Capítulo 118

Estábamos las cuatro en la tienda de vestidos de novia, Joss nos acompañó. Era una tienda elegante y casi no había mucha gente, ya que era algo de la "alta sociedad" y sólo iban por cita. Gil no estaba con nosotras, ya que la tradición era que "el novio no puede ver a la novia con el vestido hasta el día de la boda".

- Éstos vestidos son de diseñadores muy famosos. Apuesto a que te gustarán- me decía Rose, la hermana de Gil.

- Ajá- dije sin importancia.

- Bebé, parece que estás en otro planeta- me susurraba Joss.

- Es que...no puedo dejar de pensar en Ren.

- Intenta estar feliz, la madre de Gil ya notó que estás distinta con su hijo y con ella también.

Estuve probándome varios vestidos. A Rose le encantó uno y elegí ese. En realidad no me importaba nada. Después de que la modista me tomara las medidas, fui a recorrer el lugar para ver más vestidos. Estaba con Joss, hasta que encontramos a una señora, pelirroja y se vestía muy elegante. Nos quedó viendo.

- ¡Oigan! ¡Ustedes dos!- dijo ella - no veo un buen futuro en ustedes.

- ¿A qué se refiere, señora?- preguntó Joss algo extrañada por lo que la señora decía.

- Tú...- me señaló - ...debes tener cuidado. Has estado a lado de varios hombres, muy guapos y en su mayoría muy buenos. Ellos se han enamorado de ti y has jugado con sus sentimientos. Has conseguido muchas cosas, pero debes tener cuidado. Porque si no eres sincera con esos hombres y contigo misma, terminarás muy mal.

- No sé de qué habla- dije.

- Sabes bien de qué hablo. Has mentido mucho. Si no dices la verdad, terminarás muy mal- me respondió.

- Y tú...- señaló a Joss - También has mentido mucho, pero tu error más grande es mentir sobre el hijo que esperas. Si realmente quieres ser feliz, debes hablar ahora, ser sincera. También has tenido suerte en el amor, pero debes dejar de mentir, o también terminarás mal, igual que tu amiga.

- Oiga señora, ¿Es usted alguna adivina o algo así?- le preguntó Joss algo molesta.

- Así es. Por eso les advierto a ambas. Sean sinceras- respondió y se fue inmediatamente.

- ¡Qué extraño!, ¿Por qué nos dijo todo eso?- pregunté.

- No lo sé, pero le atinó a todo. Sí es adivina- me respondió Joss.

*******

Regresamos al hotel. Ya casi oscurecía. Gil estaba esperándonos, para ir a cenar todos juntos.

- Joss, ¿Qué quieres cenar?- le preguntó él a ella.

- Lo que sea, está bien- respondió.

- Es que por lo de tu embarazo, creí que tenías antojo de algo en especial- dijo él.

- No, al contrario, no puedo con las náuseas. Claro, no es seguido, pero a veces me da más náuseas que antojos - mencionó Joss.

- ¿Y qué hay de ti, Moon?- me preguntó Gil.

- Lo que sea está bien- respondí casi sin mirarlo a los ojos.

- Bueno, les pediré su comida favorita. Y mi madre y hermana ya ordenaron, así que pediré sólo nuestra comida, ahora vuelvo- se dio la vuelta y se dirigió hacia el mostrador del restaurante para ordenar. Ahí estaban su madre y hermana.

- Oye, mejor me iré a dormir- le dije a Joss.

- Espera, ¿No estarás huyendo de Gil, O sí?- me preguntó.

- No, sólo estoy cansada.

- Bueno, mejor vámonos, yo tampoco tengo apetito.

- Dile a Gil que ya nos vamos.

- Deberías de decirle tú, ya que eres "la prometida".

- Anda, tú.

- Está bien.

- Ya ordené la comida...tomen asiento- Gil regresó y nos ofreció el asiento en la mesa.

- Ay Gil, perdona, pero, a Moon le duele la cabeza mucho y me siento muy cansada. No tenemos hambre, así que mejor te dejamos con tu familia para que cenen- dijo Joss.

- ¿Ah sí? ¿Se sienten mal? Entonces vamos al médico- respondió Gil, mirándonos a ambas.

- No hace falta. Pero queremos ir a dormir- dije tocándome la cabeza.

- Está bien. Vayan a descansar- dijo Gil, sin dejar de verme.

- Nos vemos mañana- dijo Joss.

********

En realidad no podía dormir, no dejaba de pensar en Ren. Salí de la habitación para fumar un poco. Fui a sentarme a un metro cerca de la piscina del hotel. Apenas iba a fumar. Se me vino a la mente las palabras de esa señora de la tienda. No entendía lo que me dijo. Intentaba encender el cigarrillo.

- Creí que estabas durmiendo- escuché la voz de Gil. Voltee y detrás de mí estaba él, de pie.

- No tengo sueño- respondí. Encendí el cigarrillo y él me lo quitó - Oye, ¿Qué haces?

- No deberías fumar más- me respondió, tiró el cigarrillo y lo pisoteó.

- Gil, ¿De cuando acá me prohíbes fumar?

- El cigarrillo hace daño. Cantas hermoso y sería una lástima que perdieras tu voz por culpa de fumar.

- No seas tonto- me levanté y quedé frente a él.

- Dejemos el asunto del cigarrillo atrás - me miró a los ojos - Mejor hablemos de lo que te sucede.

- No me sucede nada- desvié la vista.

- ¿Por qué estás extraña conmigo? Éstos días me evades y me tratas como un extraño.

- No me digas que te sientes mal por eso- dije sarcástica.

- Pues sí te digo que me siento mal por eso. Me duele tu indiferencia.

Gil dio unos pasos más para estar aún más cerca de mí, pero yo di otros pasos hacia atrás.

- ¿Qué sucede, Moon? ¿Por qué no dejas que me acerque a ti? - me preguntó mientras él caminaba hacia mí lentamente y yo caminaba hacia atrás.

- Gil, yo sólo quiero ser tu amiga. ¿Entiendes?

- ¿Por qué me estás diciendo ésto?

- No sé, quizás sea yo, pero presiento que... presiento que tú...no quieres sólo una amistad conmigo- dije nerviosa y seguíamos caminando lento.

- Así que es eso...- sonrió levemente y se puso serio de nuevo, me miró a los ojos otra vez - Presientes bien- respondió serio.

- ¡Qué buena broma!- traté de reír - Ya puedes dejar de jugar. Ya puedes decirme que no sientes nada por mí.

- Quisiera decir todo eso. Decir que es una broma, pero no puedo. Moon, yo...estoy perdidamente enamorado de ti.

- Gil...no. No puedo ni debo gustarte. Eres mi mejor amigo. Tú no, Gil- dije preocupada por lo que escuchaba - No puedes estar enamorado de mí.

Di otro paso hacia atrás y ya casi caía al agua, pero Gil me abrazó por la cintura, acercándome a él, para evitar que cayera. Nuestros rostros estaban cerca uno del otro. Mi nariz casi chocaba con la suya, y podía sentir su respiración cerca.

- ¿Por qué yo no puedo estar enamorado de ti? - me preguntó serio, mirándome a los ojos.

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Lalastar95

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