ੈ ‧ 𝐅𝐀𝐋𝐋𝐄𝐍 | 𝟷𝙰
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००० ━━━ ❛ that's what i thought ❜

F

altaban solo dos días para el cumpleaños de Vega y mentiría si dijera que no estaba un poco nerviosa, tenía demasiado que no celebraba su cumpleaños y hacerlo después de tanto tiempo, parecía un poco aterrador. La rubia terminaba de acomodar el disfraz que usaría, que realmente no era un disfraz, solo un par de prendas de su armario que simulaban el atuendo de Debby Harry.

Ava observaba a su amiga con cautela, en los últimos días había notado que Vega estaba demasiado callada y a veces parecía que no estaba poniendo realmente atención, pero cuando preguntaba, la rubia siempre decía que todo estaba bien y que no había por lo que preocuparse.

─ Vega, hablo en serio, ¿Qué pasa? ─ Preguntó en un tono de preocupación.

─ Nada...

─ Vega Grace.

─ Ava... ─ Dejó la ropa acomodada en un gancho y se acercó a la cama, sentándose frente a la castaña ─ Si te lo digo... no se lo puedes contar a nadie más, ¿Bien?

Después de que Ava asintiera, Vega le contó todo lo sucedido con el profesor Williams, haciendo que la primera la mirara horrorizada.

─ ¡Tenemos que decirle a McGonagall!

─ Pero no podemos, Ava, nadie nos va a creer.

─ Pero... yo te creo ─ Puso una mano en su hombro.

─ Puede que tú sí, pero los demás pedirán pruebas, pruebas que yo no tengo ─ Hizo una mueca ─, así son las cosas para las mujeres...

─ ¿Y tus padres? Digo, yo no me acuerdo mucho de los míos porque pasé muy poco tiempo con ellos, pero mis abuelos hubieran hecho algo si eso me hubiera pasado, incluso si Mia se hubiera enterado, ya estaría aquí...

─ Mis padres son diferentes... tal vez papá me creería, pero diría que no es la gran cosa y mamá... ella diría que seguramente yo hice algo para que eso pasara.

─ ¡PERO NO LO HICISTE!

─ Eso lo sé... ¿Quién es Mia? ─ Preguntó para cambiar el tema.

─ Oh, Euphemia Potter, la madre de James...

─ Ah... ¿Puedo preguntar algo? ─ La castaña asintió ─ ¿Por qué vives con los Potter?

─ Ah yo... ─ La miró por varios segundos y después sonrío ─ ya sabes que soy huérfana, Fleamont y Euphemia eran muy amigos de mis abuelos, ellos murieron hace seis años, así que como no había nadie más que me cuidara, ellos se ofrecieron, me mudé a Londres y bueno, aquí estoy.

  La rubia sonrío pasando un brazo por sus hombros ─ Gracias por compartirlo...

─ Eres mi amiga, ¿No?

─ Sí... soy tu amiga.

. . .

Las dos chicas estaban recostadas en los sillones de la sala común mientras leían, Ava le había prestado un libro a Vega, la rubia no era fan de la lectura, pero no es que tuvieran muchas opciones para entretenerse, había elegido "El Retrato de Dorian Gray", ya que según la castaña, era lo suficientemente oscuro como para entretenerla.

Los Merodeadores entraron a la torre, haciendo mucho ruido y con unas risas que se debían escuchar por todo el castillo.

Vega rodó los ojos ─ ¿Ahora qué hicieron?

Sirius entre risas se acercó hacia ella dejando un beso en su mejilla ─ Lo que pasa...

─ Digamos que las serpientes tuvieron un... ah, problema capilar ─ James le guiñó un ojo a Ava pasando un brazo por sus hombros, haciendo que Vega sonriera hacia su amiga.

Los chicos se sentaron junto a Ava y Vega, uniéndoseles.

─ ¿Qué lees? ─ Preguntó el pelinegro hacia su "novia"

─ El Retrato de Dorian Gray.

─ ¿Es bueno?

─ ¿Eres un asesino? No pregunto si un narcisista, porque ya sé que sí.

─ Oye ─ La miró con indignación ─ pero... ¿No?

─ Entonces diría que es casi como leerte a ti.

─ Pero Dorian es rubio y de ojos azules ─ Habló Remus.

─ ¿Ya lo leíste?

─ Ya...

─ ¿Y cómo te imaginabas a Dorian?

─ Y-Yo... ─ El castaño tartamudeó ─ yo... me lo imaginaba...

La rubia sonrío de lado ─ Eso creí.

Los chicos los miraban con curiosidad, ninguno se hacía una idea de lo que ambos jóvenes hablaban.

─ Así que... Vega, tenemos algo que decirte ─ Dijo James.

─ Hablen.

─ Peter... ──ñ Dijeron los otros tres al unísono.

─ ¿Yo...?

─ Quedamos en que tú lo dirías ─ Lo señaló Sirius.

El castaño negó con la cabeza repetidas veces y fingió que lo llamaban ─ Sí.... ¡Ya voy!

─ Cobarde ─ Gritó Remus entre risas.

Vega los veía con mala cara ─ ¿Qué...?

─ Bueno, como ya sabes, el cumpleaños de Canuto se acerca al tuyo.

─ ¿Y eso qué?

─ Bueno... no podemos hacer dos fiestas de cumpleaños, nuestro presupuesto se ha... acortado.

Ava frunció el ceño ante las palabras de James.

─ Así que... pensamos en unir sus cumpleaños, ¡Ta dá!

─ ¿No es una gran idea?

Remus negó con la cabeza cerrando los ojos.

─ No, es una pésima idea.

─ Vamos, será divertido, fiesta a lo grande, más pastel, más invitados... es un ganar-ganar.

La rubia rodó los ojos, sin embargo, terminó sonriendo ─ Supongo que no hay de otra...

─ Tienes razón ─ Sirius le guiñó un ojo.

─ Bien, también estamos aquí porque queremos checar la lista de invitados.

─ En primer lugar ─ James señaló la lista improvisada que llevaba ─, Slytherin es un definitivo no.

─ Ajá...

─ Ahora, hay Hufflepuffs agradables y son buenos negociantes ─ Alzó las cejas repetidamente ─, saben a lo que me refiero.

─ Bien, continúa...

─ Bien, las personas de aquí están invitadas porque... bueno, ya saben, de cualquier modo vendrán, y de Ravenclaw, oops, no hay presupuesto para Ravenclaw ─ El azabache cerró la lista rápidamente, pasándosela a Sirius.

─ Espera, espera ─ Vega le arrebató el trozo de papel ─ ¿Por qué no hay presupuesto para Ravenclaw?

─ Porque Cornamenta está celoso ─ Se burló Remus.

─ Yo no... ─ James estaba colorado hasta las orejas ─ solo digo, que son algo pretenciosos, ¿Verdad? Bien, ahora que estamos todos de acuerdo, continuemos...

─ No, no, espera... ¿Quién no quieres que venga de Ravenclaw?

─ Re...

─ ¡Reyes! No quiero que ella venga ─ El chico de anteojos interrumpió al joven Black.

─ ¿Y por qué no? ─ Preguntó Ava.

─ Porque... porque no.

─ Ese no es un argumento válido.

─ ¿Y tú qué sabes que argumentos válidos, Lunático?

─ Bien ─ Vega los miró maliciosa ─, pero como también es mi fiesta, tengo derecho a invitar a alguien, ¿No?

─ Por supuesto.

─ ¡Genial! Invitemos a Relish, es amigo de Ava, así que puede venir.

─ ¡No! ─ James se apresuró a negar ─ Quiero decir... es que de esa manera todos se enterarían, así que no.

─ Bien, entonces no ─ La rubia se encogió de hombros y siguió con la conversación, claramente eso no había terminado ahí.

୧🎪୨

El tan esperado 31 de Octubre llegó conel cumpleaños de Vega, la rubia sintió que la movían y lanzó su brazo, sintiendo que golpeaba a algo, más bien, a alguien, sonrío y se volvió a meter debajo de las cobijas.

─ Ouch, tienes brazo de jugador de Quidditch ─ Escuchó el quejido en la voz de un hombre.

─ ¡Felicidades, bello ser sobre la tierra! ─ Ava la abrazó, haciéndola reír, normalmente la castaña era seria, así que los momentos en los que se mostraba emocionada por algo, Vega trataba de disfrutarlos. Se levantó a toda prisa y se encontró con los Merodeadores, Ava, Marlene y Dorcas frente a ella con un pastel de chocolate que decía "Feliz cumpleaños, Vega" en una perfecta caligrafía.

─ Feliz cumpleaños, novia ─ Sirius se abalanzó sobre ella, tirándola de nuevo en la cama, haciendo que Remus dirigiera su vista hacia otro lado.

─ Feliz cumpleaños, Grace.

Uno a uno, la fueron felicitando y expresando sus buenos deseos, el resto del día fue divertido, las clases fueron muy tranquilas, por no decir que ni siquiera fueron clases, ya que los maestros dieron sus horas libres por ser Halloween, las comidas estuvieron exquisitas como cada 31 de octubre y a decir verdad, Vega sintió que no había pasado mejor cumpleaños.

La rubia se encontraba recargada en el barandal de la torre de astronomía con un cigarrillo en la mano, que de vez en cuando, le compartía a Sirius, había sido un regalo por parte de Lana Night, de Hufflepuff.

─ ¿Te gustó tu cumpleaños?

─ Probablemente me va a gustar más la fiesta ─ Respondió con burla, haciendo al pelinegro rodar los ojos ─, pero sí, gracias.

─ Seguro ─ Le quitó el puro de entre los dedos y le dio una última calada, presionándolo contra el metal de la baranda y dejándolo caer hacia el vacío.

─ ¡Oye! Falta un año para que me vuelvan a regalar otro así ─ Le empujó el hombro.

─ Tengo un último regalo para ti, bueno... de hecho es un regalo para mí, uno adelantado.

Y sin previo aviso, Sirius atrapó los labios de Vega en un beso lento y en un movimiento ágil, se colocó delante de ella, haciendo que la espalda de la chica chocara con el barandal, causando que se le escapara un jadeo.

─ Muy bien, pero no hagas eso ─ Susurró contra sus labios, antes de chocarlos de nuevo.

Las manos de la chica, viajaron desde su cabello, hasta su abdomen y comenzó a desabrochar la camisa negra que llevaba, pasando sus manos por su torso marcado, Sirius mordió su labio, dándole paso a su lengua, mientras llevaba sus palmas hasta la cintura baja de la rubia.

─ Debemos parar ─ Gimoteó Vega cuando se separó en busca de aire.

─ ¿Eso es lo que quieres? ─ Preguntó Sirius.

─ No... ─ Respiró con dificultad ─ pero tú solo haces esto para olvidar a alguien más y aunque no me quejo, porque créeme, está muy bien, no podemos darnos el lujo de que alguien nos descubra.

─ ¿Y quién nos va a descubrir?

   Vega rodó los ojos ─ Anda, vámonos.

─ Déjame hacer algo antes.

El pelinegro alzó el rostro de la chica, sosteniendo su mandíbula y besó su cuello, succionando su piel pálida levemente, con la intención de que un pequeño hematoma se formara.

─ Listo.

─ Wow, ahora me siento ganado.

─ Solo quería dejarte un recuerdo.

─ Claro... y para que quede claro, prefiero los diamantes ─ Comentó haciendo reír a Sirius.

Cuando el pelinegro entró a su habitación de puntitas, ya que no quería despertar a nadie, por accidente se golpeó el dedo pequeño del piel con la base de la cama.

─ Mierda ─ Murmuró.

─ Creo que es muy mala hora para llegar, ¿No crees?

─ No te incumbe.

─ Me incumbe.

Sirius se dirigió hacia la cama del pelinegro y bajó el dosel, aplicando un hechizo silenciador ─ No es tu asunto desde que decidiste por ambos que no íbamos a estar más juntos.

─ Nunca estuvimos juntos, Sirius.

─ Eso no decías cuando te daba durante las noches.

─ Solo déjalo, pero lo que estás haciendo con Grace está mal.

─ Ya te dije, no te incumbe ─ Susurró muy cerca de sus labios, ya que durante su pequeña discusión, se habían acercado más de lo esperado ─, ¿Estás celoso?

─ ¿Celoso?, ¿Por ti, Sirius? No me hagas reír.

─ Por supuesto, Lunático, repítelo hasta que te lo creas.

─ No estoy celoso y tienes razón, lo que tú hagas con Vega no me incumbe, ahora sal de mi cama ─ El castaño volvió a su almohada, dándole la espalda.

Pero Sirius, en su odio por perder, lo volteó, subiéndose sobre su regazo ─ Sabes que si me lo pides...

─ Pues no lo estoy haciendo, Sirius, vete.

─ No.

─ ¿No? ─ Lo tomó de los hombros apartándolo.

─ Dame un beso y me voy ─ Sonrío ladinamente.

─ No.

─ ¿No?

─ No.

─ Entonces no me moveré de aquí.

El castaño lo miró sin saber qué hacer exactamente, que Sirius se quedara en su cama no era una buena opción, porque sabía con exactitud cómo terminaría eso, así que rodó los ojos antes de arrodillarse sobre el colchón, atrapando los labios de Sirius en un ansiado beso, mientras lo tomaba por las mejillas, sus labios se movían con agilidad y sabían tan dulces como la última vez que los probó, cuando el oxígeno les hizo falta y ambos se separaron, Sirius sonrío levantándose de la cama.

─ Era todo lo que quería, buenas noches, Lunático.

─ Buenas noches...Sirius.

. . .

author's note:

Hoy no me siento muy bien,
pero quería actualizar, espero
que lo hayan disfrutado mucho aun así,
que yo amé escribirlo, más la parte final.