Zane's pov.

- ¿Te vas? - me pregunta Andrea abriendo los ojos desde la cama, cubriendo su cuerpo con las blancas sábanas, acomodo el cuello de mi camisa, abrochado el último botón de ella.

- Tengo veinte llamadas pérdidas de Lía, tengo que averiguar - respondo dándole un beso en la frente - no tardaré.

Me sonríe, salgo de la suite. Al llegar a planta baja ya me tienen preparado el ferrari color negro.

[…]

- ¿Lata andante? Que sorpresa - me abre la puerta el inutil de Brandon, justo cuando voy a entrar me cierra la puerta en las narices, lo puedo oír reír al otro lado, vuelvo a tocar, ahora algo molesto. La puerta se vuelve abrir mostrando a un niño de nueve años, de ojos verdes, cabellera rubia cubriendo uno de sus ojos.

- Zane Julien... Que alegría - dice con sarcasmo, pongo mi mano antes de que se repita la acción de Brandon, entre cierra los ojos, se da la vuelta dejando que pase.

Una vez adentro, me topo con Lloyd.

- ¿el...?

- Soy su hijo - me interrumpe el niño, Lloyd asiente.

Lia's pov.

Tenía mis dudas respecto a Damian, era un tanto intrigante que apareciera así como así, se me hacía sospechoso el que apareciera su existencia después de nueve años, junto con el regreso de de Luxord, también el silencio de Kyrdiness durante todos estos años, tiene que haber algo que no vemos, alguna pista sobre esto.

- Tal vez esto te ayude - la biblioteca era demasiado grande como para buscar sólo, por lo que me acompañaban Aoi, (quien traía un libro grande y empolvado, en la portada escrita con letras grandes y doradas, Luxord) Kai y Brandon.

- Si, gracias - sonrió y siguió buscando más información.

Al abrir el antiguo libro, me encuentro con la sorpresa que esta en blanco, es cuando me entra una sensación de miedo, lo hojeo con rapidez, todas las páginas estaban en blanco, suelto un grito de frustración tomando del cabello. Tiró todo de la mesa con violencia, este tiene que ser un broma.

- Hey tranquila, comete un sniker - me dice Brandon agachándose para recoger lo que había tirado.

- ¿Son dinosaurios? - que bipolaridad la mía, trataba de contener la risa al ver el boxer de Brandon, se gira con una sonrisa pícara.

- Si, a poco no te dicen Grrrr - no sé porque, pero de un momento a otro estoy muy roja, trato de ocultar mi rostro sonrojado de Brandon pero ya es tarde. Termina de recoger las cosas, se sienta a un lado mío, aún con esa sonrisa pícara.

- Ni una sola palabra sobre esto -  digo, me guiña el ojo mandándome un beso, suelto un gruñido apartando la vista, el sigue sonriendo, pero no por mucho, su sonrisa desaparece al acercarse Kai.

- ¿Qué pasa? - pregunta sentándose frente a mi - ¿Encontraron algo?

Niego, mostrándole la decepción de libro entregado por Aoi, su rostro expresa lo mismo que yo, decepción y fracaso, Brandon toma el libro.

- Juguemos con la luz - sugiere animado, prendiendo la lámpara de su móvil.

- No seas tonto - le digo molesta.

- No, no, no, si que están pendejos, esta esto más claro que el agua - los dos los miramos extrañados - puede que sea wey, pero no estoy pendejo.

- Tácticamente es lo mismo - digo aburrida, me mira con los ojos entrecerrados, sacando me la lengua.

- En mis años de un criminal bien perrón, me enseñaron a ver las chingaderas de otro modo - mencionó mientras pasaba un lápiz pastel negro sobre la primer hoja - descubriendo así mensajes ocultos, o descifrar aquellas pendejadas de claves, como me estresaban esas madres - hizo una pausa para soplar el polvo de la página, para luego posar su lámpara sobre de ella, revelando así los símbolos escritos en él.

- ... ¡Eres un genio! - Kai tenía los ojos muy abiertos por el asombro al igual que yo.

- Lo sé - se puso unos lentes oscuros, pasando su mano sobre su cabello - lástima que no puedo descifrar esta madre - agregó desanimado, quitándose los lentes.

Hubo un largo silencio, nadie decía nada, ni Aoi cuando llegó, sólo observábamos aquellos símbolos extraños que después de un largo rato de observación se me hacían familiares.

- Lía tu mano - Kai tomó mi brazo sin previo aviso, arremangado las mangas de mi suéter, revelando así aquella marca de Selena, cuando trabajábamos juntas. Todos boquiabiertos, en especial yo.

- Son los mismos símbolos - dijo Aoi tocando el libro.

- Esto quiere decir que - hice una pausa.

- ¿Selena conoció o trabajó para Luxord? - continuó Kai poniéndose de pie, dándonos la espalda, escuchar su nombre salir de sus labios, provoca un vuelco en mi estómago, no puedo evitar sentir celos al recordar que ella y Kai tuvieron un romántico pasado, algo que yo llevó deseando desde que lo conocí. A pesar que Selena ya haya fallecido, Kai jamás la olvidará, ya me lo ha dicho él mismo.

- Brandon, acompañame en buscar sobre Selena - dice Aoi jalando al mencionado de la oreja.

- Au, Au, au - se quejaba cada vez más lejos.

- ¿Puedes descodificarlo? - me pregunta Kai apoyado sobre la mesa, niego. Suspira y se retira en busca de un libro de símbolos.

Aoi's pov.

Me encontraba en la sección Amenazas del pasado, letra S (lo sé, no comprendo como puede existir una sección con semejante nombre).

- Ey, bro - me llama Brandon.

- Soy tu hermana, menso - digo sin verlo, buscando el nombre de Selena, nunca imagine tantas amenazas para Ninjago con la letra S.

- Esta bien, broa - bufé, sigo en lo mío. Realmente Brandon es mi medio hermano, menor que yo por cinco años, sé que él no tiene la culpa, sino más bien mi padre, pero jamás le llegue a tomar cariño, sino resentimiento, apesar que sea mentira, yo lo culpo a él por el suicidio de mi madre,cuando se enteró de la existencia de él - ¿Aoi?

- ¿Qué quieres? - le pregunto ya enfadada, hace una mueca.

- Pues... Me gusta una chica, pero...

- La poesía enamora - digo sin más, volviendo al buscar, hace una mueca de desagrado, pero termina aceptándolo.

- Okay, aquí voy - toma aire, cerrando los ojos - Sólo por ti, amada mía soy aspiradora, y después sopladora.

- ¿Qué... Demonios fue eso?

- Pues poesía pendeja, nivel Brandon - exclama muy orgulloso de si mismo - Soy todo un poeta.

- Ni a los tobillos llegas - digo volviendo a lo mío, ignorando sus reclamos y groserías típicas de él - ¡Bingo!

Tomó el libro saliendo corriendo a donde Lía y Kai estaban.