✧chapter twenty

Kim le entregó un caramelo de fresa, y agradeció felizmente cuando Jungkook lo abrió y lo comió. Esperaba que sirviera de algo, y que el peli negro no dejara de intentarlo tan rápido.

—¿Cuál es nuestra siguiente parada?—preguntó Jeon subiendo a la motocicleta.

—Vayamos al Roller disco, así te familiarizarás con la pista.—sonrió Tae, imitando la acción contraria, y abrazándose al peli negro.

—Me parece bien.—encendió el vehículo, y antes de avanzar le dedicó una breve sonrisa—No te sueltes.

—No lo haría ni en mil años.—el rubio soltó una pequeña risa, aferrándose más a la cintura de Jungkook.

Y mientras Jeon comía su caramelo, arrancó la motocicleta con rumbo a Roller; tenía una ligera idea de donde se encontraba, pues hasta donde su memoria le decía, el lugar era cercano al Bar city.
Internamente, no dejó de pensar en la acción de Taehyung. En realidad, le había parecido muy tierno de su parte el haber querido continuar la cita por más tiempo, y el haberle ofrecido un dulce para sustituir su cigarro.

Sabía que su adicción al tabaco no se acabaría esa tarde, ni con un solo caramelo.
También sabía que, por más que quisiera evitarlo, tendría que terminar su salida con el rubio en algún momento.
Pero mientras tanto, realmente quería disfrutar su día.

Ya no se sentía incómodo con Taehyung, de hecho, estaba contento de que él hubiera aceptado su invitación a la cita.
Se sentía feliz... Y en el fondo de sus pensamientos, apareció un destello que cobraba más fuerza a cada minuto que pasaba cerca de Kim, el cual, no estaba dispuesto a extenernar, al menos no todavía.

"Éste chico me gusta", pensaba Jungkook, sintiéndose extraño y feliz al mismo tiempo.

Al fin llegaron a Roller, y el peli negro dejó estacionada su motocicleta junto a los demás autos del estacionamiento.
En realidad el lugar se veía bien, y Taehyung se notaba emocionado de estar ahí, así que era aún mejor.

—Ven, vamos.—sonrió el rubio, tomando de la muñeca a su acompañante.

—Se ve animado...—comentó Jungkook siguiéndolo, pues la música se escuchaba hasta afuera.

Por supuesto, música pop y disco, principalmente.

Los chicos entraron, siendo recibidos por un ambiente en su mayoría oscuro, sólo iluminado por las distintas luces neón en las paredes, techo y alrededor de la pista de patinaje.
Había bolas disco en miniatura colgadas en el techo, las cuales reflejaban muchos puntos brillantes en todos lados.
Se sentía un aroma a palomitas y sodas, debido a una pequeña tienda de bebidas y popcorn que se ubicaba en una esquina.
Y finalmente, estaba la taquilla, en donde se pedían los patines y se pagaba el tiempo sobre la pista.

En general, era un lugar muy diferente a Marshall's, pero a Jungkook le pareció bastante bien. Tenía similitudes a un bar, y no se veía tan fresa, así que para él era más que suficiente.

—¿Qué te parece?, ¡es mi lugar favorito!, hacia un tiempo que no venía... Desde que me inscribí a la competencia de hecho.—explicó Taehyung con una gran sonrisa.

—Es lindo, tiene toques que me gustan.—comentó con una leve sonrisa—Aunque tengo miedo de caerme y que toda ésta gente me vea... Estoy acostumbrado a que tú me veas en el suelo, pero ellos son desconocidos.—Jeon soltó una breve risita.

—Aquí se caen todo el tiempo, además tú no lo harás, estaré a tu lado en la pista, caramelo.—rió levemente el rubio, mientras caminaba a la taquilla.

Claro que sabía lo que había dicho, y quería ver la reacción de Jungkook a su nuevo apodo.
Ya no sería "vago", ahora era "caramelo", y bueno, de algún modo aquello sonaba mejor.

—¿Cómo me dijiste?—preguntó el mayor con las mejillas rosadas.

—Caramelo, dulce, sweetie... Un apodo, tómalo como halago.—respondió Kim, dando sinónimos un poco innecesarios. Le pareció demasiado lindo que un chico tan rudo como Jeon, se pusiera rojo como cereza en un segundo.

—G-gracias... Malvavisco.—sonrió el peli negro, nuevamente, con una sonrisa tierna y casi enamorada.

Ambos fueron a pedir sus pares de patines, y a pagar una hora de la pista.
Taehyung escogió unos patines rosados pastel con decoraciones en azul y amarillo; Jungkook tomó un par gris, con apariencia más de botas que de patines.
Se acercaron a la pista, y se sentaron en unas pequeñas bancas acomodadas alrededor. Allí se prepararon y Kim ayudó a su acompañante a ponerse de pie y llegar hasta su resbaloso destino.

Y tal como el rubio había dicho, él se mantuvo a lado de Jungkook, tomándolo de las manos siempre, y llendo despacio para evitar que el chico a su cuidado cayera.
Cualquier persona que los viera juntos, patinando tan risueños y unidos, pensaría que eran una pareja perfecta; y para ambos, quizá ya no les molestaría tanto que alguien les dijera aquella locura.

—¿Lo hago bien?—preguntó Jeon entre risas nerviosas, apretando las manos de Tae.

—Sí sí, vas genial.—sonrió el rubio, guiándolo hacia adelante—No me sueltes eh...

—Ni loco...—y ahí, conectaron miradas.

Tal vez tenía un tiempo que no se veían a los ojos por más de tres segundos, o quizá era por la emoción del momento, pero los dos sintieron algo dentro de ellos.
Cuando sus pupilas se cruzaron, se detuvieron ahí, perdiéndose en los tonos chocolate que les ofrecían los ojos contrarios, y sintiendo una breve punzada justo en el corazón.

No era un dolor de tristeza ni nada similar.
Era de aquellas puntadas que dan cuando hay demasiadas emociones acumuladas; nervios, felicidad, adrenalina incluso... También puede ser por una lluvia de recuerdos incontrolable.
Pues todo eso, fue lo que arrasó con Taehyung y Jungkook al mirarse fijamente a los ojos por unos instantes eternos.

Quizá era momento de aceptar la situación y dejar de reprochar.

—Tae...—habló Jeon, no muy consciente al hacerlo. Se habían quedado de pie, quietos a mitad de la pista.

—¿Sí?...—el rubio sintió como sus latidos se aceleraron de más.

Jungkook pensó en decir "creo que me gustas", y esperar lo mejor.
Luego, recordó su cobardía y nerviosismo, los cuales lo hicieron desistir a tan sólo un paso de externarlo.

Temió que sonara mal o atrevido, sin saber que Taehyung no hubiera respondido diferente.
Pues el rubio, desde hacia un rato atrás, ya había confirmado aquel mismo pensamiento... "En verdad me gusta Jeon".

Y bueno, el peli negro tuvo que salvar la situación de alguna manera. ¿Cómo?, aprovechando dicha lluvia de recuerdos, en donde claramente pudo ver el beso que Kim le había dado.

—Eh... Te quería contar algo.—largó un suspiro—Dijiste que no recordabas nada de la fiesta donde nos conocimos, ¿verdad?

—Ah, eso... No, no me acuerdo de mucho.—suspiró el rubio, riendo por lo bajo, tratando de disipar toda la tensión que se había acumulado.

—Bueno... Bailaste Vogue, con más gente de hecho.—prosiguió Jungkook, sonriendo en el acto—Me diste tu suéter y bailaste enfrente mío.

—Dios... ¿Enserio?, ¡qué vergüenza!... Yo ni siquiera sé bailar...—se sonrojó a más no poder—¡Espera!, ¿no viste nada extraño en mi, cierto?, ¡dime por favor que no me prestaste tanta atención!

Por supuesto, Taehyung hablaba de su tatuaje secreto, ese del cual solamente Jimin sabía. Pero su amigo ni siquiera tenía idea de cuando ni porqué se lo había hecho, tan sólo tenía conocimiento de su existencia.
Y ahora, Jungkook también.

—No no, para nada.—rió levemente, pensando que después podría sacar ese tema—Sólo sé que bailas bien, tienes un muy buen cue... Ritmo. —y sintió su cara enrojecer cuando corrigió su propia frase.

No creyó adecuado decirle que tenía una muy buena figura, mucho menos en ese momento.

—Gracias... Me halaga.—el rubio rió aún con las mejillas rosadas—¿Y qué más hice?, espero que nada fuera de lo común...

Jungkook ya se había metido él solo en esa conversación, y ahora debía seguirla hasta terminar. Pero ¿cómo le diría que se besaron?

—Ah... Bueno...—tomó aire desviando la mirada—Tú... Tú me besaste.—y así de fácil salió.

—¿¡Qué yo qué!?—gritó aún más rojo que un semáforo, poniendo sus manos inmediatamente sobre su boca.

Y cuando lo hizo tan bruscamente, olvidó que había un chico al que estaba sirviéndole de soporte, así que cuando jaló sus manos hacia sí, Jungkook acabó cayendo hacia atrás debido a la repentina acción.
El pobre peli negro ni siquiera logró meter las manos, y obtuvo un golpe seco en su trasero, mientras veía a un par de personas riéndose "discretamente" de él.

—Sí... Eso hiciste, ¿tanto te asombra?...—reclamó Jeon desde le suelo.

—No... Bueno sí... Yo...—tartamudeó Kim, dándose cuenta por fin de la ubicación de su acompañantes—¡Ay perdón!

Kim se agachó lo suficiente para tomarlo de las manos al estilo bombero, y le ayudó a ponerse de pie con cuidado; por supuesto que Jungkook no estaba enojado con él, más bien, le causaba gracia y ternura su enorme reacción.

Taehyung seguía rojo desde las orejas hasta las mejillas, y su tono aumentó al recuperar la cercanía con el peli negro. Era una escena digna de película.

—Y... ¿Al menos te gustó el beso?...—se atrevió a preguntar el menor, desviando la mirada lo más posible.

—Eh... Sí, me gustó... Tenía sabor a alcohol.—sonrió como conejito, con el rostro pintado de rosado.

Volvieron a conectar sus pupilas, y justo en ese instante, por las enormes bocinas de Roller, sonó Crazy little thing called love, una pieza romántica y movida, describiendo todo aquello que ninguno se atrevía a decir frente a frente.
Una letra que cobró sentido para ambos chicos, pues había una pequeña cosa loca que los estaba uniendo poco a poco sin darse cuenta.
Lentamente, sus corazones se iban sincronizando, y quizá algún día, ese cúmulo de dudas y timidez se convertiría en amor.

"¿Qué tiene la música conmigo últimamente?, ahora recordaré a Taehyung cada que escuche Queen", pensó Jungkook.

"Quizá estar con él no sea tan malo. Me gusta, y debería dejar de mentirme", pensó Taehyung.

Finalmente, la cita terminó, y Jungkook llevó al menor de vuelta a su casa.

Ahora sentía que no quería separarse todavía de él, pero al menos tenía el consuelo de verlo el resto de la semana en los ensayos.
Así que se tuvo que resignar.

—Gracias por ésta cita, me encantó.—comentó Kim, bajando de la motocicleta.

—También me encantó... Gracias por aceptar salir conmigo, y por el caramelo.—sonrió el peli negro sin dejar su vehículo.

—Ten otro para el camino, trata de no fumar tanto hoy, ¿puedes?—el rubio metió su mano a su bolsa, sacando el último dulce de fresa que le quedaba. Lo extendió hasta el contrario, y sonrió cuando él lo tomó.

—Intentaré no hacerlo, descuida.—comenzó a abrir el caramelo, y quedó en shock un segundo después.

Taehyung se había acercado hasta su rostro, y dejado un suave beso justo en la comisura de sus labios; pudo besarlo en la mejilla, pero no lo hizo; también pudo darle un beso en la boca, pero no se atrevió.
Así que, una pequeña marca de brillo labial transparente quedó en la cara de Jungkook, marcando un antes y un después en su "relación".

—Te veré mañana caramelo, adiós.—e inundado por la vergüenza y timidez, Kim corrió hasta su casa y entró rápidamente.

—A-adiós...—tan sólo eso alcanzó a articular Jeon, mientras su rostro cobraba una nueva expresión.

Una sonrisa boba de enamorado se colocó en sus labios, apreciando lo lindo que se sentía recibir un beso así de tímido.
Y él se lo había ganado por su propia cuenta, no por los fastidiosos Min y Park.

Allí lo confirmó, y ahora no estaba seguro de cuando o como decirlo.
Sí, le gustaba Taehyung.


¿Quedó cursi o lindo?, idk.
Pregunta importante, ¿de qué les gustaría el siguiente capítulo?, especial NamJin o especial YoonMin... Recuerden que están estos dos pares también.

Díganme.

Los amo❤

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