Andrea's pov.

- No entiendo que le ves a ese maldito - dijo indignada mi hermana viéndome empacar, Zane me había pedido que lo acompañara a su viaje, cosa que acepté con gusto - sabes bien que una vez que le aburras te botará igual que a la basura.

- Te equívocas Anna - le respondí - sé que él me ama.

- Sólo eres su juguete sexual - dijo acercándose a mi - por favor, no arruines tu vida por un maldito.

Baje la vista, en el fondo sabía que tenía razón pero no podía aceptarlo, yo lo amaba, y quería que él también lo hiciera.

Anna se retiró sin decir nada.

Kai's pov.

Hoy nuevamente fui a visitar a Brandon, desde el incidente no eh visto a Lía, ha pasado una semana en que no vuelvo a casa, el recuerdo de la pelea con Lía me persigue al acercarme al lugar, soy un verdadero cobarde.

- ¡Ey! Pinche pendejo de mierda ¿me estas escuchando? - chasqueo Brandon sus dedos delante mío, sacando me de mi trance.

- Lo siento - dije sin verlo a la cara, bufó.

- Te estaba diciendo cabron que sé el paradero de cada uno de tus compadres en pijama - me dijo, abrí los ojos como platos.

- ¡¿Dónde?!

- Tranquilo wey, mira la pijama blanca es un grandísimo puto, la pijama negra come pasteles un drogadicto, la pijama verde chillona esta loco y el pijama azul enfadoso en coma - concluyó - vaya equipo al que pertenecías cabron.

No podía creer en eso ¿Zane un puto? ¿Cole un drogadicto?

Sentí culpa por eso.

- ¿Cómo sabes todo eso? - pregunté después de un silencio.

- Mira pendejo, yo soy un pinche bato bien chingon que lo sólo sé Bv - respondió poniéndose unos lentes oscuros los cuales no sé de donde carajos los sacó - Esta bien wey, te lo diré, pero si dices algo  juro que te dejo sin...

- Ok ya entendí - interrumpí.

- Tengo una hermana, es enfermera en el hospital psiquiátrico de Londres, y ella es quien atiende a un morro bien pero bien kukais, el cual su jodido nombre es Lloyd M. Garmadon.

- ¿Quién es tu hermana?

Aoi's pov.

Entré al habitación de Lloyd, tenía que administrarle un suero, ingresé la contraseña, al entrar, el chico estaba sentado con un cuchillo en manos.

- ¡¿Pero qué haces?! - grité asustada al ver como de sus muñecas escurría la sangre él sólo me miró con esa mirada llena de tristeza, hacía semanas que no tenía ataques, para ser precisa desde su visita, por lo que los doctores lo habían desatado de la camilla, pero ahora estaba tratando de suicidarse, corrí quitándole el cuchillo.

Me alejé de inmediato de él, su cabello rubio había perdido el brillo, comenzó a llorar.

- Ella me obligó - dijo en medio del llanto - Mis amigos... Ellos están en peligro. Por favor sacame de aquí - suplicó antes de caer sobre sus rodillas - ella me persigue por las noches, la oscuridad me hace débil...

- ¿eh?

- No puedo dejarlos, ellos me necesitan, no descansará hasta exterminarlos, por favor, sacame de aquí, tengo poco tiempo...

En verdad que esta loco, estaba por presionar el botón para llamar a los doctores.

   Dice la verdad. Ayudalo.

Me acerque a él,  arrodillándome frente a él.

- ... Te ayudaré.