◈ 24

❝Olas de emociones❞

Los siguientes días estuve encerrada en casa.

Mi rutina se transformó en despertar y quedarme tirada en la cama sin importar si hacía calor o si mi cuerpo pedía a gritos un baño. Jungkook tuvo mucha paciencia ante mi falta de ánimo, no me obligó a que cambiara mi expresión o que me forzara a ponerme de pie cuando sentía que no tenía las fuerzas para ello, pero la situación llegó a un punto crítico cuando estuve por una semana así e incluso le comenté que ya no quería seguir comiendo.

En ese momento algo pasó en su interior y, dejando de lado toda esa paciencia que había tenido, me pidió que me levantara para darme un baño y comiera algo.

Aunque no quería, le hice caso. Ni siquiera yo estaba soportando verme en ese estado.

Vendó sus ojos y mi ayudó a quitarme la ropa. Era una situación difícil de creer. No quería que nadie me tocara, pero estaba tan agotada que solo dejé que deslizara la tela por mi cuerpo y que me ayudara a ingresar a la tina. Sentí mi cuerpo con un poco más de vitalidad al estar rodeada de cálida agua. Su contención era necesaria en mi estado y él lo sabía mejor que nadie.

No hablamos en ningún momento. Probablemente ninguno sabía por dónde empezar. Parecía que una racha de malos días nos había invadido. Ninguno de los dos estaba sabiendo cómo afrontar lo que se venía.

Jungkook se había ido a vengar de Changsun, no me lo había dicho, pero me había dado cuenta cuando una de las noches la presencia a mi lado cuidándome no había sido él y, en su lugar, estaba Yoonah. La pobre chica no era de mi total agrado, pero tenía una leve gratitud hacia ella por haberme cuidado mientras mi compañero de hogar no había estado. ¿Sería muy doloroso ver cómo la persona que te gustaba le daba prioridad a alguien más? A Yoonah le tenía que gustar mucho Jungkook para soportar pasar por algo así...

Miré el rostro de quién se había visto envuelto en una pelea por vengarse. Su piel estaba con unas cuantas manchas moradas. Realmente tenía que creer que era muy tonta para no darme cuenta... O tal vez simplemente le daba lo mismo que lo viera. No había hecho ningún esfuerzo por cubrirlas, solo las estaba dejando sanar. Quise estirar una de mis manos para tocar su piel y ver si le dolía, pero me contuve y solo sumergí mis manos bajo el agua.

¿Cuánto tiempo demoraba una flor en florecer? Quería que fuera rápido, no soportaba más estar en ese estado. Era como si mi mente y cuerpo estuvieran desconectados, pero a la vez centrados en todo lo negativo que había pasado.

—No olvides lavar tu cabello, Sun —su voz serena me transmitió tranquilidad.

Aunque fuera un chico, un hombre, no podía evitar querer aferrarme a él. Por tanto tiempo había protegido al pequeño Jungkook y nunca había pensado en que yo terminaría tomando ese lugar. Quería que Jungkook grande me cuidara, me protegiera e hiciera todo lo posible por tenerme a su lado.

Lavé mi cabello intentado dispersar un poco esas ideas. Aunque a final de cuentas, parecía que me había convertido en ese ciervo que de niña tanto me habían mencionado.

—Ya lo estoy haciendo, si quieres te puedes marchar. Es incómodo tener una venda sobre los ojos, lo sé mejor que nadie —observé mi cuerpo y doblé mis piernas para llevar mis rodillas lo más cerca de mi pecho—. ¿No te sientes miserable por tener que cuidar de mí? De repente me volví una carga muy pesada...

—Eres mi felicidad, Sun. Ya te lo he dicho. No voy a estar tranquilo hasta volver a ver una sonrisa en tu rostro.

Formé una sonrisa intentando ver si me salía, pero a falta de un espejo, solo me quedó otra opción.

—Mírame, ¿me sale alguna?

El ambiente se puso tenso, Jungkook se puso tenso. En cuanto a mí, en realidad fui un poco indiferente. Él me había encontrado sin ropa y además con vómito aquel día tan horrible, no podía verme peor que aquella vez, o eso quería creer.

—No digas boberías. El cuerpo es un templo, debes tratarlo con respecto y no mostrarlo a...

—¿Te da asco verme? Eres libre de decirlo. No te culpo, Jungkook. Probablemente yo también sentiría asco de mí.

Mis palabras parecieron molestarle, no, más bien le molestaron de verdad. Giró su cabeza en mi dirección y de un tirón se sacó la venda. Sus ojos se mantuvieron fijos sobre mis ojos, ni siquiera lo vi dudar para mirar hacia otro lado u otra parte de mi cuerpo. Realmente solo se mantuvo fijamente viendo mis pupilas.

—No me das asco. Cabello corto o largo, con más peso o más delgada, animada o desanimada... Sigues siendo igual de bonita ante mis ojos. Así que, por favor, nunca vuelvas a decir que me das asco. Es más, ni siquiera lo pienses.

El corazón se me aceleró. Cualquiera en mi lugar hubiera querido escuchar algo así, pero en verdad no creí que fuera a decirlo. Sus ojos fijos en los míos me pusieron nerviosa. Literalmente tenía la oportunidad de verme más vulnerable que nunca, pero ni siquiera por eso se aprovechó. Y aquello me hizo pensar en que no era un pobre diablo como había dicho cuando iniciamos nuestra travesía hacia el mundo real, porque cualquiera en su lugar de seguro sí se habría aprovechado de mi estado.

Él en serio parecía diferente.

Una ola de emociones me invadió.

Al parecer mi cuerpo no era el único vulnerable, pues mi corazón se estaba llevando el primer puesto.

—Perdón. Sé que también la estás pasando mal y no debería desquitarme contigo —fue lo único que pude decir.

Jungkook me observó un poco más y luego se dio la vuelta. De esa forma todo lo que pude ver fue su espalda.

—Está bien. Me siento responsable de todo lo que ha pasado y solo estamos los dos... Comprendo que te debas desahogar de alguna forma —su voz siguió siendo tranquila y suave, me sentí cómoda con ello—. Lo estuve pensando mucho e irnos de aquí puede ser un poco problemático, pero podríamos viajar un par de días a otro lugar para que te distraigas.

—¿Tienes algún lugar en mente?

—Pensé en ir a ver el mar, ¿alguna vez lo has visto?

El mar... Había oído hablar de él, pero nunca había ido en persona, y si había ido, no lo recordaba para nada. Desde que había quedado a cargo de padre, solo me había mantenido entre esas conocidas paredes blancas y mis recuerdos antes de ello eran prácticamente nulos. Ya no recordaba los rostros de las personas con las que había vívido antes, en ese entonces había sido muy pequeña y los años habían borrado todo aquello que alguna vez pude vivir.

—Creo que no. Por lo menos no lo recuerdo. ¿Tú has ido?

—Cuando era pequeño fui un par de veces. Ya debes imaginar quién me llevó.

Claro, de seguro se trataba de aquella mujer que lo había cuidado. Jungkook no la había mencionado y por un momento casi había olvidado su existencia.

Moví mis manos en el agua, creando pequeñas olas. El mar tenía que ser similar a ello, solo que mucho más grande. La idea me entusiasmó un poco, pensé en que tenía que ser un lugar más tranquilo y alejado de dónde estábamos. Tal vez dar ese viaje no era una mala idea aunque de igual forma era un poco inquietante.

—Suena interesante... Creo que la idea de tomar un baño no estaba tan mal si hasta parece que me estás premiando.

—Debes estar aburrida de solo estar encerrada. Además, el mundo es tan grande... Debe haber un lugar en el cuál por fin podamos estar tranquilos. Desde ahora en serio no voy a permitir que te pase nada, no importa si debo estar pegado a ti cada momento... Me voy a asegurar de que estés bien.

Se puso de pie, todavía dándome la espalda. Pareció que su cuerpo había crecido un poco más. ¿Acaso mis ojos lo estaban mirando de otra forma? Era difícil de entender. Su persona me provocaba muchas reacciones, pero no estábamos en una situación en la cual pudiera pensar si lo predominante era amor... Para empezar ni siquiera sabía muy bien lo que era el amor, y estando hundida en una tina tampoco iba a hallar una respuesta.

Además, cuando se lo había preguntado él me había dicho que no. No iba a arriesgarme a hacer el ridículo otra vez, incluso si los años habían pasado.

—¿Pasa algo?

—Voy a buscarte algo de ropa y luego iré a prepararte algo de comer. Solo... No demores mucho y llámame si necesitas ayuda con algo —tomó el trozo de tela con el que había vendado sus ojos y salió del lugar. Detrás de la puerta todavía se escuchó su voz:—. Perdón por sacarme la venda. Solo quería que entraras en razón. Te respeto mucho, así que no vuelvas a acorralarme a llegar a eso.

—Está bien...

Y sin más, escuché sus pasos mientras se alejaba.

En ese momento fue que reaccioné y me hice consciente de lo que acababa de suceder. Él siempre había salido de la habitación cuando me cambiaba de ropa, cubría mis piernas cuando ocupaba una tela más corta y respetaba mi espacio para no tocarme ni siquiera un cabello.

Me eché agua en el rostro sientiendo lo rojo que se me puso. Había estado desnuda frente a él por mucho que hubiera cubierto cierto tramo de mi piel. ¿Cómo había sido tan desvergonzada? En serio había pasado de ser ingenua a directamente ser tonta.

Demasiado tonta.

Toda debilidad en mi organismo desapareció para ser reemplazada con unas inmensas ganas de querer desaparecer.

Jungkook tenía demasiada paciencia conmigo, incluso yo no creía poseer tanta como él. En su lugar habría salido de la habitación desde el primer momento en que le pedí ayuda para sacarme la tela que me cubría, pero él, en cambio, había decidido ayudarme.

Lavé mi cuerpo rápido y con esmero para salir del agua que ya se estaba volviendo fría. Entrar al agua me había dado más vitalidad de la esperada y había actuado de forma precipitada. Una cosa era querer sentirme protegida, pero otra muy distinta era abusar de su confianza.

Un día lo quería lejos y al otro no quería estar sin su compañía.

Suspiré envolviendo mi cuerpo con una toalla para recoger la ropa que Jungkook me había dejado fuera de la habitación. Mi cabello había quedado limpio y suave mientras que mi cuerpo ya estaba renovando fuerzas. Ir a visitar el amar también había aportado a qué mi ánimo ya no estuviera por el piso. ¿En qué iríamos? ¿Estaría muy lejos? En verdad aquello no era tan importante, lo único que me interesaba era estar un tiempo lejos de todo aquello que había dejado un sabor amargo en la boca.

Había conocido el mundo real de la peor forma, pero en mi interior todavía albergaba una vaga esperanza de que no todo tenía que ser malo. En su momento había sido feliz junto al pequeño Jungkook, así que aunque costara todavía más, de igual forma creí posible que en algún momento podría sentir que el cielo era de un intenso celeste.

—La comida ya está lista —me avisó tocando suavemente la puerta de la habitación, en dónde había ido a dejar la ropa sucia. Luego me pondría a lavar las prendas que les hacía faltante limpieza.

—Muchas gracias, voy en un momento.

Ordené mi cama y nuevamente dejé las telas sucias a un lado para lavarlas después. No me podía dejar morir tan rápido cuando el sol estaba iluminando con fuerza el exterior. Habia pasado por dos situaciones que seguirán nunca iba a olvidar, pero no podía permitir que aquello arruinara toda mi vida. Tan solo tenía diecisiete... Era demasiado jóven como para que me quedara encerrada en la habitación.

Ya toda mi vida me la había pasado encerrada en otras partes, y ahí tenía la oportunidad de decidir por mí misma lo que quería hacer.

Quería seguir al lado de aquel chico con el cual compartía hogar.

Quería que mi cabello volviera a crecer.

Quería ver el mar del cual no tenía ningún recuerdo.

Simplemente quería seguir viviendo.

En algún momento me había preguntado qué era la vida, y aunque todavía no tenía una respuesta clara, si algo sabía, era que no lo iba a descubrir estando encerrada entre cuatro paredes dejándome marchitar.

A veces solo hacía falta mover una planta al sol para que nuevamente se pusiera bonita. Y si bien no sabía si iba a funcionar, por lo menos lo podía intentar para ver qué pasaba. Así que me intenté animar un poco, pensando en que las cosas podrían ir mejor.

Cuando entré a la cocina para buscar la comida, Jungkook me recibió con una cálida sonrisa y por consiguiente mi corazón también se sintió más cálido.

Iba a sanar de a poquito, pero iba a sanar.

●▬▬▬▬26/02/24▬▬▬▬●

Otro capítulo nuevo, este mucho más bonito que el anterior por obvias razones. ¿Seguirá así? Ya veremos

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top