✧chapter six

*Pov Jungkook*

Cuando llegamos a la cafetería, sentí alivio y pesar al mismo tiempo. Alivio porque estaría separado de éste chico por fin después de veinte largos minutos. Y pesar, por ver el lugar a donde Yoongi pretendía que entrara.

—¿En serio Yoon, aquí? — reclamé bajando de la moto, Taehyung imitó mi acción.

—Lo escogí yo. — contestó Jimin —Es un lugar bonito, ¿cierto Tae?

—Sí, muy a nuestro estilo. — añadió con una sonrisa.

Un gran letrero con colores chillones y letras curvadas se alzaba por encima del local, Honey Mel's coffee lucía en color rosa.
Éso solamente me hizo tener náuseas por imaginar qué clase de decoración tendría el lugar, si era al "estilo" de éstos dos arcoíris andantes, entonces mi día sería una pesadilla.

—Ajá, hubiéramos elegido nosotros. — bufé con evidente hastío.

—Éso sería descortés, idiota. — corrigió Yoongi con una sonrisa burlona.

De haber sido decisión mía, ni siquiera estaría aquí parado en primer lugar. Y de haber sido arrastrado por él aún así, al menos estaríamos en mi café bar favorito, no en ésta cosa llena de luces y colores raros.

—Ya no seas amargado, vamos. — Jimin comenzó a caminar junto con Taehyung, nosotros sólo los seguimos.

Suspiré pesado antes de dar un paso al frente, realmente no tenía ganas de estar en una cita doble, mucho menos con ellos. Porque sí, por más que lo negaran, ésto está catalogado como cita, término que odio, por cierto.

Yoongi me sacó de mis pensamientos con un codazo ligero, lo miré confundido obviamente, y él señaló con la mirada hacia abajo. Por inercia, seguí la dirección que indicó, y juro que mi cara se tornó rojo brillante gracias a sus estupideces.

—Yoongi, no estés de pervertido. — le susurré un poco apenado.

—Tú tampoco has apartado la vista. — rió levemente.

Si bueno, la vista no era mala, debo admitir que ésos pantalones le quedan muy bien a Taehyung. Pero ¡no!, ¿¡qué carajos dije!?
Y Yoongi casi babeando por ver a Jimin, ésto está mal, la cosa aquí es, ¿porqué seguí con los ojos clavados en... Ése lugar?

En fin, luego de que logré separar mi vista de su cadera —por no mencionar lo que realmente captó mi atención— y enfoqué mi alrededor, nuevamente quise golpear a Yoongi, además de sentirme nauseabundo. Es que simplemente todo era horrible a mi parecer.

Había demasiada luz cuando no debería ser así, ¿de qué sirve tener encendidos ésos focos enormes a las tres de la tarde?
El piso era como un tablero de ajedrez, cosa que podría marear a cualquiera que lo viera fijamente por más de diez segundos.
Y para rematar, los sillones eran azules con rosa, tan brillantes y coloridos que eran difíciles de ver.

Ah, y la música que estaban usando para ambientar no podía ser peor. Madonna, su voz a estado adherida a mi cabeza por casi dos días consecutivos, lo único que quería era no tener que escucharla aquí también. Mi única fortuna fue que era una canción diferente a la que me tiene traumado, ni siquiera sé cómo se llama, pero sé identificar que no es Vogue.

Jimin fue quien indicó en qué mesa nos sentaríamos, escogiendo un lugar sumamente cliché, una mesa para cuatro junto a un ventanal.
Desde allí había vista hacia la calle, así que por un mínimo segundo agradecí ya que podría estar pendiente de las motocicletas. Pero me cae un poco mal el hecho de que él nos esté diciendo que hacer, sólo falta que también escoja lo que comerá cada uno.

¿Se nota que odio todo con respecto a ésta salida "amistosa"?
Literalmente sólo hay dos cosas que puedo considerar agradables, una vista privilegiada y un aroma dulce, la desgracia es que ambas están vinculadas a Taehyung.

—Bien, ¿qué quieren ordenar? — preguntó Yoongi dando una ojeada al menú.

—Un café. — respondió Jimin.

—Un café en una cafetería, que original. — bufé por lo bajo.

—¿Qué pedirá el señor odioso entonces? — me miró mal Taehyung.

—Probablemente un refresco y nada más, entrometido. — regresé la mirada, haciendo que él suspirara pesadamente.

—¿Pueden fingir que no se quieren matar por unos segundos?, gracias. — aclaró su garganta y prosiguió la idea que yo había cortado algunas frases atrás —Yo pediré un café capuchino, ¿ustedes?

—Creo que un americano y galletas están bien para mi. — contestó Yoongi.

—Yo quiero pastel y una malteada. — sonrió emocionado.

—Sólo quiero un refresco, el que sea. — respondí serio, sin darme cuenta en qué momento había llegado una mesera para tomar las órdenes que tiramos al aire.

—Enseguida les traigo sus órdenes. — sonrió levemente la chica y se fue tan rápido como había llegado.

—¿Para éso viniste?, un refresco lo puedes beber perfectamente en tu casa. — reclamó Taehyung, al parecer tiene interés en buscar pleito conmigo.

—Para tu mayor información, yo realmente quería quedarme en mi casa, no venir aquí. — bufé.

—Si no dejan de hablarse así, Yoongi y yo nos cambiaremos de mesa, y aver qué hacen ustedes solos el resto de la tarde. — rodamos los ojos al mismo tiempo por ésa amenaza.

—Es más, muévete. — Yoongi me tomó del brazo, haciendo que me levantara.

Yo había quedado sentado entre él y Jimin, algo lejos de Taehyung. Y para molestarme aún más, me obligó a cambiar de lugar, quedando demasiado cerca de la persona que menos quiero ver.

Ellos se enojan porque nosotros no nos soportamos, cuando sabían de antemano que ésto pasaría si nos juntaban nuevamente a la fuerza. ¿Culpa de quien es?, mía no, y tampoco de éste rubio que me está mirando con cara de "pudrete".

—Aver si así aprenden a platicar como gente decente. — Jimin apoyó éso con un movimiento de cabeza.

—Me empezabas a caer bien Min. — bufó Taehyung.

En fin, algunos minutos incómodos después, la mesera trajo lo que pedimos y entonces el ambiente se relajó levemente.
Básicamente porque Jimin y Yoongi se concentraron en hablar entre sí, Taehyung se perdió en su malteada de fresa y yo me quedé clavado en mi lata de soda mirando por la ventana. Literalmente, cada uno se fue a su propio mundo, lo cual, fue relajante de cierto modo.

Hasta que él sorbió las últimas gotas de líquido rosa, y se giró a verme con intención de iniciar conversación.

—Pregunta, ¿porqué traes la misma ropa del sábado? — formó una mueca de confusión, y yo sin escapatoria, sólo suspiré antes de contestar.

—No es la misma. — desvié la mirada, pues no era la primera vez que alguien me decía éso.

—Claro que sí, no me engañas. — se movió unos centímetros hacia mi — Se nota que es exactamente la misma.

—Ajá, ¿porqué, según tú? — si me quedaré aquí aplastado por lo menos una hora más, debería tratar de entablar alguna clase de plática.

No quiero, pero Yoongi me romperá su taza vacía en la cabeza si no lo hago. O algo así.

—Misma chaqueta. — pasó sus manos desde el cuello de ésta hasta mi pecho —Mismo peinado. — acarició un poco mi flequillo —Mismo pantalón con cadenas. — casi muero ahí cuando pasó sus manos por mis piernas, desde las rodillas hasta mi cinturón — Y por supuesto, misma cara amargada.

—¿Era necesario tocarme? — dije intentando ocultar mis nervios cuando me tomó del mentón.

—No, pero quería ser específico en mi explicación. — retiró su mano — Vaya, estás rojo.

—Mentira. — verdad, totalmente verdad. ¿Pero qué esperaba?, acaba de manosear todo lo que quiso.

—Te ves diferente así, más agradable diría yo. — sonrió leve.

—¿La palabra bipolar te suena, de casualidad? — rodó los ojos, entendiendo a qué me refería con éso.

—Estoy intentando ser amable, valóralo baboso. — se cruzó de brazos, y por un momento me pareció tierno.

—Ya vale. — respiré hondo, sintiendo como el calor en mis mejillas iba bajando —Y... ¿Recuerdas algo del sábado?

—Siendo honesto no, sólo tengo memoria de haber estado en la barra contigo y con Namjoon, de ahí todo se vuelve borroso. — explicó comiendo un trozo de su pastel.

—Ah, entonces estamos igual. — seguir con una mentira que nadie me pidió hacer es mi mecanismo de defensa.

Menos mal él no recuerda nada.
Pero ¿porqué carajos yo sí tengo que tenerlo tan claro?

—Lo que sí tengo presente es que fue la peor cita que he tenido. — añadió con una sonrisa burlona.

Sí, sigue diciendo éso Taehyung.
Lo dice porque no se acuerda de cuando me tomó de la manos, bailó conmigo, luego bailó desvergonzado frente a mi, y cerró la noche con un beso.
El alcohol toma el control de todo nuestro sistema definitivamente.

—Al menos en algo estamos de acuerdo. — decidí seguirle la corriente.

Luego de tantas escenas, cortas pero extrañas, los otros dos al fin notaron que existíamos y nos pusieron atención.

—Kook, ¿estás de acuerdo? — preguntó de repente mi amigo, como si yo supiera de lo que estaban hablando tan animadamente.

—¿Con qué? — fruncí el ceño.

—Con que Jimin y Taehyung vayan a nuestro ensayo mañana. — si fuera una persona agresiva, o por lo menos me importara poco su integridad personal, ya le hubiera roto la cara.

—Bueno, ¿tú no entiendes la definición de "me cae mal"? — bufé con evidente molestia.

—Son tal para cual, Jimin tampoco la entiende al parecer. — apoyó Taehyung con una expresión igual a la mía.

—Y ustedes son idénticos, odiosos. — respondió el chico rosa.

—Por ponerse así, ahora aceptan la invitación y se callan. — con ésa simple frase, Yoongi acabó la discusión. O éso creyó.

—Tal vez falte al ensayo. — soy retador, no puedo negarlo.

—Tal vez la banda se quede sin baterista permanentemente. — ja, con que así quiere jugar.

—¿Ah sí?, pues quizá alguien no recupere la guitarra que me prestó para practicar. — ambos nos mirábamos con enojo, hasta que los otros dos nos detuvieron.

—Ya, silencio. — hablaron al unísono.

—Tae y yo iremos a verlos tocar, no los interrumpiremos.

—¿Quién te dijo que yo acepté ir? — ahora va la pelea de dos bombas de colores.

—¿Te quieres quedar sin alma gemela? — uy, sonó como un golpe muy bajo. Jimin es temperamental, con éso Yoongi pagará todo su karma.

—Ash, que grosero. — me contuve para decirle que el puchero que formó se veía sumamente tierno — Vale... Supongo que sí estaré allí.

—¿Supones? — se notó un cierto tono amenazante en su voz.

—Bien, iré, ¿feliz? — Jimin asintió con una inocente sonrisa.

—Les gustará seguramente, somos una banda buena. — Yoongi relajó su expresión anterior.

—No puedo esperar. — pude ver como Jimin suspiraba como enamorado al decir aquello, cosa que me causó incomodidad.

¿Saben porqué?, porque de sólo imaginar que ambos terminarán juntos me siento condenado. Si ellos en algún momento se vuelven pareja, Yoongi me arrastrará a más encuentros con él y obviamente ahí se incluye Taehyung. Estoy pensando más allá de lo poco evidente, pero no puedo evitarlo.

—Ya tórtolos, sería mejor irnos. — intervino precisamente de quien hablaba —Es tarde y debo irme a practicar.

—¿No lo harías pasado mañana TaeTae? — se notaba a leguas que él no se quería ir aún.

—Sí, pero también lo haré hoy. — quería preguntar a qué se refería, sin embargo, nuevamente me contuve.

—Vale, entonces vámonos. — pidió la cuenta y entre los cuatro juntamos el dinero para pagar.

Sí, yo no quería salir ni siquiera, pero soy buen amigo o éso creo, así que debía cooperar.

Al dejar la cafetería, largué un suspiro por pensar en lo siguiente que tenía que sufrir, pues otra vez Taehyung subiría a mi moto, y serían veinte minutos demasiado eternos para mi.
Bueno, ¿a quién engaño?, fue un poco agradable su cercanía en el trayecto de inicio.

Ya, alguien que venga y me cierre la boca de un palazo.

—Sube, y ésta vez evita manosearme. — dije cuando ya estaba acomodado en el vehículo.

—Que poco aguante tienes. — y se da el lujo de burlarse, perfecto.

Enredó sus brazos en mi cintura, y recargó su mejilla en mi hombro, haciendo que su perfume frutal invadiera totalmente mi espacio personal. Me gusta ése aroma, y de alguna forma la calidez que emana es relajante, pero no por éso cambia mi pensamiento sobre él.

Arranqué, iba siguiendo a Yoongi sin rebasarlo en ningún momento. Aprovechando un poco la cercanía, y con el afán de hacer el trayecto un tanto menos incómodo, decidí platicar con Taehyung.

—Por cierto, ¿qué es lo que vas a practicar hoy? — pregunté intentando no sonar tan interesado en la respuesta.

—Patinaje en el parque cerca de la casa de Minnie. — Minnie, Jimin, ya capto.

—Vaya, ¿patinas? — éso no lo esperaba.

—Sí, sé hacerlo con patines de rueda, patines para hielo, y ahora estoy practicando para lograrlo con patineta. — no suena nada mal a decir verdad.

—Es genial. — sonreí levemente — Siempre me a gustado la idea de usar patineta, pero pienso que no sería bueno en ello.

—Tal vez lo serías, podrías intentarlo. — ví que sonrió, obviamente no quité los ojos del camino, sólo lo observé por el espejo retrovisor —Es más sencillo que manejar una motocicleta, te lo aseguro.

Reímos un poco, y con éso el ambiente en los siguientes quince minutos fue más ameno de sobrellevar.
Es que podría caerme ligeramente bien, pero es tan diferente a mi y... No lo sé, no me acomodo en ésta situación.











Wow, escribí 2190 palabras, nuevo récord jsjsjs.
Casi salgo de vacaciones, así que ya podré actualizar un poco más seguido, perdonen mi enorme tardanza.

P. D: Obviamente cambiaré el banner del inicio cuando tenga los correspondientes a cada personaje, por mientras así se queda xD.

Los amo. ❤

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