Chapter Nineteen
—No te asustes, malvavisco, no te caerás si yo conduzco.—dijo con cierta diversión Hyunjin, tratando de quitar un poco la tensión que se había formado.
—Si me caigo, te demando, vago.—respondió en el mismo tono Felix, y se dio un golpe mental por el apodo que había dicho.
Pero bueno, a falta de más imaginación en ese momento, usó el más "normal" que encontró. Y a partir de ahí, intentó pensar en un apodo más bonito, algo que pudiera combinar con "malvavisco"... Quizá se le ocurriría alguno en el transcurso del día.
Y con esa pequeña conversación, Hyunjin arrancó la motocicleta, iniciando su viaje.
Su plan de cita era llevarlo a un café bar, su favorito de hecho, para que el rubio conociera un poco de sus gustos. Y también debe admitirse, Hyunjin lo quería hacer de ese modo para cobrarse personalmente su cita doble en aquel sitio fresa. Ese lugar lleno de colores y aroma a malteada no le había agradado, y pensaba que ya era justo que él escogiera la ubicación de la cita al menos una vez.
20 minutos después, Hwang estacionaba la motocicleta y colocaba el freno en el suelo para que ésta no cayera.
Habían pasado todo el camino en silencio, simplemente respirando el perfume contrario y sintiéndose un poco más en confianza; lógicamente, para ellos ya no era un asunto sumamente incómodo el viajar tan juntos.
El bar tenía por nombre Marshall's drinks, el cual lucía en un letrero de letras rojas justo por encima de la puerta. Tenía varios ventanales, un poco cubiertos por cortinas vino; su piso mantenía la armonía con un color blanco, en tono mármol; toda la decoración se basaba en la cultura del rock, con una paleta sencilla de rojos, negro y blanco, nada demasiado extravagante.
Además, el lugar siempre ambientaba sus horas de servicio con música rock, ya fuera calmada o pesada; ese detalle era, por mucho, el favorito de Hyunjin.
—Aquí es.—habló sonriendo el peli negro, bajando de la moto.
—Se ve... Lindo... Muy de tu estilo.—Felix bajó del vehículo con una media sonrisa. No le disgustaba el sitio, pero por supuesto, hubiera preferido algo diferente.
—Lo sé, me encanta. —guardó las llaves en su bolsillo, y dio un par de pasos—Vamos.
El rubio asintió, imitando la acción contraria.
Ambos caminaron hasta la entrada del bar, y desde pocos pasos de distancia ya podía oírse la música del interior.
Al entrar, de inmediato todas las miradas cayeron en Felix, y era obvio porqué; ni una persona en el lugar tenía ropa tan descubierta o colorida, además, se veía totalmente diferente al estereotipo de cliente que Marshall's recibía usualmente.
Sumado a su figura llamativa y lindo rostro, era totalmente comprensible que se volviera el centro de atención en cuanto cruzó la puerta.
Aunque claro, a Hyunjin no le pareció ni un poco aceptable la situación.
—¿Se les perdió algo o qué? —susurró con un toque de molestia, poniendo las manos sobre los hombros de Felix por mero impulso.
—¿Te pasa algo?—Lee volteó ligeramente la mirada hacia Hyunjin, sin detener su caminar. Solamente él había escuchado su reclamo.
—Nada, tú sigue.—aclaró su garganta, dándose cuenta de sus acciones. Claramente, desprendía celos por cada poro, y Felix lo captó—Vayamos allá.
El peli negro señaló una mesa con dos sillas, ubicada un poco al fondo del lugar, sin una vista muy buena al ventanal. De hecho, los demás clientes tampoco podían ver completamente dicho sitio, y por eso fue que Hwang lo eligió.
No soltó su agarre en el rubio hasta llegar a la mesa, y sólo lo dejó libre porque debían sentarse. Ni siquiera él mismo entendía porqué estaba actuando así, pero al menos esperaba que fuera un comportamiento momentáneo.
—¿Qué pedirá el señorito?—preguntó Hyunjin, cuando una mesera les entregó a cada uno su menú. Cosa que constaba, básicamente, en bebidas.
—Creo que un capuchino frío estará bien, tengo calor.— contestó Lee con una pequeña sonrisa, dirigiéndose a la chica que seguía esperando su orden.
—Yo quiero un café con whisky, por favor.—dijo finalmente Hwang , y la mesera se retiró a la cocina.
—¿Alcohol tan temprano?—soltó una pequeña risa.
—Es una medida mínima, relájate.—imitó el gesto—No planeo emborracharme.
—De acuerdo.—Felix se quedó escuchando la música por unos segundos con curiosidad—¿Qué canción es esa?, suena bien.
Mentiría al decir que el hecho de conocer otros géneros musicales, además de pop y disco, no le interesaba. No era fanático de los ruidos estruendosos, pero en su corta experiencia con el rock, podía admitir que había muchas canciones realmente buenas.
—Livin' on a prayer, de Bon Jovi.—contestó Hyunjin con una sonrisa—¿Te gusta?
—Sí, es buena.—sonrió el rubio—Supongo que es un solista, ¿no?—preguntó, con la intención de sacar tema de conversación.
Durante varios minutos, ambos se dedicaron a platicar sobre la música; de los gustos específicos de Hyunjin, las canciones favoritas de Felix, sobre algunos covers o grupos que les agradaban, etc.
Sin poner mayor esfuerzo —como en muchas otras ocasiones— su plática fue fluyendo naturalmente, incluso reían y sonreían ante algún comentario del otro o entre los silencios. Se dieron cuenta entonces, que la incomodidad entre ellos ya se había disipado en un 80 o 90%, y era lógico después de convivir por varios días.
Podría decirse que eran amigos, con sentimientos confusos dentro de sí.
—Deberías enseñarme más canciones, se ve que tienes gustos buenos.—dijo Felix, poco después de haber recibido su café y bebido un sorbo.
—No pensaste eso cuando me conociste.—Hwang soltó una pequeña risa, tomando un trago de su vaso.
—Pero ahora te conozco un poco más, tengo derecho a cambiar de opinión ¿no?—sonrió levemente—Y de hecho, quería disculparme, no debí ser tan grosero contigo los primeros días que te ví.
—Tampoco yo tenía que comportarme así, es sólo que no soy nada experto en socializar.—admitió el peli negro.
—Lo siento.—dijeron al unísono, para luego reír brevemente con nerviosismo.
—Esta es una cita linda, me gusta.—añadió Felix, sonriendo abiertamente.
—También me gusta.—respondió Hyunjin, con una sonrisa boba.
Ese gesto en él no era para nada común, porque reflejaba ternura, se veía similar a una expresión de enamorado. Sólo sonreía así cuando compraba un disco nuevo, o cuando salían sus videos musicales favoritos en televisión; y bueno, ahora parecía que esa sonrisa se la dedicaría a alguien más.
Quizá Felix sería la única persona que vería a Hyunjin sonreír como un bobo.
—Tienes una sonrisa preciosa.—soltó el rubio sin pensar, haciendo que sus mejillas se tornaran rojizas—Ah... Es decir... Es muy blanca y derecha...
—Gracias... Tu sonrisa igual es muy linda.—admitió el peli negro, con la cara pintada de rosado, y bajando la mirada.
Y así, con temas de conversación algo triviales, terminaron sus cafés en cuestión de media hora. Por supuesto, no se centraron sólo en hablar de música, o de las cosas que encontraban atractivas el uno del otro, sino que se pudieron permitir profundizar un tanto más.
Sin darse cuenta, comenzaron a contarse mutuamente algunos datos de sus vidas personales, cosas que no habían hablado gracias a que no se llevaban bien.
Felix le contó que sus padres aveces eran raros en cuanto a el tipo de personas que no les agradaban; explicó que lo que menos podrían tolerar sería a un chico fumador, ya que lo veían como el vicio más peligroso, y no deseaban que su único hijo se cruzara con algo así.
"Entonces tendré que contenerme mucho para no tumar cuando vaya a tu casa, ¿cierto?", respondió Hyunjin a ello.
"Exacto, pero conmigo ya no hay problema, creo que me he acostumbrado a tu humo, así que está bien", comentó algo divertido el rubio.
Hwang después se animó a platicarle un poco de su vida familiar, la cual, no era la más óptima; su madre insistía en querer sobre protegerlo, y cuando Hyunjin se negaba a sus cuidados, acababan peleados por días; y su padre era del tipo "presente ausente", ese que está en casa, mantiene la economía familiar y cosas por el estilo, pero que ni por error se interesa en lo que le suceda a sus hijos.
Hyunjin no quería que su madre lo cuidara como si tuviera 10 años, por el simple hecho de que ya era tarde para querer hacerlo. De pequeño tuvo que aprender prácticamente todo por su cuenta, gracias a que no tenía atención por parte de nadie en su casa.
Así que su núcleo era un constante agobio, discutía con su madre a diario, su padre a duras penas se metía —y eso sólo para apoyar que se fuera de allí por unas horas —, y ser el hijo único no ayudaba demasiado. Todo recaía sobre él, y Hwang simplemente no había aprendido a lidiar de forma correcta
con ello.
"Quizá por eso fuma tanto, debe manejar mucho estrés".
pensó Felix, evitando decirlo.
—Veo que no la tienes fácil... Lamento que sea así.—comentó el rubio.
—Son cosas que suceden, uno no elije a la familia que lo cuidará por desgracia.—expresó el peli negro, tratando de quitarle importancia—Pero en fin, al menos puedo estar afuera por un rato todos los días.
—Sí, supongo que eso es bueno.—y ahí, Lee tuvo una idea para intentar ayudar un poco a Hyunjin.
Su cita había sido linda, pero corta. Hwang tendría que regresar temprano a casa, y por lógica, no estaba emocionado por eso.
Y además, esa pequeña plática había bajado los ánimos del chico frente a él. ¿Qué se le ocurrió?, lo obvio, quedarse con Hyunjin un tiempo más.
—Oye, ¿y si vamos a otro lado?, creo que una cita no debe ser tan breve.—sugirió con una sonrisa.
—¿Enserio quieres estar conmigo más horas?—el contrario rió por lo bajo.
—¡Claro!, eres un chico interesante, me gustaría seguir hablando contigo.—Felix pidió la cuenta con un ademán—¿Qué dices?
Hyunjin lo pensó unos momentos, mientras sacaba el dinero necesario para pagar.
Le parecía tierno que el rubio quisiera mantenerlo fuera de casa, porque lógicamente, notó sus intenciones; pero a la vez se sentía algo extraño por la situación, ya que realmente nadie había intentado preocuparse de esa manera por él.
Ni siquiera Minho había sido tan obvio en ese sentido. Pero Hwang , por fortuna, decidió guiarse por su ternura y no por lo raro que podía parecerle.
—De acuerdo, te toca elegir a donde vamos.—aceptó finalmente con una media sonrisa.
Pagó ambos cafés, agradecieron a la mesera, y salieron del bar, caminando lado a lado y sin cambiar mucho sus expresiones.
Sin embargo, a Felix se le borró la felicidad que había juntado cuando vio a su acompañante sacar un cigarro y un encendedor, listo para fumar nuevamente. Ahora que podía deducir un poco el porqué Hwang era tan adicto al tabaco, entendía que los regaños o reclamos no servirían de nada; además, ahora pensaba en ayudarlo a tener una mejor manera de vivir, pues sus ganas iniciales de molestarlo o confrontarlo ya se habían ido casi por completo.
Era un chico con problemas, que claramente buscó un escape de todo su cúmulo de dificultades. Así que Felix quiso comenzar a sacarlo de su agujero, y creyó que hacerlo desde lo más simple podría funcionar.
—Hey, ¿y si mejor comes un dulce?—sugirió el rubio, interponiendo su mano entre el cigarro y la boca de Hyunjin, antes de que él lo pudiera sostener con sus labios.
—¿Para qué?— el peli negro bajó lentamente ambos objetos, confundido.
—Sabes que fumar no te hace bien, y he escuchado que para comenzar a quitar la ansiedad por fumar, la gente que lo hace come un caramelo o un chicle cuando siente esa necesidad... Podría servirte.—explicó deteniendo sus pasos.
—Aprecio tu preocupación, pero dudo mucho que pueda dejar ésta cosa.—suspiró ligeramente, con una leve sonrisa.
—¿Puedes intentarlo al menos?, prometo que si te sientes mal o no resulta, asumiré la culpa.— pidió Felix, metiendo una mano dentro de su bolso.
Por suerte, casi siempre cargaba con mínimo un dulce, por si le daban antojos.
—De acuerdo... Tratemos.—Hyunjin guardó el cigarro y el encendedor, dudando de sus acciones.
Aceptó para no ser grosero con el rubio, y también porque quería experimentar; ¿qué tal si el método funcionaba?, tal vez dejar el tabaco no sería tan malo.
Y bueno, Felix sólo buscaba ayudarlo, ¿para qué negarse?, de todos modos, si no funcionaba, simplemente volvía por sus cajetillas y ya.
No era la gran cosa, pensó.
Lee le entregó un caramelo de fresa, y agradeció felizmente cuando Hyunjin lo abrió y lo comió. Esperaba que sirviera de algo, y que el peli negro no dejara de intentarlo tan rápido.
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