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Capitulo dedicado a @mackenzey21 gracias por apoyar la historia <3
Hades...
Melina exclama por lo bajo. Su mirada estaba centrada en su teléfono con el ceño contraído.
—¿Qué sucede mi amor?
—Mira —me pasa su móvil y me señala la pantalla.
"Hades no es lo que crees, abre los ojos"- numero privado.
—¿Tienes idea quien podría ser?—levanto la vista.
—Jack.
—Jack —repite abrumada y me extraña que se asombre.
—¿Tú te comiste el cuento que había renunciado a ti?
—Anoche se vio muy sincero.
Tan inocente.
—Mi amor —sonrío de costado observando su ingenuidad —.Jack es un mentiroso empedernido y seguramente todo lo que anoche te dijo lo hizo solo para que nos quedáramos tranquilos.
—¿Y que puede saber Jack de ti? —cuestiona—.Apenas han cruzado una palabra durante todo este tiempo. Jack es vil mentiroso lo sé pero también lo conozco y sé que no anda con rodeos. Si su intención es hacerme dudar me lo dirá en la cara y no con mensajes.
Tiene lógica.
Jack y yo apenas nos conocemos; el día del restaurante y el día de mi graduación.
¿Qué podría saber él de mi?
Él no sabe de nada de mi y no es que este ocultando nada pero que podía advertir si no tiene puta idea quien soy. La única es nix, quien me conoce hasta la talla de mis calzones y estoy seguro que mi mejor amiga jamás me haría esto.
Quién otra me conoce hasta el espíritu es Madison Wolf. Ella podría estar detrás de ese mensaje. Me di cuenta como miraba con odio y envidia a Melina.
¿Por qué no dañarle la felicidad otra vez?
—Madison.
—¿Qué?
—Estoy seguro que está detrás de ese mensaje —digo muy seguro—.Ella me conoce muy bien.
—¿Tú crees?
Asisto con afirmación y le devuelvo el teléfono.
—¿Y que es lo que supuestamente ocultas? —pregunta haciendo comillas.
—A mi también me gustaría saber —dije con humor. Alargo mi brazo y la atraigo hasta mi regazo. Sus piernas se colocan a los costados de mis caderas, sus manos se sostienen de mis hombros. Había una destello de inseguridad en su mirada, su rostro se transformó y perdió el brillo que hace cinco minutos tenia. Tiene miedo.
Mierda
—Todo lo que ves es lo que soy, no tengo nada oculto—la miro a los ojos —.Por favor no te preocupes. Yo nunca te mentiría mi vida, nunca. Seria muy estúpido si traiciono lomas lindo que he conocido en la vida.
Traga despacio y sus ojos se inundan de lagrimas.
—Meli...
—Confío en ti Hades es que... —pausa y toma un respiro —.Me duele que mi vida no puede tener un poquito de felicidad porque siempre hay alguien quiere arruinarla.
—Comprendo —junto sus labios a los míos—. Vamos estar rodeados de personas así. Muchas que querrán vernos infelices. Todo depende de nosotros dejarnos convencer. Yo no tengo nada que ocultar, nada.
—Menos yo—sonrío con aprecio. Alcanzo su mejilla.
—Van a llegar mas mensajes de estos—aseguro— .No le hagas caso ¿De acuerdo?
Asiste
—Madison puede inventarse cualquier cosa solo para herirte—hace una mueca negativa con su boca—.Una persona envidiosa nunca descansa y menos cuando ve a los demás bien. Madison se va a encargar de amargarte la vida asi que no le prestes atención a lo que te diga o haga.
—Bueno—susurra y deposita un dulce beso en mis labios.
Comimos todos los trozos de pizza y nos quedamos hasta que anocheció. Me encanta los paseos en moto con Melina asi que tomé el camino mas largo solo para disfrutar mas de su increíble compañía. Amo estar con ella y el tiempo que paso a su lado es muy valioso para mi y no permitiré que nadie destruya esto tan hermoso que estoy viviendo con la única mujer que me quiere por lo que soy y no por lo que tengo.
Me siento tranquilo que Melina me tenga confianza, sin embargo podría flaquear. Ella quedó sensible y cualquier indicio como el de hoy podría hacerle pensar que la historia se le puede repetir y lo que menos deseo es que me agarre desconfianza y después no quiera verme mas, no quiera seguir teniendo nada conmigo por el simple hecho de evitar otro dolor.
Eso me destruiría.
Madison se va quedar con la ganas y se va a morder una teta del coraje porque no va a lograr su cometido. No tengo secretos, Jamás he sido un mal hombre. No sé que mierdas inventará pero debo estar muy atento.
—Si te llega otro mensaje no dudes en escribirme—asiste y compartimos un casto beso—. Vamos a ver quemas dice Madison de mi.
Asiste.
—Mañana vas a trabajar.
—Debo justificar mi falta—sonrío de costado y la miro perverso. La agarro de la cintura sin borrar mi sonrisa juguetona y la arrastro hacia mi.
—¿Y qué le vas a decir a Estela?— sus ojos marrones me miran y se le empiezan a teñir las mejillas.
Aclara la garganta.
—Ya veré que le digo—suelto la carcajada y la admiro con dulzura. Beso sus labios y la abrazo. Melina me responde con la misma fuerza y asi nos quedamos unos largos minutos.
—Sabes que te amo—asiste en mi hombro— .Ni aunque estuviera loco nunca te traicionaría.
—Lo sé Hades.
—Cualquier estupidez se le puede ocurrir a Madison, no le prestes atención.
—No lo haré.
—Mi nana cumpleaños mañana —anuncio — .Estas invitada.
—Con gusto estaré allí —sonrío ligero.
—Te quiero—susurro.
—Yo también Hades —dice apartándose de mi, me da un tierno beso en la nariz y acaricia mi rostro con sus aterciopeladas manos — .Conduce con Cuidado.
Asisto.
—Buenas noches y descansa.
—Buenas noches Perséfone.
Un peso recae sobre mis hombros y me hace sobresaltar. Una risa rompe el silencio y miro a mi costado. Dean el simpático amigo de Melina estaba riendo a carcajadas mientras dibujaba con sus dedos un corazón.
Imbécil.
Por cierto.
—Te dije que cuidaras a Melina y fue lo menos que hiciste.
—Es-estuve pendiente de ella—titubea y tropieza con una caja — .Pero yo no puedo estar las veinticuatro horas detrás de su bonito culo. Tengo cosas que hacer.
Gruño.
—Cálmate hermano —serie nervioso —.A ese idiota le puse un ultimato. Le dije que si lo veía molestando a Melina, mis amigos y yo le daríamos un boleto gratis al hospital.
Me detengo.
—¿Y qué te dijo?
—Primero no me creyó que la bonita y yo somos novios—viro los ojos—.Y me dijo que les dijera a ustedes que no iba a molestar más y que podían estar tranquilos.
—¿De verdad?
—Si—Responde con seriedad —.Parece que hablaron porque se vio muy afectado, el tipo estaba llorando.
Expulso una risita irónica.
Afectado.
Miro a Dean de arriba a abajo y guardo las manos dentro de los bolsillo de mi pantalón. Muevo mis labios y sus cejas se elevan mientras esboza una sonrisa.
—No es tan difícil, vamos Bades.
Entrecierro los ojos mirando no de manera amigable y suelto un aire de resignación, enserio lo detesto.
Pero debo agradecerle.
—Esta será la ultima vez que te pido un favor —serie—.Muchas gracias por estar pendiente de Melina.
—No hay de que, Bades—dice con sencillez —.Tú sabes que por la Bonita hago lo que sea.
—Bien.
—Cuídate bades—solo asisto con la cabeza — .Y me equivoqué, tú eres más guapo que ese Jack. Tiene las patas chuecas.
Aprieto los labios para no reír y me cubro la mano con la boca.
—Adiós rey de las tinieblas —se despide entre risas.
Hace un ademan con la mano a los lejos junto con su banda que imitan su acción y me dirijo a mi moto soltando la risa que había reprimido. Me subo a ella, me coloco el casco y salgo enseguida de la calle a toda velocidad.
Melina
Estela me manda a trabajar después de explicar mi falta. Le confesé que me había quedado encerrada por el apagón y aparte de eso, me descompuse al siguiente día. Ella no me dijo nada y solo me preguntó como si me encontraba bien.
La cafetería estaba llena. Las chicas y yo corrimos de arriba abajo atendiendo clientes. Tenia mi cabello desaliñado, me dolían las plantas de los pies y me ardía el brazo. Una señora me tiró el café encima porque confundí el pedido. Había tanta gente que no era la única quien dio una orden equivocada.
A Wendy le bañaron el uniforme y tuvo que irse a cambiar y Karen la nueva empleada casi se enfrenta con una chica rubia que la trato de esclava de pacotilla.
Había demasiada tensión. Las personas estaban de mal humor. ¿Acaso es martes trece? Hoy no ha sido un día lindo para nadie.
Mi jornada terminó. Fui a la habitación de cambio y mientras me despojaba de mi uniforme. Un aviso me llegó a mi teléfono.
"Hades miente"
—Vete a la mierda Madison —cierro la mensajería y lanzo el teléfono de mi bolso. Acomodo mi cabello con mis dedos y salgo por la parte trasera de la cafetería. Acelero mis pasos y alcanzo el autobús.
Mientras me duchaba pensé en el mensaje que Madison me envió hace unas horas. Hades asegura que es ella, sin embargo tengo mis dudas.
¿Cómo hizo para obtener mi nuevo numero?
Después de años volvimos a vernos la cara.
¿En que momento pudo conseguirlo?
Quizás este equivocada pero yo siento que ella no es la del mensaje, alguien tuvo que darle mi numero para que pudiera escribir y no puede tenerlo porque es imposible.
Quién otra que se me ocurre es Lucia, ha estado detrás de Hades desde siempre y estoy segura que es ella. Hoy estuvo muy extraña. Tenia un aire de grandeza y me sonreía de manera muy campante cada vez que nuestras miradas se conectaban como si estuviera segura de algo.
Tal vez este equivocada pero es la intuición que tengo.
La nana de Hades me recibe con un cariñoso abrazo y willow salta sobre mi muy feliz. En el apartamento había un par de invitados del mismo edificio y los padres de él.
Me llevó hasta ellos y de la misma manera que su nana me recibieron con cariño. Hades fue por bebidas junto a su padre y yo me quedé con mi suegra cerca del balcón.
Quería conversar y no sabia por donde empezar. Cuando estaba con Hades no dejaba de hablar y después que se marchó, fue como si le hubiesen quitado la voz.
No se por qué.
—¿Y como vas con los estudios? —suelto un aire de alivio. Pensé que íbamos a quedarnos así, estuve a punto de marcharme.
Es una situación muy incómoda
—Hades me comentó que estudias derecho.
—Así es—respondo compartiendo con una sonrisa.
—¿Ellos también son abogados?
—Si —contesto manteniendo una buena actitud con ella, sin embargo su semblante se parecía el de hace unos segundos.
—¿Reconocidos?
—No —contesto un poco aturdida— .Trabajan en una firma.
Asiste pensativa.
—¿Qué es lo que quieres? —pregunta en un tono muy severo — .A mi no me vas a engañar. Mi hijo conoció alguien igual y resultó ser una mentira.
—No señor...
—Aléjate te de él —brama— .Dime cuanto quieres, no importa la cantidad. Sé que estas detrás de mi hijo por el dinero que posee.
¿Por qué otra cosa estarías interesada?
—A mino me interesa.
Se ríe sarcástica.
—Cuanto quieres y dejas esta farsa.
—Amo a su hij...
—Tienes hasta la media noche para pensar la cantidad de dinero que quieres —me interrumpe — .Si no te alejas con eso, hago que tu familia pierda el trabajo.
—Usted no...— digo enojada y se ríe con superioridad.
¿Dónde la dulce mujer?
—Tengo el poder para hacerlo—dijo con seguridad — .Tienes hasta la media noche —sentencia y se dirige hacia la cocina.
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Hola chamas
Capitulo adelantado
Tengo problemas con el Wifi y el internet
Ojalá tenga arreglo
Espero que les haya gustado chamas <3
¡Graciaaas por el apoyo!
Las amo
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