cuello de Lucas hasta llegar a su pecho y arañar mientras mordía el labio inferior del menor, haciéndole jadear.
Llevó su impuro y lascivo recorrido de manos traviesas hasta los hombros de Yukhei, haciendo el amago de querer deshacerse de la chaqueta del chico. Sintió su pene duro pulsar contra la tela del bóxer cuando el muy descarado sonrió en medio del beso, lamiendo su lengua y atrapándola entre ambos labios para empezar a succionar de ella de forma que cada pequeño y húmedo sonido creaba un espiral de placer que viajaba a través del cuerpo de Jungwoo, haciéndole temblar y apretar los muslos.
Y, así, mientras tenía a Jungwoo postrado ante el impuro blowjob que le hacía a su lengua, Lucas se deshizo de su chaqueta, arrojándola en algún lugar de la cocina. Jungwoo apretó los puños alrededor de la camiseta de Lucas, buscando más.
Lucas llevó sus manos hasta la hebilla de su cinturón y se deshizo de este en un tiempo record. Dejó el accesorio a un lado de la encimera y llevó sus manos a la chaqueta de Jungwoo. No hizo falta que dijese absolutamente nada, Jungwoo, por su cuenta, se deshizo de su chaqueta y Lucas le ayudó a quitarse la camiseta de cuadros, dejándole únicamente en la blanca de manga corta que traía debajo.
Jungwoo quiso apartarse cuando Lucas le toqueteó por encima de la ropa en su torso. No fue una caricia cualquiera, Jungwoo sintió como su erección por poco goteaba. Pero Wong no le quería lejos, mucho menos deseaba dar explicaciones, así que, en cuanto Jungwoo consiguió librarse de sus labios, guio sus besos al cuello del mayor, no tardando absolutamente nada en encontrar un punto erógeno que le hizo restregarse como gata en celo contra las caderas de Lucas.
Este siguió haciendo lo que le venía en gana con su cuello, mientras tanteaba por la encimera, buscando el cinturón. Una vez lo hubo hallado, no tardó en llevarlo hasta la espalda de Jungwoo, guiando las manos de este hasta allí.
-¿Q-qué... ¡Ah!...? ¿Qué q-quieres... mmh...? - Jungwoo quería hablar, pero Lucas no.- Yukhei...
-Demonios, Jungwoo, cállate un momento. - gruñe el menor, dejando a Jungwoo absolutamente congelado. Lucasconduce las manos de Jungwoo hacia el frente, en medio de ambos y amarra sus muñecas con el cinturón, escuchando con dificultad el jadeo que deja escapar su mayor en el momento en que Lucas aprieta el cuero contra su piel.- Te gusta, ¿verdad?
Jungwooasiente, embobado. Lucas sonríe y se deshace rápidamente de su pantalón, de modo que queda en ropa interior y Jungwoo puede ver, por segunda vez en su vida, la gran y rojamente furiosa cabeza del pene de Lucas. De inmediato, se le hace agua la boca. Era simplemente sensacional.
El menor jala del cuerpo de Jungwoo para que se baje de la encimera, besándole en la frente y poniéndole de espaldas una vez los pies de Jungwoo han tocado el piso. Este se inclina voluntariamente y las manos de Lucas se cierran con fuerza sobre sus nalgas, masajeándolas un poco.
Wong lleva sus manos a la parte delantera del pantalón, donde se encarga de desabrochar, no sin antes tocar delicada, pero intencionalmente la erección de Jungwoo, quien se retuerce y empuja su trasero contra la entre pierna de Lucas, sintiendo el delicioso roce que se crea entre su culo y la gruesa erección del menor.
-Qué culo más caliente, Jungwoo. - susurra Lucas en su oído, después de empezar a bajar todas las prendas inferiores del mayor.
-¿Q-quién... demonios eres? - murmura Jungwoo, sonriendo perezosamente. Seguramente si no se encontrase más ebrio que sobrio, ya habría detenido todo para preguntarle bien a Lucas qué mierda con ese cambio de actitud. Pero estaba demasiado excitado y también demasiado borracho.
-Tu más anhelada fantasía. - se burla Wong en su oído, haciéndole gemir.
Una vez el culo de Jungwoo se encuentra desnudo, empinado y a su total disposición, Lucas se toma la molestia de observarlo un par de segundos, mordiéndose el labio inferior y tratando de retener los indecorosos deseos que le invadían en ese momento al ver a su exquisito hyung en tal pose, no porque no pensase cumplir cada uno de sus sueños húmedos con el mayor, sino porque sabía que si le daba rienda suelta a su imaginación, probablemente pasarían cosas muy desagradables con el apretado trasero de su hyung... y eso era lo que menos quería.
-¿Por qué tardas tanto? - lloriquea Jungwoo, removiéndose inquieto.
Lucas reacciona y se arrodilla, dejando su rostro a la altura del trasero del mayor.
-¿Qué harás, Lucas? - pregunta Jungwoo, sonriendo traviesamente. Lucas corresponde a la sonrisa y, con sus dos manos, agarra las masas de carne del mayor, acercando su rostro a la entrada, muy lentamente. Jungwoo apretó los puños, cerró los ojos, esperó. La humedad de la escurridiza lengua de Lucas no tardó en pasearse por su anillo de músculos, pero sin ingresar, tan sólo tanteando, provocándolo.
Las piernas de Jungwoo temblaron y, por un momento, temió caer al piso. Pero los dedos de Lucas se apretaban en sus muslos, dándole la seguridad de que no caería.
Intenta ponerse de pie correctamente, pero entonces, la lengua de Lucas ahonda en su interior.
-¡A-ah, mierda! - Grita, extasiado.- M-más... más profundo...- el hábil músculo mojado de Lucas se mueve en su interior, provocándole cosquilleos que le hacen doblar los dedos de los pies y formar una gran "O" con la boca. Su respiración estaba desigual y sentía que se derretía por dentro. Tenía demasiado calor y su sentía bajar por su erección una voluminosa y pesada gota de líquido pre-seminal. Iba a correrse y Lucas ni siquiera había terminado de prepararlo.
Y mientras la lengua de Lucas se movía con sagaz experiencia en el cúmulo de nervios que le estaban haciendo perder la cabeza, al mismo tiempo, el menor metió el primer dedo.
-Mm-mh... ah, Lucas... otro... mete otro, joder. - rogó el castaño, apretando sus dientes. Wong no dudó un segundo antes de ceder a la súplica y, de paso, meter uno más, por lo que dentro de Jungwoo, ahora tres dedos se movían a sus anchas y Lucas se deleitaba, sintiendo la inmensa calidez que la entrada de Jungwoo poseía.
Joder, se notaba que a Jungwoo le gustaban los penes grandes... ¿cómo lograba estar tan estrecho entonces?
Lucas empujó de forma algo brusca los dedos en Jungwoo, rozando superficialmente un lugar que hizo a Jungwoo derretirse gracias a sus dedos, apretando con tanta fuerza que Wong creyó no poder sacar sus dígitos hasta que Jungwoo se recuperase del fuerte orgasmo que acababa de tener. Las caderas del mayo pulsaron contra la mano de Lucas, buscando enterrarlos más profundo y alargar la sensación.
Pero Lucas los retiró de inmediato. Y, antes de que el mayor pudiese quejarse o terminar de eyacular, Lucas tenía el glande dentro de Jungwoo. Y este gritó.
-Relájate, Jungwoo, será mejor si te calmas...- le aseguró Lucas, acariciando su transpirada espalda, que se sacudía con dificultad por la falta de respiración.
-Es tan grande...- murmura Jungwoo, escondiendo la cabeza entre sus manos amarradas.- Me encanta...
Lucas se movió un poco, tanteando terreno antes de intentar meter más del glande. Jungwoo gimió tan fuerte que creyó estar lastimándolo.
-Sí... métela toda...
Bueno, al parecer no.
Lucas mordió su labio inferior, introduciéndose más profundo. Sintió su garganta temblar, tenía unas inmensas ganas de gemir. Jungwoo se sentía demasiado bien, demasiado húmedo y caliente. Apretaba de maravilla, madre santa.
Apoyó sus manos en la encimera, a cada lado de la cintura de Jungwoo, terminando de ingresar por completo y no pudiendo reprimir un gruñido casi animal que brotó desde lo más profundo de su pecho cuando las paredes de sedosos y exquisitamente angostos músculos se ciñeron contra su polla.
Maldición. El culo de Jungwoo era la jodida gloria.
La sensación de la tersa piel de Jungwoo contra sus caderas le prendió el doble. El toque era tan sutil, que fácilmente podría ignorarse... de no ser porque su pene entero se encontraba profundamente enterrado de forma deliciosa en el trasero del chico más sexual que había conocido en su vida, entonces Lucas podría ignorarlo, pero, como se encontraba la situación, era bastante difícil.
-Jungwoo...- susurró Lucas, con la voz temblorosa. Su pene lo ansiaba, él lo ansiaba, estaba desesperado.- Me moveré ahora...
-Debiste hacerlo hace rato, Yukhei...- murmura Jungwoo con la voz ronca, meneando provocativa y descaradamente sus caderas, haciendo salir y entrar una parte de la gran e hinchada polla en su interior, provocándose un gran y largo gemido.- Mier-ah... se siente genial, Yukhei...
"Yukhei, Yukheik, Yukhei"... si seguía diciéndole de ese modo se iba a volver loco. Odiaba que le llamasen así, pero, en estas circunstancias, su estómago ardía y su sangre con velocidad como fuego líquido, quemándole las entrañas y manifestándose en el gran pulso que se situaba en su erección, deseando a Jungwoo y a nadie más que a él. Se oía tan bien saliendo de sus labios, con su dulce y aguda voz que adoraba quebrar, causándole gemidos.
Lucas supo, entonces, que no podría soportar simplemente escuchar esos gemidos. Él tenía que ver la cara de Jungwoo cuando su miembro entero se encontrase dentro. Él adoraría poder retratar su bello rostro contraerse cuando le doliese alguna embestida, él anhelaba poder grabarse entera la expresión de sus facciones cuando llegase al orgasmo.
Así que, sin preámbulo alguno, salió de él, haciéndolo sentir molesto y terriblemente vacío. Jungwoo casi sintió lágrimas desbordándose por sus mejillas. No entendía porque Lucas se apartaba de él.
Pero entonces, sus dudas se dispersaron en el momento en que el menor le volteó y lo cargó en sus fuertes brazos, estrechándole contra su duro pecho, besándole en los labios y pidiéndole sin palabra alguna que enredase sus piernas en las caderas ajenas, ubicó sus muñecas amarradas alrededor del cuello de Lucas y miró hacia abajo. Y allí estaba de nuevo, la enorme polla de Wong Yukhei, pidiendo más de él... se iba a volver loco como ese pene no eyaculase en su interior.
Así que lo dejó ingresar y gimió como un necesitado, porque lo estaba. Sus ojos se pusieron blancos, su cadera respondió de inmediato ante la intromisión y se empaló a sí mismo en la dureza del menor con una rapidez que pudo haberle herido, pero que tan solo le excitó mucho más.
-Muévete... muévete, por favor...- susurró Jungwoo contra sus labios, apretándose alrededor de la polla de Lucas, haciéndolo estremecerse y entrecerrar los ojos, abriendo sutilmente los labios y dejando escapar pequeños suspiros.
-No me aprietes tanto. - gruñó el menor, luciendo amenazante.
-Muévete, entonces. - le retó Jungwoo, a lo que Lucas respondió con una tétrica sonrisa.
-Si eso es lo que quieres...
Jungwoo esperó que se moviera, pero no que con la primera y potente embestida llegase a su próstata en el primer golpe.
-¡Sí!
-¿Sí, así? ¿Te gusta?
-M-me fascina... más... otra vez...
Lucas repitió la acción, solo que esta vez, no se detuvo.
Embestida tras embestida, la piel de Jungwoo chocaba bruscamente con la suya, escociendo, pero creando morbo ante los chasquidos entre sus muslos y el culo de Jungwoo.
-M-mierda... llega tan profundo, Yukhei...- gimió Jungwoo, con los ojos fuertemente apretados. Un sinvergüenza hilo de saliva resbalaba por su mandíbula, haciendo a Lucas lamerse los labios con necesidad. Besó la boca de Jungwoo, moviéndose más rápido, sintiendo la tensión en su estómago, su cadera se elevó por cuenta propia y un dulce cosquilleo se esparció por todo su cuerpo al sentir a Jungwoo contraerse una vez más. Conocía la sensación. Estaba por venirse... pero... mil veces más pronto de lo usual.
Quizá se debía al estrés acumulado o a que no había tenido sexo con nadie en mucho tiempo por su abstinencia obligatoria, pero ese delicioso sentimiento se estaba apoderando de sus sentidos y, ahora, se movía a un ritmo descontrolado, jadeando sobre el cuello de Jungwoo y lamiendo sus sudor, sintiendo en la lengua el salado sabor y deleitándose con él. Joder, Jungwoo sabía exquisito de pies a cabeza.
Los talones de Jungwoo golpearon su espalda y se presionaron contra su culo, haciéndole entrar más profundo.
-E-estoy por llegar...- balbucea Jungwoo. Acerca su boca a la de Lucas y tira de su labio inferior con sus propios dientes.- Hazme venir...
Hubiese sido perfecto que, en ese momento, Lucas hubiese podido embestir más duro a Jungwoo y hacerle correrse como pedía... pero ninguno de los dos contaba con que el menor perdería la cordura y se correría primero y en gran abundancia dentro del mayor, haciéndole temblar ante el caliente y húmedo tacto viscoso del semen de Lucas derramándose en su interior con fuerza.
Afortunadamente, aquello fue suficiente para hacerle venir de la misma forma, por lo que se aferró al cuello de Lucas mientras apretaba la hombría del mismo entre sus nalgas, viniéndose con un grito que Wong recordaría por el resto de su vida.
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