Estoy emocionada, un hombre lobo, un hombre lobo alto, muy alto. Alzo la cabeza para observarlo y sonrío de manera amplia como boba.

—¿Por qué lo miras tanto? —Hace puchero Ithiry —¡Mira, mira! —Me muestra su examen —¡Le gané a Enox!

Reacciono cuando dice lo último.

—¡¿Qué?! —chillo y agarro los papeles, entonces sonrío triunfante aunque no sea yo quien lo superó —¡¡Bien, Ithiry!! Eso le enseñará a ese arrogante.

Visualizo a Enox entrar al aula y no espero en absoluto para mostrarle su derrota ante Ithiry.

—Mira esto, perdedor —Le doy los papeles con extrema alegría.

Su sonrisa se borra cuando lee lo que está viendo, de hecho se frustra, no pensé que le molestaría tanto, debe tener mucho ego o no sé.

—¿Te quedaste mudo? —me burlo —Ithiry te ganó, al fin hay alguien que te supera ¿Cómo se siente?

Suspira y me regresa despacio el papel, se nota derrotado, hasta parece que le dolió. Me sorprendo cuando se gira para irse, entonces es que me pongo a seguirlo.

—¡¿Qué te pasa?! —me quejo —¡¡Se un buen perdedor, acepta perder!! —Se detiene y hago lo mismo, luego pongo mis manos en la cintura —¡¿Vas a faltar a clases por algo así?! ¡¡No seas llorón!!

Se gira a mirarme y en sus ojos puedo notar su ira, su frustración.

—¿Qué quieres Tayara? No me molestes —habla por fin.

—¿Qué te ocurre? —digo indignada —Tú no eres así.

—¿Y cómo soy? —expresa molesto.

—Bueno, tú... —Me sonrojo recordando las cosas que me dijo e hizo.

Suspira.

—Olvídalo, no vas a entender.

—¿Qué cosa? —Frunzo el ceño.

—Tú, tienes un artefacto anti-magia, ¿cierto?

—¿Eh? —digo confundida y vuelvo a fruncir el ceño —¿Qué con eso? ¿Qué tiene que ver?

—Nadie está aquí por propia voluntad, y lo sabes.

Por supuesto, hace diecisiete años el mundo quedó devastado y encerraron a todos los seres sobrenaturales que los cazadores lograron atrapar. Esta escuela se encuentra financiada por ellos, de hecho la directora Nazhira era una cazadora, luego decidió dedicarse a vigilar monstruos adolescentes. Diría que no sé la razón, pero ella me ha indicado claramente que es por mi culpa.

Siempre me preguntó, ¿qué hay detrás del bosque de esta escuela?, ¿realmente estará todo destruido? ¿o solo será una mentira?

De todos modos, ¿qué tiene que ver Enox en todo esto? Él no es un monstruo como nosotros.

—Si no estás aquí por propia voluntad, ¿por qué no te vas? —le pregunto por su aclaración.

—¿Sabés lo que se siente ser vendido? —Me sobresalto cuando declara aquello —¿Sabés lo que se siente ser el segundo en todo? ¿Ser la sombra de tu propio hermano? —Me quedo tildada intentando procesar la información, él sonríe —No, no lo sabes. Al menos aquí tenía un lugar, pero ya se arruinó —Vuelve a estar serio.

—¿Qué estás sugiriendo?

Se da la vuelta para retirarse.

—No estoy sugiriendo nada, es la realidad, mis padres hicieron un apuesta para ver quién se quedaba y adivina quién perdió.

—¡Enox, yo...! —lo llamo y se detiene —No sabía, lo siento.

—No tienes que pedir disculpas por cosas que no sabes, ya te dije una vez, tú no me conoces.