Capítulo 48



Han pasado varias semanas desde que me enteré de la verdad. No he vuelto a la universidad. Me he mantenido encerrada en mi habitación, no he dejado de llorar. He bajado algunos kilos porque no he comido nada, a penas unas sobras.

Estoy desbastada y muy desanimada como para ir verle la cara a todos esos imbéciles de la facultad quienes seguramente deben estar muy felices por mi ausencia.

Supuse que eso también era parte del plan de ellos cuando Jack me invitaba dar vueltas fuera de la facultad antes de cada clase, con razón sus sonrisitas cuando llegaban tarde.

Cada día que pienso lo que vivimos quedo más y más decepcionada, Jack fue un perfecto mentiroso.

Florencia ha estado grabando las clases para mi  y me ha puesto al tanto de las actividades, los profesores han sido muy compresivos conmigo —cosa que nunca se, ya que ellos les importa un mierda tu vida — pero al menos saben, lo que es ser un estudiante. Hay varios exámenes y talleres pendientes y de los cuales, a pesar mi tristeza y mi desgano me he estado preparando.

Aunque no deseo volver a la facultad no les voy a dar el gusto a ninguno, ellos querían verme derrotada y no les voy a dar el placer.

Mi motivo principal por la cual no voy a la universidad es encontrarme es él, no tengo ganas de verlo, me duele verlo y no soportaría ver que mientras él sigue con su vida tranquilo, yo me desborono en pedazos. Aun siento mucha rabia y dolor en mi corazón. 

Papá cree que estoy enferma y ha estado preocupado por mi salud, me llama para saber cómo estoy y me recuerda tomarme las medicinas que supuestamente el doctor me había recetado. Si supiera que realmente está sucediendo.

Me tocó mentirle y no lo hice por Jack, lo hice por él. Después de la muerte de Finn su corazón no quedó igual, cualquier emoción fuerte podría ocasionarle un infarto. Cuando me apostaron la primera vez costó mucho mantenerlo oculto, mi madre y yo sabíamos que si se enteraba de lo que me hicieron su corazón no iba a poder resistir.

Lo que se me ocurrió decirle fue que Jack me había hecho algo que no me gustó, no le dije que era exactamente porque yo ni sabía, solo que no me gustó y decidí cortar por lo sano. No sé si me creyó realmente, aunque me haya dicho que estuvo bien.

Y me relató una historia de una novia que él tuvo en el pasado, hizo algo que no le gustó y aunque estaba muy enamorado de ella también la cortó.

Jack ha venido varias veces a la casa. Mi madre de buena manera le ha dicho que se largue sin embargo no se rinde pide hablar conmigo y sinceramente no sé qué demonios quiere hablar, no hay nada que hablar, todo esta explicado.

Me ha dejado cartas de las cuales no he abierto ninguna y he tirado todas a la basura. No quiero leer sus falsas palabras, no lo creo nada, ni el arrepentimiento que siente, nada. No me  quiso recibir la bolsa en donde eché sus estúpidos regalos. Tampoco quiso recibir los anillos que me dio aquella vez en la iglesia, no sé qué pretende con que los tenga, es un estúpido.

***

Me preparo para ir a la universidad. Hoy tengo un examen importante anoche estudié hasta la madrugada y me siento preparada...como siempre.

Mi rostro sigue hinchado y mis ojos rojos. Tengo grandes bolsas debajo de mis parpados inferiores y rostro no es el mejor, me veo cansada. Sé que no tengo el mejor aspecto pero nada como el maquillaje y una buena positiva , aunque lo tengo por los suelos lo arregle.

Florencia vino temprano ayudarme con el maquillaje e hizo magia conmigo, no me recargó, pero sí hizo un increíble trabajo.

Mi atuendo es el de siempre, suéter, jeans y zapatos de bailarina.

Llegamos juntas a la facultad y entramos directamente al salón. Nos sentamos al fondo y a la izquierda como siempre. El salón estaba vacío y me sentía un poco ansiosa, por una parte, quería ver la cara de Steven y su complot y la otra quería largarme.

Tengo la sensación que él aparecerá en cualquier momento cuando le llegue el chisme que volví.

Murmullos comenzaron a oírse cerca. Tenía la cabeza clavada en mi cuaderno cuando los susurros se detuvieron como si los hubiesen apagado.

Alzo la vista y allí estaba Steven.

Sus cejas se elevaron y su boca queda abierta de la impresión. Supongo que nadie se lo esperaba, todos tenían la misma expresión de sorpresa.

—Melina que felicidad volverte a ver-dice hipócritamente —. ¿Cómo estás?

—Yo perfectamente —respondo con una sonrisa digna.

—Me alegra —toma asiento junto con sus amigas y comienzan a hablarse entre ellos.

Ruedo los ojos y continúo leyendo el cuestionario con Florencia hasta que el profesor llega y sin vacilar demasiado pide a todos guardar toda pertenencia y dejar únicamente el lápiz de en el escritorio.

Termino mi examen y echo un vistazo antes de ponerme de pie, llevo mi vista hacia Steven y vi como estaba sentando de manera holgazana mirando el examen.

Niego.

—Te espero —susurro discretamente y me pongo de pie.

—Casi termino —responde en voz baja.

Camino entre las mesas con mi examen pegado a mi pecho y me planto frente al profesor al llegar a su escritorio, estiro mis brazos para entregar las hojas y él me sonríe de manera amigable cuando la recibe.

—Profesor —giro mi cuello y me encuentro con la sonrisa de Flor.

—Pueden irse jóvenes.

—Gracias —dijimos ambas y antes de salir le una mirada de ganadora a Steven, quien me lanzo una mirada de pocos amigos y me sacó el dedo del medio.

Idiota.

Estaba en la biblioteca esperando el cambio de clases, este será mi lugar ahora en adelante mientras se acaba el semestre. Sé que estar en el campus implica un encuentro con Jack. Soy consciente que no podré evadirlo toda la vida, pero mientras pueda lo haré.

Me gusta estar en la biblioteca, es tranquila y silenciosa, pacífica.

Sin embargo, prefiero mi campus, allí me puedo acostarme en la grama reírme sin que manden callar, escuchar música o simplemente no hacer nada.

Terminamos la última clase. La profesora fue la primera en dejar el salón porque tenía que hacer algo urgente. Guardo mis útiles dentro del bolso y deslizo el cierre para cerrarlo. Estiro las correas entre mis dedos y las pongo sobre mis hombros cuando me levanto.

Bajo los peldaños del salón uno a uno, ignorando las miradas de mis compañeros que extrañamente permanecían en su puesto cuando usualmente quieren matarse por salir primero.

Steven se interpone en la puerta y no me deja salir.

—¿Te puedes quitar?

—Se pide permiso.

—Muévete.

—Aparte de gorda y fea, también grosera.

—Por favor Steven déjanos pasar- pide Florencia en un tono serio y él la mira de arriba abajo accediendo su petición.

—Por supuesto preciosa —se hace a un lado y cuando voy a pasar se vuelve a interponer.

—¿¡Qué te pasa!?-exclamo.

-Melina Wells -siento que mis pupilas se contraen y mi corazón acelera su ritmo cuando veo a Jack detrás de él.

—Q-quítate.

—Estábamos tan felices que no hayas vuelto—dice fríamente— Pensamos que con el plan que lastimosamente el pobre Jack no pudo completar.. Que lo entiendo porque quién podría estar con una gorda tan repugnante como tú —aprieto los puños—. Juramos que nunca vendrías, Te juro que estábamos muy dichosos de no tener tu asquerosa presencia con nosotros. Pero no se logró, apareciste.

— ¿Y con eso subirían sus notas? ¿Arreglarían su promedio? ¿Dejarían la vagancia y puteria? —inquierob —. Así me hubiesen humillado, ustedes seguirían siendo los mismos mediocres de siempre.

Steven tensa la mandíbula.

—Tú tampoco eres una santa, eres igual de puta y zorra —escupe—. Apuesto que se la chupabas a los profesores para que te suban las not... — lo corto con un golpe directo en la cara.

—¡Imbécil!

—Perra —me grita e intenta atacarme, Jack lo detiene e impide que se acerque.

—Jack amigo, ¿qué haces? — su cuerpo estaba contra la pared y las manos de Jack alrededor de su cuello, Steven lo miraba con una sonrisita burlona.

—Te juro que si la tocas será el peor error de tu vida.

—¿Ahora eres su defensor? —cuestiona y comienza a toser—. Cuando no soportabas ni mirarla, ni tocarla.

¿Qué hago aquí?

—Hey Melina —llama Steven y no me detengo, no quiero escucharlo —. ¡Mientras tu creías en las mentiras de Jack, él se estaba revolcando con otras para borrarse cuando lo tocabas!

—¡Jack! —gritan —. ¡Suéltalo! ¡Suéltalo!

Suelto un sollozo desgarrador y flaqueo con mis pies, unos brazos me sostienen y son los de Florencia que no me dejan caer.

No sé qué tan doloroso es un infarto, pero supongo que debe ser muy parecido a lo que estoy sintiendo, porque siento mucho dolor en el corazón.

Flor me invitó a su casa y allí me quedé hasta que anocheció, adelantamos tarea y debatimos las clases de hoy.

Mantener mi mente ocupada es lo que ha logrado distraerme. Supongo que debo volver al gimnasio, allí a pesar de las burlas que recibo por parte de esas chicas me distraigo.

Y quiero distraer mi mente durante estos los últimos días porque van a ser difíciles.

—¿Cómo te sientes? —pregunta Flor—. ¿Te sientes mejor?

Meneo la cabeza de lado a lado.

—Igualmente gracias Florencia —le doy un abrazo.

—Si me necesitas no dudes en llamarme ¿bueno? —asisto sobre su hombro—. Estaré aquí siempre.

—Gracias —susurro y beso su mejilla.

—¿Te acompaño?

Sonrío melancólica.

—Estoy bien, no te preocupes.

—Nos vemos mañana.

—Si—digo y me despido con otro abrazo.

Doy un largo suspiro y limpio mis lágrimas con la mano. Arreglo las correas de mi bolso sobre mis hombros y me encamino hacia mi hogar.

Mis pasos se detienen cuando alzo la vista hacia la entrada de mi casa. En las escaleras que conducen a la entrada principal Jack Grey estaba sentado en los últimos peldaños.

Se levanta y no duda en acercarse cuando su mirada y la mía coincidieron.

Intento evadirlo, pero se interpone en mi camino para impedirlo, sin embargo, no dejo que me gane y le meto un empujón con el hombro.

Solo logro alejarme cuando vuelve a acercarse.

—Qué haces aquí? —pregunto fríamente. Lo miraba con rabia, aunque mi corazón estaba latiendo aceleradamente.

—Primero a aclarar lo que dijo Steven esta mañana.

—Me da igual.

—Eso nunca pasó—explica—. Te lo puedo jurar.

—¿Qué esperas en decirme eso?— pregunto.

—So-solo quería aclarar.

—¿Para qué? —interrogo —. ¿Qué caso tiene? Eso no te solventa de lo que hiciste.

— Lo que hice estuvo mal, pero lo que dijo Steven no es cierto.

—Y te repito, ¿que ganas tú con eso? —pregunto —. ¿Piensas que así voy a dejar de pensar que no eres una mala persona? ¿Qué me voy a olvidar tan rápido de lo que me hiciste?

—¿Qué tengo que hacer? —pide en medio de lágrimas mirándome fijamente—. Hago lo que sea.

—En la cultura musulmán cuando le faltas el respeto a un miembro de la familia, se lo faltas a todos-digo sin mirarlo —. Aparte de mi debes pedirles perdón a mis padres por ofrecerte a humillarme sexualmente delante de toda la universidad. Lo harás de rodillas.

—¿Acaso estamos en palestina?

—¿Y me ves cara de comediante? —me mira como si estuviera loca.

—Esto es Estados Unidos.

—Y esta es mi condición —recalco—. Si quieres mi perdón y de verdad estas arrepentido, haz lo que te digo.

—Hola nena —maldigo por dentro al oír la voz de mi papá—. Hola joven.

—Hola señor ¿Cómo está?

—Bien joven—responde mi papá serio—. ¿Qué lo trae por aquí?

—Vengo a pedirle perdón —mis orbes se abren cuando se arrodilla frente a él y mi padre eleva las cejas sorprendido.

—¿A mí por qué? —le pregunta sorprendido.

—Cuando dije padre, era al padre celestial, tomó mal mis palabras— Lo empujo fuerte por la espalda—. Ahorita vuelvo.

—Melina.

—Ahora te explico papá, tengo que arreglar un asunto.

—¿Pero todo está bien mi amor?

Asisto.

—Muy bien.

—Está bien nena.

—¿Qué crees que haces? —pregunto entre dientes cuando quedamos solos y alejados de la casa.

—Hacer lo que me dijiste —niego, irritada —. ¿No era eso lo que pedias?

—Lo hice para que me dejarás en paz, no pensé que te atreverías.

—Tendrás que inventarte una que no me quede tan fácil—dice con una sonrisa arrogante.

—¿Todo esto es un reto para ti verdad? —pregunto—. Primero me engañas y después quieres que te perdone. ¿Qué sigue? ¿Cruzar la muralla china?

—Créeme que después de ti, la muralla china será cortita -hundo mis labios negando con la cabeza—.Si no quieres que venga todos los días a tu casa a pedirte perdón ¿Por qué me lo pones tan difícil?

—Jamás te perdonaré lo que me hiciste —señalo—. Y ni se te ocurra hablar de esto con mi papá, él sufre del corazón y una noticia de esta podría matarlo.

—Tu papá sufre del.... corazón.

—¿Por qué crees que mantuvimos oculto el video? —sus ojos me miran abrumado—. Por favor vete y déjame en paz.

—Melina—cae en cuenta.

—Vete y si sigues viniendo llamaré a la policía—advierto.

-Ángel.

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Holaaa chamas ¿Cómo están?

¿Qué tal su día?

Bueno el mío sin corriente y sin internet T.T

Pero bueno aquí esta el capitulo <3

Disculpen la demora.

También porque tuve que modificar el capitulo y me tomo un poquito mas de tiempo.

Melina regresó a la Universidad T.T

Y Jack esta pidiendo perdón

¿Se lo dará?

Espero que les haya gustado mis chamas bellas. Como siempre muchas gracias por ser parte de esta historia y gracias por los comentarios.

Les deseo todo lo mejor <3

Les mando abrazos psicológicos.

Las quiero chamas <3

Mis redes si me quieren seguir :

Forevercoffe1 --- Instagram

Bye <3





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