Capitulo 40
🌸Un mes después🌸
Estamos frente a la Casa Blanca, disfrutando del paisaje y del clima de invierno que nos brinda la majestuosa ciudad de Washington. Son cerca de las nueve de la noche y las calles estaba más activas que nunca. El día de mañana cumplimos un mes de habernos hecho novios oficialmente y ha sido un mes en el que he sido realmente feliz.
Jack es un hombre maravilloso y me lo demuestra todos los días ya no hace falta ponerlo a prueba para comprobar nada, confío plenamente en sus sentimientos.
Y lo mejor que ya no tengo miedo.
-Mañana cumplimos un mes de ser novios-murmura cerca de mi oído, mi cuerpo estaba envuelto en sus cálidos brazos.
-¿Tú tienes algo en mente? -pregunto con la cabeza apoyada su brazo.
-Debo viajar a Canadá este fin de semana- comenta- ¿qué te parece celebrarlo allá?
- ¿Ca-Canadá? -repito sorprendida-.¿Estás hablando enserio?
-Si mi ángel -rio cuando me aprieta de forma cariñosa -. ¿Qué te parece?
-Me parece genial -expreso entusiasmada.
- Iremos en mi auto y por los gastos no te preocupes-escucho atentamente-.Tampoco son mucho los días que estaremos allá mínimo tres, regresaríamos lunes, ¿tienes algún examen o clase importante?
-No, no tengo nada importante - me da un sonoro beso el costado de mi cuello y me estremezco.
- Allí celebramos nuestros días.
-¿Y Eva también irá?
- Eva se queda cuidando a mi madre.
-¿Y no es muy pequeña para quedarse sola?
-Eva sabe defenderse muy bien - dice muy confiado.
-No lo sé Jack -digo desconfiada.
-Tranquila hermosa, no es la primera vez que viajo de esta manera-besa mi frente-. Ya hablé con las vecinas y amigas de mi madre para que estén pendiente.
Mis hombros se relajaron luego de oírlo, una niña de esa edad no se puede quedar sola y menos con una persona discapacitada podría ocurrir un accidente.
-Igual estaremos pendientes de ellas.
-Por supuesto Ángel.
Anoche hice mi maleta y me levanté unas horas más temprano de lo acostumbrado. Me bañé y me coloqué ropa cómoda para el viaje. Benji me miraba desde mi cama creo que presiente que me iré porque tenía una expresión triste y sus ojos estaban cristalizados.
Salgo de mi cuarto y me dirijo a la cocina, mi madre ya se encontraba allí preparando café, ella se dio vuelta cuando saludé y me miro dos veces.
-Hoy estoy cumpliendo un mes con Jack-comento y me ruborizo de solo ver como sonríe.
- ¿Y qué van hacer? -pregunta curiosa mientras me acerca una taza.
-Jack quiere que lo celebremos en Canadá y le dije que si -suelto y soplo el borde de mi taza el líquido caliente del café esperando con incertidumbre su respuesta.
-¿Por qué en Canadá?-pregunta extrañada sonriendo levemente, por su manera reaccionar presiento que le ha encantado la idea, bueno en realidad todo lo que provenga del inepto le encanta.
-Él va a visitar a su hermana y le pareció buena idea que lo celebremos allá -explico.
-Yo hubiese hecho lo mismo si tu padre me hubiese propuesto ir a algún lugar nuestro primer mes de novios - Confiesa celebre y niego internamente con una sonrisa.
Sabía que no le iba a molestar para nada.
-¿Hace cuánto no te veía sonreír de esa manera? -pregunta dulcemente sosteniendo mi mentón entre sus dedos-. ¿Hace cuánto no te veía tan feliz?
Mis ojos se humedecen y no soy capaz de responder, mamá se levanta de la silla y me rodea entre sus preciosos brazos.
-Has conocido excelentes personas.
Afirmo con la cabeza.
-Me di cuenta que no todas las personas son iguales.
-Por supuesto que no mi amor- murmura dulcemente -. Habrá muchas personas malas que nos encontremos en el camino, pero son más las personas buenas.
-Lo sé mami.
-¿A qué horas viene Jack por ti?
-Como a las nueve de la mañana.
-Buenos días mis amores-saluda la voz ronca de mi papá ingresando perezosamente a la cocina.
-Hola papá -contesto y remojo mis labios para contarle que me voy a Canadá, pero mi madre se apresura a hacerlo.
Me llevo una mano a la frente observando como mi padre se quedó con la taza de café a centímetros de su boca y como sus cejas quedaron elevadas de la sorpresa.
-¿Cuándo lo decidieron? - pregunta y no parece molesto con mi decisión.
-Anoche.
- ¿Tienes dinero aun en tu cuenta?
Asisto.
-Si.
- Te voy a depositar un poco mas
-Con ese dinero estoy bien papá.
-Iras a otro país, no sé qué pueda pasar allá es mejor que te sobre dinero a que te falte.
-Esta bien -acepto y se acerca para darme un beso en la frente -. Aun no me traigas nietos ¿eh? Ustedes deben graduarse primero.
-Papá-exclamo apenada.
-Te daré unos condones para que guardes en tu cartera y también le voy a dar a Jack -me cubro el rostro con ambas manos, no puedo creer que me esté diciendo esto, por dios no soy una niña y se que debo protegerme -. Ya te hago el deposito mi amor.
Jack me ayuda a ingresar la maleta del maletero del auto y dirijo mis pies hacia mis padres para despedirme.
-Cuídate mucho mi vida -me dice mi padre usando un tono suave y protector-. Te amo mi corazón.
-Yo igual a ti-beso su mejilla y me dirijo hacia mi mamá.
- Disfruta mucho mi nena linda -asisto sobre su hombro, mientras un vacío incrementa en mi pecho.
- Vamos Ángel -pronuncia Jack.
****
Hicimos una parada en un pequeño pueblo para comer y estirar las piernas, teníamos ocho horas viajando y todavía nos faltaba recorrer.
Ingresamos a un restaurante y el mesero nos atiende rápidamente, pedimos lo que íbamos a comer y esperamos nuestro pedido.
El restaurante era pequeño hecho de pinos y las sillas de madera, sus paredes estaban decoradas con fotos de paisajes y también de lugares de Canadá y Estados unidos.
El ambiente que se sentía bastante pacífico, no había tanta bulla y los autos que pasaban cerca apenas se hacían sentir. El clima era frio y el pronóstico no era muy alentador. En minutos una capa densa de neblina nos cubrió. Los autos que estaban estacionados fuera del restaurante desaparecieron y los que pasan llevan las luces encendidas.
Apenas eran las tres de la tarde y parecía que fueran las siete.
-Si el clima sigue así no podremos seguir -comenta el rizado que estaba sentado en la silla que quedaba frente a mí, quito la mirada del suelo para mirarlo -.Tendremos que esperar o quedarnos en un hotel.
¿Quedarnos en un hotel?
-Ojalá que cambie- digo y una sonrisa juguetona se traza en sus labios, mi corazón se acelera y siento mis mejillas ruborizadas.
-Yo le estoy pidiendo a los dioses que no ocurra -me guiña el ojo y aparto mirada de la suya.
La neblina bajó y pudimos continuar sin inconvenientes, pero hasta cierta distancia, otra vez la neblina había bajado haciendo imposible seguir.
Por suerte estábamos cerca de un hotel cuando ya no podíamos ver nada.
El clima empeoró y comenzó a llover con fuerza, Jack y yo nos mojamos en el trayecto del auto hacia la estructura.
-Solo queda una habitación-nos informa la recepcionista y no puedo creer lo que ha dicho.
Siento la mirada intensa de Jack cuando la señorita nos entrega las llaves después de afirmar que solo quedaba una habitación disponible en todo el hotel, ignoro por completo la expresión maliciosa de la rubia cuando nos da entrega las llaves.
Jack empuja la puerta y me deja espacio para que yo ingrese, no había nadie en el pasillo, pero yo sentía que todo el mundo nos estaba mirando.
-Mamá dice que hay que bañarse con agua caliente cuando te mojas con agua de lluvia- informa y miro a mi costado al ver un movimiento extraño. Mis ojos se expanden y mis mejillas son rojo carmesí.
Jack se estaba desvistiendo en medio de la habitación como si nadie más estuviera adentro.
-¿Quieres bañarte tu primero o me dejas a mí? -afloja la correa de su pantalón y sube la mirada, trago despacio cuando sonríe de manera coqueta y se acerca atrapando mi cintura con ambas manos -. Yo prefiero que lo hagamos los dos -sugiere sin borrar su sonrisa juguetona y perversa-. Ahorramos agua, jabón y tiempo.
-Me-mejor tu primero-claudico y mi respuesta le arranca una sonrisa, sus manos abandonan mi cintura y se mezclan entre mi cabello para prensar mi rostro.
Captura mis labios con propiedad e intenta arrastrarme al baño, pero busco sus costillas y separo nuestros labios.
-¿Segura que no quieres? -incita y niego alejándome hacia el otro extraño de la habitación. Jack deja escapar una risita leve y acepta mi decisión con asentimiento.
Termina de quitarse la ropa quedando solamente en Bóxer y camina hasta su maleta.
Mantengo mi mirada en la pequeña silla que estaba en la esquina evitando tener contacto con él, se toma su tiempo hasta encontrar su paño y con mucha discreción lo observo entrar al baño.
Pude apreciar su trasero redondo, sus piernas gruesas y su espalda ancha.
Jack es una perfecta obra de dios, como no resistirse.
Aviso a mi madre que me quedaría en un hotel y mañana seguiríamos a Canadá, ella preguntó qué había pasado y le expliqué lo que había ocurrido luego interrogo si me iba a quedar con Jack en la misma habitación y tuve que confesarle la verdad, pensé que mi madre me iba a enviar un mensaje donde me regañaba, pero no, su último mensaje fue usa condón.
Jack sale del baño y me toma por sorpresa, sentí como mi corazón baja hasta el estómago, dejo el teléfono sobre la pequeña mesa de madera que estaba cerca de la cama y tomo la ropa que tenía preparada para cuando saliera.
-Apresúrate Ángel para que no te resfríes- asisto poniéndome de pie, trato de evitar mirarlo, pero es imposible, Jack nunca ha sido una persona de ignorar con facilidad.
Cabello húmedo despeinado, pecho ancho y perfectamente trabajado, hombros redondos con algunas gotitas reposando sobre en ellos, caderas anchas cubiertas por una toalla negra que le daba constaste a su perfección.
¿Cómo evitarlo?
- El agua caliente está del lado izquierdo-explica y su voz me saca de la ensoñación, miro a sus ojos verdes que estaban un poco rojos y me dirijo directamente al baño con la imagen de su perfección plasmada en mi mente.
Salgo del baño cambiada y cierro la puerta detrás de mí, dirijo mi mirada hacia la cama. Jack estaba profundamente dormido, sus ojos estaban sellados y sus labios entre abiertos.
Mi cuerpo se relaja al verlo rendido sobre la cama, es obvio esta noche se prestaba para el siguiente nivel, mis padres lo sabían y por eso llenaron mi monedero de condones.
Tengo miedo de llegar allí, tengo miedo que después de estar con Jack me deje por ser tan fácil o se decepcione de mí.
Pensé que eras más inteligente y menos fácil.
Apago la luz de la habitación pequeña y acogedora también apago el pequeño televisor pantalla plana suspendido a la pared, antes de acostarme reviso la calefacción.
Jack sigue en la misma posición, se notaba agotado se mueve un poco y espero quieta, cuando veo que no se mueve más lentamente me acomodo a su lado.
-Ángel -murmura cansado.
-Descansa -susurro, mirando su rostro en la poca claridad que había en la habitación.
-Ven aquí -pide palmeando la cama cerca de él -. Ven Melina.
-Duerme.
-Quiero dormir con mi futura esposa madre de mis numerosos hijos -ordena de manera sutil y río en silencio.
Sus ojos se abren y busca mi mano en la tenue oscuridad, consigue y no me hago rogar, la última vez que dormí acurrucada con él fue en casa de Esther y la sensación fue maravillosa.
¿Por qué resistirse?
Jack me pega a su cuerpo hasta acurrucarnos, sonrío en medio de sus brazos y entrelazamos las manos juntas.
-Te sientes bien Ángel - murmura contra mi cuello, su voz ronca y suave provoca cosquillas en mi estómago y adoro la sensación -. Eres muy suave.
Él también se sentía bien y suave, encantador.
-Te quiero Ángel -musita y mi corazón se acelera.
-También yo Jack -confieso -. Te quiero mucho.
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