✧chapter twenty-six

*Pov narradora*

En cuanto el ensayo terminó, Taehyung salió del garage como si su vida dependiera de ello; se despidió rápidamente de Yoongi y Namjoon, y le dijo a Jimin que lo esperaría afuera.
Él simplemente ya no podía estar ni un segundo más respirando el mismo aire que Jungkook.

Y por supuesto, ni siquiera le dirigió la mirada a Jeon. Le dolía el corazón con tan solo tratar de ignorar su presencia, pero no tenía opción, al menos no si quería evitar romper en llanto de nuevo.

-Lo llevaré a mi casa, ahí podrá desahogarse y descansar de todo esto.-comentó Jimin a los otros dos chicos, mientras soltaban un suspiro al unisono.

-Si claro... Y, amor, de verdad lo lamento... Nunca imaginé que pasaría algo así.-Yoongi mantenía la mirada baja, sintiéndose aún culpable.

-Perdóname tú a mí por echarte la culpa, ninguno de nosotros pudo adivinar que Jungkook le haría daño.-el peli rosa abrazó a su novio, compartiendo su sentimiento.

-Mientras cuides a Tae, todo estará bien... Ya veremos que sucede mañana.-Namjoon colocó sus manos en los hombros de sus amigos, tratando de darles algo de apoyo.

En definitiva, la situación se había convertido en un drama total gracias a una sola persona.

Finalmente, los tres se despidieron -Jimin ignorando por completo a Jungkook, quien seguía en su batería- y cada quien se fue por su lado.
Park y Kim salieron del garage en direcciones distintas, mientras que Yoongi largó un suspiro pesado antes de girar sobre sus talones. Él debía encarar nuevamente a Jeon, y también esperar a que se fuera de su casa.

-Vamos Tae, iremos a mi casa ¿si?-Jimin abrazó a su amigo por los hombros, comenzando a caminar lado a lado-Oye, ¿qué te parece si compramos un pastel de fresas con crema, eh?, tu favorito, eso te ayudará a sentirte mejor, ¿qué dices?

El peli rosa estaba haciendo su lucha por subirle el ánimo a su mejor amigo, y sí, quizá un pastel no resolvería el problema, pero al menos lo haría concentrarse en algo diferente.
Taehyung no emitió palabra, solamente asintió con pesadez, y continuó batallando consigo mismo para permanecer calmado.

Pronto, tanto el dúo como Namjoon desaparecieron del campo de visión de Min, y entonces, fue momento de estar a solas con su aún mejor amigo, el cual, había estado en silencio escuchando cada mínima palabra dicha por ellos tres.

Claro que tenía su atención puesta en el rubio, y en sus conversaciones -o intentos de conversación- que había tenido hasta que se fue. Pero, de igual modo, se negó a intervenir.

-Muy bien, ya todos se fueron, y ahora puedo golpearte como es debido.-dijo Yoongi entre un bufido, caminando hacia la batería con las manos en puño.

No lo decía literalmente, no sería capaz de lastimarlo de verdad, pero por supuesto que quería darle al menos un puñetazo en sus partes nobles.

-Hazlo si quieres, no me interesa.-contestó el peli negro rodando los ojos.

-¿Ah sí?, no me orilles a eso Jungkook.-se paró frente a él, arrebatando las baquetas de las manos de Jeon, haciendo que le prestara toda su atención aunque fuera a la fuerza.

-Digo que no me interesa, porque sé que me lo merezco.-suspiró profundo-¿Enserio me crees tan idiota Yoon?...

-Por hoy, es un rotundo sí.-el pálido se cruzó de brazos.

-Por favor, ¿piensas que no sé que estuve del asco?, por supuesto que sí, lo hice a propósito.-confesó encarando finalmente a su amigo.

Y esque solo con Yoongi se atrevía a confesar algo así de personal, pero rato atrás, se encerró en si mismo al verse rodeado de gente además de él.

Cuando lo miró a los ojos por fin, Min pudo notar, esta vez, la sinceridad en Jungkook. Su amigo había vuelto después de dejar libre al imbécil que se comportó mal con Taehyung, y ahora sí, podrían tener una plática civilizada después de horas.

-Aish... Explícame porqué, ¿qué pasó Kook, eh?, dime tú, porque yo por más que lo pienso no lo entiendo.-Yoongi relajó su postura y recargó sus manos en la batería, teniendo más cercanía así.

Jungkook suspiró nuevamente, sintiéndose demasiado idiota por tener que explicarle qué pasaba en su cabeza. Y esque sí, no era una razón válida al final de todo.

-Tengo problemas con salir de mi zona de confort, lo sabes... Y, tan solo velo, Taehyung está completamente fuera de mi confort, y eso provoca enredos en mi mente y...-habló algo rápido, pero comprensible. Debido a la vergüenza que ahora comenzaba a sentir, cubrió su rostro con sus manos.

-Y decidiste poner tu mecanismo de defensa otra vez... Por eso lo rechazaste de mil formas ¿no?-Yoongi lo conocía bien en esos aspectos al parecer. Esa mínima explicación era la pieza que le faltaba en su rompecabezas, y ahora, finalmente comprendía la situación.

-Si...-el peli negro sintió como sus ojos ardían nuevamente-Pero Yoon, estuve pensando en ello todo este rato y la verdad... Me arrepiento mucho de haber actuado así...

Después de mucho darle vueltas, descubrió que le estaba afectando más de la cuenta el solo pensar en que Taehyung ya no le hablaría más allá de lo "profesional", y que probablemente ya lo odiaba de nuevo.
Se arrepintió un poco a tiempo, y eso pasó porque el chico realmente le gustaba y su corazón solo no pudo soportar más la idea de dañarlo así, de la nada.

La verdad, sus ideas seguían revueltas y dispersas, y probablemente tardarían mucho más tiempo en formar un hilo coherente; pero al menos, una de ellas salió a relucir después de aquella equivocación tan grande que había tenido. "Debo disculparme con Tae" fue el pensamiento que logró ganar en esta ocasión.

-Eso quería oír, tenía una pequeña esperanza de verte recapacitar.-admitió el pálido entre una bocanada de alivio.

-Ajá, pero no sirve de nada que haya pensado todo mejor... Tae me odia otra vez...-alzó la vista, dejando ver como dos lágrimas empezaban a resbalar por sus mejillas. Por supuesto que se sentía mal, pero todavía no había pensado en un modo de remediarlo.

"Le haré caso a la otra parte de mi mente ahora" era su decisión desde que vió a Taehyung más mal de lo que imaginó. Cómo hacerlo era el desafío.

-Mmm... No creo que te odie, aún.-Yoongi se acercó más a él, quedando a su lado y dándole un abrazo por los hombros, mostrándole que ya todo estaba bien entre ambos-Solo hay que pensar en la disculpa perfecta, y debe ser para mañana mismo.

-¿Por qué no hoy?-cuestionó Jungkook limpiando su llanto.

-Créeme, Jimin no dejará que te acerques a su casa ni a Tae.-explicó-Pero, mañana irás a tu práctica de patinaje y estarán solos, entonces sí podrás hablar con él.

-Cierto... Pero, ¿qué puedo hacer?...-respiró hondo el peli negro, dirigiendo su vista por un momento a las macetas de rosas que seguían en el suelo junto a su batería, mientras Yoongi miraba al techo en busca de una idea.

"Pero que imbécil fuí" se repetía mentalmente una y otra vez.

-Que tal... Un regalo... Él me trajo regalos, ¿y si le doy uno?-prosiguió Jeon, aún viendo las flores. Fue lo mejor que pensó.

-¡Si!, pero, creo que ya sé qué clase de regalo.-Yoongi le sonrió con complicidad, dándole un leve codazo amistoso.

Menos mal que Jungkook no estaba solo.

*Al día siguiente*

Eran casi las tres de la tarde, y Jungkook ya estaba en su motocicleta camino a casa de Taehyung.

El rubio no había pasado un buen día después de lo ocurrido en el garage, pero gracias a Jimin, logró calmarse un poco. El día anterior se quedó en casa de Park hasta muy tarde, y acabó llegando a su propio hogar cuando todo estaba ya oscuro; estuvo con su amigo escuchando todos sus discos favoritos, mirando televisión y comiendo una rebanada de pastel que Jimin le había comprado.

Por supuesto que eso no resolvió el lío en su cabeza, pero después de un rato, se pudo tranquilizar.

Además de que Jimin sí le dijo algo positivo de la situación.
"Habla con él mañana, al menos para que sepas qué ocurrió. Tal vez puedan arreglar algo", le dijo el peli rosa.
Y esque ninguno de los dos amigos querían que esa "relación" se acabara así sin más, y sí, tenían fe en que al menos podrían resolver un poco el problema.

Taehyung no quiso dar explicaciones a sus padres cuando regresó a su casa, ni mucho menos hacer quedar en mal concepto a Jeon frente a ellos. Después de todo, aún tenía una pequeña esperanza de que las cosas se podrían resolver; quería mucho a Jungkook, todavía le gustaba aún después de tal escena, y por eso, decidió no decirles a sus padres que él lo había hecho llorar.

"Deberías agradecer que te quiero", pensaba el rubio mientras se inventaba una excusa para explicar sus ojos hinchados y su hora de llegada.

Y ahora, en el día de su entrenamiento de patinaje, decidió adoptar una imagen más seria para pedirle una explicación a Jungkook.
Se vistió con una camiseta blanca muy básica, pantalón igual de común y no se tomó la molestia de arreglarse como usualmente lo hacía, con la intención de que su aspecto denotara indiferencia.

Además de que salió antes de su casa hacia el parque, ya que no tenía ganas de recibir a Jungkook directamente en su puerta; sabía que iría a buscarlo ahí, pero prefería que su mamá se encargara de verlo primero.

No sabía que ni siquiera sería necesario todo lo que estaba haciendo.

-Buenas tardes señora, ¿se encuentra Tae?-preguntó Jeon al llegar a la casa Kim, tocó la puerta, y fue recibido por la madre del menor.

-Acaba de irse al parque, debe estar esperándote ahí.-contestó ella con una sonrisa amable-¡Por cierto!, le dije a Tae que te avisara que puedes venir a comer con nosotros cuando gustes, podría ser hoy después de su práctica.-añadió la rubia mostrándole la típica expresión emocionada de una madre.

Jungkook le agradaba para su hijo.

-Claro, me lo comentó ayer...-se sintió algo nervioso al recordarlo, pero no lo demostró más que con una pequeña risita fingida-Mientras él me quiera aquí, yo acepto.

-Él estará encantado, créeme.-"ojalá que lo esté" pensó el peli negro, mientras la veía sonreír y juntar sus manos con ilusión.

Después de eso ambos se despidieron, y Jungkook cruzó la calle a pasos grandes para buscar a Taehyung, no sin antes pasar a sacar un par de cosas del maletero de su motocicleta.

No tardó demasiado en encontrar al rubio, pues lo vio sentado en la misma rampa de siempre, dándole la espalda.

Jungkook se acercó a él lentamente, queriendo sorprenderlo, pues tal como había planeado con Yoongi, le había llevado un par de regalos: en una mano sostenía su walkman con un cassette listo para reproducirse, sin los audífonos puestos y con la bocina a todo volumen; mientras que en la otra mano, cargaba una caja rosada con el sello de una panadería en la tapa.

Mientras caminaba, estando ya a pocos pasos de Taehyung, encendió el reproductor y comenzó a sonar una canción romántica -que por cierto no era para nada del estilo de Jungkook-, y esto hizo que Kim se sobresaltara por la repentina aparición de música, girando su vista hacia atrás y encontrándose así con el peli negro.

-Hola malvavisco...-habló Jeon con una leve sonrisa cargada de nervios y culpa, al tiempo que se plantaba frente al contrario.

De momento Tae no respondió, solo se puso de pie frente a él con los brazos cruzados, escuchando por unos segundos la canción, y sintiendo como la confusión aumentaba entre más detallaba a Jungkook.

-¿Eso es Kiss me de Sixpence?...-cuestionó como primera duda el rubio, tratando de mantener aquella fachada seria que se había propuesto montar.

-Sí, creí que sería una buena canción para dedicarte...-y ahí, Taehyung no pudo seguir siendo fuerte.

-¿Qué?...-sintió que sus ojos ardían, muy probablemente lloraría por lo que estaba pasando. Soltó la fuerza en su postura y bajó el tono de su voz.

-Tae... No sabes cuánto lamento lo que pasó ayer...-Jungkook comenzó a explicar, mientras Sixpence sonaba de fondo-Te daría una excusa pero no la tengo, solo... Sé que fui un idiota contigo, y de verdad quiero disculparme.

Por supuesto que no le diría que lo hizo a propósito, ni tampoco le diría todo lo que había pasado por su cabeza ese día. Solo quería pedirle perdón y remediar el desastre que él mismo había provocado.

Quizá hubiera sido buena idea externar la verdad completa, pero no quería hacerle más daño con ella.

Con cuidado de no dejar caer ninguno de sus regalos, Jeon abrió la caja que traía consigo, revelando el presente más grande.
Le había comprado un pastel entero de fresas con crema a Taehyung, y había pedido que llevara escrito un "lo siento" con betún rojo.

-Escuché por ahí que este pastel es tu favorito y... Te compré el más bonito que ví en la panadería.-prosiguió-La canción, bueno... No puedo llevarme el crédito completo, la madre de Yoongi me ayudó a elegirla ya que ella sabe más de amor que yo... Y después fui a la plaza Malibú a comprar un cassette con la canción para poder regalártelo...

El rubio no podía creer lo que estaba escuchando y viendo.
Detalló el pastel con la mirada, leyendo la disculpa en su decoración, y sintiendo como las lágrimas empezaban a caer de sus ojos; y el hecho de saber de memoria la traducción de dicha melodía lo hizo llorar aún más.

En un resúmen básico, "Kiss me" era una canción con distintas formas para pedirle a la otra persona un beso.
Era un "como sea, dónde sea, solo bésame. Cualquier ocasión es perfecta para besarnos".

Quizá la parte que más les había dolido a ambos el día anterior, fue que Jeon se negó a besarlo. Y sí, pensó que esa letra sería perfecta para su disculpa.

-¿Me puedes perdonar, mi malvavisco?-Jungkook le extendió los regalos a Taehyung, esperando una respuesta o al menos un rechazo formal.

Ninguna de esas cosas pasó.

Sin saber en qué momento pasó, de un segundo a otro, ya se encontraba siendo besado por Tae.
El rubio ni siquiera se detuvo a pensar nada ni a tomar sus obsequios, tampoco tardó ni un segundo en perdonarlo al ver cómo esos ojos de chocolate que tanto le gustaban volvían a brillar para él.
Pudo ver sinceridad en su mirada, y sintió que Jungkook en serio estaba arrepentido de haberlo tratado tan mal.

Así que en un parpadeo, Taehyung abrazó por el cuello al peli negro, se abrió paso entre sus brazos y lo besó profundamente.
Por supuesto, no demoró ni cinco segundos en ser correspondido, sintiendo como Jeon rodeó su cintura con el brazo que sostenía el walkman.

Duró un poco de tiempo ese beso, quizá un par de minutos, y el rubio fue quien se separó brevemente para por fin hablar.

-¿Eres sincero?-preguntó a unos escasos centímetros de los labios de Jungkook, todavía dejando ver varias lágrimas resbalando por sus mejillas.

Un llanto de felicidad y pedazos de tristeza combinados.

-Te prometo que lo soy, estoy arrepentido por lo que hice ayer y sé lo mal que estuvo... Puedo imaginar lo mal que la pasaste y de verdad lo siento.-Jeon le hablaba con un tono bajo y dulce, haciendo contacto visual por unos segundos.

-Entonces... Te perdono.-el rubio sonrió levemente mientras posaba sus manos en las mejillas contrarias-Pero por favor... No me vuelvas a hacer llorar... ¿Si?-pidió con la voz más suave que tenía.

¿Quién no se derretiría con ese sonido tan lindo y esos ojos tan brillantes?
En definitiva, incluso el idiota más grande lo haría.

-Te lo prometo.-"trataré de no hacerlo" pasó por la mente de Jungkook.

Taehyung juntó su frente con la contraria sin romper el abrazo, sintiendo como la tranquilidad regresaba a su ser.

Tal vez pudo reclamar más, pudo enojarse y mandarlo a volar, incluso pudo haberse demorado días en darle una respuesta a su disculpa, pero no lo hizo; prefirió tomar ese gesto como suficiente por ser la primera vez que Jungkook lo hería, y darle un punto de confianza por el simple hecho de haber tenido el valor de presentarse en su casa ese día.
"De no haber querido, ni siquiera hubiera venido hoy", pensó Kim.

Además, le dió otro punto más por haber investigado el detalle del pastel -que no lo investigó, Jungkook literalmente escuchó que Jimin lo dijo-, y haberse tomado el tiempo de buscar ayuda con la señora Min para escoger una canción que fuera de su agrado.
Y por supuesto, de ir hasta la plaza a comprarle un cassette y dedicarle la melodía.

Para Taehyung, el simple acto de haber pensado en qué regalarle e irlo a buscar para disculparse de frente, fue más que suficiente.

Un capítulo nuevo después de mil años, dios.
¿Ya perdonaron a Jk?, esperemos que ahora se porte bien /🤨

Los amo❤️

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