6. Su silencio

Me siento en la silla de mi pupitre, veo como Enox toma un refresco, observo un segundo a mi amiga, que está a mi lado, y luego muevo mi vista al frente cuando la directora entra con Ithiry al aula.

Me moriré de los nervios, no pueden descubrir nuestro plan.

—Quiero presentarles a un nuevo alumno en la clase —expresa la mujer y cuando Enox alza la vista escupe toda su bebida —¿Sucede algo, Cavaliere? —cuestiona ella.

—¿Los extraterrestres tienen apellido? —pregunta Anais.

—No, le dan uno cuando llegan —le respondo.

—Es mi hermano —le contesta Enox a la directora y me paralizo.

—¡¿Qué?! —chillo al levantarme de mi asiento y luego corro hasta el chico de cabello verde, entonces lo agarro de la ropa —¡¿Ithiry por qué no me dijiste?!

—¡¡No entendí!! —grita el idiota.

Ya lo asusté.

—¿Se puede saber qué está pasando aquí? —pregunta la mujer que da más miedo en toda esta escuela de mierda.

—¿Así que eso ocultabas? —Se acerca Enox.

Fuerzo una sonrisa.

—Sí, me descubriste —Si sale a la luz lo de la nave, moriré.

Necesito inventar algo de cómo llegó hasta aquí y pronto.

—No te creo que solo sea eso —expresa pensativo, poniéndose una mano en la barbilla —sino no lo hubieras admitido tan rápido.

Maldición, piensa.

—¿Qué está pasando? —Insiste la directora —¿Insinuas que tu hermano no vino al internado como los demás? —se refiere a que los traen, nadie viene aquí por cuenta propia.

—Pues a mí nadie me ha informado de nada.

—¡Es mentira! —grito y lo agarro del brazo, luego miro a mi amiga —¡Encárgate un momento!

—¡¿Qué?! ¡¿Yo?! ¡¿Por qué?! —chilla muy nerviosa la bruja.

—¡¡Porque no te dejaré ver mi cuerpo de hombre otra vez!! —le aclaro y me llevo al extraterrestre fastidioso, mientras oigo como mi amiga se lamenta.

Llegamos al pasillo y lo empujo contra la pared.

—Ay que agresiva —dice él y se ríe.

—¡¡Tú te callas!! —lo reprendo.

Se acerca a mi rostro y retrocedo un poco mi cara.

—¿Así que andas mostrando tus atributos masculinos por ahí? ¿No era que te caía mal transformarte en hombre?

—A veces hay que hacer sacrificios —digo sin expresión.

—Bueno, suponiendo que seguimos en esos términos ¿Qué vas a darme a cambio de que no hable?

—No sé a qué te refieres —Ruedo los ojos.

—No se viene aquí sin un permiso, Tayara ¿Dónde ocultas la nave?

Me sobresalto.

—¡Necesito salir de aquí, no entiendes nada! —grito nerviosa.

—Yo también necesito muchas cosas y no por hacer un berrinche me las van a dar.

—¿Y tú qué vas a saber de necesidad? Eres un niño de élite.

De repente me agarra de los brazos y me da la vuelta, empujándome contra la pared, ahora soy yo la acorralada, se acerca a mi rostro, entonces trago saliva.

—Tú no sabes nada de mí, así que no hables solo por hablar, cuida tus palabras —advierte enojado.

—Soy una salvaje, yo actúo, no pienso, así que pierdes tu tiempo —Sonrío.

—Entonces te lo repito ¿Qué me das a cambio de mi silencio?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top