✧chapter twenty-four

🩷Capítulo dedicado a TumishaSioSi, te extrañé, gracias por regresar🩷

Taehyung llegó a su casa unos minutos después, y como si su vida dependiera de ello, corrió hasta su teléfono fijo para llamar a Jimin.
Por poco olvidaba saludar a su madre, pero por suerte, la señora Kim estaba ahí para frenarlo un poco.

—Si si, hola mamá, espérame un momentito.—dijo el rubio con una gran sonrisa y las mejillas rojas. Ese sonrojo no se había ido de su rostro todavía.

—¿Por qué tan feliz?—preguntó su madre compartiendo la sonrisa—Uh, vienes de negro, que novedad.

—Te cuento luego, sólo llamaré a Jimin para verlo.—la señora Kim asintió con una leve risita y caminó a la cocina, dejando a su hijo solo con el teléfono.

Rápidamente marcó el número de Park, esperando que no tardara en responder, y que no tuviera planes para esa tarde.

—¿Minnie?, ¡hola!—dijo al instante en que Jimin contestó—¿Tienes planes?

—Hoy no, estoy libre, ¿por?—respondió en un tono curioso.

—Necesito verte, ¡hoy pasó algo increíble!—Tae no podía evitar alzar la voz en cada palabra—Llama a Hobi y a Jin, diles que nos vean en Malibú square y tú ven para acá, ¡corre!

—Parece muy importante, ¡llego en diez!—contestó el peli rosa, con la emoción ya contagiada.

Colgó el teléfono y corrió a la cocina por un vaso de jugo, necesitaba refrescarse y calmarse un poco, pues seguía demasiado acelerado.
Estaba tan feliz que incluso abrazó a su mamá y le plantó un beso en la mejilla antes de ir corriendo a su cuarto por su bolso para salir.

No podía esperar para contarle a sus amigos lo que había pasado con Jungkook.


Casi quince minutos después, Jimin llegó con Taehyung, y rápidamente salieron con rumbo a la plaza; el peli rosa ya había llamado a Hoseok y a Jin para que fueran, por lo que ya deberían estar en camino igualmente.

—¿Y ese milagro que vistes de negro?... ¡Y hueles al perfume de Jungkook!—dijo más emocionado que nunca al ver a su mejor amigo con una camiseta negra algo deslavada.

—¡Justo de eso quiero contarte!, fue genial Minnie...—el rubio sonrió en grande, soltando un suspiro digno de un enamorado—Pero te cuento en la plaza, quiero que los tres me escuchen al mismo tiempo.

Por supuesto que Kim no tuvo la mínima intención de quitarse la prenda de Jeon, e incluso estaba pensando usarla al día siguiente en el ensayo. Probablemente se volvería su camiseta favorita.

Caminaron un rato mientras hablaban sobre trivialidades, y un poco sobre Yoongi —quien había llamado por horas a Jimin en la mañana—, además de comentar cosas sobre la competencia de Tae que estaba cada vez más cerca.
"Que color de uñas usaría.
Que vestuarios conseguirían.
¿Sería bueno usar maquillaje o brillos?"
Cosas como esas eran parte de su conversación, y pronto llegaron a la plaza Malibú.

Aunque realmente, Taehyung no estaba completamente centrado en la plática.
No podía dejar de pensar en Jungkook y en lo que había pasado en su habitación; sonreía cada vez que recordaba esos besos y caricias, y sentía un escalofrío recorrer su espalda cuando recordaba aquella voz grave que Jeon le regaló al final.
¡Es que Jungkook le encantaba!, y ahora lo único que quería era saber si él también le gustaba al menos un poco al peli negro.

"¿Es obvio, no?, ¡por supuesto que le gusto!", pensaba Kim con todas las esperanzas e ilusiones por las nubes.
Sin embargo, se obligó a salir de su ensoñación cuando escuchó a sus amigos gritar a lo lejos un "¡Llegaron!".

Se acercaron a ellos, y después de un saludo normal y rápido, fue momento de revelar el motivo de la invitación tan urgente.

—Y bien, ¿qué era eso tan importante que debían contarnos?—preguntó Jin con una sonrisa ansiosa.

—¡Vamos por un helado!, les contaré a todos allá.—respondió Taehyung dando brinquitos de felicidad.

Los tres contrarios asintieron con al emoción y la curiosidad a tope, y juntos entraron a la plaza.
Rápidamente encontraron una heladería preciosa de nombre Sugar beach, que por supuesto encajaba perfectamente con su estilo preferido de lugar: Paredes color rosa, decoración en tonos pasteles, mesas circulares pintadas de colores y con "chispas" dulces dibujadas, palmeras artificiales y una iluminación preciosa. Era una maravillosa mezcla entre lo delicado y la temática de playa.

Tomaron asiento en una mesa para cuatro, y antes de empezar a platicar, decidieron pedir sus órdenes.
Un helado arcoiris, uno de chicle, otro de café y un sunday fueron sus elegidos para conversar con comodidad.

Y finalmente, fue momento de que Taehyung les contara todo lo que había pasado, por supuesto, sin omitir detalles y sin dejar de mostrar su gran emoción en todo momento.

—¡Ahora sí!, esque... Ay dios, no van a creerlo...—el rubio solo le había dado una probada a su helado arcoiris, y volvió a sonreír de oreja a oreja. Los tres le prestaron atención mientras comían sus propios postres—Es que hoy fue día de entrenamiento y Jungkook estuvo conmigo toda la tarde, entonces...

El menor les contó desde como Jungkook se había caído seis veces con los patines, hasta cuando este lo llevó a su casa en la motocicleta.
No omitió detalles al decirles las cosas que vio en la habitación de Jeon, pero sí se limitó al describirles su físico cuando lo vio sin camiseta —déjenlo, quizá tenía algo de celos de que dijeran algún halago sobre el peli negro—, y también les describió con un buen lujo de detalles lo que habían hecho.

Incluso les mostró su tatuaje por fin, y por supuesto que todos se emocionaron con ello. "¡Se ve genial", "nunca me lo habías enseñado, ¡te queda increíble!", "¡que bonito!", fueron sus comentarios, y claro, Taehyung sonrió ante ello.
Finalmente, les platicó como Jeon lo ayudó a salir de su casa sin que sus padres lo vieran, y que tuvo que tomar un taxi para regresar.

—Y por eso traigo ésta camiseta, ¡es de Kook!, supongo que él se quedó con la mía porque nos confundimos al vestirnos.—para ese punto, Tae ya estaba rojo de nuevo—Incluso me dijo malvavisco otra vez, y yo le dije caramelo... Fue tan lindo...—volvió a suspirar completamente ensoñado.

—¡Tae, es maravilloso!, se nota que le gustas mucho eh.—Hoseok fue el primero en hablar, dando unos pequeños aplausos por la emoción.

—¡Ves, tenía razón!, son el uno para el otro, lo sabía, ¡pronto serán pareja seguramente!—por supuesto, Jimin estaba más feliz que los demás, e incluso lo abrazó por los hombros y juntó sus mejillas totalmente. Sonreía tanto que no podía ver.

—¡Eso espero de verdad!, es que... hay Minnie, es inútil que me siga negando, ¡Jungkook me gusta muchísimo!—y ahí, lo admitió a los cuatro vientos.

Confesó finalmente sus sentimientos y esta vez, no sólo lo dijo en su mente o en la soledad de su habitación.

Pero, alguien de los cuatro no estaba demostrando tanta felicidad.
Jin seguía comiendo su helado de chicle, analizando la situación y tratando de ver más allá de la "simpleza".
Y lo logró un par de segundos después.

—Si bueno... Que momento tan bonito, pero, ¿por qué no te presentó a sus padres?, Tae, ya estaban ahí, ustedes estaban vestidos y presentables, no hubiera sido un problema que los conocieras aunque sea por unos segundos, ¿no?—cuestionó Seokjin finalmente, intentando no sonar mal.

—Eh... Bueno, está claro que no era el momento ideal para eso, estoy seguro de que no lo hizo con mala intención.—respondió el rubio, con cierto toque de confusión por tal pregunta.

—Yo sólo digo que él conoció a tu mamá por accidente y en un momento no ideal, según lo que tú mismo nos platicaste una vez... Así que, piénsalo.—Jin terminó su postre, y le dió una sonrisa dulce a su amigo—No sé... Yo pienso que Jungkook no está dando bien los pasos en su "relación", ¿me explico?

—¿Crees?, no... No sé si sea así, quizá en otro momento será, o...—Tae respiró profundo para no comenzar a dudar de más, y simplemente, volvió a sonreír—¡Ay Jin silencio!, cómo sea que sean las cosas para él... Para mí fue mágico, y así quiero seguirlo pensando, ¿vale?

—Sí Jin, esperemos que solo haya sido una tontería de Jeon, no es necesario ponernos a especular así.—apoyó el peli rosa, y Hoseok asintió en acuerdo.

—Ya vale vale, lo siento.—el castaño abrió su bolso para sacar el dinero que le correspondía de la cuenta mientras rodaba ligeramente los ojos. Les sonrió al final, pues después de todo, él solo había expresado una duda superficial, y quizá tenían razón, no sabían que había pasado realmente—Ojalá todo salga bien entre ustedes Tae.

"Sólo quiere echarle leña al fuego", pensó Taehyung, tratando de ni siquiera darle una sola vuelta a lo que Jin había dicho.
Porque vamos, ¿por qué ponerse a dudar de algo tan simple?, él no había pensado en ese detalle hasta que el castaño lo mencionó, así que, era mejor ignorarlo, ¿no?

Todos comenzaron entonces a sacar su parte del dinero que debían pagar, para tenerlo listo cuando terminaran sus helados, olvidando la tensión que se había generado de pronto.
Y mientras juntaban sus billetes en la mesa, una canción comenzó a sonar por las bocinas del lugar.

"A continuación el nuevo hit del momento, ¡I want it that way, de los Backstreet boys!" sonó de principio, dando pie a la balada que estaba dando la vuelta a las radios de la época. Y por supuesto, rápidamente los cuatro amigos pusieron atención a la música, entendiendo la letra y relacionándola con la situación que Taehyung estaba viviendo.

Quedaba perfecta.

—¡Ahora esa es mi canción!, somos de mundos diferentes, pero Kook me vuelve loco... No quiero que ésto sea un error, quiero que todo salga bien.—expresó el rubio con una gran sonrisa, un sonrojo perceptible y los ojos brillando más que nunca.

—Todo saldrá bien, sé que a Jungkook también le gustas, se le nota a kilómetros, solamente sigue siendo tú mismo y confía en ti.—añadió Jimin, dándole unas palmadas amistosas en la espalda.

Y con eso comenzaron a corear la canción —claro, las pocas palabras que habían memorizado hasta ese momento—, sonriendo y deseándole lo mejor a Taehyung.
Ahora que él ya lo había aceptado y se lo tomaría enserio, lo único que esperaban sus amigos era que a Jeon no se le ocurriera echarse para atrás.


*Unas horas antes.*

Al momento en que Taehyung llamaba a Jimin para reunirse, Jungkook ya estaba camino a la casa de Yoongi.
Sí, también quería contarle a sus amigos lo que había pasado, pero en su caso, para pedir consejo y no para admitir nada.

Yoongi lo recibiría en el garage, y ya había llamado a Namjoon para que fuera con ellos; Jeon se había portado algo feliz por teléfono, y por ello se suponía que sería una noticia agradable.
Lo era en sí, aunque para Jungkook aún le resultaba un poco confuso el punto a dónde había llegado con Taehyung.

—¿Y entonces?—cuestionó Min cuando los tres estuvieron por fin sentados en el suelo del garage—Habla ya, ¿qué pasó con Tae?

—¿Cómo sabes que fue con él?—el peli negro arqueó una ceja.

—Por favor, estás vestido de rosa, me parece bastante lógico.—rodó un poco los ojos, y se acercó un tanto más a su amigo—¡Cuéntanos ya!

—¿Es bueno o malo?—preguntó Namjoon con una leve sonrisa.

—Es... ¿Bueno?, la verdad no lo sé...—y eso sería de las únicas cosas que Jungkook admitiría: el no saber ni siquiera qué pensar al respecto.

Jeon comenzó entonces a explicar con los mayores detalles posibles lo que había pasado.
Tuvo que admitir que realmente había sido su idea completamente el haber llevado al rubio a su casa, y que fue porque quería invitarlo en serio, pero no había encontrado el momento idóneo.
También explicó el asunto del tatuaje de Taehyung —quizá debió ser un poco discreto, pero en fin—, y el como se sintió un poco mejor con su "relación" con Kim al ver que al menos compartían el gusto por los tatuajes.

Sus mejillas se tornaron rojas cuando llegó el momento de detallar la situación en la que se habían envuelto ambos, y le costó un poco de tiempo y vergüenza el hacerlo. Lo único que no les detalló fue el físico de Taehyung bajo su camiseta, no lo creyó nada correcto —y por supuesto sus celos no se lo permitieron—, ni explicó lo dulce que sonó la voz del rubio al separarse.

Por último, contó como lo ayudó a salir de su casa sin que sus padres se dieran cuenta y que ni siquiera se percató del cambio de ropa que habían hecho por error.

—¡Grandísimo idiota!—dijo Yoongi al terminar de escuchar la historia—¿Por qué no lo presentaste con tus padres?, ¡es lo mínimo que se hace cuando invitas a alguien a tu casa!

—No sé... No quise hacerlo.—admitió Jungkook soltando un suspiro—No creo que sea bueno.

—¿Cómo por qué?, Kook, él te gusta, casi te acostabas con él en tu cuarto, te quedaste con su ropa, ¡todo eso es genial!, ¿y en serio dices que no crees que sea bueno que tus padres sepan que existe?—reclamó el pálido, con los brazos cruzados y una evidente mueca disgustada.

—Jungkook, Yoon tiene razón... Sólo piensa en la confusión que le puedes causar a Tae con eso.—habló Namjoon con la voz un poco seria.

Y es que no parecía ser la gran cosa, pero considerando todos los avances que había tenido con Taehyung, definitivamente no era algo justo.
Y Jeon no quería darse cuenta.

—Primero, nunca dije que me gusta.—y entonces, su chip de siempre se manifestó—Y segundo, cuando lo dices así, me dejas en el papel del malo.

—¡Es que sí eres el malo imbécil!...—el pálido largó un suspiro para calmar sus impulsos de darle un golpe en la cara— Pero sí te gusta, ¿no?... Jungkook, por dios, no me vengas a decir ahora que no.—Min ya se estaba cansando de la negación de su amigo.

Una negación que podría provocar problemas, ahora que Taehyung ya no compartía el mismo sentimiento de rechazo.

—No metes a tu habitación a un chico que ni siquiera te atrae, no digas esas tonterías.—Namjoon también se mantenía serio, sin poder entender porqué Jeon se seguía comportando así.

—Ay ya, entiendan.—el peli negro se levantó del suelo, y los miró fijamente mientras avanzaba hacia afuera del garage—Taehyung no me gusta, no me gustaría una persona como él, tan opuesta a mi... Simplemente no, eso no cabe en mi cabeza, y punto.

Jungkook tomó una sudadera gris que encontró junto a la puerta del garage —que era de Yoongi—, y se la colocó sin pedir permiso; ahora que su mente estaba más revuelta que nunca, ya no quería ver el color rosa sobre sí mismo.

—Lo que pasó hoy con él no significa nada para mí, y vine aquí a pedir consejo, no a que me regañaran.—y finalmente, Jeon se fue del sitio, sin saber qué acababa de hacer.

Empezó a caminar algo rápido y sin mirar atrás, con las manos metidas en los bolsillos de la sudadera y la cabeza gacha; ni él mismo se entendía, ni él mismo tenía claro lo que quería hacer ahora, y de momento se arrepintió de haber tomado todas esas decisiones para acercarse más a Taehyung.
No quería lastimarlo después, pero ahora que había dado un paso tan enorme, no sabía cómo manejarlo.

Y eso por supuesto sería un problema.

Yoongi y Namjoon se miraron entre sí negando con la cabeza, y el pálido ni siquiera se detuvo a pelear por el suéter que acababa de perder.
No le dijeron nada más, no lo frenaron, pero por supuesto que no lo comprendían para nada.

Ahora se sentían mal por Taehyung, pues hasta ese momento, todavía no sabían si el rubio pensaba igual a Jungkook, o no.
Pero en todo caso, era completamente idiota de parte de Jeon el haber dicho tal cosa después de lo ocurrido.

¿Ahora como se sostendría su convivencia con tanta confusión de por medio?

¿Quien quiere pegarle a jk?, definitivamente yo.
Lo siento, pero dije que habría drama en este cliché.

Los amo❤️

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