15. Cambio de hábitos
Los días transcurren tranquilos, creo que paso demasiado tiempo con Ithiry. Admito que brillo bastante cuando estoy a su lado, ¿será que empieza a gustarme? Nunca estoy interesada en chicos porque lo único que me importa es huir y averiguar sobre mis padres, pero si escapamos, no debería ser un problema pensar en alguien más, de una manera distinta.
Suspiro y luego de mover mi lapicera entre mis dedos, continúo copiando lo del pizarrón en mi cuaderno. Me mantengo sentada cuando veo a Ithiry entrar en el aula, camina hasta donde estoy y se pone al lado, en su pupitre.
—Llegas tarde, la profe te va a regañar —le aclaro.
—Ya casi termino nave —confiesa entonces sonrío.
—¿De verdad?
—¡Sí! —expresa con emoción —Hablemos de beso —Insiste con lo del otro día.
—Tú nunca desistes, ¿eh? —digo refiriéndome a que los otros dos no han tocado el tema.
—Tayara es linda, quiero crecer vínculo.
—Eh, gracias, no sé qué es eso —respondo confundida.
—Es intercambio de emociones, sensaciones, genética, ADN y otros componentes más.
—Que explicación tan técnica, que parece que hablas de reproducción —opino.
—Un poco, vínculo crece con intercambio de fluidos también.
Me sonrojo.
—Prefería la otra explicación menos explícita.
Se ríe.
—Perdón, ¿pero te gustaría?
—Resultaste ser un pervertido —declaro mirándolo raro.
—Probar experiencia no es ser pervertido, es interactuar con otro organismo —explica.
—¿Te gusto, Ithiry?
—¡Mucho! —expresa en alto.
—El acto más salvaje y primitivo de un ser pensante siempre será el sexo, eso decían algunos libros de texto. Bueno, ciertamente hay cosas que hay que probar, además cuando huyamos no sabremos que nos espera del otro lado. No hay que perder oportunidades dicen.
—Entonces, Tayara, ¿crecer vínculo conmigo? —Sonríe emocionado.
—¿Por qué no?
Unas horas después de esa conversación tan rara, estoy en mi cuarto, atando los botones de mi blusa ya que me he cambiado. No me considero una persona pervertida, pero desde que mi cuerpo "brilla" me siento distinta. De hecho creo que muchos hábitos han cambiado en mí. Me gustaría conocer la razón, supongo que la directora debe saber, pero ni por casualidad me atrevería a preguntarle.
Golpean la puerta de mi cuarto y me sobresalto, me giro entonces voy directo a abrir, me encuentro con Enox en frente de mí.
—¿Qué ocurre? —pregunto al verlo preocupado.
—No lo hagas —dice de repente.
—¿Hacer el qué? —Alzo una ceja y luego reacciono —¿Cómo lo sabés? ¿Escuchas conversaciones ajenas? —cuestiono molesta.
—No... —Toma un mechón de mi cabello y desliza sus dedos por este —oigo mi vínculo, que rompes.
No sé porque de repente mi corazón comienza a correr muy rápido a gran velocidad. Por la sensación de nerviosismo le cierro la puerta en la cara. Giro mi vista a un espejo, notando mi sonrojo.
¿Qué fue eso?
«Yo lo sé, pero no te voy a decir». Esa maldita.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top