IX
Kai's pov.
La casa estaba completamente sola, maletas junto a la puerta, y yo tomando como todo hombre en una cantina, mañana me iría de Ninjago, me iría a Londres una vez ahí buscaría a Lloyd y Jay, por lo que sé ambos están ahí, y los encontraré.
La puerta se abrió, era Lía, observó con atención las maletas y luego a mi, corrió quitándome la botella.
- ¡¿Qué demonios crees que haces?! - me dijo preocupada, alce la mirada hacia ella.
- ¿Desde cuándo tienes una hermana? - pregunté con una estúpida sonrisa, ella me miro extrañada.
- Creo que has bebido demasiado - dijo alejando las botellas de mi.
- Claro que NO, si apenas eh tomado doce copas - respondí .
- Lo bueno es que no has bebido demasiado - dijo haciendo énfasis en la última palabra.
- Oye tu hermana esta Re buena - ambas se sonrojaron - pus es la verdad.
Traté de pararme, perdí el equilibrio y caí al suelo. Lía me levantó llevándome al sofá.
- Kai...
- Jajaja ¿que pedo con mi vida? Soy Kai y le temo al agua y mi nombresazo de galán significa mar jajaja.
- ¡¿eh?!
- Aveces me pregunto como es que Perry le pagan por luchar contra un farmacéutico y a mi no por luchar contra... Pues todo eso - señalé las fotografías en la pared.
- Kai necesitas ...
- 50 sombras de Gray es más caliente que mi fuego - rompí en el llanto.
- Vamos al baño - me ordenó alguna de esas dos chicas.
- ¡Ño, soy divergente y nadie me controla!
- Ok, no sabía que lees.
Aoi's pov.
Leía un libro antiguo sobre seres místicos y cosas así, Lloyd me lo había pedido, y yo había prometido ayudarlo, mi lectura fui interrumpida por una llamada.
- Hola hermanita - saludó al otro al lado de la línea.
- ¿Qué quieres? - pregunté fría, no podía creer que después de todo lo que hizo se atreva a llamarme.
- Soy inocente... Al menos en gran parte del caso aunque no me crean - solté un bufido - No cuelgues, necesito que me hagas un favor.
- Brandon...
- Shh, se me acaba el tiempo, ven a Ninjago y busca a Kai Smith, pero no vengas sola trae contigo a Lloyd Garmadon.
- ¿Lloyd Garmadon?¿Y él...? - la llamada se cortó.
Cerré el libro para tomar otro, cuando encontré uno con letras grandes y doradas.
Su título era un tanto intrigante.
Tiempo, recuerdos en el olvido.
Luxord & Larxene.
Zane's pov.
Subí al avión tomado de la mano de Andrea, se veía feliz, estaba sonrojada, mientras que yo nervioso, hacía años que ni siquiera pronunciaba la palabra Ninjago.
La única razón por la que Andrea me acompañaba era por apoyo, me odio a mi mismo, la única chica a quien eh amado ha sido Pixal, para sentir apoyo necesito de una chica cerca, ni yo mismo me reconozco.
- Zane ¿sucede algo? - pregunta sacando me de mis pensamientos, a ella le ha tocado la ventanilla.
- Sólo estaba pensado - contesté después de un rato - Volver me trae muchos recuerdos de ellos...
- ... Y ella - dijo bajando la mirada, me sentí culpable por eso, desvíe la mirada.
La chica que nos daba las indicaciones de seguridad, no esta nada mal...
Cole's pov.
Me sentía bien.
Hacia ya dos semanas en que no consumía droga, los primeros días me resultó un tanto difícil, pero recordé aquella frase que siempre repetíamos para motivarnos.
Un ninja jamás se rinde.
Al restaurante o mejor dicho a la pizzería llegó Caled, amigo mío, traía el aspecto de que acababa de levantarse. Cabello rojizo algo largo, ojos de verde azulado, pecoso, piel clara, alto y delgado.
- Más vale que valga la pena el haber traído, anoche me desvelé hasta las 5:00 am jugando The Walking Dead - si es algo gamer.
- No estaré unos días - comencé ignorando su comentario, bostezo - iré en busca de mi hermana.
- Carnal... Tu no tienes hermanas - dijo preocupado - ¿Te has drogado?
- Mi hermana ya es vieja, y mi madre falleció hace unos veinte años, el auto ardió en llamas, a ellas no les sucedió nada de importancia, en cambio a mi, es obvio que si - respondí con la mirada fija en el trozo de pizza que comía.
- ¿De qué estas hablando? - pregunta levantándose de la mesa viéndome como un loco.
- Iré en busca de Luxord - respondí seguro.
- ¿Luxord? ¡¿Te has vuelto loco?! ¡Es sólo un mito! - saque de mi bolsillo un reloj plateado antiguo, uno de bolsillo con grabados en árabe, japonés y otros idiomas, con una sola manecilla que apuntaba el número doce. Abrió los ojos a manera de sorpresa, volvió a tomar asiento.
- ¿Cómo planeas encontrarlo? - susurro con la mirada fija en aquel reloj.
- Julene será quien me guiará, y si no tendré que hacer un trato con Kyrdiness.
- Estas demente.
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