Capítulo 16
----MOON-----
Joss y yo nos fuimos a casa. No podía dejar de pensar en la confesión de Min Ki. ¿Pero qué acababa de hacer? Le hice prácticamente lo mismo que le hizo Gabriela. Acabo de rechazar a Ren, como Gabriela lo rechazó. No podía quedarme sentada con ésto que sentía en el pecho. Le conté a Joss lo que sucedió.
- ¿Pero qué hiciste? Ahora los chicos nos van a odiar porque lastimaste a Ren, de nuevo...
- Te juro que lo hice sin pensarlo. Lo rechacé sin pensarlo mucho. Fue espontáneo.
- Como haya sido, lo rechazaste y ahora el pobre ha de estar llorando como la vez que lo vimos llorar por Gabriela. Sabrá Dios cómo se ha de sentir en éstos momentos.
- Perdón, Joss.
- Es que a mí no me tienes que pedir perdón. Si realmente estás arrepentida, debes buscarlo y pedirle perdón a él.
- Es que no puedo.
- ¿Por qué no?
- Le dije muchas cosas...le dije que a mí me gusta Minhyun desde que nos conocimos.
- Con mayor razón. A ver...amiga. A ti ya no te gusta Minhyun. Te gusta Ren. Sólo que tu orgullo o no se qué, no te permite decir lo que realmente sientes. Soy tu amiga....dime...¿Por qué no eres sincera con tus sentimientos?
- No sé...
- Sí sabes.
- Todos piensan...que Ren es como una chica. Todos hablan de ello. ¿Qué pasa si salgo con él? Todos se burlarían de mí. Por salir con alguien como él.
- ¿Y te importa más lo que dicen los demás?
- Sí.
- Amiga...has estado esperando casi toda tu corta vida para tener novio, y justo cuando al fin encuentras a al chico indicado, que te quiere, y te gusta, ¿Lo único que te importa es la opinión de los demás?
- La gente me juzgará si salgo con Ren. Sería distinto si salgo con Minhyun, él no es afeminado.
- Pero Minhyun es un tonto. Él no te quiere. Acuérdate que salió con la mamona de Fernanda.
- Sí pero ahora le gusto- solté.
- ¿Qué dices, Moon? ¿Y por qué estás tan segura que le gustas?
- Él...ya me lo dijo- respondí omitiendo la parte en que nos hemos besado antes.
- ¿Y tú realmente le crees? Te recuerdo que Minhyun es un chico que no sabe lo que quiere, por si no lo has notado.
- Claro que le creo.
- No, en realidad tú quieres a Ren, pero como no aceptas tus verdaderos sentimientos hacia él, dices que Minhyun te sigue gustando.
- Me voy a dormir- me dirigí a la habitación.
**********
Me dispuse a buscar trabajo en mi laptop, mientras Joss dormía. No podía seguir trabajando junto a Ren. Los chicos me odiarían. Encontré empleo en una cafetería. Me presentaría a preguntar mañana mismo. Le mandé mensaje al jefe:
"Hola Jefe Lee, soy Moon. Mañana no me presentaré a trabajar, por motivos personales que le comentaré más tarde. Espero comprenda. Gracias."
Al poco rato, el jefe respondió:
"Claro Moon. Atiende tus asuntos, Amix. Después me platicas. Suerte."
**********
Así fue que al día siguiente, salí antes que Joss a buscar empleo en la cafetería que encontré anoche. La jefa era buena persona, y me contrató de inmediato. Ahora sólo tenía que hablar con el jefe. Después de trabajar en la cafetería toda la tarde, salí y me dirigí a la empresa. Subí las escaleras, y me encontré a Min Ki, quién iba de bajada. Nos quedamos viendo, en medio de las escaleras.
- Llegas muy tarde a trabajar...¿No crees?- me dijo.
- No vine a trabajar de por sí. Voy a hablar con el jefe- intenté subir, pero él me atajó.
- ¿Por qué no has venido a trabajar?
- No te importa.
- ¿Es por mí?
- No, claro que no es por ti.
- No te creo. No quieres venir a trabajar porque tienes miedo de verme, ¿No es así?
- Rayos, es como si él leyera mi mente- pensé - Claro que no. Déjame pasar. Quiero ver al jefe- dije tratando de pasar.
- El jefe no está en su oficina. Lo estoy buscando también.
- ¿Te dejó mucho trabajo?
- No. Renunciaré.
- ¿Qué?
- Si no vienes a trabajar por mi culpa, entonces prefiero renunciar. Al fin de cuentas, necesitas más el empleo- dijo yéndose, pero ahora yo lo atajé.
- Espera... ¿Qué dices? Ren, también necesitas el empleo.
- Conseguiré uno. No te preocupes. Además, dijiste que no me quieres. Me lo dejaste muy en claro ayer.
- Ren...no lo hagas, no renuncies- dije aún atajando a Ren para que no bajara las escaleras.
- ¿Por qué no debería renunciar? Si me das un motivo, un motivo muy grande y que valga la pena quedarme, entonces lo haré, me quedaré.
Él me miraba a los ojos. Definitivamente ya no era el chico tímido que conocí. Había algo en sus ojos, más confianza.
- ¿Qué motivo debería darte?- pregunté.
- Tú sabes cuál motivo. Te escucho.
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Lalastar95
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