8. Balance

El parque había reunido el valor que ambos necesitaban, habían reunido los elementos que hacían falta en su vida, el equilibrio y la paz que tanto habían buscado, Atsushi descansaba en una hamaca, tenía una taza de café al lado y un libro entre sus manos, una frazada le cubría medio cuerpo y sintió el peso mayor para apartar su mirada del libro – terminaste temprano

― Si, desde que no puedo matar mis trabajos son sencillos aunque estresantes

― Bueno, estoy aquí para ti

El azabache se acomodó al lado del albino juntando ambas cabezas mientras Atsushi volvía a abrir el libro - ¿lees poemas?

― Si, de romance – Akutagawa sonrió ligeramente

― ¿Es la primera vez que los lees?

― Es la primera vez que quiero saber más sobre el amor

― No se estudia Jinko, solo se siente

Atsushi sonrió de aquello y giro su cabeza para besar la mejilla del azabache – cierto, sentirlo es mejor

Akutagawa se acomodó en el hombro de Atsushi mientras este continuo leyendo hasta quedar dormido, disfrutaba de momentos así, aun siendo todo un secreto, aun teniendo el temor de ser descubiertos, habían optado por un lugar medio, ni de uno ni del otro, era de ambos, un pequeño lugar y acogedor donde podían pasar algunos días juntos, días de descanso o días de poco trabajo, llegaban más allí que a su propia casa

El mafioso y el agente se habían dormido sobre la hamaca, Akutagawa nunca lo aceptaría ni por toda la tortura del mundo pero ese era su momento favorito del día, llegar a casa, toparse con el chico de ojos peculiares y recostarse a descansar a su lado, le agradaba cada momento, fuese pelear o jugar, cenar o limpiar, incluso, le agradaba sacar la basura ¿y por qué? Bueno, porque era normal, es decir, una persona normal, una vida normal, aunque aceptaba estar orgulloso de su vida y su trabajo, una vida normal y tranquila también era placentera.

Atsushi se sentía protegido, no era como si tener un mafioso rodeando por la casa fuese "estar protegido" si no que se sentía feliz, a gusto, con el corazón protegido uno que ya una vez el azabache atravesó y aun así ahora se lo había confiado para algo más importante, el amor.

Sus días en la agencia y mafia eran los mismos, misiones juntos o misiones donde debían golpearse, misiones donde ni se veían y otras donde eran el caso a resolver o dañar.

Akutagawa despertó en la hamaca teniendo al albino durmiendo a su lado y con el libro encima de su rostro, dejo salir sus sonrisa al lado de algunas ligeras carcajadas, quito el libro del albino y logró ver sus ojos bicolores mirándole fijo, mientras sus mejillas se coloraban – n-no es chistoso – se quejó Atsushi

― Lo es, pero más que nada... es adorable – menciono poniéndose encima del menor

― Ry-Ryunosuke si sigues así la hamaca colapsara

― Tenemos a Rashoumon

― Ry-Ryunosuke...

― Bien – bajo de la hamaca y Atsushi lo miro confundido en cuanto su mano se postro – vamos a la cama, Atsushi

Atsushi sonrió y tomo la mano del azabache no sin antes ser abrazado por el azabache, Atsushi no pensaba soltarlo, le abrazo fuerte y comenzó besar desde su cuello hasta su mejilla y lo que lograba alcanzar pues el azabache le detenía con su abrazo, entre besos y caricias llegaron a la habitación donde se miraron a los ojos, era su hora.

Akutagawa comenzó el ritual sin despegar la mirada de la del albino comenzó por poner sus manos en su pantalón cambiando ligeramente el rumbo hasta su cinturón, Atsushi no se quejó, ni tampoco lo negó, no aparto su mirada de la del azabache y al contrario, tomo el pañuelo en su cuello para deshacerse de el, sonrieron, sabían hacia donde se dirigían sus traviesas manos, lo sabían mejor que nadie sus puntos fuertes y sus puntos débiles pero en su ritual de amor, el hacerlo lento o rápido dependía de su ánimo y sabían cuando hacer cada uno de ellos.

El siguiente paso fueron los sujetadores de Atsushi, Akutagawa los deslizo por sus hombros y hasta sus brazos hasta lograr sacarlos mientras el mismo albino quitaba su corbata, iniciaron un nuevo beso, un beso que les permitía ver a través de ellos, uno que no tenía límites ni tampoco quejas, se realizaba por ambos mientras el azabache desabotonaba uno a uno los botones del albino

La respiración agitada cambio de ritmo a una más rápida mientras una vez más Akutagawa deslizaba la camisa del albino por sus hombros para sacarla por completo, sus dedos traviesos jugaron con la piel de Atsushi, pasando por sus hombros, pecho y llegando a sus muñecas, comenzaba a quitar los guantes negros del agente cuando se separaron ligeramente aun siendo unidos por la saliva de sus bocas - ¿Qué sucede? – pregunto Atsushi

― Quiero hacer algo con tu corbata

― ¿mi corbata?

― Si – menciono mientras tomaba la corbata del piso donde Atsushi la había dejado caer – date vuelta – pidió

Atsushi se dio vuelta dejando al azabache en su espalda, Akutagawa rodeo el cuello del albino con sus brazos mientras acomodaba la corbata encima de los ojos de Atsushi – ¿Ry-Ryunosuke?

― Estarás bien, confías en mi ¿No?

― Siempre confiaré en ti Akutagawa Ryunosuke, perro asesino de la Port Mafia

― ¿tenías que decirlo así?

― ¿Qué más confianza quieres? Vivo con un asesino

― Pequeño Jinko – se quejó el azabache en reproche pero no cambio su ya determinada acción

Ajusto la corbata en la nuca del albino sin dejarle mirar, solo sentir - ¿puedes ver algo?

― Absolutamente nada

― Bien, activa tu habilidad pero solo en tus oídos

― ¿Por qué?

― Vamos, obedéceme

Atsushi hizo caso, no atado a solo un simple pedido, atrajo su habilidad en sus oídos y con ello también sus orejas de tigre – lindas – menciono mirando las orejas y al dar un primer paso notó algo más sobresaliendo del pantalón del albino – vaya... - sonrió – será para después

― ¿Qué vas a hacerme?

― Eso tendrás que averiguarlo

Atsushi sintió como su piel se erizo, sintió como sus nervios subieron y como su ritmo cardiaco subió, el azabache pasaba la yema de su dedo índice por la nuca de Atsushi, bajando por su columna vertebral hasta su espalda baja y el punto de unión de sus glúteos, el albino comenzó a temblar con el acto de seducción de su pareja – mmgh – pronuncio. El mafioso alegre de la reacción de su pareja, no se detuvo, continuo deslizando las yemas de sus dedos por el cuerpo de Atsushi, solo sus yemas y solo delicadamente, donde ataco agresivamente fueron las orejas de Atsushi, con una mano libre había tomado la derecha pasando el pulgar sobre la oreja y sus otros cuatro dedos, mientras que a la oreja izquierda la había tomado entre sus labios - ¡ahg!

Akutagawa sabía bien que tan bien se sentía el albino, lo conocía perfectamente – da dos pasos y podrás poner tus manos sobre la cama

― N-no quiero quedar en una posición tan vergonzosa

― Claro que quieres – dijo mientras tomaba la barbilla de Atsushi – quieres esa posición y quieres que vea todo en ti

― Ry-Ryu no actúes como mafioso poderoso

― Pero soy un mafioso poderoso – sonrió mientras dejaba su mano en el glúteo del albino para empujarlo ligeramente – vamos, acércate a la cama y muéstramelo todo

El agente tampoco se dio a tardar con sus emociones, un paso, dos pasos y se inclinó hacia enfrente, Akutagawa sonrió de verle y volvió a acariciar su columna vertebral – ¡aaghh! – gimió fuerte. Paso ambas manos a los costados de la cadera de Atsushi, tallo su pantalón y acomodaba sus manos en el zipper de esté, su izquierda había entrado en la tela mientras su derecha había subido hasta su pezón - ¡uugh! – Gimió al sentir el peñizco en su pezón – Ry-Ryunosuke....

― Estas tan sensible sin poder ver... - menciono mientras hallaba la cola de tigre y la dejaba salir de su pantalón

― ¡aaagh! Ryu n-no la toques – pidió y el azabache la acaricio como si de un gato se tratase creando nuevas emociones en el albino, muchas electrificantes

― ¿sigues sin querer ser visto?

― So-solo haces bro-bromas... - trago saliva – de-deberías hacérmelo

― Tienes un buen punto – menciono para dejar a Atsushi oír como bajaba su zipper – debemos hacerlo correctamente – sostente fuerte de la cama

― Es-espera Ryunosuke, no lo hagas brusco

― Sostente fuerte

― Ryunosuke por favor

― Sostente

― S-si fuerte, fuerte, - trago saliva, dejo su cabeza abajar ente sus hombros mientras acomodaba sus manos – so-solo entra y ya

Akutagawa sonrió, no encontró, acaricio los glúteos del albino mientras dejaba su miembro juntarse al de Atsushi, Rashoumon los sostuvo a ambos haciendo al albino gritar – ¡RYU-RYUNOSUKE! – Le regaño – n-no uses tu habilidad para tomar mi miembro

― ¿Por qué no? Sé que te gusta – dijo besando la espalda del albino – te gusta tenerlo junto al mio ¿me equivoco? – mencionaba mientras se movía en un vaivén sin penetración

― N-no lo... mmgh... ¡aaah! Ry-Ryu...

― lo sientes ¿verdad? – pregunto al oído de Atsushi mientras esté gemia

Con Rashoumon sosteniéndolos a ambos miembros juntos, aquello era más una masturbación colectiva, pero a Atsushi le dejaba atrás con sus constantes caricias a su cuerpo, había llegado una vez más a la espalda baja del albino sin parar en el vaivén, logrando ver el punto donde sus glúteos se unían y su cola de tigre comenzaba. Sonrió ligeramente y tomo la cola de Atsushi haciendo estremecer su cola, ¿Qué hizo el mafioso? Fácilmente comenzó a besar la cola del tigre provocando con esto que Atsushi fallara de sus brazos dejando su pecho y rostro en el suelo y el trasero levantado – Justo así querías estar desde un principio, Jinko – dijo con una sonrisa ladina

― ¡aagh! Ryu, Ryu por favor – apretó sus labios – y-ya m-me ven... uggh go – pronuncio sin antes no haber terminado. Akutagawa acaricio la espalda de Atsushi como si de un gato se tratará, Rashoumon los soltó a ambos, Atsushi estaba derrotado – ga-ganas

― No Jinko, siempre juntos, tu y yo – sonrió Akutagawa mientras entraba en el agujero del albino – uno solo – menciono logrando entrar

― Du-duele... l-la posición duele Ryu

― ¿tanto así te duele? – pregunto disminuyendo al velocidad

― N-no te he dicho que pares – dijo el albino y Akutagawa sonrió

― Por favor jamás cambies

El vaivén siguió haciendo a Atsushi apretar sus adentros así como sus puños y morder sus labios, Akutagawa disfrutaba de la escena: Atsushi sudado, gimiendo, su cola de tigre enredada en su brazo y sus orejas completamente abajo en señal de sumisión, la corbata que cubría sus ojos se había deslizado y podía ver aquellos cristalinos ojos asomarse entre su agitada respiración. Eso era un verdadero sexo

Las embestidas siguieron fuertes y constantes hasta que Atsushi no pudo más, Akutagawa término dentro haciéndole gritar con todas sus fuerzas, y rápidamente lo tomo Rashoumon para que no golpeará su cabeza contra el suelo, como suele pasarle. – Te dejaré en la cama – dijo Akutagawa mientras quitaba la corbata de los ojos de Atsushi 

― N-no, es-estoy lleno de semen

― Bien, te lavaré – sonrió Akutagawa tomando el labio del albino – te vez hermoso como siempre

― Siempre dices eso Ryu – menciono abrazando al azabache – ¿dormimos?

― ¿no querías un baño?

― Durmamos – exigió y Akutagawa sonrió

― ¿Cómo siempre te consiento?

― Por que yo lo hago en el sexo

― Tienes un punto Jinko – sonrió Akutagawa acostándose con el albino en la cama – ¿mañana me contaras otro cuento?

― Claro, todos los que quieras

― ¿Cuál sea?

― Cual sea

― ¿poemas?

― Si

― ¿paranormal?

― Si

― ¿Asesinatos?

― Si – lo abrazo mientras miraba a los ojos – lo que sea mientras sigas cayendo de amor por mi

― Siempre voy a caer por ti, Atsushi – dijo el azabache juntando sus frente – hoy y siempre, seremos eternos

― Hoy y siempre, únicamente caeré en amor por ti

Ambos chicos cerraron sus ojos, se besaron, la vida normal podía ser... muy normal, pero amaban cada parte de ella, podían ser, Akutagawa Ryunosuke y Nakajima Atsushi, los amantes que hacen más ruido en su vecindario, la pareja que va de compras al súper mercado o simplemente felices.


¡Hola!

No había podido subir el final de este fanfic por que había algo que me faltaba, ahora que pude completarlo, quiero agradecer enormemente por su paciencia, por su espera y por su apoyo a esté hermoso Fanfic, en mi corazón lleva una parte y espero que en el de ustedes también. 

Espero que lo hallan disfrutado, el amor es algo hermoso que incluso en dos seres distintos puede triunfar, incluso en personas diferentes, incluso en alguien que ama y otro que aprende a amar... Mientras halla interés todo puede pasar.

¡Gracias por leer!

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