Cuando Anthony Edward Stark, tenía dieciséis años cometió muchos errores, que a ojos del severo y siempre serio Howard Stark le hicieron ver como el peor hijo.

Tal vez todo lo que hizo fue para sentir un amor diferente al que le entregaban su madre María, su tía Peggy y Jarvis.

Porque si, era un niño que buscaba el amor como todo adolescente.

Lo busco en el recuerdo favorito de su padre, el gran capitán América, sin embargo sin el hombre allí era difícil enamorarse, ¿Quien podía enamorarse de un muerto?.

Una de las sobrinas de Peggy también fue su flechazo, sin embargo no pudo verla como algo más que una amiga.

Conoció personas que solo pasaron por su cama que no lograron llenar su corazón.

Alguna vez conoció a un chico de cabello pelinegro y figura esbelta, blanco como la nieve, de labios rojos de lo más antojable.

Lo veía pasar siempre con un libro en sus manos y otros más pegados a su pecho, resguardandos como si de oro se trataran.

Si tal vez le parecía lindo, le parecía hermoso, pero inalcanzable.

Porque joder era Anthony Stark la basura de los Stark.

Y así pasaron alrededor de cinco años, viendo a ese chico, cambiando de libro, evolucionando convirtiéndose en una obra de arte a ojos del mecánico alcohólico en el que se convirtió Anthony Stark.

Y en esos cinco años cada uno buscaba su propia felicidad.

Tal vez si Loki hubiera llegado antes a la vida de Anthony, lo hubiera salvado, o si le hubiera hecho saber sus sentimientos el más joven de los Stark seguiría con vida.

Un día simplemente dejo de asistir a la escuela, una semana después los padres de Anthony lo buscaban desesperados porque no habia rastros de él.

Paso un mes para que se diera con información que no sabían si podría ser cierta.

Un mes más y aún no había noticias de él.

Casi medio año después se encontró el cuerpo de Anthony.

Todo indicaba que había estado vagando por el lugar sin levantar sospechas de quién era, para un día sin más, beber hasta casi perder el conocimiento y darse un tiro en su cabeza.

Cuando la noticia llegó a la escuela, muchos iniciaron rumores en contra del castaño, otros más le dedicaron una semana de luto, pero Loki... Loki le dedicó un año completo.

Loki asistía a los cursos de teatro, danza, pintura, lectura y canto, durante ese año su amor por el castaño, y su dolor se desbordaron, día tras día le dedicaba algo.

Fue luego de sus padres quien más iba a su tumba a verle.

Le despidió durante un año, durante un año se mantuvo encerrado en si mismo, durante un año su corazón no latía por nadie que no fuera el castaño.

Era el verdadero angel caído, uno de bonitas alas, de gestos preciosos que desfilaba en la escuela sin miedo a nada, con la cabeza en alto.

Si tal vez algo roto por dentro pero ello no lo hacía menos hermoso.