✧chapter twenty-five
Nuevo día, nueva cita en el garage.
Sin embargo, ésta vez Taehyung tenía un plan diferente.
Llamó a Jimin por la mañana para pedirle que fuera a recogerlo a su casa, y que por favor se encargara de que Jungkook no fuera por él como de costumbre.
A Jimin le pareció algo extraño, pero así lo hizo sin preguntar más; el peli rosa pasó por Tae para irse al garage, no sin antes llamarle a Yoongi para evitar que Jeon se apareciera por esos lares. Y ya estando allí entendió cuál era el plan de su mejor amigo.
Cuando lo recibió en la puerta, Taehyung traía puesta la camiseta de Jungkook, tenía un cassette nuevo guardado en su bolso transparente y cargaba un par de macetas repletas de rosas rojas.
Por supuesto, se veía más feliz que nunca.
—Gracias por venir Minnie, ten, ayúdame con una maceta.—sonrió el rubio mientras le entregaba dicho objeto.
—¿Son regalos para tu enamorado?—preguntó Jimin con obviedad, compartiendo la sonrisa.
—¡Si!, ayer justamente le dije que le llevaría algunas rosas para su casa, y además, ¿recuerdas el cassette de los Backstreet boys que compré ayer en la plaza?, se lo regalaré también.—explicó Kim con una perceptible emoción en su rostro—Solamente tiene la canción que escuchamos, I want it that way, y bueno... Quizá se la dedicaré al darle el obsequio...
—¡TaeTae que bonito!, quien te viera tan perdido por Jungkook... Estoy seguro que le encantarán los regalos.—caminaron por la acera a pasos algo rápidos, pues iban un poco tarde—Y... ¿Si le das un presente más?, cómo un besito...
—¿Enfrente de todos?, ¡no, que pena!—el rubio sintió sus mejillas arder—Digo... No me da pena que me vean con él, para nada... Sino que... ¿Y si no me corresponde?, que vergonzoso ser rechazado en público.
—Ay vamos, Kook no sería capaz de algo así, atrévete.—el peli rosa le dió un par de codazos amistosos—Le das los regalos, y le robas un beso, piénsalo, después de lo que hicieron ayer, créeme que no se resistirá a besarte de vuelta.
—¡Minnie!—ambos se echaron a reír, Taehyung estando más rojo que una manzana, y Jimin sonriendo a más no poder.
Todo parecía un cuento de hadas hasta ese momento.
Un rato después llegaron a su destino, y como siempre, el garage ya estaba abierto y los chicos de la banda se encontraban ahí esperándolos.
Pero, también ellos tenían algo distinto aquel día.
Namjoon se veía un poco serio, quizá decepcionado; y Min se mantenía caminando de un lado a otro con evidente desespero, y también con algo de molestia. Sin embargo, ninguno de los dos amigos se percató de ello a tiempo.
Taehyung se adelantó unos pasos y tomó la segunda maceta que Park traía consigo; saludó de lejos a Yoongi y Namjoon, pasando directamente hasta la batería, en dónde estaba Jungkook sentado sin hablar.
El rubio mantuvo su felicidad a la vista mientras caminaba hasta el peli negro, esperando poder captar su atención y cumplir su plan.
Jeon por su parte, mantenía la mirada en su batería, tocándola muy suavemente con las baquetas y sin siquiera moverse demasiado. Estaba serio, como molesto por algo, o eso parecía.
—Minnie, amor, tengo que hablar contigo.—dijo Yoongi un poco acelerado, tomando de la mano a su novio para llevarlo más lejos de Jungkook y Taehyung. Namjoon lo siguió de inmediato.
—¿Qué ocurre, amor?—cuestionó confundido, mirando a ambos chicos.
—Es que... Es sobre el idiota de Jungkook.—el pálido largó un pesado suspiro.
Y mientras ellos hablaban, Taehyung no sabía lo que pasaría a continuación con su "enamorado".
Definitivamente, no fue un buen día para querer tomarse las cosas en serio con Jeon.
—¡Hola caramelo!, mira lo que te traje.—saludó Kim con una sonrisa dulce y los ojos brillando, hablándole en un tono completamente diferente al ya acostumbrado. Le extendió las rosas a Jungkook con un gesto tierno, casi infantil, y esperó a que las recibiera.
Por desgracia, se quedó estático al ver cómo el contrario apenas le daba un poco de atención.
—Hola Tae... Ah, las rosas...—el mayor tomó ambas macetas, las miró por unos segundos, y procedió a dejarlas en el suelo junto a su batería, restándole completa relevancia—Gracias.
—Eh... Sí, yo...—el rubio estaba confundido. Juntó sus manos y las llevó hasta su pecho, tratando de seguir la conversación, suspiró, y volvió a sonreír lo más que pudo—Y-yo... Se las pedí a mi mamá, ella las envió para ti, y de hecho dijo que estás invitado a comer en nuestra casa cuando gustes ir... ¿No es grandioso?, ¡le agradas!
Y en ese momento, Jungkook le dirigió la mirada más fría que le había dado jamás.
Taehyung sintió como su cuerpo se congeló por ello, y algo dentro de él punzó. Quizá fue su corazón.
—Que no se haga muchas ilusiones, no suelo ir a comer a la casa de nadie.—respondió sin mostrar interés, mientras sacaba de su pantalón un cigarro y su encendedor de siempre.
—¿Qué?... Pero...—a esas alturas, Kim ya se estaba sintiendo mal debido a la actitud tan extraña que, repentinamente, Jungkook estaba teniendo con él. Sin embargo, aún le faltaba un obsequio, y decidió que respiraría profundamente, se calmaría, y se lo entregaría—Vale...
El peli negro encendió el cigarro, soltando el humo cerca de Taehyung; mientras que el menor abría su bolso y sacaba de él aquel cassette que había comprado.
Había demorado al menos una hora en encontrarlo en la plaza Malibú, y se había tomado el tiempo de ponerle un moño pequeño y su firma con plumón rosa, junto a un corazón.
Ahora estaba dudando de si había sido buena idea demostrar su lado detallista.
—Te compré un regalo más... Es un cassette, y tiene solo una canción.—explicó con una sonrisa débil y con la voz un poco más baja que antes, extendiendo el objeto hacia el mayor—Se llama I want it that way, tiene poco que salió, y es de los Backstreet boys... La letra es preciosa y... Quiero dedicártela.
Jeon tomó el cassette, y por un segundo, quiso mandar al carajo la estúpida máscara de indiferencia que había decidido adoptar ese día.
Taehyung le estaba dedicando la primera canción de su "relación", y seguramente era linda; le había llevado rosas y lo había invitado a su casa por petición de su madre... ¿En serio sería tan imbécil como para no rendirse ante eso?
—No creo que me guste, no es de rock... Pero sí, gracias.—pues sí, claro que fue un completo imbécil.
—Sweetie, ¿qué te pasa?... ¿Está todo en orden?, ¿te hice algo malo?—preguntó Tae finalmente, sintiendo como los ojos le comenzaban a arder, y su felicidad de hace pocos minutos se desvanecía lentamente.
—Nada, estoy perfectamente.—soltó más humo, haciendo toser al menor—¿Y de dónde sacaste ese apodo?, sweetie... Que cursi.—fingió una mueca de disgusto, y continuó fumando.
Jungkook se odiaría a sí mismo, si hubiera sabido la cantidad de lágrimas que Taehyung estaba reprimiendo en ese instante.
—Quizá... Q-quizá no tengas mucho humor... Lo siento...—el rubio respiró profundamente, e intentó acercarse a él para darle al menos un ligero beso en la mejilla, queriendo mostrarle apoyo, o comprensión, o cualquier cosa que fuera de ayuda—Espero que te sientas mejor...
Pero, la masacre de sentimientos aún no terminaba.
Pues cuando Taehyung se acercó al rostro del contrario y trató de besarlo suavemente, Jungkook se apartó con brusquedad; no dejó que hubiera ni siquiera un leve contacto, y simplemente se quitó del camino, dándole una mirada final que demostraba una sola cosa: desagrado.
—No me beses.—sentenció para cerrar la escena más horrible que había orquestado, y ocupó su boca con el cigarro.
Kim estaba derrotado y se sentía terriblemente mal; no quiso decir nada más, solo retrocedió unos pasos, dejando de invadir el espacio personal de Jeon, y conteniendo su llanto lo más que podía.
Lo miró confundido, dolido y con un cierto toque de esperanza... Tan sólo buscando una señal en esos ojos oscuros que le dijera que todo había sido una broma cruel.
Dicen que los ojos no mienten jamás... Pero en ese momento, los de Jungkook estaban montando la mejor farsa del mundo, al no brillar ni un poco para Taehyung.
Y mientras todo aquello sucedía, simultáneamente, los tres restantes estaban teniendo una pequeña discusión en la entrada del garage.
—Ayer Kook nos contó lo que sucedió con Tae y... Bueno, él nos aseguró que a él no le gusta.—explicaba Namjoon con un tono bajo de voz.
—Parece que es cierto... Hoy llegó con un semblante serio y sin mencionar nada sobre Taehyung, quizá se está echando para atrás con todo ésto.—añadió Yoongi.
—¿Qué?, eso es imposible, es una estupidez...—Jimin, por supuesto, estaba muy molesto—¿Cómo viene a decir tal cosa ahora?, ¿tan siquiera sabe lo mal que puede ponerse Taehyung con eso?, dios...—pasaba su mano por su rostro en busca de tranquilidad, pero su enojo era más grande—¿Y tú por qué no me dijiste nada ayer, eh?—señaló a su novio.
—No quise dar una noticia así por teléfono... Quería hablar contigo en persona, pero... No imaginé que Tae traería regalos y...—ahora el pálido se sentía un tanto culpable.
—¿Y qué Yoongi?, pudiste haberme dicho todo esto incluso hoy en la mañana que te llamé... Pude haber evitado que Tae viniera con rosas y canciones para Jungkook, y... Ay no... ¡El beso!—el peli rosa no pudo evitar alzar la voz, y con desesperación, entrar al garage de nuevo, buscando con la mirada a su amigo.
—¿Cuál beso?—preguntó Namjoon, mientras ambos lo siguieron aquellos pasos que dió hacia dentro.
—Yo... Ay, yo le di la idea de besarlo...—y con la impotencia atravesada, los tres vieron la escena justo en el peor momento.
Ellos vieron cuando Jungkook se perdía en su cigarro, y Taehyung estaba alejándose de su rostro con tristeza.
Sólo con unos segundos de visión, pudieron entender lo que había pasado.
—Lo rechazó...—susurró Jimin, cubriendo su boca con sus manos, y sintiendo como la culpa y el enojo iban creciendo dentro de sí.
—No puedo creerlo...—Min también susurró con tristeza y la misma culpa que su novio, negando lentamente con la cabeza.
—Jimin... Deberías ir por Taehyung, aléjalo y abrázalo antes de que se ponga peor...—añadió Namjoon hablando bajo, sin poder creer lo que había pasado en cuestión de un par de minutos.
El peli rosa asintió rápidamente y caminó hasta su amigo a pasos apresurados; en cuanto estuvo a su lado, lo tomó por los hombros con suavidad y le buscó la cara para ver si estaba bien. Por supuesto no lo estaba, y Park pudo ver un par de lágrimas empezando a caer por sus mejillas.
—Ven Tae, ven conmigo...—le habló cerca del oído y poco a poco lo alejó de la batería. Claro, no sin antes mirar a Jungkook con el enojo a flor de piel.
—Bien, ¿ensayaremos o no?—cuestionó Jeon como si nada, mirando a sus amigos y a Taehyung de reojo. Lo decía como si realmente nada estuviera mal, e incluso su voz era más seca de lo habitual.
Todos lo vieron con molestia y algo de sorpresa, sin poder creer o entender que de pronto Jungkook se volviera tan idiota.
Jimin se mantenía abrazando a Taehyung, tratando de consolarlo y que pudiera dejar de llorar; estaban en el "ensayo", y de algún modo, era un compromiso, por lo que Park le prometió llevarlo a su casa más tarde para que allí pudiera desahogar todo.
Yoongi y Namjoon caminaron hasta la batería, negando repetidamente con la cabeza, y diciendo entre dientes insultos para Jeon; incluso le mostraron el dedo medio varias veces seguidas.
Y por su parte, Jungkook sólo bajó la vista a su instrumento, y se perdió en su cigarro; claro que sabía lo imbécil que estaba siendo, y estuvo a punto de arrepentirse.
Respiró profundamente y dejó que unas pocas lágrimas pequeñas salieran de sus ojos; sin embargo, las limpió de inmediato, y se reincorporó con seriedad. No tenía derecho a sentir algo después de lo que acababa de hacer, solo por una negación sin sentido.
Tardaron al menos media hora en poder comenzar el ensayo de Take me away, pues ahora sí se enfocarían en perfeccionar la canción que presentarían en la competencia. Faltaba muy poco para ello, y querían que toda la melodía estuviera en orden.
Por supuesto que le ofrecieron a Taehyung la opción de retirarse e incluso cancelar el entrenamiento con Jungkook al día siguiente, pero él se negó.
"Tenemos compromisos, y no seré irresponsable con ellos", dijo el rubio cuando pudo calmarse un poco más.
Así que se quedó en el garage a cumplir con su agenda, tratando de ignorar lo tremendamente difícil que le estaba resultando el siquiera escuchar a Jeon corear detrás suyo.
Quería girarse en múltiples ocasiones durante el ensayo y gritarle un "¡¿Cuál es tu maldito problema?!", pero por alguna razón, su forma de ser con el mayor ya había cambiado mucho, y ahora ya no le era tan sencillo como antes el gritarle o maldecir en su contra. Tuvo que conformarse con ignorarlo y no responder a absolutamente nada de lo que Jeon dijera, fuera dirigido a él o no.
Taehyung se vio demasiado profesional por fuera, pero por dentro, solo quería tirarse a llorar por no entender que estaba pasando.
Su sufrimiento finalmente acabó un par de horas después, cuando Yoongi dijo que era suficiente por ese día.
Y en ese momento, Kim le pidió ser su mensajero por unos minutos, ya que no quería acercarse a Jungkook en ese momento, pero debía preguntarle algo; Yoongi accedió.
—Hey, idiota.—le habló el pálido, aprovechando para darle un golpe en el brazo para "llamar su atención"—Tae pregunta si te verá mañana para patinar, o si seguirás siendo un imbécil y le cancelarás.
—¿Por qué no vino él a decirme?—se atrevió a cuestionar Jeon, cruzándose de brazos cuando su amigo lo miró con obviedad y una mueca molesta—Ah sí... Bueno, dile que lo veré mañana, debemos tener su coreografía lista lo más pronto posible.
—Ajá... Y también debes arreglar toda la estupidez que hiciste hoy, y de verdad, más te vale dejar de comportarte así con Taehyung, él no se merece convivir con un cabrón imbécil como tú que se niega a tener sentimientos.—Min definitivamente estaba sacando el coraje que tenía guardado desde el día anterior, y no se disculparía por ello.
Los celos internos de Jungkook estaban a punto de reclamarle por estar defendiendo así a Kim.
Pero nuevamente, lo calló todo, y simplemente rodó los ojos en respuesta.
—No me importa, ya veré yo que hacer.—el mayor sacó otro cigarro, lo encendió y prosiguió mientras sacaba el humo—Mientras tanto, solo ve y dile que iré al entrenamiento mañana y ya.
—Te juro que te rompería mi guitarra en la cara si no la necesitara tanto.—Yoongi le dió un pequeño empujón y aún más enojado que antes, se fue con Jimin, Taehyung y Namjoon a la entrada del garage.
*Pov Jungkook*
Sí, me odian, y no los culpo. Yo también me odio en estos momentos.
Deben estarse preguntando qué demonios me pasa, y porqué le hice todo eso a Taehyung, sobre todo después de lo que sucedió ayer.
Y la respuesta es tonta sinceramente...
Anoche no dormí mucho, pues me quedé pensando en todos los avances que he hecho para acercarme más y más a Tae, y no, no es que me arrepienta por completo de ellos, pero... Lo cierto es que no pensaba tener tanto éxito, y ahora, ya no sé que hacer o como manejarlo.
De verdad creí que Taehyung rechazaría cada uno de mis intentos, o que al menos me mandaría al cuerno él mismo.
Pero cuando aceptó todo, y comenzó a comportarse como un algodón de azúcar conmigo... Entré en pánico.
Ayer me descontrolé en mi habitación, y acabé dejándome llevar por mis impulsos que había tratado de contener por días. Me gustó mucho, no puedo negarlo, y claro que significó todo para mí, pero... Dios, mi cabeza no me deja en paz.
Nunca he salido con alguien que no comparta al menos la mitad de mis gustos en general, o con una persona que sea realmente opuesta a mi en muchas cosas. Las pocas citas que he tenido en mi vida, y un par de noviazgos cortos, han sido con gente de mi mismo círculo social, con gustos similares o con apariencias parecidas a la mía —en cuánto a estética, ropa, colores, etc—, y casi siempre son menos expresivos que yo.
No suelo salir de mi zona de confort casi nunca, y cuando lo hago, tiendo a arruinar todo a propósito... Con tal de salir del desafío que me representa estar en círculos distintos a los míos.
Sencillamente, ayer, cuando Taehyung se fue de mi casa... Todo en mi cabeza explotó.
Una parte de mi mente dijo que estaba bien, que todo saldría excelente y que solo me dejara querer; esa parte que diariamente me grita cuánto me gusta Tae.
Sin embargo, siempre está el otro lado de mi mente; ese que es totalmente cuadrado y cerrado a cosas contrarias a lo que conozco, y que me hizo retroceder inmediatamente al sentir peligro.
Llamo "peligro" a tener más sentimientos por Taehyung de los que puedo expresar.
Esa maldita parte de mi cabeza no cerró la boca en toda la noche y toda la mañana de hoy, convenciéndome de, nuevamente, activar mi mecanismo de defensa... Joder todo con Kim, y así... A él yo le dejaría de agradar...
Es una idiotez, ya lo sé.
Pero aún estoy luchando contra ese pensamiento de "no me puede atraer alguien tan diferente a mi, simplemente no es natural".
¿Acaso creen que no me gustaron sus regalos?, ¿o lo precioso que se veía con mi ropa puesta?
¡Carajo, lo amé!
Nadie se había tomado el tiempo de traerme un cassette y dedicarme una canción, o de regalarme flores para ponerlas en mi casa, mucho menos tomarse la molestia de hablarle a su madre sobre mí para agradarle.
Por eso lloré un poco, porque yo mismo me doy golpes mentales por mi estupidez. Porque me odio por todavía no poder tener claro lo que quiero hacer con Taehyung, y sobre todo por no poder borrar de una vez por todas mis pensamientos ilógicos.
Y si... Esa parte difícil de mi sigue diciéndome que estuvo bien lo que dije e hice, porque definitivamente logré que Tae se alejara de mi...
Y el lado que aceptó desde el principio que él me gusta, simplemente quiere arreglar el desastre y compensarlo de algún modo.
Lo cierto es que no se a qué parte hacerle caso ahora...
¿Lloraron?, también yo.
Jungkook, te amo odio ahora mismo.
Los amo ❤️
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top