No logro convencer a Enox que venga con nosotros, pero si se queda lo matarán. De repente visualizo bajar a Orus de la nave y alzo una ceja confundida.

—¿Tú qué haces aquí? —le pregunto al ciego.

—Descubrí que iban a escapar así que apunté a mi amigo y a mí en el viaje.

—¿Cómo? —Alzo una ceja —¿Al fin vas a admitir que ves más allá?

—¿Al fin vas a admitir que no soy enano?

—Pues... —Hago una pausa —¿No?

—Pues no hay respuesta.

—¡Trampa! —chillo.

—Enox —le habla con la cabeza hacia al frente, así que me confunde más —, deberías subir a la nave, Tayara no va a desistir, además si no vienes, todos vamos a morir.

—¿Eso es una predicción? —indago.

—No, solo creo que muchos tienen secretos.

—¿De qué hablas? —Alzo una ceja.

—Si sigo hablando todos vamos a morir en tus manos, mejor no.

El extraterrestre salta del árbol y camina callado hasta la nave. Su silencio me intriga, pero al menos ha subido al vehículo volador.

Anais corre hasta mí a una velocidad que hace que casi se tropiece. Avanzamos por la rampa de la nave espacial para entrar.

—Entonces... —Hago una pausa —eres una vampiresa ahora.

Hace un gesto de desagrado.

—Ay no me lo recuerdes que tengo hambre y eso es asqueroso.

—Dijiste que era un secreto ¿Por qué?

—Mi padre es un adivino vampiro muy poderoso y me envió a ayudarte —declara —pero no podía dejar que la directora lo supiera.

—Comprendo —Asiento y me lo pienso bien —. Déjame ver si entendí, tienes dos papás, los dos son vampiros, uno científico y el otro adivino, ¿y te crearon en una máquina o algo así? —Alzo una ceja confundida.

—¡Sí, entendiste bien! —Se ríe —Tengo el ADN de ambos, aunque estaba congelado hasta que ocurriera mi muerte.

—¿Y arriesgaste tu vida como bruja por mí? —expreso afligida —No debiste, no lo merezco.

—Eres mi mejor amiga y me gustas ¿Por qué no haría algo así? Yo te quiero mucho Tayara, aunque no te arregles y esas cosas, eres genial —Se ríe —. Y no llores que comenzaré a lloriquear yo, entonces se me correrá todo el maquillaje y estaré horrible, no queremos eso —Niega moviendo su rostro.

Me agarro de su brazo, apoyando mi cabeza en su hombro y sonrío.

—Gracias.