36🦋


Alerta Hot🔥

Disfruten

Melina wells...

Hades tenía la mirada perdida. Traté de hablarle, pero mis palabras no las escuchaba, se veíacentrado en sus pensamientos, ni siquiera probó el café que le había traído.

Tenía los codos apoyados en sus rodillas y la cabeza recargada entre sus manos.

—Hades —digo en voz baja mirándolo directo a los ojos —. Vamos a descansar.

—¿Qué-que horas es?

—Diez de la noche.

—¿Me quieres acompañar mañana?

—Por supuesto que si —cruzo su cuello con mi brazo y beso su mejilla —. No te voy a dejar solo.

—Gracias Perséfone —se gira y de manera lenta rodea mi cuerpo entre sus brazos — .Mañana paso por ti temprano.

—Quédate Hades —le digo —tu no estas bien y no quiero que nada malo te ocurra—me aparto y sostengo con cuidado su rostro — .Por favor quédate.

—Si duermo contigo, me quedo —me ruborizo y asisto. Hades sonríe complacido y deposita un cálido beso en mis labios —. En estos momentos lo que necesito es fundirme entre tus brazos y olvidarme del mundo.

—¿Crees que funcionen?

—Hay que averiguarlo— sonrío mas ruborizada y me levanto sobre mis talones. Junto su mano con la mía y nos encaminamos a mi dormitorio.

Mi corazón latía intensamente.

—Es hermosa tu habitación —admira.

—Aunque...

—Un poco desordenada lo sé —me adelanto.

—¿Estresada?

—Desde que Jack apareció.

—¿Te lo has encontrado?

—Gracias alcielo no —recojo lo que puedo y lo dejo en una esquina para que no se vea tan desordenada.

Hades observa con una ceja levantada y me siento apenada.

—Me encanta tu manera de ordenar—no puedo reprimir la risa.

—Solo cuando estoy estresada—recalco, mesentía un poco juzgada — .Mañana o nose dentro de unos días todo quedará como antes.

—Tranquila cariño, yo comprendo —se aproxima a mi cama y quita de allí, los libros y los lápices, también mi laptop de encima y lo coloca de forma ordenada sobre mi peinadora.

—Y no te sientas juzgada pormi ¿eh?

—Bueno —digo bajito sintiéndome tranquila.

—Hay un problema Perséfone —dijo y se acercó. Mi respiración se entre corta y ahogo un grito cuando coloco ambas manos sobre mi cintura — .No tengo ropa para dormir y esta que llevo no es la condicional. ¿Te importa si duermo solo en boxes?— sonríe juguetón.

—Hay un camisón en mi armario, creo que te puede servir —su cabeza se echa inclina al reír y capta mis labios al volverse hacia mi, le respondo y siento un frio en el estomago cuando me acorrala contra la pared.

—No importa —susurra a poco centímetros de distancia, mis brazos cruzan en su cuello. Mi corazón no dejaba de latir y piel erizada me indicaba todas las emociones que me trasmitía—. Dormir contigo tiene que ser el bendito paraíso.

—Lo mismo pienso —digo después de imaginarnos de esa manera, aspirando de su magnífico aroma y su inigualable calidez. 

Hades sonríe y vuelve a unir nuestros labios.

—Te amo Perséfone gracias por estar aquí — se hunde en mi cuello.

—Siempre cuando me necesites —mi voz sale un poco temblorosa por el acercamiento de mi cuerpo y el suyo —. Te amo.

—Discúlpame por favor por haberme negado pero quería que te preocuparas mas por mí.

—Olvídalo.

—Esta es la razón — camina hacia atrás y respiro hondo viendo como se quita la camisa frente a mi.

Mis ojos desvían y su voz suave me pide que me de la vuelta.

Cuando lo hice me lleve ambas manos a la boca y solté una exclamación de horror.

Todo su abdomen tenía moretones y parte de sus costillas.

—Sabía que te ibas a preocupar —sin poder quitar mi mirada de sus heridas detallo cada una —. Pero ya me siento mejor.

—¿Te duele?

—Cuando estoy cerca de ti no padezco ningún dolor —subo la vista — .Tu eres mi anestesia.

Sonrío cautivada y mis mejillas se entumecen.

—Tú con tus palabras.

—Y tu ruborizándote — sostiene mi mentón entre sus dedos y besa la punta de mi nariz.

—¿Seguro que estás bien?

—No te preocupes.

—Voy a buscarte que ponerte.

—¿No me prefieres así? —pregunta —. Tendrías una preciosa vista al paraíso.

—Tan egocéntrico.

Se ríe.

—Tan hermosa.

—Advierto que el camisón es de conejitos.

—Amo los conejos —dejo escapar una carcajada y me dirijo al armario. Saco el camisón y se lo lanzo cuando me doy la vuelta. Hades lo observa y se lo coloca sin pensar, luego se quita los pantalones —.¿Qué tal me veo?

Subo la vista de sus piernas torneadas y sonríe pícaro.

—Más o menos

—Tan arrogante.

Suelta una mini carcajada y deja sobre la peinadora su ropa, doblada de manera ordenada.

Niego ocultando una sonrisa.

—¿A que horas te dijo Madison para hacerse la prueba?

Rueda los ojos.

—Supongo que iremos lo mas temprano posible —se tumba primero en la cama y me insta que también lo haga, con los nervios recorriendo cada parte de mi celular me acerco —. No hablemos de ella ahorita. Quiero olvidarme por unos breves instantes esta mierda.

—De acuerdo —digo y todo se queda en silencio. Podía sentir sus ojos penetrando mi rostro y no pude negarme a contemplarlo —. ¿Que?

—¿Ves una pared que te impide acercarte? —pregunta.

—N-no —mi voz casi no sale y su risa invade toda la estancia.

Hades agarra mi muñeca y me arrastra hasta su pecho. Mi cuerpo se tensa y vuelvo a quedarme sin suministro de aire cuando busca mis labios, los cuales no soy capaz de negarme.

Mi mano cae en su pecho y puedo palpar su trabajo bien hecho.

Su boca sonríe y siento la travesura en ellos, el calor se instala en mis mejillas y quito mi mano de allí, su sonrisa incrementa y vuelve colocarla, haciéndome reír en el acto.

Suelto un gritito asustada y los besos se detienen. Hades se sube sobre mi cuerpo y se queda observando. Sus brazos formaron un círculo alrededor de mi cabeza y no dejaba de mirarme. Sus ojos azules viajaban de un lado a otro por todo mi rostro y se quedaron en mis labios entre abiertos.

—Melina —su voz salemás suave y muchomás sensual de lo habitual, provocando estremecer cada partícula de mi sistema.

Humedezco mis labios al detallar sus ojos y cierro mis piernas. Se veían deseosos y lujuriosos. Brillaban y conocía ese tipo de mirada.

Mi cuerpo con rapidez se incendió al verlos así y mi intimidad comenzó a reclamar.

—Hades.

—Sé que dije que me iba a refugiar entre tus brazos, pero joder, también quiero estar hundido en ti —el estómago se me hunde —. Solo si tú lo deseas mi Perséfone.

Por su puesto que sí.

Mi cuerpo lo está pidiendo, mi intimidad lo esta implorando y no me voy a negar a ello, no dejaré pasar una noche con Hades Ross.

—Si quiero —mi voz no sale como esperaba.

Estoy nerviosa, asustada pero feliz y segura.

Tranquila que al siguiente día no me hará lo mismo que Axel y Jack.

Raspo mi garganta.

—Si quiero — ahora si mi voz sonó mas segura.

Hades sonrío de manera satisfactoria y se saca el camisón en el acto. Mis ojos no pueden resistirlo y bajaron a apreciar su pecho. Era hermoso y había una corta selva que lo cubría.

Mis manos como si tuviera vida propia se trasladaron y tocaron cada extremo.

—Lindo pecho.

—Lo sé —levanto la vista.

—Creído.

Se ríe.

—Apuesto que el tuyo es mejor.

—Averígualo —propongo.

—Picarona.

Río y cierro mis ojos al sentir pasar mi camisa por mi cabeza

—Pequeños lo se, me ganaste — le digo cuando se queda en silencio.

—Así están magníficos para mi —dijo y besa mi pecho por encima de la tela de mi brasier — .Todo de ti para mi es perfecto Perséfone.

—¿De verdad?

Asiste con sinceridad.

—Eres mi mayor sueño realizado —mi corazón se derrite, mis ojos se humedecen —. Desde que te vi no pude sacarte de mis pensamientos y siempre imaginé un mundo contigo. Todos me decían que era imposible pero yo nunca perdí la fe que un día ibas a estar en mi vida.

Mis lagrimas mojan mi rostro.

Recordé el artículo que leí acerca de las rosas celestes y no se equivocó jamás. El que regala una rosa azul ve a esa persona como un sueño imposible, como algo inalcanzable.

Diosmío eso yo representaba para Hades.

Esto es increíble.

No tengo palabras, jamás creí escucharlo, no imaginé que alguien estuviera aguardando por mí.

—No llores mi Perséfone.

—Es que nadie me había dicho algo así —respondo con la voz entre cortada — . No sabes lo que significa. Todo el mundo me ha visto con asco y tu eres el primero.

Niego y me limpio las lagrimas

—Creo que la vida me esta sonriendo.

—Si lo esta, mi amor —confirma — ,y me encargaré que cada día que pase jamás apagues tu luz.

—Me volviste a la vida Hades —sostengo su rostro— .Has hecho que mi corazón vuelva a vivir, lo has reparado y me alegra que hayas sido tú.

—Y tu él mío —dijo y mis ojos se ampliaron — .Lo has haces latir como nunca cuando pensé que estaba muerto. Tu también me devolviste a la vida.

Inclina sus labios hacia losmíos

—Te amo.

—Te amo —susurro y cerro mis ojos llorando de felicidad.

Hades los cubre con sus suaves y dulces labios y respondo sin borrar la sonrisa de mi rostro.

Despacio mi ropa fue despojada. Los besos de Hades iban y venían por todo mi cuerpo. Saboreo mis pechos con su suave lengua y bajó hasta mizona intima donde mis piernas le dieron pase.

Sehabía fijado de las cicatricesqueteniay lepedí que no hiciera preguntas acerca de ellas, porque no era laocasión yademás noquería recordar este momento con cosas del pasado. Yo deseaba que esto fuera como si estuviera teniendo mi primera vez.

Él aceptó sin condición alguna y continuo con sus caricias que me estaban haciendo volar.

—¿Lista?

—Hace rato — suelta una sonora carcajada.

—Tan presumida—juega con mi nariz — .Mi presumida.

—Mi hades —dije mirando sus lagunas azules — .Te amo.

—Te amo —musita y mis uñas se enterraron en sus hombros cuando invade mi intimidad — .¿Todo bien?

—Excelente

—¿Te hice daño?

—Estoy perfecta —digo con una sonrisa.

—¿Tu, estas bien?

—Como nunca en mi vida —respondo y capturo mis labios. Sonríe  en ellos —. Voy a moverme.

Asisto.

—Me encanta hacerlo lento— ronronea en mi oído —. Dulce y con ganas de repetir.

—¿Cómo el café?

—Mucho mejor—mis labios formaron una sonrisa y capturaron los suyos.

Lento así fue Hades con sus embestidas. Mis gemidos creo que traspasaron las paredes de esta habitación y también del edificio con cada una de ellas. Mis manos estaban encima de mi cabeza, sujetadas por él, nuestros labios se movían al compás de un beso furtivo que no se querían detener.

Otra embestida y me aparto para gritar. Hades muerde mi cuello y luego se desvía a mi pecho donde hace un rato me hizo gemir de profundo placer.

Vuelve a mis labios y mis manos son liberadas, las de él viajan a mis muslos y las mías a su espalda.

Mi corazón palpita con fiereza dentro de mi pecho con cada embestida, no era necesario pedir que se me moviera más rápido, sus movimientos eran suficientes y cada golpe perfecto.

Esto era perfecto.

Y quiero que él también lo sienta.

Acaricio su pecho y su espalda, el jadeo que produce su suave y sensual voz me indica que lo está disfrutando y me satisface.

Continuamosasí, riendo,besándonos,amándonos, saboreando del mundo de éxtasis.

Un gemido pesado sale de su bella voz y derrumba sobre mí. Su cabeza quedó en mi pecho y sus manos seguían entrelazadas con mías, cerca de mi rostro. Se movió hacia mi costado y me arrastró con él para tomar una posición cómoda.

Apoyo mi mejilla sobre su pecho, esperando que nuestras respiraciones se normalicen. Mi cuerpo estaba cubierto sudoral igual que el de él.

—Esto es mejor que el café —su voz sale casi sin aliento y no me queda fuerzas para reír. Suelta un aire y alzo la vista hacia él. En su rostro había una sonrisa única —. Eso fue increíble, maravilloso.

Sonreí de costado detallándolo, sus mejillas estaba todas sonrojadas y su cabello color azabache caía sobre su frente.

Hermoso.

—Es la primera—toma una bocanada de aire —. Es la primera vez que me siento querido.

Mi alma se parte.

—Melina, te amo, te amo maldita sea.

—Yo también te amo Hades—digo, las lágrimas inundaron mis ojos — .Acabo de sentirme igual.

Sus orbes se abrieron y baja la cabeza. Conecto con su profunda mirada y me acerco hasta quedar a pocos metros de su rostro.

—Muchas veces lo imaginé así.

—¿Cómo?

—Muy mágico —sonríe en medio de lágrimas y reúno mis labios con los de él en un beso aplastante —. Y siempre va a serasí, mi amor.

Vuelvo a besarlo con la emoción que emergió mi cuerpo y llené de besos todo su perfecto rostro.

Hades se levanta de la cama y fue a tirar el condón y regresa con papel para limpiarme. Un gesto muy íntimo y dulce de su parte.

Nos metimos debajo de las sabanas, listos para dormir. Las luces estaban apagadas y solo la luz de los postes de afuera iluminaba la gran oscuridad de mi habitación.

Hace unos segundos Hades se comunicó con Madison y las siete de la mañana debíamos estar en la clínica.

Mañana se define la vida de ese niño, mañana después de años voy a ver la cara de la desgraciada que arruinó mi vida.

🦋


¡Holaa chamas!

Un capitulo extra por aqui🙈🙈

¡Melina y Hades tuvieron su momento juntos!

¿No son hermosos?

Espero les haya gustado y nos vemos el fin de semana.

Un abrazo grande y gracias por el apoyo.

¡¡Las amo!!

















Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top