ੈ ‧ 𝐅𝐀𝐋𝐋𝐄𝐍 | 𝟷𝙰
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००० ━━━ ❛ summer nights, mid july ❜

Varias semanas habían pasado desde que las vacaciones de verano habían iniciado, Peter, Remus, Sirius y Vega habían sido invitados a la casa de los Potter, los cuatro habían llegado durante la tarde de ese día en el que curiosamente también habría luna llena.

Durante la tarde, todos la pasaron juntos en la sala de estar junto a Fleamont y Euphemia, sin embargo, durante la noche, los mayores de la casa, saldrían a algunos compromisos, dejando a los adolescentes solos.

Vega se encontraba con Ava y Regulus en la habitación de la castaña, quien platicaba animadamente con el menor de los Black.

─ ¿estás bien? ─ Preguntó Smith a la rubia.

─ ¿Eh? Ah, sí, sí...

─ ¿Tus padres te hicieron algo?

─ No, Reg... no es eso, es solo que, ¿No creen que Remus hoy actúo muy raro?

─ Si no besarte, ni todo eso que ustedes hacen es raro...

─ Tú no te salvas, Ava... ─ Comentó Vega y Regulus tuvo que estar de acuerdo ─ pero no, no es eso, digo raro como... ¿Cansado?

─ Bueno, de hecho no estás muy equivocada, ese Lupin es demasiado enfermizo ─ Black notó las miradas molestas de las chicas y se sintió obligado a continuar ─ no digo que... es decir, cada cierto tiempo falta a clases y mi hermano imbécil también se pone sensible, es como si tuvieran el periodo... sin ofender.

─ Oye, de hecho no estás tan equivocado, y no es solo Sirius, lo son todos...

─ Es extraño, ¿No creen?

─ ¿Y qué sugieres, Smith?

─ Pues no sé, ¿Qué propones tú, Arcturus?

─ Hay que espiarlos ─ Dijo Vega quien no les había estado prestando atención antes.

─ Iugh, no, que tal si vemos algo que no queremos.

─ Nada que no haya visto Grace antes, ¿No? ─ Regulus se burló haciendo que la rubia le lanzara una almohada y como consecuencia los tres comenzaran a reír.

. . .

Los chicos se encontraban en la habitación de James, Remus estaba recostado sobre la cama mientras que Sirius le cambiaba los paños de la frente de vez en cuando, Peter trataba de hacerlo reír y James tocaba la guitarra, cantando de la manera más desafinada posible.

─ Gracias chicos valoro el esfuerzo...

─ Cuando gustes, Lunático.

─ Pero James... ─ El azabache lo miró con emoción ─ No cantes, por favor.

─ No valoran mi talento.

─ ¿Ya saben a dónde iremos? ─ Preguntó Peter generando algo de tensión.

─ Lo tengo resuelto, hay un bosque aquí cerca, creo que es ideal.

─ Lo puedo sentir, esta no será tan mala ─ Comunicó Remus con una media sonrisa ─ al menos no los lastimaré tanto.

─ Sabes que no es tu culpa, Lunático y trataremos de maternos a salvo y mantenerte a salvo que es lo más importante.

─ No saben cuanto se los agradezco, chicos.

─ ¿Y qué haremos con sus novias?

─ Sencillo, es noche de chicos ─ Sonrío Sirius con satisfacción.

─ Oigan, no es por alarmarlos, pero creo que es hora...

─ ¿Ya?

─ Ya.

─ Bien, vamos.

. . .

Pasaban de las 6:30 de la mañana, Vega, Ava y Regulus se encontraban dormidos justo frente a la puerta de al habitación de James, esperando cualquier ruido, sin embargo, desde que habían llegado, todo había estado sepulcralmente silencioso.

Los chicos entraron riendo por la ventana, Remus había tenido razón, esa noche no había sido tan mala, de hecho, habían logrado distraerlo tan bien que solo tenía raspadas pocas zonas y las heridas no eran tan profundas.

─ ¡Eso fue genial! ─ Exclamó Peter ─ y, y cuando Cornamenta, ¡Wow!

─ Gusano, baja la voz, mi hermano, Vega y Ava siguen dormidos en la habitación de enfrente.

─ ¿Cómo te sientes, Lunático?

─ Como la mierda, pero... creo que no estuvo tan mal.

─ Bien, iré por algunas toallas y el kit de limpieza de mamá.

─ Está bien, Cornamenta.

Los chicos estaban tan concentrados en Remus que solo escucharon cuando Ava soltó un quejido que los hizo alertarse.

─ ¿Que... qué hacen aquí?

─ ¿Por qué están actuando raro?

─ ¿Y por qué no hicieron ruido en toda la noche?

Sirius se acercó frunciendo el ceño inmediatamente ─ ¿Regulus?

─ Ellas me obligaron.

─ ¡Hey! ─ Se quejaron ambas.

─ Entonces... ¿Nos dirán qué pasa? ─ Los enfrentó la rubia.

─ Nada, nada...

─ ¿Es Vega?

La rubia, al escuchar la voz débil de Remus en el fondo, se acercó, sin dejar que los impedimentos de James y Sirius la detuvieran.

─ ¿¡REM!?, ¿Estás bien...?, ¿Qué te hicieron estos salvajes?

─ ¿Nosotros? ─ Preguntó Sirius con indignación.

─ ¡Vayan por algo para ayudarlo, imbéciles!

Después de curar las heridas de Remus y de que todo estuviera más tranquilo, todos se acomodaron al rededor de la cama, ninguno había descansado demasiado esa noche, por lo tanto, debían lidiar con el sueño también.

─ Ahora, ¿Nos dirán qué pasa...?

─ Usa tu única neurona, Grace, creo que es obvio lo que pasa.

Regulus y Vega estaban por iniciar otra discusión, cuando Sirius tomó a su hermano por la parte de atrás de su camisa y lo acercó hacia él para impedirlo.

─ No tienes que hacerlo si no quieres... Remus ─ Opinó Ava ─ nosotros lo entendemos.

─ No, está bien, ahh... yo... cuando... ─ El castaño tomó un suspiro ─ hace trece años...

Vega comenzó a hacer la operación con los dedos, confundiéndose debido al sueño ─ Tenía cuatro ─ Dijo Sirius rodando los ojos.

─ Sí, exacto... yo tenía cuatro, mi padre trabajaba en el Ministerio, es un experto en criaturas extrañas, así que de alguna manera lo respetaban, hubo una ocasión en donde... ya saben, un ataque, dos niños muggles murieron, supongo que conocen a Greyback, popular en este momento por ser uno de los partidarios de ustedes-saben-quien, como sea, digamos que él y mi padre tuvieron un encuentro en el que se le salió decir varias cosas... desagradables sobre los hombres lobo ─ Dijo lo último con incomodidad ─ como venganza, Greyback entró esa noche en mi habitación y me atacó, desde ese momento, ya saben... yo soy así, durante la luna llena me convierto en esa horrible criatura.

─ Remus ─ Lo reprendió Sirius por llamarse a sí mismo de ese modo.

─ Los chicos lo hacen más llevadero...

─ ¿Ustedes...? ─ Preguntó Ava mirándolos a los otros tres a la vez.

─ Somos... ah.

─ Nosotros...

─ Somos animagos ─ Soltó Peter con aburrimiento.

Ninguno dijo nada por unos minutos.

─ ¡Es por eso que tienen esos apodos ridículos! ─ Exclamó Vega riendo ─ pero, espera... ¿En qué se convierten?

─ Yo en un ciervo.

─ En rata ─ Mencionó Peter con incomodidad.

─ En perro ─ Dijo Sirius con orgullo.

─ Que raro ─ Murmuró Vega rodando los ojos.

─ ¿Podemos ver?

El mayor de los Black se transformó en un perro grande y negro, que saltó al regazo de Regulus y lo comenzó a lamer.

─ ¡Sirius! ─ Río ─ Aléjate, de seguro tienes pulgas.

El pelinegro volvió a la normalidad ─ ¡Eso solo fue una vez!

Todos rieron olvidándose del momento tenso y cuando terminaron, se quedaron en silencio.

─ Eso fue... ─ Comenzó Sirius.

─ Extraño. ─ Completó Pettigrew y todos asintieron.

─ Gracias por compartirlo, Rem, sabes que también cuentas con nosotros para lo que sea que necesites ─ Vega subió a la cama con él y todos asintieron.

Y esa fue una de las únicas ocasiones en laque Remus se sintió genuinamente feliz después de una luna llena, claro que nada superaríacuando los chicos pasaron la primera con él.