42

Melina...

Hades llega junto a su padre y preguntaron por ella, estaba aturdida por lo que sucedió. En mis ojos se estaban acumulando las lagrimas. Solo señalé y traté de disimular pero Hades se dio cuenta. Me tomo del brazo y me llevó hasta su habitación.

—¿Qué te dijo mi madre? —pregunta directo.

—Nada —trago mi llanto y lo disimulo con una sonrisa.

 —Melina no soy un tonto. Estas a punto de llorar y se que fue por mi madre.

Niego.

—Que te dijo—presiona.

—No quiero crear problemas.

—Si no me cuentas si habrá un problema —trago asustada y muerdo mi labio inferior—.Ahora cuenta —dijo en un tono suave.

—Fue tonto.

—Si fuese tonto no te viera las ganas de llorar—remojo mis labios —.Qué te dijo mi mamá.

—Ella me amenazó si no me alejaba de ti—balbuceo mientras mi corazón va a un ritmo acelerado —.P-piensa que estoy contigo por interés.

—¿Cuál fue la amenaza?

—Echar a mis padres de su trabajo— Hades echa la cabeza para atrás y respira hondo.

—¿Qué mas te dijo?

—S-solo eso— me mira fijamente.

—¿Nada mas?

—Me ofreció dinero—suelto presionada por su intensa mirada.

—Primero me impone novia ahora esto —bufa disgustado.

—Tengo que hablar con ella.

—Hades no—lo detengo— .Por favor no, no quiero que tu mamá piense que soy una chismosa.

Sostiene mi mejilla con su mano y planta un beso en mi frente.

—No te preocupes Perséfone —susurra elevando mi mentón entre sus dedos, deposita un corto beso en mis labios y junta su mano con la mía.

Salimos de la habitación con nuestras manos unidas y nos integramos a la conversación que su padre sostenía.

—Te quedó hermoso el pastel —me felicita nana y le devuelvo una sonrisa mientras sentía la mirada de la madre de Hades clavándose en mi cuello.

—Lo hice con mucho cariño nana.

—¿Haces pasteles Melina? —interroga el padre de Hades, el señor Adonis.

Giro mi cuello para contestar.

—Si señor—contesto.

—Hace cualquier tipo de dulce—interviene Hades—Y son los mejores.

—Me consta —añade nana.

—Ya tengo quién me haga mi torta de cumpleaños.

Sonrío tímida.

—Un gusto para mi.

—¿Es lo único que haces?— pregunta la madre de Hades con un falso tono amigable.

—Melina habla Español —interfiere Hades toqueteando mi mejilla.

Sonreían forzada.

En vez de alagarme y sentirme orgullosa, me sentía incomoda. Se que lo hace para callar a su madre y la verdad es que prefiero que no diga nada mas, no esta resultando.

—Increíble—adula el señor Adonis sonriendo — .Hades me dijo que también trabajas.

—Si —respondo, acalorada.

—¿Dónde?

—En la cafetería de Estela —contesta Hades y se pone de pie. Dirige su vista hacia su madre y con la mano le hace un gesto. Mi corazón se detiene — .Puedes venir un segundo, mamá.

—Claro mi vida.

—Ahora vuelvo —susurra en mi oído y lo agarro del brazo. Le suplico con la mirada — .Tranquila.

—Hades—planta un beso sobre mis labios y reúne con su madre en su habitación.


Hades....

—¿Ya te fue con el chisme?— dice en un tono despectivo. 

—Ella no es chismosa —la defiendo molesto.

—¿Y cómo supiste que le dije eso?

—La obligué —asiste incrédula— .¿Por qué le dijiste eso?

—Es la verdad.

—Te equivocas, Melina no es así.

—Por supuesto que lo es —asegura — .Es la misma estampa de Madison, sólo que mas mucho mas astuta.

—Ella no es Madison —refuto.

—Si lo es —sentencia —. Esa muchachita no es mas que una interesada y no la quiero cerca de nuestra familia.

—Mamá por dios.

—Aléjate de ella.

—No lo voy hacer —niego retundo—.Ella es el amor de mi vida y tú no tienes idea todo lo que luché para que este conmigo. Y te voy pedir que no te metas mas con ella.

—Entonces dile que se vaya.

—No.

—Hades esa mujer no te conviene....

—Pero la que tú me elegiste esa si me conviene —recrimino.

—Porque ella esta a nuestra altura y no tiene necesidades como esa muchachita que se ve que las tiende todas —respiro hondo y me llevo una mano al puente de mi nariz impacientado.

 Mi madre usó un tono tan despectivo que me cuesta creer que sea ella quien hablé de esa forma.

—Sus padres son unos simples abogados que no son ni reconocidos y ella trabaja en una cafetería para sobrevivir. ¿Acaso no te resulta sospechoso?

—No —digo firme — .Porque conozco a Melina y sé que ella no es ninguna interesada como piensas. Es la mujer más honesta que conozco y sé con certeza que ella me ama  sinceramente. Jamás me ha visto con otra intención y cuando nos conocimos ella no tenia puta idea de quién era hijo.

—Y cuando lo supo, mas se interesó en mi. Bendita casualidad.

— No voy discutir contigo —espeto obstinado —. Vamos a terminar peleados y es lo que menos quiero. Solo te pido que respetes mi relación y no te metas con ella, mucho menos con su familia.

—Hago esto porque te amo y quiero lo mejor para ti. Eres mi hijo y no voy a permitir que nadie te vuelva a lastimar —su voz se quiebra.

—Comprendo —me acerco y la abrazo — .Pero eso no te da derecho de tratarla mal y amenazar a su familia.

—Una madre hace lo que sea por sus hijos —justifica.

—Tranquila —beso su frente — .Melina es diferente.

—A mi no me inspira confianza y debes alejarte de ella —insiste otra vez y me separo de su cuerpo.

—No lo voy hacer —digo serio y me giro sobre los pies, con dirección hacia la salida de mi dormitorio. 

—Si no lo haces — dice con voz amenazante — .Hago que sus padres los echen del trabajo y que nadie mas los contrate y a ti, te quito toda la ayuda económica. Tu decides. Tienes hasta la media noche para pensarlo.

—Mamá...

—Hasta la media noche.

Melina...

La madre de Hades  sale de su habitación y me dio una mirada de triunfo. Miro hacia su puerta esperando que saliera de allí. Me muero de la intriga saber que pasó y por que su madre me miró de esa manera.

Hades saley no tenia el semblante mas positivo. No me mira y se acerca a su padre. La nana que estaba mi lado clavó su mirada en él. Algo no andaba bien, ella también lo noto.

La reacción del señor Adonis fue muy inquietante. Me dio una rápida mirada y luego volvió hacia Hades.

—Hablaré con ella —logro escuchar.

Hades se posiciona a mi lado. Alzo la quijada en dirección a su rostro. Sus esferas azules expresaban impotencia y sus labios temblaban. Se acerca hasta mi oído y me susurra.

—Necesito hablarte— su tono de voz aprendió todas mis alarmas.

—¿Qué pasó?

—Te explico afuera —hace un gesto con la cabeza. Parecía mortificado — .Volvemos en un momento —anuncia a todos con el tono de voz diferente y su madre lo retiene llamándolo varias veces.  Hades la ignora tomándome de la mano y me arrastra fuera de su apartamento.

—¿Qué pasó Hades? —ya no aguantaba tanta incertidumbre. Habíamos salido de su casa desde hace minutos y no ha mencionado una sola palabra.

Baja del auto y lo sigo enseguida. Hades da largas zancadas que me toca correr para seguirle el paso y se detiene en la punta de la orilla de la playa. Toma una porción de piedras y las lanza contra el agua.

—Hades...

—Jamás en mi vida imaginé hiciera algo así —murmura con rencor tomando mas piedras. 

—¿Y qué fue lo que te dijo?— me intriga saber, pero él no parecía escucharme.

 Seguía lanzando piedras sin control.

—Hades me has tenido en agonía en todo el camino, ¿Puedes decirme que fue lo que pasó? —se detienen sus lanzamientos y finalmente tengo su atención — .Cuéntame que te dijo.

—Me amenazó con echar a tus padres de sus trabajos y a mi  quitarme la ayuda si no termino contigo —confiesa y siento como si me hubiesen echado un balde de agua helada y retrocedo abismada. Hades toma otro puñado de piedras del suelo y lo lanza con furia hacia la orilla del mar.

—Dios mío —dije en un hijo de voz mirando su rostro enrojecido, cargado de impotencia y rabia.

—Perdóname Perséfone —sus brazos rodean mi cintura y su cabeza se apoya en mi cuello — .Yo no quería nada de esto para nosotros.

—No es tu culpa Hades, es tu madre quién piensa de forma errónea —levanto su rostro entre mis manos.

—No quiero alejarme de ti.

—Menos yo —uno sus labios con los míos, mientras las lagrimas caían libremente de mis ojos —.Pero no tenemos alternativa.

—No, Perséfone.

—Hades.

—Mi papá la hará entrar en razón, él no permitirá que cometa semejante locura —toma mis muñecas —. No nos apresuremos.

—¿Y si consigue convencerla pero ella igual lo hace a sus espaldas? —sus ojos se quedan fijos en los míos — .Vamos a salir perjudicados si no le hacemos caso. Y mis papas necesitan su trabajo y tú terminar tu posgrado.

Baja la cabeza rendido.

—Hagamos caso.

Niega.

—Hades Ross.

—Tienes que haber una manera de evitarlo —insiste, niego viendo que no había ninguna — .Me pondré a trabajar o lo que sea.

—¿Y mis papas? —pregunto, me temblaba el labio y el pecho me dolía como si algo lo estuviera atravesando.

Me parte separarme de él, pero no seria justo para mis progenitores ser despedidos sin ningún motivo solo porque su madre piensa mal de mi.

—Van a ser despedidos injustificadamente —enfatizo.

—Sabes que si le hacemos caso eso implicaría separarnos.

—Claro que lo sé Hades —tomo aire para poder hablar — .Pero esta en riesgo mi familia y tú futuro.

—Mi papá no lo va a permitir, él no me quitara su ayuda.

—¿Y que hay de mis papas? —repito nuevamente — .¿Quien los ayudará cuando los despida? Se que puede hacerlo pero no es fácil encontrar trabajo. ¿Y si no le dan trabajo por culpa de tu mamá?

—¡Maldita sea!

—Mientras tu mamá piense mal de mi, con todo el dolor de mi alma no podemos seguir juntos.

—J-jamás imaginé una mierda así —comenta con rabia.

—Dímelo a mi —mis labios forman una triste sonrisa. Hades me arropa entre sus brazos y le respondo con fuerza.

—Te amo Perséfone—solloza.

—También yo, Hades.

—Te prometo que volveremos a estar juntos —suelto una risita nostálgica y me aferro a su cuerpo — .Mi madre tarde temprano se dará cuenta que tu no eres lo que piensa.

—También lo espero.

—Podemos seguir en contacto sin que ella se de cuenta.

Asisto en su pecho.

—Y se nos interfiere, lo hacemos a la antigua —frunzo las cejas.

—¿Y cómo es eso?

—Con cartas —sollozo en medio de lagrimas y levanto la cabeza de su pecho. Me acerco a su boca y lo beso profundamente en los labios.

—Te amo.

—También yo Hades.

Volvimos al apartamento de Hades. En el camino reinaba el silencio, nuestras manos estaban entrelazadas. Me costaba creer que lo nuestro debía terminar de esta manera. Me dolía el pecho y no paraba de llorar, me sentía tan indignada y tan impotente que quisiera que fuera tan solo un terrible sueño, un espantosa pesadilla.

No quería para no verla cara de satisfacción de su madre. Lo hice por su nana a quien le he tomado mucho cariño y ella ha sido muy especial conmigo.

—Llegaron justo a tiempo —dice nana  abrazándonos a ambos — .Ya vamos a cantar cumpleaños—asentí reteniendo las lagrimas. Hades sostenía mi mano firmemente. Nos reunimos en la mesa alrededor de su nana.

Hice un esfuerzo para no soltarme a llorar la madre de Hades tenia sus ojos fríos clavados en mi. Mantuve mi vista en el pastel, ignorando su fría mirada, Hades me tenia rodeada con su brazo.

Nana apaga las velas y todos aplaudieron menos nosotros. Los pedazos fueron repartidos y cuando me entregaron el mío, le susurre a hades que me llevara a casa. Él asintió y mientras me despedía de su nana, su madre se me acercó.

—¿Qué decidiste?

—¿Usted que piensa? —sonríe triunfante.

—Decidiste la cantidad.

—Puede agarrarse todo ese dinero y metérselo donde mas le quepa —sus ojos se amplían ofendida.  Ignoro su expresión y me dirijo a la puerta, Hades me alcanza y ella lo llama. Él también decide ignorarla y salimos de su apartamento.

Dios mío, este será la última noche juntos.

*

*

¡Hola chamas!

Disculpen la tardanza :(

No tuve internet porque se daño el cable del Wifi.

Y hoy pude comprar uno nuevo.

Espero que les haya gustado y nos vemos el fin de semana.

Gracias por el apoyo preciosas.

Las amoo

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top