✧chapter two
—¡TaeTae, por aquí! — gritó el peli rosa desde la tarima, movía sus manos de lado a lado para que el chico lo notara.
—Vaya, es bueno verte detrás de los discos otra vez. — sonrió al estar frente a él y abrazarlo —Tenía mucho tiempo que no mezclabas.
—Lo sé, pero la música me llamó. — soltaron una risita —¿Porqué llegaste tarde?
—¿Tarde?, apenas dieron las nueve. — rió leve.
—Sí, pero vas tarde a tu cita. — colocó un nuevo disco.
—Ah, la famosa cita organizada por ti y un delincuente. — se cruzó de brazos —¿Quien te dijo que acepté?
—Yo lo digo. — sonrió —Vamos Tae, no le llames así a Yoongi, nosotros sólo queremos ayudarlos a socializar.
—¿Al menos es alguien parecido a mi? — acomodó su bolso de mejor manera sobre su hombro.
—Mmm... Sí, tú no te preocupes. — tuvo que mentir, pues era evidente que su amigo no querría ver a Jungkook si supiera los preliminares.
—Vale... — largó un suspiro —¿Dónde está?
—Allá afuera. — respondió Yoongi llegando detrás suyo —Junto a la puerta trasera.
—Gracias. — se alejó a paso rápido después de dar un brinquito de susto.
Kim Taehyung, el mejor amigo de Jimin.
Él realmente amaba ésa clase de fiestas, o mejor dicho, cualquier fiesta, pues era bueno para hacer amistades y siempre animaba el ambiente de una u otra forma.
Aunque, si había algo que le disgustara, definitivamente era la cultura "pesada", y a la gente que la seguía. Ya saben, todo negro y sustancias tóxicas por doquier, éso le molestaba.
Pero no era todo culpa suya, su familia lo había educado para pensar así, que todos aquellos que usaran cuero y metal sobre ellos eran "delincuentes", así que tenía bien plantada ésa idea en la cabeza.
Él, en plan inocente y confiando en su amigo, salió al patio pensando que encontraría a un chico con una bandana y tal vez pantalones sueltos de mezclilla clara. Sin embargo, apenas cruzó aquella puerta sintió una brisa de humo en su nariz, de inmediato le causó náuseas el aroma a cigarro, y buscó con la mirada al dueño de ése desagradable humo.
—Disculpa, ¿puedes apagar éso?, molestas a la gente decente. — se acercó a Jungkook, sin saber quién era.
—Es un espacio abierto, no molesto a nadie. — ni siquiera lo miró, y sopló más humo a propósito.
—Iugh. — movió su mano frente a su cara intentando dispersar la nube gris.
—Eres Taehyung ¿cierto?, Jimin me envió para ayudarles con la presentación. — llegó Yoongi.
—Eh, sí. — aclaró su garganta sin captar aún.
—Vale, Tae él es Jungkook, tu cita. — el rubio casi se atragantó con su propia saliva, y el mayor toció con el humo atravesado en su garganta.
—¿Él? — exclamaron al unísono, con un evidente tono de inconformidad.
—No Yoongi, no pasaré la noche hablando con un malvavisco. — rodó los ojos.
Taehyung obviamente supo porqué lo llamó así, pues portaba un suéter blanco bastante esponjoso, y su broche de pompones en el cabello no lo ayudó.
Así que lejos de tomarlo como cumplido, lo hizo fruncir el ceño al sentir ése comentario como insulto.
—Descuida, no pensaba quedarme con un delincuente. — respondió — Iré adentro con Jimin, gracias por nada.
—Hey, no. — Yoongi detuvo al menor antes de que comenzara a caminar — Van a aceptar ésto, saldrá bien.
—¿Cómo esperas que salga bien?, ni siquiera tolero ver su cara. — apagó su cigarro sobre la pared.
—Tú necesitas convivir con alguien diferente a mi. — señaló a Jungkook —Y Jimin dice que tú necesitas salir de tu mente cuadrada. — miró a Taehyung.
—¿Te gusta mi amigo acaso?, ¿o porqué lo ayudas con tanto ímpetu? — soltó una pequeña risita.
—No me gusta, sólo estoy de acuerdo con lo que dice. — bufó —¿Ven?, se parecen mucho, se la pasan reclamando.
Ambos chicos se dirigieron una mirada harta, no mentían al decir que no soportaban ni siquiera estar en un mismo espacio.
—Pasarán el resto de la fiesta juntos, y no es pregunta, es aviso. — dicho ésto, Yoongi regresó adentro para quedarse con Jimin.
No, no le gustaba, aún.
Se llevaban bien, y éso le bastaba para sentarse a su lado a platicar mientras lo veía mezclar canciones. Además, no quería quedarse viendo como Jungkook y Taehyung se insultaban mutuamente hasta que la fiesta terminara.
—Quita ésa cara, haces más difícil ésto. — bufó Taehyung acercándose un poco.
—Yo ni siquiera quería estar contigo. — sacó un nuevo cigarro de su chaqueta.
—¿Puedes no fumar en mi presencia? — él sacó una paleta de fresa desde su bolso.
—Que nena. — justo cuando iba a guardarlo, se escuchó una canción repetida que lo hizo frenar su acción —Uy no, lo lamento, es ley fumar escuchando Metallica.
—¿Qué?, éso es ridículo. — lo vió encender el cigarro con las ruidosas guitarras de fondo —Ni siquiera sé qué es Metallica.
—Okey, voy a fingir que no escuché éso. — rodó los ojos soltando más nubes grises desde su boca.
—Mínimo no me eches tu humo en la cara. — hizo una mueca de asco — Deberían poner mejor a Madonna.
—¿Quién? — lo miró confundido.
—Madonna. — sonrió leve —La cantante rubia. — Jungkook se veía igual o más confundido —Dios, ¿es enserio?, ¿vives abajo de una piedra o qué?
—Abajo de un puente para ser más exactos. — bromeó, y logró que Tae riera un poco.
—Oye, tal vez si escucharas música más relajada me caerías bien. — admitió —¿Porqué no me dejas enseñarte un poco?
—Con la condición de que me dejarás fumar a gusto y conocerás a Metallica. — por un segundo, parecía que ambos estaban cobrando paciencia mutua al menos.
—Tal vez. — lamió su paleta.
—No hagas éso frente a mi. — desvió la mirada —Se ve raro.
—¡Pervertido! — soltó un golpe no muy leve sobre el brazo de Jungkook.
—Ja, pegas como niña. — dijo burlón.
—¿Quieres que te golpeé como debe ser? — metió por un momento el dulce a su boca, sacándolo poco después.
—Me gustaría verte intentarlo. — casi lo hizo enrojecer de enojo.
Sí, definitivamente era la cita más extraña que ambos habían tenido en sus vidas, pero realmente mucha opción no tenían.
Jungkook sabía que Yoongi se molestaría si se iba, lo cual no le importaría si el pálido no fuera su única amistad.
Taehyung no quería imaginar las caras enojadas que Jimin haría si decidía finalizar el encuentro antes de lo acordado.
—Estamos obligados a quedarnos juntos por ésta noche, ¿al menos podrías fingir ser educado? — reclamó Taehyung.
—¿Disculpa?, soy educado, que tú creas lo contrario por cómo me veo es tu problema. — apagó el cigarro, solamente fumó la mitad de éste.
—No parece que lo seas, llevas media hora molestándome. — se cruzó de brazos.
—Eres muy prejuicioso ¿cierto? — acomodó ligeramente una de sus piezas, ya que a veces se resbalaban de su lugar.
—Vamos cállate, eres igual. — miró como Jungkook acomodaba una perforación sobre su ceja —¿Qué es éso?
—Un piercing. — contestó normal, Taehyung ladeó la cabeza sin entender —¿Vives bajo una piedra o qué?
Rió por haberle regresado aquella frase al chico, quien sólo bufó y formó un puchero involuntario.
—Ya dime, ¿qué es piercing? — se acercó un poco.
—Una pieza de metal que se pone atravesando tu piel. — explicó — Duele cuando te perforan, pero después se ve bien.
—Estás loco. — quiso seguir reclamando, pero él era un chico muy curioso —¿Me dejas verla?
Jungkook se acercó peligrosamente a su rostro, dejándole una vista perfecta de sus dos perforaciones en la ceja derecha, una pieza transversal en la oreja igualmente derecha, tres aretes en cada oreja y una argolla en la nariz.
—Son muchas ¿no lo crees? — intentó no sonrojarse, porque realmente no quería hacerlo. Pero, Taehyung siempre se ponía nervioso con la cercanía de una persona, sin importar quien fuera.
—Y no has visto todas, malvavisco. — sacó su lengua, dejando ver un arete plateado.
—Éso sí es asqueroso. — sin quererlo, acabó con la cara pintada de color rojo.
—Tus mejillas no dicen lo mismo. — rió alejándose levemente.
—Ash, ¿seguirás molestándome toda la noche? — bufó con un puchero.
—Probablemente. — sonrió de lado.
"Que cita más horrible me consiguió ése algodón de azúcar con piernas", pensó Taehyung.
"Si se verá así de tierno cada vez que lo haga enojar, podría no ser tan malo", pensó Jungkook.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top