20🦋

Hades.

Como decidimos Melina y yo dejamos Central Park sin decir nada a sus compañeros. Cada día me sorprende y me encanta que poco a poco me esté tomando confianza, que se atreva a romper esas barreras del miedo y de la desconfianza.

Aún hay mucho temor en sus ojos y tristeza, tengo fe que eso cambiará. Ella será la chica alegre y risueña que una vez fue y no volverá derramar una lagrima por nadie.

Las únicas lagrimas que ella derramará son de felicidad.

Bajamos de mi auto y cerramos las puertas al mismo tiempo. Podía ver la bolsa colgando en su muñeca y me da curiosidad que hay dentro y para quien es.

La nieve caía sobre nuestras chaquetas de manera muy suave. Todo estaba congelado y algunos coches estaban cubiertos para unas gruesas capas de nieve.

El suelo no era el más seguro. Estaba congelado y resbaloso. Había que andar con cuidado.

Por suerte el edificio estaba cerca y solo teníamos que dar pasos cortos, sin embargo, no deja de ser peligroso.

Pudimos ingresar sin ningún peligro e inmediatamente sentí el cambio de temperatura en todo mi cuerpo

Adentro hacia menos frio que afuera.

En silencio ingresamos juntos al ascensor. Ella se coloca al mismo lado que la otra vez. Recuerdo la primera que estuvo aquí.

Hoy se ve totalmente distinta a aquella vez que para mí fue doloroso verla llorar.

Ella se ve tan diferente, más tranquila y menos asustada. Eso me alegra el corazón porque si continuo así, dejando que las cosas fluyan si presiones e insistencia. Un día podríamos estar hablando ligeramente o quizás robándonos besos apasionados.

Ella va callada a mi lado con el tintineo de nuestros zapatos haciendo eco por todo el estrecho pasillo. La miraba de vez cuando por encima de mi hombro para corroborar que no era un sueño y una pequeña sonrisa dibujaban mis labios al ver que es tan real, como las palpitaciones de mi corazón.

—Ponte cómoda — le indico señalando hacia el sofá. La dejo unía minutos sola en la sala y me dirijo a la habitación de los invitados, donde seguramente se encuentra mi nana.

— Hades, mi cielo— espeta sobresaltada cuando ingreso a su habitación sin previo . Willow estaba acostado cerca de la cama y se acerca para saludar — .¿Ya-ya son las doce? — Pregunta confundida mirando la hora en el reloj que tiene sobre la mesita de noche.

Niego .

—¿Qué haces aquí mi cielo?

Camino en silencio y llego a su lado. 

—Vengo a pasar el año nuevo contigo.

— ¿Y-y melina?

— Esta en la sala —informo y me lanza una mirada incrédula.

— Deja de bromear el día de los inocentes ya pasó.

—Compruébalo tú misma —se queda viéndome unos instantes y después se levanta de la cama para confirmar. 

Willow la sigue e inmediatamente le ordeno que se quede.

— Melina—exclama sorprendida y no puedo evitar reír.

—Hola—saluda tímidamente.

—Que sorpresa tan agradable—dice y ella asiste mirándola con duda.

—Gracias—susurra, mi nana se acerca y se siente en frente de ella.

—Melina me pidió que viniéramos a pasar el fin de año contigo.

—Antes que todo me gustaría pedirte disculpas—dice mi nana —.Sé que no fue el mejor comportamiento la primera vez que llegaste aquí, pero yo no tenía idea por lo que habías atravesado, no sabía que habías pasado por la situación de mi Hades y tu solamente te estabas defendiendo —Melina me mira y me quedo frio como hielo.

La cagué.

— Perdóname—pide mi nana y su mirada casi asesina se aparta de mí.

—no-no pasa nada—dijo melina sonriendo forzadamente.

—Ese muchachito pagara todas las que te hizo—prosigue mi nana y simplemente yo quería desaparecer.

¡Joder!

Melina me va a odiar.

—Hades es un buen hombre— melina solo asiste — .Te lo aseguro yo que lo crie, tiene su carácter, pero un corazón grande. Tanto así que han jugado con él varias veces.

Aclaro mi garganta, tengo que intervenir para arreglar este desastre, no quiero que melina se eche para atrás con lo mucho que he avanzado.

—Faltan poco para las doce—intervengo — .¿Qué tal si lo celebramos con un vino?

— ¿Tomas melina? —Pregunta mi nana y ella niega —. ¿Qué te gustaría corazón?

—Un vino está bien.

—¿Mi amor? —se dirige hacia mí, mi atención estaba en melina. Que no tenía un semblante positivo.

—También vino para mí, por favor.

—Enseguida los sirvo, falta muy poco para las doce —cuando la nana se dirige a la cocina no pierdo tiempo para tomar su lugar y explicar.

—Lo hice para que no siguiera creyendo que eras una mujer malagradecida—me anticipo, mi corazón latía con miedo. Mis palabras chocaron al salir de mis labios, esto podría ser el termino de todo.

—Pero Hades, eso era privado.

—Sí, lo sé—reconozco mi error y me siento pésimo —. Solo quería aclara tu comportamiento ese día, no quería que se llevara una mala impresión de ti.

Me acerco.

—¿Le contaste lo que te dije en estos días? — niego inmediatamente.

—Solo lo primero— Agarro sus manos, expectante de ser rechazado —. Y la coincidencia con Madison.

Sus hombros se descuelgan con incredulidad y retira sus manos de las mías, se coloca de pie y se dirige hacia la ventana de la sala.

—Yo solo quería quitarle...—intento repetir y se da la vuelta cortando mis palabras. Mis estomago es un gran remolino en este momento. Mi cabeza no deja de repetirse, la he perdido. — .Por favor discúlpame, yo debía aclarar lo que ocurría. Además, tu misma te diste cuenta el cambio.

—Si lo noté.

—Si no hubiese aclarado ese día, te aseguro que ella no hubiese salido de la habitación.

— Faltan dos minutos —dice alegre mi nana acercándose hasta nosotros.

—Gracias nana —digo recibiendo la copa de vino y no le aparto la mirada a Melina.

—Gracias—Susurra con una sonrisa. Quedamos solo otra vez y sigo con la vista clavada en ella esperando algo —. Está bien—dijo después de darle un pequeño sorbo a su copa.

—¿Esta bien, que? —pregunto ansioso.

—Te disculpo—dice pausadamente—No ha pasado nada, solo me sorprendió—la miro aliviado. — .Gracias por limpiar mi nombre.

—Siempre lo voy a hacer.

—Niños falta segundos —mi nana llega corriendo y nuestras se ven interrumpidas por su presencia.

Nos acercamos a la ventana y llevamos nuestras miradas hacia el cielo esperando el momento. Mi nana estaba en el medio y Melina del otro lado. El conteo regresivo se oía desde el televisor de la sala y todo dentro de mi cuerpo era un manojo de emociones.

Me alegra haber arreglado las cosas con Melina, por un segundo di por hecho que lo había echado todo a perder. Gracias al universo ella entiendo que mi intención era limpiar su nombre y se lo tomó bien.

—Feliz año querida —dice mi nana y abraza a Melina con todo el cariño — . Este año será lleno de existo para ti.

—Igualmente— responde melina y espero con una sonrisa a mi nana, quien me envuelve entre sus cálidos brazos.

—También a te deseo lo mejor—me zarandeo de lado— .Que melina sea tu novia y posiblemente se casen— me dice bajito en el oído.

Carcajeo.

—Los voy a dejar solitos—Murmura.

—Buena idea—Susurro.

—En un rato regreso— Anuncia y toma las llaves del buro de la cocina, cruza el vestíbulo y abre la puerta para marcharse. La pirotecnia hacía eco en cada rincón, la gente aun celebraba y al fondo se escuchaba Fireworks de Katty Perry.

Me di vuelta sobre los talones y allí estaba Melina Wells, mi bonita, mi Perséfone mi pobre ángel de alas rotas que la vida le ha lastimado tan duro mirando los fuegos artificiales con una sonrisa, como si detrás de ella no existiese un mundo lleno de dolor.

Me tomé mi tiempo para admirarla y observar cada detalle. Melina era una mujer hermosa y lo poco que he conocido me ha demostrado que se preocupa por los demás, es dulce, decidida y valiente, tanto como para arriesgarse de darme un voto para conocerme.

Por esa razón debo ir con cuidado con ella, un paso en falso y todo se iría a la mierda. Ella debe confiar plenamente en mí.

—¿Cómo hay que festejar el último día del año? —pregunto con voz clara — .¿Chocando los puños o con un fuerte abrazo?

Parpadea y se vuelve hacia mí. Una sonrisa coqueta se dibuja en mis labios mientras la detallo y no puedo evitar decirle.

—Por mi encantado recibir ambos.

Se ríe tímidamente y sus mejillas se enrojecen hasta quedar su cara completamente roja. Sin emitir una palabra se acerca y me envuelve en sus brazos en respuesta.

Me toma varios segundos para comprender lo que está ocurriendo, todo ella es un misterio y estas actitudes son inesperadas como hermosas. Este abrazo podría perdurar menos que el primero y antes que se esfume y me quede con el mal sabor de no haber correspondido a tiempo debo responder.

Mis brazos la envuelven con delicadeza y la llevo hacia mi cuerpo tembloroso. Mis labios marcan una sonrisa y mi pecho siente las fuertes palpitaciones de mi corazón y el recorrido de mi sangre por las venas.

Esto es el universo, esto es el mismísimo universo. Y quiero que sea tan sea infinito y tan maravilloso como él, quiero que cada vez que la tenga en mis brazos me brinde de tantas emociones que no me permita abrazar a nadie más solo ella.

—Eres un universo Melina Wells —pronuncio en susurro cerca de su oído, encantando de lo que estaba experimentando.

—Gracias Hades —musita.

—Si me dieran un deseo, un único deseo. Yo pediría que fueses esa chica feliz que fuiste un día— le digo desde lo más profundo de mi corazón y su cabeza se despega de mi pecho para mirarme.

Sujeto su rostro entre mis manos y acaricio sus pómulos con mis dedos pulgares.

—¿H-hablas enserio? ¿Tú en verdad me estás diciendo eso?

—De lo más profundo de mi corazón —Sonríe con un sollozo y sus lágrimas comienzan a brotar de sus ojos.

—Dios mío—la miro con ternura mientras procesa lo que acabo de decirle y espero paciente sus siguientes palabras. Melina no solo necesita amor, también palabras dulces y sinceras, palabras que la hagan ver que ella es especial y hermosa —. Gracias Hades, tu... gracias.

Vuelve a abrazarme con más fuerza, mis lágrimas también caen por mi rostro y es por ella. Si me da la confianza que tanto estoy esperando, la haré feliz, tanto que olvidará que tuvo una vida triste dolorosa.

—También deseo lo mismo a ti Hades—comenta con sinceridad cuando estamos otra vez frente a frente, sosteniendo nuestras miradas.

—Gracias bonita.

—Feliz año—Sonrío hacia un costado e inclino mi cabeza para depositar un beso hasta su frente.

—Feliz año—Murmuro y subo mentón entre mis dedos. Mi atención se desvía hacia su auténtica sonrisa y mis entrañas tiemblan de deseo. ¡Quiero besarla maldita sea! Pero podía ser un error. Mi cuerpo actúa solo y se inclina hacia adelante en dirección de sus labios, noto como sus orbes se expanden y su cuerpo tiembla señal perfecta para echarme hacia atrás, deshacer la locura que iba a cometer.

De repente siento sus manos colocarse en mis mejillas impidiendo que retrocediera, me acerca otra vez a su rostro y entonces, me besa.


🦋

Hello Chamaas

¡Melina besó a Hades !

¿Quién está feliz?

Espero que les haya gustado y nos vemos el otro fin de semana.

Gracias por leer, se les aprecia mucho.

Besos chamas.

Pd: Hoy es mi cumpleaños <3 <3  


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