ੈ ‧ 𝐅𝐀𝐋𝐋𝐄𝐍 | 𝟷𝙰
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००० ━━━ ❛ i'm sorry ❜

Los días después de la fiesta de Vega y Sirius estuvieron tensos, Remus seguía molesto con el pelinegro y apenas hablaba con Vega, sentía que de alguna manera se había aprovechado de ella y aquello no le gustaba para nada, así que había decidido tomar su distancia.

Por otro lado estaba Sirius a quien su orgullo no lo dejaba hablar con Lupin y Vega seguía molesta con él. Y por último, estaba la rubia, ella no estaba muy segura de cómo se sentía, claro, algo era seguro, no quería ver al “Innecesario e indeseable de Black” com lo llamaba cada que estaba cerca, y con respecto al castaño, creía que lo había incomodado y por eso la evitaba, así que creyó que darle su espacio sería lo más conveniente.

Durante aquella mañalllna, Vega decidió tomar el desayuno sola e ir a sus clases de la misma manera, todo ese asunto la tenía de mal humor y eso no habría pasado si no hubiera aceptado la tonta propuesta de Sirius y siguiera siendo la chica solitaria, bueno, tal vez que Ava estuviera con ella no cambiaría, pero fuera de eso, todo estaría mejor, ¿O no? Tal vez las cosas tenían que pasar de esa manera, Vega nunca creyó en el destino, así que ese tipo de situaciones hacían que sintiera su cabeza explotar.

Durante todo el camino solo pudo pensar en cómo podía arreglar las cosas, con Remus claramente, a su opinión, la situación con Sirius era toda la culpa del pelinegro, pero la de Lupin… eso sí estaba en sus manos. Cuando la rubia llegó al aula de DCAO esperó afuera, ya que no se sentía cómoda entrando a un salón en donde estuviera sola con Lorian Williams. Grace esperó y esperó hasta que varios alumnos comenzaron a pasar por la puerta, así que ella también lo hizo, algo incómoda a decir verdad, se bajó la falda del uniforme lo más que puso y cerró bien aquella capa que tanto detestaba, tomó asiento en los asientos de en medio de un lado en el que no fuera muy visible y decidió esperar leyendo algo, solo para que de esa manera, nadie la molestara.

Remus caminaba a paso lento por los pasillos, la última luna llena había sido probablemente la peor de todas, los chicos trataban de ayudarle, pero las cosas estaban incómodas con Sirius y eso lo hacía… demasiado complicado, aún tenía algunas cicatrices muy marcadas y los moretones de su rostro y sus brazos aún no desaparecían del todo. Llegó al salón de clases de mal humor, ahora atendría que pasar dos horas a lado de la chica a la que quería evitar, perfecto. Tomó asiento lo más alejado posible pidiendo que la rubia no le hiciera demasiado caso, lo que para su mala suerte, le salió al revés.

─ Hola, tú ─ Lo saludó la chica.

─ V-Vega… hola.

─ Sabes, no sabía que tuviera un virus que se contagia al tacto ─ El castaño frunció el ceño sin saber a lo que se refería ─, estás demasiado lejos.

─ Yo… lo siento, n-no…

Antes de que pudiera continuar, Grace lo interrumpió ─ Para ahí, voy a hablar porque esta situación es simplemente ridícula ─ Dio un suspiro antes de continuar ─, escucha, sé que lo que hice estuvo mal y que no tuve que incomodarte de ese modo… solo estaba molesta con el perro idiota de Sirius Black y…

Remus hizo una seña con las manos antes de hablar
─ Espera, ¿Crees que me hiciste sentir incómodo?

─ Por supuesto… es por eso que te alejaste, ¿No?

─ ¿No? Vega, me hice a un lado porque sentí que me había aprovechado de ti en un momento de vulnerabilidad, tú estabas molesta con Sirius, y yo no te aparté, yo…

La rubia puso uno de sus dedos sobre los labios del castaño ─ Remus, si sigues me voy a detestar más, tú no hiciste nada mal, yo sí, te usé para hacer enojar a Sirius y…

Lorian Williams quien observaba a Vega con insistencia, al notar la cercanía de ambos jóvenes, gritó colérico en su dirección ─ ¡LUPIN, NO SE PERMITEN LAS MUESTRAS DE AFECTO! Irá con el conserje a ver con que le ayuda, escuché que le gustaría emplear viejas técnicas… ah, colgarlos de los tobillos ─ Sonrío cínicamente ─ Y usted, Grace, tendrá su castigo conmigo ya que no hay ningún otro profesor que se lo pueda aplicar.

Ava quien había llegado minutos atrás, miró a James con preocupación y buscando alguna forma para sacar a su amiga de aquel lío ─ Perdón ─ Y justo después de que el azabache formulara un casi inaudible “¿Qué?” la castaña comenzó a gritar ─ ¡Y todo es tu culpa! Escúchame una vez ─ Lo golpeó sin fuerza en el hombro antes de guiñar un ojo.

─ ¿Ah? Ahh, no Ava, por favor perdóname, te prometo que no será así la próxima vez…

─ ¡POTTER, SMITH!, ¿Y a ustedes qué les pasa?, ¿También quieren un castigo?

─ Él… James…

─ Problemas de pareja ─ Soltó Potter sin detenerse a pensar en sus palabras ─, creo que…

─ No me interesan sus problemas personales, también están castigados, pueden ir con la profesora McGonagall después de la cena.

─ ¿No era que todos los maestros estaban ocupados, profesor Williams? ─ Preguntó la castaña con seguridad consiguiendo que Vega sonriera.

─ Y lo están, pero al ser sus alumnos, supongo que puede hacer una excepción, ¿No lo cree?

─ Entonces Vega también, ¿No lo cree? ─ Contraatacó.

─ Pensándolo mejor, puede venir con Grace, Potter, usted irá con la profesora McGonagall.

─ Gracias ─ Murmuró la rubia dirigiéndose a su amiga.

. . .

Remus llevaba al menos tres horas tratando de sacarle brillo a los trofeos de Ravenclaw, que lamentablemente para él, eran demasiados, había lustrado al menos quince veces aquel que sostenía en sus manos y Argus Filch simplemente no le daba el visto bueno, el castaño comenzaba a irritarse. Suspiró pasando una mano por su frente tratando de secar las gotas de sudor, sea lo que hubiera tenido que hacer Vega, esperaba que le hubiera ido mejor.

Lupin estaba por llevar su trofeo nuevamente con el conserje cuando sintió una presencia detrás de él y de pronto vio todos los trofeos más brillantes de lo que se podría imaginar, volteo hacia los lados y justo ahí estaba la cabeza de Sirius ─ Le pedí a James que me prestara su capa ─ El castaño rodó los ojos, en otra situación habría machado los trofeos con lodo solo por orgullo, sin embargo, estaba cansado y no tenía ánimos de discutir con Sirius en ese momento ─, escucha, Lunático, sé que lo que hice es… de hecho no es la gran cosa, tú besaste a mi novia…

─ Tu novia falsa ─ Lo interrumpió.

─ Sí… ─ Sirius no quería seguir así con él, así que lo dejaría pasar ─ pero lo lamento, estaba molesto, no sabía lo que hacía.

─ Sabías que estabas con ella y aún así no apartaste a Deborah.

─ ¿Borah? Ah, ella, sí, fue mi error, pero escucha, estaba demasiado ebrio y no lo pensé, además ya lo dijiste, Rem ─ Se acercó más a él acunando su rostro en sus manos  ─, Vega... Vega es diferente, ella me hace perder la cabeza y a veces me cuesta seguirle el ritmo, pero la quiero, realmente la he llegado a apreciar, y sí, me sentí extraño de verla contigo.

─ ¿Por mí, Sirius… o por ella?

─ Solo tienes que saber que no importa cuán dispersos estén mis sentimientos, siempre irás tú antes que nadie, Lunático.

─ No has contestado mi pregunta.

El pelinegro agachó la cabeza sin decir nada por varios minutos ─ N-No lo sé… ¿Lo tengo que contestar ahora?

─ Ya lo hiciste… ─ Susurró ─ Tonto, Canuto.

─ Lunático listo.

Black no pudo evitarlo por mucho tiempo y se abalanzó contra el castaño, quien a pesar de ser mucho más alto, se balanceó un poco ante la fuerza ejercida.

─ ¿Entonces… estoy perdonado?

─ Pero que no se repita, Sirius Orión Black.

─ Lo prometo ─ Alzó su mano derecha a manera de juramento.

─ No prometas cosas que luego no vas a cumplir, Canuto ─ Murmuró en su oído.

Sirius se quedó quieto por varios minutos, disfrutando de la cercanía ─ Ahora… ¿Me ayudas para que Vega me perdone?