12🦋

Hades Ross...

He acompañado a Melina hasta la entrada de su apartamento y nos despedimos de una manera poco particular.

Antes que pudiera si quiera acercarme a ella estiro el brazo y cerró sus puños en mi dirección. Al principio no comprendí que era lo que estaba haciendo, me tomó varios segundos porque me había tomado por sorpresa hasta que finalmente me di cuenta que estaba intentando hacer.

Como dije una manera poco particular.

Cerré mis puños también y los choqué con los de ella con suavidad. Una vez más me dio las gracias y me pidió disculpas antes de darse la vuelta y desaparecer de mi campo visual.

Me quedé allí de pie, mirando por donde se había ido y después con un largo suspiro me retiro hacia mi auto.

No sé qué está pasando dentro de mí, pero hay una mezcla muy extraña emociones. Estoy ansioso por contarle a mi nana todo lo que viví esta noche.

Di una mirada hacia arriba tratando de adivinar cuál de las ventanas era su departamento y lancé una pequeña sonrisa al azar.

Mi nana me recibe entre sus brazos y me demuestra su preocupación, no imaginé que había pasado tantas horas fuera de casa. Mientras comía, le hablé todo lo que había sucedido.

Ella quien le había tenido idea a Melina por los comportamientos que tuvo conmigo las veces que nos vimos. Ahora su manera de mirarla es distinta ahora que sabe una parte de su pasado.

Un pasado realmente doloroso, no sé cómo ella ha podido resistir tanto. Melina no solo merece ser feliz, también merece ser sanada.

—¿La misma Madison?

—La misma—afirmo, paso de la cocina al comedor con mi taza de Té recién hecho. Hacia demasiado frio.

—Esa mujer no tiene perdón de dios —manifiesta disgustada—Ninguno de esos merecen nada bueno—añade y sonrió por encima de mi taza de té al recordar—.Es entendible porque actúa de esa manera. ¡Tres traiciones! eso es demasiado para una persona.

—Es una mujer muy fuerte—dije sin poder borrar mi sonrisa.

—Una guerrera—agrega.

—Hoy hubo algo positivo en todo este suceso.

—¿Algo positivo mi amor? —me miraba como si estuviera demente—. Casi violan a Melina. ¿Dónde está lo positivo?

—La hice reír—mi sonrisa se amplía más—. Y no fue una risa sarcástica o irónica, fue sincera y demasiado hermosa nana. No sabes lo que daría por escucharla otra vez.

—Esa chica te tiene muy flechado el corazón.

—Desde la primera vez que la vi— apunto mi pecho—. Se quedó allí.

—Se te nota mi vida—Willow aparece frente a mi e intenta subirse a mi lado, pero no se lo permito. Lo acaricio y después se tumba sobre mis pies—.Si pudieras verte los ojos, te darías cuenta lo mucho que te brillan cuando la mencionas.

Suspiro con profundidad.

—Por favor mi amor no dejes pasar más tiempo—me pide —.Ha sido una suerte que te la hayas vuelto a ver, me pareció una idea muy loca la decisión que tomaste.

—Si lo sé—digo —Pero no quiero presionarla, no quiero que se sienta acosada, no quiero que comience a cuestionarse por qué insisto tanto. Jack seguramente lo hizo y no quiero caer como él—pauso, para respirar—.Quiero que dude de mí en el buen sentido y se dé cuenta que de ese infeliz yo no tengo nada.

—No lo había pensado así— razona—. Igualmente, si necesitas mi ayuda, no dudes en decirme. Hablaré muy bien de ti. Incluso lo bueno y lo malo. Ella tiene que conocerte como debe ser.

Sonrío de costado.

—Odias el café, a veces amaneces que quieres matar a medio mundo, no compartes tu comida con nadie y eres un loco de la limpieza —siento mis mejillas arder, pero es cierto. Como dije no soy perfecto —. También eres muy coqueto, detallista y atento. Y con un corazón grande, grande.

Dejo la taza a un lado y recuesto en sus piernas. Ella llena de besos mi rostro.

—Te quiero mucha nana, gracias por estar aquí y por acompañarme siempre.

—También te adoro mi vida—acaricio sus mejillas—. Y siempre, siempre mientras yo exista estaré a tu lado.

—Gracias nanita.

—¿Qué piensas hacer? —dice cuando me quedo callado.

—Estaba pensando invitarla a la cena de navidad— suelto—. Existe la probabilidad que me va decir que no, pero no cuesta nada intentarlo.

—Hazlo mi vida —sonrío abiertamente de emoción—. ¿Sabes que se me acaba de ocurrir?

—Te escucho nana.

—Deberías mandarle un obsequio a su departamento, con mensajes de aliento. Estoy segura que después de este susto no querrá salir ni a la esquina. Así que nada mejor como unos mensajitos de consuelo.

Parpadeo.

—¿Tú crees que sea bueno?

—Mientras no la presiones, todo está bien.

—Mañana mismo le compro algo bonito —manifiesto entusiasmado—. Algo duradero para que siempre se acuerde mí.


Melina Wells.

Florencia casi se muere de los nervios después de contarle lo que me había ocurrido hace menos de dos horas y ambas lloramos por video el video chat.

Me preguntó más de una vez si estaba bien, nunca la había visto tan angustiada y maldice no poder estar aquí.

Se calma cuando por tercera vez le repeto que gracias a Dean y Hades impidieron que ese hombre me hiciera daño.

—Júramelo.

—Te lo juro—insisto—.No me ocurrió nada más gracias al cielo. Estoy bien. Tranquila hermanita.

—Me muero si te pasa algo, no tienes idea lo mucho que yo te quiero—sonrío con aprecio y me llevo una mano al pecho.

—A mí también.

—¿Qué piensas de Hades?—pregunta y mi corazón se acelera de golpe con la mención de su nombre—.¿Todavía crees que quiere jugar contigo?

—No-no lo sé—muerdo mi labio inferior.

—¿Qué sientes por él?—ahí va mi corazón otra vez.

—Esta noche sentí mucho—confieso honestamente y una sonrisa brota de sus labios en el acto —.El corazón se me bajó y me produjo más sensaciones cuando me vio directo a los ojos.

—¿Qué piensas? —vuelve a preguntar y doy un largo suspiro —. Antes que me digas lo de siempre, solo cuestionemos algo.

Fijo mi mirada con atención.

— Desde que te vio ha mantenido su palabra no decirle a nadie donde estas ubicada, que por cierto me encontré a Eva y está muy triste porque no la has vuelto a llamar— siento pesar y la visualizo triste. Quizás mañana la llame —. ¿Cuánto ha pasado desde la última vez que se vieron?

—Casi un mes.

—También se ha mantenido lejos y a pesar que sabe dónde vives, nunca te buscó o me equivoco— niego con los labios prensados —.Te ha ayudado en los momentos más inesperados y no ha tratado de convencerte porque ha dejado que el mismo tiempo se encargue. ¿Eso fue lo que te dijo no es así?

Sin palabras.

— Con esto no te estoy diciendo que te lances a sus brazos— expone—. Solo que lo medites un poquito. El solo hecho de haberse mantenido casi un mes sin perseguirte...

— ¿Y si no resulta? ¿Y si solo es una estrategia? — intervengo.

— ¿La punzada?

— Flor, ya te expliqué que eso no tiene nada que ver.

— Quizás cuando estabas pequeña no se te había desarrollado esa intuición— la miro pensativa—. Quieres un gran ejemplo. Rubens. Al principio desconfiabas de él y te dijo lo mismo que Hades ¿Lo recuerdas? Y Rubens siempre te dijo la verdad.

Una lagrima baja por mi mejilla.

—Estoy segura que Hades no jugaría contigo—sonrío con melancolía—. Y menos después de vivir lo que tu viviste.

Me limpio las lágrimas que no dejaban de bajarme por el mentón.

—Él conoce en carne propia lo que tu viviste y no creo que sea capaz de hacerle a alguien más lo que le pasó, todo lo contrario. ¿Tú le harías a alguien lo mismo que te hicieron a ti?

—Nunca, nadie tiene que vivir lo que yo viví.

—Exacto— dice con una sonrisa dulce— .Mira, si se vuelven a encontrar no lo rechaces, permítete conocerlo y si sientes en el fondo que no debes estar con él se franca y así como ha cumplido durante este tiempo respetará tu decisión.

Doy un largo suspiro

— No estas obligada a aceptarlo si no quieres, pero si acede en conocerlo.

🦋


Anoche apenas pude pegar el ojo por todo el recital de palabras que me dio Florencia y que no me dejaron para nada dormir.

Medito.

Hades podría ser una caja de sorpresa y yo no deseo otra, menos que sea tan dolorosa. Es sumamente difícil para alguien que le han roto no una sino dos veces el alma.

No sé qué hacer.

Juro que no tengo idea.

Desde el baño de mi habitación intento llamar a Eva. Pero no contesta y en ese momento tocan el timbre de mi casa.

Le dejo un mensaje antes de ir a atender y coloco el teléfono en la barra de la cocina. Hoy iba a comprar regalos para mis compañeros de trabajo, pero lo dejé para después. Anoche lo poco que dormí tuve horrendas pesadillas con el taxista y tengo miedo de pisar la calle.

—Buenas tardes—me saluda un chico como de unos dieciocho años, quien sostenía un paquete de regalo pequeño.

—Hola buenas tardes—respondo, observando con intriga lo que sostenía en sus manos y también a él.

—¿Usted es la señorita Melina Wells?

—Sí, soy yo—el jovencito sonríe y sus mejillas se enrojecen.

—Esto es para usted —acerca el paquete misterioso—. ¿Por favor, puede firmar?

Recibo el obsequio y firmo inmediatamente, le doy las gracias y cierro la puerta después de despedirme del chico sonrojado.

Me dirijo hasta la salita y me dejo caer. Rompo el envoltorio y luego la cajita. Miro hacia adentro y saco una cúpula de cristal, mis ojos se agradaron al ver lo hermosa que era la Rosa de color azul que había dentro de ella.

—Seguro me la envió Estela—deduje mientras la miraba y hecho un vistazo al interior de la cajita —.Oh.

Dentro había un sobre del mismo color, dejo la cúpula sobre la mesa de estar y extraigo la tarjeta con cuidado.

—Estela siempre tan detallista— musito mientras la abro.

"Las Rosas azules evocan sensación de paz y tranquilidad. Resultan también muy relajantes. Te ayudan a estar más calmada y afrontar tus problemas con una mayor tranquilidad"

Espero que te ayuden en todo lo que puedan y te hagan sentir mejor.

Hades Ross

🦋

¡Hola hermosas!

¿Cómo están?

¿No es Hades una belleza?

Ojalá Melina se decida T.T

Espero que les haya gustado mis amores y nos vemos pronto.

Gracias por leer les mando brazos navideños.

Las amo chamas <3 


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top