10. El tercer beso

Estoy indignada, dos besos arrebatados en una misma noche ¿Es que no tengo carácter? Creí que lo tenía, que horror. Bueno, Ithiry se salvó de mi golpe porque Anais justo entró al cuarto, pero lo de Enox es otra cosa, no pude conseguir otra manera de que no revelará el secreto. Estoy totalmente decepcionada de mí misma.

«Al fin te das cuenta que eres una inútil». Exclama mi loba interna que sé que me odia como yo a ella.

Aunque técnicamente soy yo misma, es mi subconsciente hablando. El día que descubra porqué me trató así, será un milagro. Que yo sepa, no tengo baja autoestima, así que no lo entiendo.

Muerdo mi lápiz mientras estoy sentada en la silla de mi pupitre y mi amiga me mira angustiada.

—¿Qué? —digo molesta.

—¿Te besaste con esos chicos? —Lloriquea.

—Sí, ya te dije.

No sé ni para qué le conté, pienso que me está haciendo una escena.

—Bueno alumnos —exclama el profesor —para la próxima clase, quiero los resúmenes de las páginas cinco y siete —Veo como se retira, así que guardo mis útiles y me levanto de mi silla.

Ya en el pasillo, Anais me sigue, entonces dejo de caminar.

—¿Qué sucede? —le pregunto.

—¿En serio te besaste con esos chicos? —Insiste.

—Te estás volviendo densa —le aclaro —. Tú misma lo viste cuando Ithiry lo hizo, deja el drama, solo fueron besos —la reprendo.

—Entonces... —Se sonroja y pone un dedo en su boca —si no significan nada...

Alzo una ceja.

—Anais ¿En qué estás pensando?

De repente me agarra el rostro y me da un beso rápido, lo que me sorprende, pero no evita que la empuje.

—¡¿Qué crees que haces?! —grito indignada.

—Ya sabes lo mucho que me gustas —Hace puchero.

—Pensé que ya habías superado eso —digo sin expresión.

—Bueno, sí, más o menos —exclama nerviosa.

Bufo.

—Necesito estar sola —Me giro para irme.

—¡Perdón! —grita.

—Olvídalo, no es importante —La miro y respondo sin interés mientras sigo alejándome, entonces me choco con alguien más —¡Fíjate por donde vas! —expreso irritada y luego me arrepiento —Oh, lo siento —me disculpo con el chico ciego.

Aunque en realidad no es que lo sea, tiene un protector pegado a los ojos porque es vidente, así le sacan su poder. A mí solo me ponen un artefacto anti-magia porque no saben cómo controlarlo. Aunque me parece bastante injusto que le saquen la vista solo por ver más que otros. Me encantaría en vez de huir liberarlos a todos, pero destruir la escuela está fuera de mi límite, eso suena imposible, y si escapamos luego nos volverían a atrapar porque somos muchos.

—Eres Tayara, ¿verdad? —pregunta de repente y me sobresalto.

—¿Cómo lo sabés? No es que acaso...

—No sé de qué hablas —Se ríe y veo como continúa su camino, entonces lo sigo —¿Qué pasa?

—Te vas a chocar —le aclaro.

—¿Quién sabe? Pero ya que estás preocupada por el bienestar ajeno, ¿quisieras ayudarme?

—¿En qué? —Alzo una ceja.

—Parece que necesitas una distracción ante tantos aprovechados —Creo que se refiere a los tres besos.

—¡¿Cómo sabes eso?! —exclamo sorprendida —¡¡Tienes bloqueada la vista!! —indico lo obvio y se ríe, luego ignora mi sorpresa.

—El sótano, necesito entrar al sótano —repite y quedo impactada.

—¿Por qué?

—Tengo un amigo ahí.

Nadie quiere ir al sótano, ahí es donde encierran a los alumnos problemáticos o que usan su poder sin permiso, algunos solo porque no pudieron controlarlo, es una injusticia del internado de Bestias que estaría bueno corregir. Ahí se ocultan cosas que nadie quiere saber. He estado allí muchas veces y no es para nada bonito, en la noche puedes oír gritos de lamento. Este chico ciego es bastante valiente, ni yo me arriesgaría tanto.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top