Chapter eighteen

Sólo había pasado una semana de ensayos y entrenamientos, y hasta ahora, todo estaba mejorando progresivamente.

Felix había dejado de oponerse a las clases de música que Hyunjin necesitaba darle, comenzando con explicaciones ligeras sobre los grupos de rock más conocidos de los últimos años, sin meterse en detalles innecesarios. Con ésto, el rubio comenzaba a tener más noción sobre las melodías que estaba cantando para sus ensayos, y también intentaba fuertemente no distraerse con los gritos eufóricos de Jisung.

Por su parte, Hyunjin ya tenía tres lecciones aprendidas en patinaje: ponerse de pie, mantener el equilibrio y avanzar hacia adelante por sí solo. No parecía gran cosa, pero tomando en cuenta que su primera y segunda clase consistieron en sostenerse de Felix cada cinco segundos, el lograr hacerlo sin ayuda a la tercera clase era un gran avance.

Además, aunque no quisiera admitirlo abiertamente, ya sabía de memoria varias partes de Take on me, y la intentaba tararear en su casa para irse preparando en cuanto a los tiempos de la canción.

Digamos que cuando se lo proponían, podían llevarse bien y aprender rápido; porque sabían de sobra que no estaban en posición para tardar en agarrar la experiencia que requerían, ni tampoco podían seguir dándose el lujo de medio matarse cada que se veían. Por lo que, tal como Chan les había pedido, ambos se esforzaban en cooperar para avanzar.

Y de ese modo más ameno, lograron terminar la primer semana, llegando con un total de sólo dos pequeñas discusiones al domingo.

Una, porque Felix se negaba a intentar cantar un tema de Metallica, pero acabó accediendo luego de que Jisung le prometió un smoothie al salir del garaje. Y la segunda, porque Hyunjin se cayó de sentón al tratar de deslizarse unos centímetros hacia adelante, y aunque luchó por evitarlo, Lee acabó muerto de la risa; evidentemente, eso no le pareció gracioso al peli negro.

Pero en fin, ya era domingo, tenían un día para descansar de sus interacciones... ¿O no?

Pues no, Hyunjin decidió que no tenía suficiente aún.

Así que después de levantarse, dar vueltas en su habitación bebiendo una gran taza de café, y consultarlo más de tres veces con su reflejo en el espejo, se convenció de que era una buena idea. Llamaría a Felix para invitarlo a salir aquella tarde, con la esperanza de poder tener una cita mejor que la primera.

¿Qué porqué lo haría?, sencillamente, quería comprobar qué era lo que en realidad pasaba dentro de su cabeza; no tenía claro si Felix aún le caía fatal, o si le empezaba a tener cariño amistoso, o incluso si le había comenzado a gustar como tal. Hyunjin en verdad no sabía lo que estaba sintiendo, y creyó que con una cita nueva y sin intervenciones por parte de Jisung y Minho, las cosas se aclararían, al menos para él.

Y ahí estaba, con el teléfono entre sus manos, marcando al número de un rubio que lo tenía confundido.

—Hola Lix, soy Hyunjin, salgamos hoy.— practicó mientras el tono del teléfono sonaba—No, eso suena demandante... Que tal... Hola Lix, ¿quieres tener una cita?, ¡no, eso es peor! —bufó y siguió esperando a que la llamada fuera atendida.

Lo cierto es que Hyunjin jamás había invitado a nadie a una cita, él no era la clase de chico que salía con decenas de personas así de fácil. Y el hecho de estar teniendo la iniciativa por primera vez, lo desconcertaba hasta a él mismo. ¿Qué había en Felix que lo hacía actuar extraño?

—¿Hola?—contestó Lee con voz adormilada.

Lógicamente, pues no eran ni las nueve de la mañana cuando Hwang lo llamó.

Los nervios de su decisión sirvieron como buen despertador, así que todo su debate mental le abrió los ojos a las siete de la mañana.

—Ah... Hola Lix.—el peli negro se aclaró la garganta, conteniendo la ternura que le provocaba escuchar una voz tan suave como esa—¿Te desperté?

—Sí... ¿Pasa algo?—se escuchó un bostezo a través del teléfono.

—Nada importante... Sólo...—Hyunjin suspiró, y simplemente lo externó—¿Te gustaría salir conmigo hoy?

Hubo un silencio un poco largo, en el cual sólo se escuchaban ligeros susurros en la bocina del aparato, como si Felix estuviera hablando con alguien más antes de responder.

—¿Para qué saldríamos? —cuestionó el rubio, con un cierto tono divertido.

—Bueno...—y entonces, Hwang decidió que crear mentiras que nadie le pidió formar, seguiría siendo su manía personal—Es que Jisung me dijo que sería buena idea una segunda cita, ya que la primera fue un fracaso.

—¿Ah sí?, ¿te habló por teléfono diciéndote que me invitaras a salir?—Felix soltó una breve risita incrédula.

—Claro, ya sabes como es él y su novio Minho con nosotros, no tienen remedio.—Hyunjin pasó su mano por su rostro debido a los nervios, esperando que el rubio le creyera la conveniente mentira que estaba diciendo.

Por el teléfono resonó un "mhm" aún incrédulo, seguido de una leve risa. Aunque, a Hwang le continuaba pareciendo que había una segunda voz junto a la de Felix.

—De acuerdo, supongo que pasarás por mi.—y al final, Lee aceptó, por una sencilla razón—¿A qué hora?

—A la una, iré en mi motocicleta.— el peli negro sonrió victorioso, mientras recibía un "está bien, nos vemos" de Felix—Hasta pronto.

Hyunjin colgó la llamada, y dio un par de brincos por su pasillo; no sabía cómo, pero había logrado lo que quería sin tantas complicaciones.

Sin embargo, lo que tampoco sabía, era que Felix no le había creído ni una palabra de su mentira; porque aunque estaba relativamente bien armada, Hyunjin jamás contó con que Jisung estuviera en casa del rubio en ese momento. Han se había quedado a una pijamada en casa de los Lee, por lo que escuchó perfectamente la conversación; sí, aquella segunda voz y risa que Hwang logró escuchar, era de un peliazul curioso.

Y la sencilla razón por la que Felix había aceptado la invitación, fue porque también tenía ganas de ver qué tal les iba en una cita nueva. Quizá sería más amena ahora que ya habían convivido varios días sin parar; además, le causaba curiosidad saber el verdadero motivo de Hwang para invitarlo. Y por supuesto, Jisung se involucró con un "dile que sí, sabes que el chico te gusta".

"¡No me gusta!" fue la respuesta del rubio, dicha en un susurro antes de contestarle a Hyunjin su propuesta.

Tal vez le gustaba, tal vez no, o quizá sólo intentaba engañarse a sí mismo. Pero de cualquier modo, aquella tarde, ambos chicos se llevarían una aclaración segura de sus sentimientos.

A la una con algunos minutos más, Hyunjin estacionaba su motocicleta en la entrada del patio de los Lee. Decidió vestir algo menos casual que en los entrenamientos, pero más relajado que en su primera cita; pensó que una camiseta negra ajustada, jeans azul marino y tenis blanco y negro limpios serían una buena combinación. Sumándole su cabello largo atado en una coleta floja, dejando su flequillo suelto.

Definitivamente se notaba un cambio en su arreglo personal, y aunque seguía negándolo, estaba ansioso por ver el conjunto que Felix usaría ésta vez. Siempre lo dejaba pensando de más con sus crop tops y pantalones apretados, y seguramente ese día no sería la excepción.

La señora Lee fue la encargada de avisarle a su hijo que Hyunjin había llegado, al ver por la ventana y gritar "¡Lix, hay un guapo motociclista esperándote allá afuera!", frase que, de haberla gritado con una raya más de volumen, Hwang habría escuchado sin problemas.

Por suerte, al peli negro no se le había ocurrido fumar en ese instante, pues lo único que los Lee no toleraban ni siquiera un poco, era a los fumadores.

La madre de Felix podía estar perfectamente bien con que su hijo saliera en moto con un chico así de rudo —en especial porque ya lo conocía—, pero en definitiva no lo dejaría poner un pie fuera de la casa si veía a Hyunjin fumar.

En fin, el rubio bajó de su habitación, y despidiéndose rápidamente de su madre, salió con algo de nerviosismo en dirección al peli negro. Ésta vez, eligió vestir unos shorts de mezclilla algo cortos, entallados por supuesto, con una camiseta rosa ligeramente ajustada y llevando como accesorios un par de broches en su cabello, algunas pulseras coloridas y un pequeño bolso plateado de correa cruzada.

Aquella combinación hizo que Hyunjin tragara duro al verlo, intentando no dirigir sus pupilas a las piernas descubiertas de Felix.

—Veo que sí tienes ropa diferente, me gusta.— y ese fue el saludo más amable que Lee pensó.

—Sí... También me gusta tu... Ropa de hoy.—Hyunjin carraspeó, desviando un poco la mirada para salir del trance— ¿Nos vamos?

—Claro, pero no me has dicho a dónde me llevas.—sonrió el rubio, colocando sus manos sobre su propia cadera en un gesto de "dime qué tramas".

—A mi lugar favorito, quizá te gustará.—le mostró una sonrisa leve, y se giró para subir a su motocicleta — ¿Listo para montar ésta cosa del diablo otra vez? —comentó burlón.

—Ja, siempre.—Felix soltó una risita, sólo para ocultar los nervios que crecían en su interior.

Subió con cuidado al vehículo, sintiendo como sus shorts se subían ligeramente debido a la separación de sus piernas; realmente no le habría importado un detalle tan ridículo como ese, de no ser porque Hyunjin lo miró cuando ésto pasó. Y bueno, acabó con las mejillas calientes por ello.

Solamente atinó a respirar profundo e ignorar sus pensamientos sin sentido, para entonces rodear la cintura de Hwang con sus brazos y apegarse a su espalda. De inmediato, el perfume masculino inundó su nariz, haciendo aún más difícil el calmar su mente y bajar el sonrojo de su cara.

Claro que el mayor no se quedó atrás, pues en cuanto sintió la cercanía contraria y respiró el aroma dulce que emanaba de Felix, no pudo evitar enrojecer desde la punta de sus orejas hasta el final de sus mejillas. Con aquella sensación creciendo cada vez más, arrancó la motocicleta, y sintió como su acompañante lo apretaba ligeramente fuerte al momento de que el motor resonó.

—No te asustes, malvavisco, no te caerás si yo conduzco.—dijo con cierta diversión Hyunjin, tratando de quitar un poco la tensión que se había formado.

—Si me caigo, te demando, vago.—respondió en el mismo tono Felix, y se dio un golpe mental por el apodo que había dicho.

Pero bueno, a falta de más imaginación en ese momento, usó el más "normal" que encontró. Y a partir de ahí, intentó pensar en un apodo más bonito, algo que pudiera combinar con "malvavisco"... Quizá se le ocurriría alguno en el transcurso del día.

Felix:

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top