Epílogo
Habían pasado un par de semanas desde el incidente en su jardín.
Tal y como el líder Oh había prometido, un grupo de personas había ido a ayudarlos a ambos a volver a colocar las cosas en su sitio en casa, incluso contrataron a una empresa para que se hiciera cargo de la reparación de desperfectos como la puerta rota y un par de ventanas. Resultó que Chanyeol era más escurridizo de lo que su aspecto podría inducir a pensar, y a Lee le había resultado difícil seguirlo por la casa.
También había visitado ya al líder para hablar con él sobre el trato que quería ofrecerle. Tal y como le había dicho, no quería ofrecerle un puesto entre sus cazadores, ni siquiera darle la bienvenida a la manada. Pero sí quería ofrecerle su ayuda cuando lo necesitara, a modo de apoyo, y decirle que en el caso de que tuviera problemas con otras manadas, ellos estarían para respaldarlo.
-A cambio -le había dicho el jefe, recostado en el sillón de su casa-, te agradecería que ayudaras a Sehun con su entrenamiento. He visto que eres ágil y que sabes moverte, creo que ambos podríais salir beneficiados de este intercambio.
-A Sehun no le va a gustar nada -dijo con un tono de voz neutral. El señor Oh lo miró.
-Nada en absoluto -Baekhyun sonrió.
-Hecho.
También había conseguido que en el trato entrara Jongdae, para poder brindarle protección en el caso de que fuera necesario. Él solía tener más problemas por no ser capaz de transformarse, y le aliviaba saber que ahora, no estaría solo.
Las cosas estaban cayendo naturalmente en su sitio, casi como si Baekhyun hubiera encontrado la pieza clave de un puzle y ahora las demás piezas encajaran perfectamente con facilidad. Tan solo había una pieza que Baekhyun no había tocado siquiera.
Después de aquel día, Chanyeol había estado muy preocupado por su salud y su herida. Al ser una herida hecha por un cambiaforma, no curada igual de rápido que otra infligida por una causa natural, por lo que tenía mucho cuidado de no hacerle daño, y de no hacerse daño a él mismo. Había entendido que eso era malo, y que había que evitarlo. Y Baekhyun no encontraba el momento ni el lugar para explicarle que para que ellos se emparejaran, tenía que morderlo. Y eso iba a doler, probablemente.
No podía, cuando Chanyeol lo miraba con esos ojos grandes llenos de preocupación y le daba un beso antes de preguntarle que si estaba bien, Baekhyun no encontraba las fuerzas para decirle nada.
-Baekhyun -le llamó una noche la atención. Estaban ya en la cama, uno junto al otro, con las luces apagadas.
-¿Mmmh?
-¿Tienes que morderme para que seamos pareja?
Baekhyun abrió los ojos de golpe y se incorporó, encendiendo la luz de la mesita.
-¿Quién te ha dicho eso? -preguntó, notando cómo sus mejillas se encendían.
-Jongdae -respondió el otro-. ¿Es verdad?
-Bueno, sí -admitió el más bajo, alborotándose el pelo rubio-. No quería asustarte... pero pienso asesinar a Jongdae.
-No pasa nada -Chanyeol se incorporó a su vez, mirándolo a los ojos-. No me importa que tengas que morderme, es algo importante y aunque duela un poco, lo soportaré.
-¿Te ha dicho cuándo tengo que morderte? -preguntó Baekhyun, y el rojo de las mejillas del alto le respondió antes que sus palabras.
-Sí.
Baekhyun suspiró y le dio un beso leve en los labios.
-No quería presionarte, por eso no dije nada. Quiero emparejarme contigo, pero puedo esperar.
-Está bien -asintió el alto.
Baekhyun sonrió y se besaron de nuevo, esta vez un poco más que la vez anterior. Al separarse, Chanyeol lo miró un momento a los ojos antes de besarlo de nuevo, esta vez más lento pero más ardiente y pasional, lo que encendió una chispa dentro de Baekhyun. Una chispa estaba bien, era algo que podía controlar, pero esperaba que no fuera a más o no podría detenerse.
Sin embargo, no parecía que Chanyeol estuviera muy dispuesto a parar. Siguió besándolo, apenas deteniéndose entre beso y beso, hasta que un gemido ronco por su parte hizo que la entrepierna del cambiaforma diera un tirón y eso obligó a Baekhyun a separarse.
-No hace falta que hagas esto -se lamió los labios, su voz temblaba por la excitación, pero tenía que decirlo-. No tenemos que emparejarnos ahora.
-Lo sé.
-No hace falta -insistió.
-Lo sé -repitió el alto-. Pero quiero, si tú quieres.
No hizo falta nada más. Baekhyun dejó que Chanyeol marcara el ritmo, pero fue él quien le mostró con sus gestos y sus caricias cómo comportarse en aquella situación tan íntima. Las manos de Chanyeol eran inseguras pero estaban llenas de amor y lo transmitían con cada roce de la piel; y eso para Baekhyun valía más que un amante experimentado. La tarea de dilatar fue trabajosa, pero el cambiaforma puso todo su cuidado en hacer que el otro entendiera por qué debía hacerse y que el dolor, al final, siempre dejaba paso al placer. Se lo explicó con palabras y también con besos, besos largos y húmedos mientras los dedos entraban y salían, preparando lo que vendría después.
No fue hasta que estuvieron unidos, uno dentro del otro, que Baekhyun entendió el por qué a la unión la llamaban "hacerse uno". Era realmente como si sus cuerpos encajaran perfectamente el uno en el otro a pesar de la diferencia de alturas y de complexión; no sólo eran compatibles psíquicamente el uno con el otro, rellenando los huecos de los defectos y mejorando sus virtudes, sino que sus cuerpos se complementaban también, y Baekhyun nunca se había sentido tan completo hasta que fue uno con Chanyeol. Sus cuerpos se movieron despacio, tratando de hacer el dolor más soportable, pero al mismo compás, como si ambos supieran lo que el otro deseaba con tan sólo una mirada y un beso breve de una boca jadeante.
El vaivén aumentó poco a poco, conforme sus cuerpos se conocían mejor y el dolor daba paso al prometido placer, y el sudor comenzó a correr por sus espaldas debido al esfuerzo de lo que estaban haciendo. Ambos gimieron cuando se golpeó el punto exacto, y a partir de ahí, el ritmo aumentó hasta ser algo casi frenético, pero ninguno estaba dispuesto a dejar ir el placer que estaban sintiendo, no cuando sentían sus cuerpos y sus almas tan cerca que casi podían tocar ambas con las yemas de los dedos.
-Chanyeol -gimió Baekhyun cuando sintió que el orgasmo se acercaba-, voy a morderte.
-Hazlo -le pidió el alto, y añadió después de gemir también-, por favor.
Cuando el orgasmo lo atravesó, Baekhyun encontró la unión entre el cuello y el hombro de Chanyeol y clavó sus dientes, obedeciendo al instinto animal que le pedía que marcara al alto como su pareja. Chanyeol explotó también a su vez, y se abrazó al cambiaforma mientras el orgasmo atravesaba su cuerpo en oleadas. Una luz dorada emanó del chico, como si se hubiera liberado de las cadenas que escondían esa parte de su esencia de estrella con aquel orgasmo.
Se quedaron así, unidos y jadeantes, hasta que recuperaron el aliento y Baekhyun fue a por unas toallas húmedas después de dejar un beso sobre los labios de Chanyeol. Cuando volvió, los limpió a ambos con cuidado, dejando las toallas a un lado al terminar, se tumbó junto a Chanyeol en la cama, desnudos, y rodeó al alto con sus brazos con una sonrisa satisfecha. Besó de nuevo a su estrella y cuando se separaron, Baekhyun miró sus ojos oscuros y creyó que, al fondo de éstos, podía ver el firmamento completo. Porque Chanyeol era todo su universo y mucho más.
-Ya somos oficialmente pareja -le dijo con la felicidad presente en su voz. Chanyeol le devolvía la misma mirada brillante y feliz-. Ya somos una constelación.
Chanyeol sonrió más ampliamente y besó sus labios con suavidad.
-Tú siempre fuiste mi constelación, Baekhyun.
Y simplemente, se besaron de nuevo.
--FIN--
Hasta aquí Fallen Star, espero que os haya gustado y siento el ritmo caótico de publicación que he seguido xD
Hasta la próxima~
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top