IV

Kai's pov.

Caminaba por las calles de Ninjago cabizbajo, no podía estar en la casa más tiempo, las cosas han cambiado.

Ayer fui con Lía a tomarnos un café, donde me explicó que fue lo que pasó tras mi arresto, de las cuales no estaba totalmente segura.

De Zane desconoce su situación a la igual que Cole, la última vez que los vio a cada uno fue semanas después de mi arresto.

Lloyd, sólo sabe que huyó de casa o fue secuestrado diría yo, dado las marcas de sangre en su habitación.

Nya se fue de la ciudad junto con Misako.

Y Jay murió...

Trato de no pensar mucho en ello, no puedo seguir en esta ciudad, cada esquina tiene una anécdota que contar, debería tratar de no aferrarme al pasado.

- Mami, ese el asesino... - dice un niño señalándome a lo lejos, , alzo la mirada, la señora comienza a temblar, toma al niño haciendo que callará, sale corriendo.

Suspiro.

Ocho años no es suficiente para que olviden eso. Me cubro el rostro con la sudadera para evitar más comentarios de ese tipo, meto las manos en los bolsillos de ella, siento algo dentro de una.

Es un collar en forma de corazón, recuerdo que estube toda una tarde de joyería en joyería buscando el collar perfecto para Selena antes de descubrir sus verdaderas intenciones.

El viento sopla fuertemente, un periódico pasa delante mío.

En primera plana estoy yo, letras grandes y negritas resaltan Asesino.

- No soy ningún asesino - pronuncio frustrado para mí mismo, lágrimas resbalan por mi mejilla, mi cabeza comienza a darme vueltas, imágenes borrosas pasan muy rápido por mi mente - ... Fue un accidente, lo siento.

Es lo último que pronuncio antes de que todo se vuelva negro.

Larxene's  pov.

- Mami, ese el asesino... - dice el niño sentado frente mio señalándolo a lo lejos, la madre lo hace callar. En efecto es el asesino, me  levanto de la banca para perseguirle, no sabe la verdad.

El juego comienza.

Su mente reacciona muy diferente a la de Lloyd, comienza a llorar el chico, jamás me espere esa respuesta, aún así no me detengo, aumento la intensidad.

- No soy ningún asesino - dice en voz baja, toma su cabeza con ambas manos, es el dolor que eh producido en él - ... Fue un accidente, lo siento.

Cae de rodillas contra el pavimento, la puerta a su mente se ha cerrado, ha quedado inconsciente. Su mente es débil, muy débil, la manipulación en él será sencilla.

Zane's pov.

- ¿Señor? - llama a mi puerta mi secretaria Andrea.

- Pasa - digo sin despegar mi vista de la laptop, tomo un sorbo del vino,  la rubia entra a mi oficina, lleva su cabello hecho un chongo, una falda gris a medio muslo, su blusa blanca, sacó gris, todo  a juego. Su uniforme hace resaltar sus curvas. No puedo evitar que vague en mi mente el recuerdo de aquella noche.

- Le ha llegado otra carta procedente de Nueva Ninjago - me dice tímida, acomoda sus lentes.

- ¿Quién es el remitente? - pregunto apartando la vista del monitor.

- Eh... Noelia...

- No me interesa - la interrumpo, ella levanta una ceja, deja la carta en el cesto de basura.

- Compermiso - dice dirigiéndose a la puerta.

- Andrea... - la llamo antes de que salga de mi oficina - Te ves muy linda hoy.

- G-gracias - dice sonrojada cerrando la puerta.

Desde que abandone Ninjago para venirme a Chicago como empresario, no eh sabido nada de ellos, ni me interesa.

Tiempo más tarde, inconscientemente saco la carta del cesto de basura, guardándola en un cajón, donde eh guardado todos estos años las cartas procedentes de alguno de ellos, me doy cuenta que son bastantes.

Las tomo todas, abro una de Lloyd, nada relevante en ella, una de Jay, otra de Lloyd, una de Cole, Jay, Nya, Wu, otra vez Lloyd, nuevamente Nya.

En esa carta quedé sin aliento, volví a leerla para ver si no me había equivocado, no. Esa carta era una invitación al velorio de Jay hace cinco años, no pude evitar que lágrimas recorrieran mis mejillas.

Tomé la siguiente carta, la cual era la que recién recibí, de Lía.

Terminé de leer su contenido. Salí de la oficina sin aire.

- Andrea, reserva un boleto de avión en primera clase - ordené.

- ¿Destino señor? - nunca creí que volvería, suspire.

- Ninjago - dije en tono melancólico.

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